Noche de viernes Parte 1
Notas: Hola! aquí les traigo otro ShakaxMu recién salido del horno. Serán de dos capítulos (eso creo), y si bien es un shamu, también esta muy marcado el MiloxCamus al menos en este capitulo. Lo digo por si alguien no le gusta el milongas y el cubito. ¡Espero lo disfruten! <3
****
Soltó un suspiro con pesadez. Todo indicaba que aquel fin de semana no tendría ninguna mejoría respecto a los dos anteriores.
Habían pasado aproximadamente tres meses desde que la Diosa Athena con su bondad y amor infinito los había devuelto a la vida luego de última guerra Santa, para así darles otra oportunidad para aprender el verdadero "vivir" y la única condición que les puso fue que cada santo sería el encargado de preparar a su sucesor para el futuro. Mu al escuchar esto sonrió para sus adentros, ya que aquella tarea ya la había comenzado hace años con Kiki.
Al principio todo era desconcertante, ninguno de los caballeros sabía muy bien hacia donde apuntar su nueva vida y objetivos. Athena al verlos perdidos les había dado la tarea de entrenar al futuro guerrero de su constelación, aunque debían seguir custodiando el santuario, ya que no estaban libres de ataques de otros seres o dioses, por lo tanto pudieron seguir alegremente con la única forma de vivir que sabían, entrenando y formando grandes guerreros.
—Te notas cansado ¿estás bien? —Su maestro lo sacó rápidamente de sus pensamientos, no sabía cuánto tiempo había estado absorto en sí mismo. Cuando volteó a verlo no pudo evitar sonreír al verlo con su aspecto de joven, incluso aun le costaba acostumbrarse a esa apariencia.
—No puedo creer que le haya pedido Athena revivirlo con la edad cercana a la nuestra, es...extraño.
Shion colocó una mueca incrédula mientras volvía a su actividad de preparar el té.
—solo lo hice por Dohko—admitió finalmente solo para que su pupilo no siguiera hostigándole.
Mu sonrió ampliamente, amaba que su maestro al fin pudiera estar disfrutando de su vida con Dohko como siempre debió ser. Lástima que a él no le estuviera pasando lo mismo.
—Shaka...Shaka está celoso.
Se escuchó el sonido de las tazas tocar la mesa mientras el patriarca se sentaba a su lado. Mu no solía contarle sus problemas, pero debido a su reencuentro y al sentimiento de tenerlo de nuevo de vuelta después de años de extrañarlo, lo había echo cambiar y estrechar su relación como nunca antes.
— ¿de quién?
—de usted.
Un silencio ensordecedor inundó la sala y lo único que se pudo percibir por algunos minutos fue el mecer de los arboles por el viento de aquella tarde de otoño. El de cabellos verdes trató de contener una carcajada, pero su esfuerzo fue en vano.
— ¿q-que dices? — Comenzó a reír discretamente con una de sus manos tapándose la boca — ¿de mí?
—No es gracioso —Le reprochó el pelilila frunciendo sus tikas. — por esta razón lleva semanas evitándome como si yo fuera lo más desagradable del mundo.
— ¿Pero que tiene ese muchacho? ¿Está enfermo? ¿Que acaso no sabe lo mío con Dohko?
Todo el santuario lo sabía, así que no era una opción.
—Si lo sabe... pero no sé, en realidad él no ha hablado conmigo, pero algo me dice que es eso.—El dorado de Aries se dejó caer dramáticamente sobre la mesa y observó de manera intensa a su maestro — ahora como usted es joven... lo debe ver como una amenaza.
Mu le había explicado a Shaka muchas veces que aunque Shion ahora tuviera una apariencia jovial, seguía siendo su maestro y que eso jamás cambiaría, pero este en respuesta solo se encogía de hombros haciendo caso omiso a todos sus argumentos.
— ¿y qué tal si le damos en el gusto a sus sospechas? —Dijo el patriarca colocando una mirada pícara y acercándose travieso a la cara de su pupilo. — ahora estamos en las mismas condiciones.
Mu soltó una pequeña carcajada y colocó la misma expresión pícara y sensual que su maestro para responderle.
—No sea bobo, eso solo funciona con el maestro Dohko.
Shion se alejó despreocupado mientras sonreía, amaba a ese chiquillo como su propio hijo.
—Hey hey ¿qué pasa aquí? ¿Pelea de miradas sensuales de nuevo? —Ambos tibetanos se dieron la vuelta para encontrarse con un alegre Dohko y sonrieron en señal de afirmación — vaya, lemurianos.
Después de un par de minutos Mu decidió volver a su templo, ya que asumió que Dohko venía a quedarse para acompañar a su maestro por ser día viernes, único día que estaban libres de deberes patriarcales.
Mu fijó su vista en la extensa escalera que comenzaba a descender con paso lento, no tenía prisa. Estaba de más saber que esa noche de nuevo se dormiría temprano como los viernes anteriores. Echaba de menos el ir a dormir donde virgo, y pasar todo el fin de semana con Shaka, conversando, riendo, amando... Pero ahora eso se veía tan lejano y casi inalcanzable porque ahora el rubio ni siquiera lo invitaba.
—Estúpido —Gruñó por lo bajo el Aries.
— ¿disculpa?
El pelilila se sobresaltó al escuchar una voz y se volteó rápidamente.
— ¿Milo? — ¿ya estaba en escorpio? ¿En qué momento? ¿Cómo bajó tan rápido? Se impresionó por su falta de conexión con su entorno. ¿Habrá pedido permiso al pasar por piscis, acuario y sagitario? Se asustó al solo pensar su descortesía. El poder de sus pensamientos debía ser bastante complejo para que se distrajera de esa manera— l-lo siento, no sabía que estaba en escorpio.
— ¿que? ¿Pensabas que estabas en el mercado o qué?
Milo lo observó desconfiado, como si pensara que él no era el verdadero Mu. Esto lo hizo alarmarse, porque no era secreto que los caballeros dorados fueran paranoicos respecto a los intrusos en el santuario.
—Venia de hablar con Shion, y me distraje, lo siento por no avisar cuando entré...—El tibetano fijo su mirada en el griego y notó que tenía un semblante terrible, casi podía jurar que había estado llorando minutos atrás. — ¿estás bien?
—Yo debería preguntarte eso...
Tenían que admitir que ambos tenían un aspecto que daba para hablar. Ninguno contestó la pregunta del otro, pero bastó ese silencio para que ambos se dieran cuenta que sus problemas tenían que ver con el corazón.
— ¿por qué no vamos a tomar algo a Rodorio?
La pregunta tomó por sorpresa a Mu, quien se había quedado mirando el suelo en un punto fijo.
— ¿quieres tomar té? — Preguntó inocentemente el pelilila, ignorando por completo a lo que realmente se refería Milo.— Yo puedo prepararte en mi templo.
El caballero de la octava casa rodó los ojos y lo fulminó con su incrédula mirada ¿realmente sería tan despistado?
— ¿conoces lo que es un bar? ¿Verdad? —Milo no pudo evitar que su voz sonara irritada, en ese momento lo que menos necesitaba era alguien que quisiera tomar sólo una infusión.
—Oh...—Mu pareció meditarlo por un momento. A decir verdad si se ponía a pensar hace mucho tiempo que no salía a divertirse. La última vez había sido con Aldebarán cuando habían cumplido los dieciocho años — me parece bien, al ser día viernes lo que menos quiero es encerrarme.
Milo sonrió satisfecho, daba gracias a Athena porque el caballero de la primera casa hubiera aceptado.
—Bien, nos vemos a las nueve afuera de tu templo.
El caballero de Aries siguió su camino descendiendo hasta que llegó a la sexta casa. Se tensó un poco al subir por aquellas escaleras que le parecían ir siempre en dirección al paraíso y antes de entrar respiró hondo para tranquilizarse. Si se topaba con Shaka y todo salía como siempre, este solo lo saludaría y lo ignoraría como lo había hecho últimamente. Por un momento llegó a maldecirse por ser de la constelación de Aries y tener que pasar todas las casas para llegar a la suya.
—Permiso, voy a pasar —Dijo con voz suave pero que denotaba nervios. Comenzó a rezar internamente para salir invicto de ese lugar, ya que lo que menos quería era comenzar una discusión, y menos aún decirle que saldría a divertirse con Milo, porque conociéndolo este comenzaría a sacarle en cara que prefería estar con otros que con él. Cuando divisó la salida comenzó acelerar el paso, casi con desesperación.
Pero como todo últimamente, no le resultó.
— ¿a dónde vas tan apresurado? — le interceptó el rubio a lo que el pelilila casi choca de frente con su cuerpo. Shaka lo observaba ya con sus ojos abiertos, eso significaba que estaba leyendo su cosmos, por ende, su nerviosismo.
— ¡Shaka! que sorpresa, me asustaste...—Lo había ignorado durante semanas y justo el día que aquello le convenía, se le ocurría una conversación. — ¿todo bien?
— ¿y tú?
—Bien, venia de hablar con shi...—cortó de inmediato su frase, ya que recordó que tenía que evitar nombrar a su maestro para no agrandar la razón de sus ya problemas "maritales"
El rubio volvió a cerrar sus ojos.
—Oh, con el patriarca... está bien.
Shaka parecía indiferente ante el estímulo, pero Mu sabía que aquello solo era una coraza.
— ¿no quieres quedarte? —volvió hablar.
Mu se mordió el labio inferior y apretó sus dientes ¡No podía estar pasando esto ahora! Si bien se moría por quedarse esa noche con el indio, algo le decía que tenía que apoyar en ese momento a Milo, y a decir verdad distraerse un poco a las afueras del santuario no le haría mal en lo absoluto.
—M-me encantaría Shaka, pero hoy tengo unos asuntos con Kiki...podría ser mañana...— Aries odiaba las mentiras y pocas veces por no decir ninguna, lo había tenido que hacer. Pero eta era una ocasión que lo ameritaba.
Shaka pareció meditar su respuesta en silencio, hasta que por fin se atrevió hablar.
—Tu cosmos... está inestable...acaso... ¿me mientes?—Le preguntó casi al borde de la desesperación, pero ocultándolo a la perfección.
El tibetano jamás le había mentido antes, y que lo hiciera ahora, justo después de visitar al patriarca le hizo sentir que lo estaba perdiendo definitivamente. Por el otro lado Mu no sabía cómo pudo pensar que podría engañarlo con mentiras tan mundanas y superficiales, sentirse una rata fue poco.
—Si no quieres quedarte está bien, pero no tienes que mentir. — volvió a decirle al ver que mu se quedado sin palabras.
Después de haber dicho esto, el rubio se retiró del lugar sin más, dejando al tibetano con su corazón hecho pedazos y una culpa abismal.
—Prometo que mañana lo solucionaremos Shaka...—susurró en voz baja, antes de seguir su camino hacia su templo.
Cuando llegó la hora indicada, Mu se aseguró que kiki estuviera dormido profundamente para dirigirse con Milo a la aldea. Ambos caminaron alegremente mientras conversaban cosas triviales, de cómo se sentían ahora que tenían que aprender a "vivir" de una forma más normal, las cosas nuevas que habían experimentado últimamente y lo frustrante que era enseñar a pelear a pupilos sin talento.
—Acá es —Dijo el escorpio mientras se detenían frente a una gran casa de madera. Mu no reconoció el lugar, el bar donde había asistido con Aldebarán era muchísimo más discreto.
Entraron sin dudarlo, y si por fuera se veía inmenso, por dentro lo era aún más. Lo que más le gustó y que agradeció con su alma era que a Milo también le gustaran los lugares donde se pudiera conversar tranquilamente, sin tener que lidiar con una música fuerte que para el terminaba siempre en un dolor de cabeza punzante.
Después de vitrinear un poco finalmente escogieron la mesa ubicada en una esquina, que tenía una pequeña ventana con vista al pueblo, que a esa hora y con sus farolas encendidas deleitaba un agradable paisaje. No pasó mucho tiempo hasta que una hermosa camarera llegó a tomarles la orden.
—Yo quiero jugo de...—Mu sintió la mirada asesina de Milo sobre él y se retractó de inmediato— bueno, no sé...
—Tequila, tráiganos Tequila por favor. —La joven asintió y se marchó— ¿de verdad vendrías a un bar a tomar jugo? ¿En qué mundo vives?
Mu cerró sus ojos tratando de ocultar su vergüenza.
—No estoy acostumbrado a tomar alcohol, por si te olvidaste fuimos santos de Athena —Pareció meditar y volvió hablar— bueno, somos.... No había tiempo para eso.
— pero ahora si lo tenemos.
Se quedaron platicando sobre el lugar y compartiendo experiencias que había tenido cada uno en los distintos bares de Rodoria, no eran muchos, pero la diferencia de calidad uno del otro era simplemente asombrosas. No se habían dado cuenta del tiempo cuando apareció la camarera con el pedido. Colocó una botella de tequila al frente, un pocillo de sal, otro con limón y dos vasos pequeños. Mu quedó observando con curiosidad el diminuto vaso, jamás había visto uno de esos.
— ¿no será muy pequeño? —preguntó inocente mientras Milo le devolví una gran sonrisa maliciosa.
—Créeme que es suficiente —El griego tomó la botella y lleno ambos vasos — Mira bien como se toma esto— Lamio en el espacio que haya entre el dedo pulgar y el índice y colocó un poco de sal. Luego con la otra mano tomó el vaso con tequila y dejó una rodaja de limón cerca — primero lames la sal, luego te tomas el trago y finalmente chupas el limón.
Mu lo quedó mirando escéptico, y observó atentamente como el escorpio le hacia su demostración. Cuando terminó sonrió, no parecía difícil.
— ¡Ahhhh! que delicia —Milo fijó su mirada en su compañero— Esto se toma en turnos, así que te toca a ti.
Sin mucha dificultad lo imitó y tomo su primer shot. Tosió un poco al principio, hasta que su garganta se acostumbró al ardor característico del alcohol.
—Aprendes rápido pupilo —Mu le frunció sus tikas en modo de ofensa — Entonces ahora tú haces una pregunta, yo tomo y te respondo.
El tibetano rodó los ojos ¿por qué no simplemente conversar de forma normal? suspiró hondo y finalmente cedió a los deseos infantiles de su compañero, pensó que a lo mejor lo hacía porque le costaba hablar de su interior, y el alcohol le ayudaría a ser más abierto y vaya que lo entendió, porque él era exactamente igual.
—Bien, ¿por qué estabas llorando?
— ¿Podrías empezar con cosas más sutiles?—Bufó molesto Milo. Aun no tenía el alcohol suficiente para comenzar hablar específicamente de la razón. Tomó su segundo Shot.
—Bien.... ¿por qué quisiste tomar alcohol?
—Me toca a mí —El ariano se tocó las sienes con sus yemas de sus dedos para no enloquecer— ¿te gusta el ilustrísimo?
El pelilila abrió sus ojos de golpe y si hubiera tenido líquido en la boca lo hubiera escupido violentamente.
— ¡¿QUÉ?! ¡¿Tú también?!
—Tienes que tomar primero antes de contestar....—Mu se irritó ante el comentario y se tomó su segundo shot a la velocidad de la luz. Al verlo Milo soltó una pequeña risa— oye tranquilo, no sería tan extraño, Shion con la apariencia que tiene ahora es bastante atractivo, objetivamente claro.
— ¡Milo! ¡Estás hablando del patriarca! —Al notar que había hablado más alto de lo normal bajó notoriamente su voz y se detuvo a pensar la pregunta del griego — Yo estoy con Shaka, Shion es mi maestro, a quien quiero mucho, pero solo eso, no tengo ningún interés amoroso por el ¡Por Athena!
El escorpio sonrió satisfecho. Pregunta contestada.
— ¿tienes problemas con Camus? —preguntó esta vez, ignorando por completo el orden ascendente de las "sutilezas". Milo tomó su tercer shot y suspiró, al parecer no le había molestado la profundidad de la pregunta.
—Sí. —Tomó aire y siguió— ¿Por qué Shaka está celoso de shion, sabiendo que ustedes dos están juntos?
— ¡EY! ¡Hiciste trampa!
— ¿por qué? tú me hiciste una pregunta que sólo se puede contestar SI O NO. —Mu apretó sus dientes con fuerza y gruñó en respuesta— que no sepas formular bien las preguntas no es mi problema.
Mu se tomó de un sorbo su tercer Shot por lo que empezó a experimentar un sutil aumento de confianza dentro de la conversación.
—No lo sé...esa falta de confianza me tiene muy dolido. No lo entiendo. — contestó con un semblante melancólico. Cerró sus ojos y volvió abrirlos con determinación, dedicándole una mirada voraz a su compañero. Esta vez no se equivocaría de pregunta — ¿qué exactamente fue lo que hizo Camus?
Cuarto shot para Milo.
—Lo que hace siempre...Ignorarme. —Dijo lo último en un hilo de voz. Se podía percibir dolor en la última palabra, y Mu se culpó por su pregunta— ¿tú crees que nosotros estemos echo el uno para el otro?
Al tibetano le sorprendió que su pregunta estuviere relacionada con el mismo.
Cuarto shot para Mu.
—Sí.
Quedaron en silencio un par de minutos. Habían llegado al momento donde ambos ya estaban dispuestos para hablar de sí mismo, y el alcohol ayudaba a mitigar el dolor que eso significaba.
—Cuéntame entonces —Lo invitó mientras veía que Milo iba por su quinta ronda.
—Realmente no sé si Camus siente algo por mí...Si antes lo dudaba ahora estoy casi convencido que así es —El griego fijo su mirada en la ventana, observando como diferentes parejas paseaban por fuera del recinto y suspiró— Alguien que te ama no te trata como él lo hace...
El escorpio se sentía seriamente abatido por el tipo de relación que tenía con acuario. Si bien antes era igual, el hecho de ser soldados activos de Athena no le daba ocasión para ver las verdaderas falencias que tenía aquella relación, pero ahora que tenían mucho más tiempo libre para dedicarle a su "vida" se había estrellado de lleno con aquellos problemas que venían arrastrando desde la infancia.
—Pero ¿no será que su personalidad es así, Milo? a lo mejor no es que no te quiera... si no que no sabe demostrarlo.
— ¿Crees que su personalidad justifica el daño que hace?—Mu pegó un respingo— ¿cuándo shaka te ignora lo aceptas solo porque "él es así"? — Aries bajó su mirada apenado— Todo lo que has sentido con shaka estos últimos tres meses yo lo he vivido toda mi vida con Camus... y lo peor de todo que no hay una razón aparente, como la tuya, que al menos conociendo el motivo tiene chance de arreglarse.
—Milo...
—Yo creo que simplemente no siente nada por mí, y debería empezar a aceptarlo.
Sexto shot para Milo. Quinto para Mu.
El guardián de la 8va casa fijo su mirada intensa en el ariano, gesto que le indicó que ahora era su turno.
—Lo mío no es tan grave...—dijo con una pizca de vergüenza. Lo que estaba pasando Milo no se comparaba con sus problemas superficiales con virgo— Simplemente Shaka esta cegado por los celos al verme tan cercano a Shion.
—A shion, a Aldebarán, a kiki, al señor de la tienda, a Saga...—El último que nombró lo hizo con un tono un tanto misterioso. El pelilila lo miró con sorpresa— ¿qué? ¿No te habías dado cuenta? Tus problemas con Shaka son casi igual de graves que los míos.
Sexto shot para el tibetano.
—Shaka no es así.
—Por los dioses Mu, es solo de verlo un par de segundos cuando uno de ellos se te acerca...—milo tomó su séptima ronda y le dirigió una mirada divertida— y me atrevo a decir que ni siquiera te atreviste a decirle que venias conmigo al bar ¿no es así? ¿Por qué no le dijiste? ¿Porque pensaría mal? Si shaka no es así ¿entonces por qué le omitiste esa información?
Se vio acorralado ¿desde cuándo Milo era tan perspicaz? ¿Acaso el alcohol le hacía activar algún décimo sentido? aunque le costara tenía que admitir que él tenía razón, siempre cuidaba sus palabras con el rubio, para no generar ningún tipo de problema y eso sinceramente ya le estaba cansando ¿qué confianza es esa? y ahora enterarse que se le agregaban más personajes ¿quién pensaba shaka que era él?
— Aunque debo decirte algo — continuó el griego al ver que el pelilila había quedado en absorto en sus pensamientos, otorgándole la razón— El León anda merodeando...ten cuidado.
Mu sintió que se le detenía el corazón. Si bien sabia de algunos rumores que Aioria gustaba de Shaka, pensaba que solo eran eso, rumores sin ninguna base.
Séptimo shot para el Aries. Octavo para Milo.
—pero sólo son rumores de pasillo...
—¿qué sabes tú si vives en la primera casa y no tienes idea de lo que pasa detrás de ti?—Milo no tenía intención de ser chismoso ni cizañero, al contrario quería que Mu se diera cuenta que el problema no era solo él, no tenía por qué sobrellevar la culpa del distanciamiento solo — Aioria siempre esta con Shaka cuando tu no estas, y estos últimos tres meses fue mucho más notorio.— tomó una boconada grande de aire y suspiró para mirarlo directamente a los ojos— No puedo decirte que tengan algo porque estaría mintiendo, pero de que ahora esos dos pasan más juntos, sí.
—Somos un desastre....—susurró el pelilila a lo que milo asistió.
De pronto ambos soltaron una carcajada.
Octavo y noveno shot. El alcohol ya estaba siendo evidente en los caballeros dorados, que poco a poco comenzaban a hablar sin tapujos y sus mejillas comenzaban a tornarse cada vez más rosadas.
****************
Llevaban un buen tiempo buscando un lugar para seguir divirtiéndose. Hace tiempo que no pasaban tiempos juntos y el salir a distraerse les resultaba bastante reconfortante. Ellos eran del tipo nómade, de los que cada cierto tiempo en la misma noche cambiaban de bar para no caer en lo rutinario. Cabe destacar que ya se habían bebido un par de copas, por lo que ya se encontraban más felices de lo normal.
— ¿qué tal ahí?—pregunto Afrodita indicando el bar que yacía a un par de metros.
— ¡No es mala idea! ¡La cerveza que venden ahí es espectacular! —Le contestó el santo dorado de cáncer esbozando una gran sonrisa. — ¿Saga vienes? —Se dio cuenta que este último se había quedado mirando curioso al interior de aquel recinto — ¿pasa algo?
— ¿Esos de ahí no son Mu y Milo?— contestó el géminis escéptico. Podía esperar eso de Milo pero ¿Mu en ese lugar? algo no andaba bien.
— ¡Perfecto! ¡Vamos con ellos! — Festejó alegremente piscis mientras corría al lugar.
************************
—Entonces lo mire y le dije ¿qué te pasa idiota? ¿Acaso tu mamá no te dio la leche de la mañana?
Milo comentaba sus anécdotas como maestro de un grupo de pequeños guerreros. En un estado normal aquellos relatos no serían más que historias divertidas de oír, pero el alcohol los hacía reírse de casi todo.
— ¡Mu! ¡Milo! —Ambos giraron para encontrarse con sus tres compañeros de armas y sonrieron ampliamente — ¿qué hacen aquí? —preguntó afrodita.
—Lo mismo que ustedes —le contestó milo con una mirada cómplice— ¡siéntense con nosotros!
Los tres fueron por un par de sillas extras y se sentaron a su lado. Death Mask no tardó en tomar el pedido.
— ¿Mu estas bien? —preguntó saga curioso. Mu le devolvió una mirada con una sonrisa exagerada casi rozando lo sensual, se notaba que tenía bastante alcohol en la sangre. Observó la mesa y notó que había dos botellas de tequila. Una completamente vacía y la otra por la mitad— ¿tomaste tequila?
—Wow eso sí que es de valientes —dijo el cáncer impresionado.
—Entonces le haremos la competencia —los retó el de cabellos celestes con mirada desafiante.
La noche recién comenzaba.
Eran alrededor de las tres de la mañana y si horas antes estaban desinhibidos ahora eran seres totalmente de otra dimensión. Estaban entretenidos comentando sus historias personales, y esto a todos les hacía sentir que tenían una conexión nueva, una conexión muy diferentes al de "compañeros de armas". De a poco comenzaban aprender lo que realmente era compartir con los demás, y el saber lo más básico como los colores o comida favorita eran suficiente para sentirse satisfechos. Las risas era el predominante de su conversación, y aquella salida estaba cumpliendo mucho más que la misión de distracción.
Estaban tan ensimismados en su plática que no se dieron cuenta que un sexto invitado ingresó al recinto. Buscó con su mirada hasta que no le fue difícil encontrarse con esos seis que hablaban ya bastante alto. Si no mal recordaba era el tercer bar al cual entraba buscándolo. Se acercó con paso firme aquel grupo.
—Milo.
Todos se voltearon al instante al reconocer esa voz que sonaba seria y autoritaria. Les sorprendió enormemente verlo en ese lugar. El susodicho estaba desconcertado, pero extrañamente no pareció darle importancia.
—Bueno esta es la parte en que el alcohol me hace alucinar. —Dijo mientras se tomaba su veinteavo cuarto shot. — bueno, dejando de lado mi ilusión ¿en qué estábamos?
—Milo no, realmente esta Camus aquí —Le afirmó el ariano un poco preocupado, el acuario no se veía para nada feliz — no es una ilusión.
El silencio quedó como protagonista en ese momento. Nadie se atrevía a decir algo, sobre todo ahora que ya conocían por parte del mismo Milo lo que estaba ocurriendo entre ellos.
— ¿No te basta con ignorarme en el santuario? ¿Ahora vienes para seguir humillándome a las afueras? —Dijo el escorpio con un tono bastante molesto. Sus palabras sonaban entrecortadas y lentas debido a su estado etílico — vete de aquí, no quiero verte.
Sus mejillas estaban ya bastante enrojecidas, y su semblante denotaba un notable deterioro cognitivo debido al alcohol, deterioro que Camus no estaba dispuesto a pelear.
—Nos vamos —ordenó con el mismo tono el caballero de la onceava casa. Ignorando completamente al escorpio.
Milo lo fulminó con la mirada. Esto no presagiaba nada bueno.
-continuará-
Nos leemos en el próximo~ <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top