Capítulo 45

Narra Hana

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que volvía a estar en aquel páramo oscuro, volvería a ver los recuerdos de alguien, esta vez los de Azul.

- El único lugar en el que realmente encajaba era dentro de mi maceta de pulpo - le escuché hablar mientras el escenario cambiaba completamente, ahora estaba en un aula de primaria.

- ¡Qué asco! Azul es un pulpo viscoso escupe tinta ¡boo! - mi atención se dirigió hacia aquella chillona voz donde pude ver a dos pequeñas sirenas delante de una especie de maceta.

- P-Por favor detente... ¿Por qué dices cosas así...? - aquel llanto que vino de la maceta... Al escucharlo sentí que mi corazón se rompía, había sonado tan doloroso.

- ¡Huye o te manchará con su tinta! - se burló la otra sirena mientras se alejaban rápidamente sin dejar de reír, un sentimiento de ira e impotencia empezó a crecer en mí y aumentó con rapidez cuando escuché un sollozo desesperado que venía de la maceta. Me acerqué a ésta y cuando me senté descubrí que el que se escondía en la maceta era Azul.

- Yo era diferente a las otras sirenas por tener muchas patas con ventosas - le escuché hablar de repente - era introvertido y no se me daba bien hablar con otros, era malo académica y físicamente. Estaba... siempre solo. Un pulpo estúpido que no servía para nada... - su tono de voz se fue volviendo más bajo y poco a poco se iba rompiendo.

- ¡El agua se ensucia mucho cuando está aquí! Libera tinta cuando llora - se quejó fastidiado uno de los niñatos malcriados.

- ¿¡Y por qué no le dejáis en paz?! - grité harta de su actitud, odiaba con toda mi alma las injusticias, aunque en este caso no podía hacer nada.

- Ah, ¿es así? - cuestionó la voz omnisciente del de ojos azules con un toque de burla - ¡Entonces, deberías dejarme solo y volver a jugar vuestros juegos sin sentido! - gritó completamente enojado - No soy un nadador rápido, pero puedo controlar libremente mis 10 extremidades. Comparado con aquellos con solo dos brazos podía leer grimorios cinco veces más que ellos. Y también podría escribir fácilmente mis propios círculos mágicos - explicó con un tono tranquilo que cambió drásticamente al siguiente segundo - Solo mira ¡Algún día triunfaré sobre todas vosotras, pequeñas y despreocupadas sirenas! - exclamó en un tono en el que destacaba la locura y la desesperación.

- Hola, pequeño pulpo~ ¿Qué haces escondido dentro de esa pequeña olla de pulpo? - me di la vuelta al escuchar aquella voz infantil y juguetona encontrándome con dos pequeñas sirenas de anguila que casi me matan de la ternura.

- Cállate ¡Dejadme en paz! - ordenó el peliplata escondido en su maceta con una voz algo temblorosa.

- Increíble... Hay muchos hechizos y círculos mágicos dibujados en las conchas... ¿Siempre has estado investigando grimorios con tus 8 piernas? - cuestionó la otra sirena que supuse que era Jade observando atentamente el trabajo del contrario.

- ¡No los toques! - gritó el chiquitín - ¿Quieres que te manche con mi tinta? - amenazó retrocediendo levemente - ¡Estudiaré más y más y me haré fuerte como la Bruja del Mar! ¡Así que no te interpongas en mi camino! ¡Marchaos! - todo se quedó en silencio unos segundos mientras en las caras de los gemelos Leech se dibujaban unas macabras sonrisas.

- Este pulpo es interesante ¿Eh, Jade? - cuestionó el menor de los gemelos mirando a su compañero sin borrar su sonrisa.

- Tengo que admitir que estoy intrigado - contestó el heterocromático con la misma sonrisa que su hermano.

- Han pasado varios años desde que decidí estudiar rigurosamente - la voz del líder de Octavinelle volvió a hacer acto de presencia mientras el escenario cambiaba. Todavía seguía en un aula, pero era distinta a la de hace un momento.

- Escuché que la sirena de la otra clase que se quejaba por su cabello rebelde, ahora lo tiene sedoso y rubio - comentó el mayor de los gemelos llamando la atención de sus compañeros, los tres ahora se veían más mayores.

- A cambio perdió su cola y ya no puede nadar tan rápido - añadió el menor.

- Oh, ya veo - contestó Azul con una sonrisa que mandó un escalofrío por mi espalda.

- Azul, eres tú el causante de todo esto ¿verdad? - preguntó Jade con una sonrisa.

- ¿Eh... Yo? ¿Por qué piensas eso? - cuestionó el de orbes azulados con una sonrisa victoriosa mientras intentaba aguantar la risa.

- Esos peces despreocupados no podrían usar un nivel tan alto de magia - explicó el mayor de los gemelos haciendo que el contrario estallara en carcajadas.

- ¿Es eso así? No pensé que me descubrirían tan rápido - admitió algo satisfecho - sí, es cierto. Por fin perfeccioné este contrato mágico - anunció orgulloso mientras sus sonrisa se retorcía cada vez más - mientras firmen, puedo tener cualquier magia o habilidad de la que estén orgullosos, yo lo llamo... It's a Deal! - explicó emocionado de su creación - esta vez, haré que se inclinen ante mi magia. Todos sus talentos serán míos ¡Jajajaja! ¡¡AHAHAHAHA!! - empezó a reírse como un maníaco.

- Nunca desistí, ni siquiera por un segundo. Todas esas personas que se burlaron de mí... Todos los que me acosaron por mi aspecto... Y luego, todos sus puntos débiles, sus preocupaciones que observé a fondo... ¡Me aferré a todos ellos! ¡Mientras tenga este contrato, soy invencible! - exclamó la voz del de ojos azules con un tono de locura mientras todo comenzaba a fundirse en negro y varias gotas de tinta caían del "techo" - Ya no soy un pulpo solitario. Controlaré todo usando mi poder. Todas esas personas que se burlaron de mí se postrarán ante mí - cuando todo se volvió oscuro pude visualizar a Azul, estaba sentado en el suelo en posición fetal mientras sollozaba silenciosamente. Empecé a acercarme a él pero aquella extraña silueta volvió a ser más rápida que yo.

- Hm, patético... - murmuró aguantando la risa, el de lentes levantó tímidamente la cabeza y le fulminó con una mirada llena de odio - sólo tenías que hacer algo muy simple y aún así fallaste... - comentó apoyando el lateral de su cara en su mano y fingiendo una falsa decepción. Aún así el líder de Octavinelle agachó de nuevo la cabeza para esconder las lágrimas que empezaban a salir de sus ojos - pero quizás podría arreglar eso... - añadió con una expresión maliciosa captando nuestra atención - hagamos un trato ¿sí? Yo te prestaré todo el poder que necesites para cumplir tu objetivo y a cambio tú... - el extraño se arrodilló a la altura de Azul y le susurró algo en el oído. Tras unos segundos el peliplata dejó de esconder su cara entre sus rodillas y miró fijamente al de cabello morado levantando su mano, dispuesto a aceptar el trato.

Mi cuerpo reaccionó solo, salí corriendo hacia los dos jóvenes y me coloqué entre ellos con los brazos extendidos a modo de escudo para proteger al líder de dormitorio. En cuanto estuve delante de la sombra, ésta retrocedió bastante sin quitarme los ojos de encima, ni siquiera me había dado cuenta de su vestimenta; un sudadera holgada blanca con algún que otro corazón rosado, unos pantalones cortos negros, una medias largas y unas botas del mismo color y un pequeño gorro de enfermera, también tenía bastantes tiritas repartidas por su cuerpo. No pude evitar fruncir el ceño, juraría que lo conocía.

Un ruido a mis espaldas me sacó de esos pensamientos, al girarme me encontré con el de lentes retrocediendo levemente, su mirada estaba clavada en mí, tenía miedo, sus ojos aguadados e hinchados y sus mejillas enrojecidas por llorar me partieron el alma.

Me agaché a su altura haciendo que se cubriese la cara con sus manos y retrocediese un poco, suspiré y con suma delicadeza tomé sus manos apartándolas suavemente de su rostro haciendo que me mirase, para tranquilizarle le dediqué la mejor sonrisa que pude.

- Escucha Azul... - mi tono de voz era algo bajo y tranquilo, lo último que quería era asustarlo más de lo que ya estaba - la venganza es una costumbre muy mala... - hablé con una sonrisa en mi rostro mientras llevaba las manos del contrario a los laterales de mi cara, resaltando mi expresión mientras acariciaba con mis pulgares sus manos e intentando ocultar el hecho de que era mucho peor que él - me alegra mucho que quisieras mejorar y desafiarte a ti mismo hasta un punto sano, pero no porque quieras demostrar algo a otras personas que no importan, sino porque quieras demostrarte a ti mismo lo que vales... - tras decir esto llevé mis manos a la mejillas del contrario y le sequé las lágrimas con mis pulgares mientras intentaba reconfortarlo con mi sonrisa - porque tú vales muchísimo, que nadie te diga nunca lo contrario... - envolví su cuerpo entre mis brazos y lo estreché un poco mientras un par de lágrimas salían de mis ojos.

Sentí como sus brazos pasaban por mi espalda correspondiendo el abrazo mientras de sus orbes azulados brotaban silenciosas lágrimas. Escuché un leve "gracias" de su parte para después empezar a desaparecer.

Cuando acabó de desvanecerse me levanté y mi vista se clavó sobre el extraño quién no paraba de mirarme con enojo.

- Otra vez tú... - murmuré mientras mis manos formaron puños, este asunto empezaba a enfadarme - no estoy de humor para esto... más te vale decirme ahora quién eres si no quieres sufrir consecuencias - amenacé mientras crujía mis nudillos, esto pareció divertir al contrario y comenzó a acercarse a mí con pasos vacilantes - ¡no te acerques! - ordené poniéndome en posición ofensiva, pero en ningún momento se detuvo, por cada paso que daba su ritmo aumentaba hasta el punto de empezar a correr, cuando estaba lo suficientemente se lanzó contra mí como las otras veces, y en vez de atacarle decidí esquivar para después golpearle, pero algo falló.

Cuando esquivé el ataque el desgraciado se volvió tinta y agarró mi brazo tirándome al suelo y abalanzándose sobre mí. Al ver su rostro tan cerca del mío puse mis manos delante de él intentando alejarlo en un forcejeo desesperado. Su cuerpo empezó a deformarse hasta convertirse en un esperpento de tinta, sus fauces repletas de dientes eran mi mayor preocupación, no eran humanas y si me descuidaba podría matarme, su forma humanoide había desaparecido por completo dejando como resultado un monstruo de tinta...

- Hana... ¡Hana! - escuché una voz llamarme a lo lejos y un resplandor me cegó acabando con aquella especie de pesadilla, pero antes de despertar escuché a aquella criatura murmurar con una sonrisa:

"Quedan 5"

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Cuando abrí los ojos me di cuenta de que todavía seguía en Octavinelle, pero todo había vuelto a la normalidad - oh, ya despertó... - al bajar mi vista me encontré con el responsable de aquella voz que me había despertado, Grim estaba sentando en mi regazo mirándome con una expresión de alivio. Una sonrisa tranquila apareció en mi rostro y comencé a mimarle.

- ¿Oh~? Azul se ve algo lloroso - escuché la infantil voz del menor de los gemelos detrás de mí burlándose de su superior, me giré un poco para saber el porqué escuchaba su voz tan cerca de mí y cuando lo hice me di cuenta de que estaba sentada sobre sus piernas ¿qué demonios?

- Oh querido. Parece que al final Azul ha vuelto a su antiguo yo - comentó burlón el otro gemelo, realmente no acababa de entender la conversación y no me encontraba muy bien, intentaba buscar alguna explicación coherente a lo que había pasado hace unos minutos ¿quién demonios era esa cosa? ¿Y por qué se me hacía tan conocida?

- ¡Vosotros dos! - exclamó el de lentes enojado, sacándome de mis pensamientos - ¡Creo que ya dijimos que no volveríamos a hablar sobre esto! - añadió mientras su ceño se fruncía y llevaba sus manos a sus caderas indignado.

- Oh, lo siento - se disculpó el mayor de los gemelos sin borrar la sonrisa burlesca de su rostro dándome a entender que realmente no lo sentía.

- Oh cierto... - intervino de repente el de orejas de lobo atrayendo la atención de todo el mundo hacia él - aquí está la imagen del príncipe Rielle que nos pediste que tomáramos - habló sacando el objeto de su bolsillo y mostrándoselo al líder de dormitorio - Lo trajimos hasta aquí y el sol todavía no se ha puesto ¡esto significa que es nuestra victoria! - exclamó con una sonrisa ganadora.

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Creo que la parte de Azul me quedó muy ñoña, cuando lo escribí me sentía muy soft... En fin ¿qué os ha parecido? Las cosas se están complicando ¿tenéis alguna teoría?

Hace poco me enganché a una serie llamada "Avatar: The Last Airbender" está muy bien y estoy enamorada de Zuko, necesito abrazarle con urgencia ;-; y me dieron ganas de escribir un fanfic, pero me da pereza y todavía estoy bastante al principio, así que...

Por cierto ¿qué tal las navidades? Posiblemente llegue muy tarde, pero es cuando tenía tiempo 😅😅😅😅¿Les han regalado algo? Díganme uwu.

Tengan un buen día/tarde/noche y...

Hana/Inku/Mod: ¡¡Felices fiestas :D!!

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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