Capítulo 44
Narra Hana
- ¿Ace todavía no ha terminado? - cuestioné de brazos cruzados cuando salimos del museo. Gracias a varios hechizos y mis raíces pudimos distraer al guardia y escapar.
- Tenemos lo que queremos. Démonos prisa y volvamos - habló el de tez morena impaciente. El de corazón se giró levemente y al vernos se despidió del guarda para acercarse.
- ¿Cómo fue la operación? - preguntó Ace cuando llegó a nuestro lado.
- Tenemos la foto, así que volvamos ya - dije en un tono serio mientras empezaba a nadar.
-¡Esperad! - exclamó el peliplata asustándonos, creo que ya sé lo que se viene, no pude evitar esbozar una sonrisa macabra.
- Vi una sombra alargada hace un momento... - murmuró el animalito encogiéndose levemente en sus sitio.
- Ah~~~Los encontré, Koebi-chan y compañía - canturreó el gemelo menor su típico tono infantil, realmente me molestaba.
- ¿Cómo estáis todos? Al parecer han vuelto a la casilla de salida - comentó su compañero con una sonrisa molesta - veo que han podido obtener la imagen.
- Sabía que aparecerían. Nos perseguirán hasta que el día acabe y nos quitarán la foto, así perderemos pero ellos obtendrán la imagen - habló esta vez el de ojos rojos con el ceño fruncido recibiendo una respuesta afirmativa del contrario.
- Qué... ¡Sois unos tramposos, bastardos! - les maldijo el de ojos ámbar terriblemente enojado.
- Hana ¿tienes algo planeado para esto? - preguntó el de dibujo de pica retrocediendo ligeramente.
- Por ahora proteged la imagen - ordené poniéndome delante de ellos a forma de escudo, quería ocuparme de los gemelos personalmente.
- ¿Eh? Bueno, entonces juguemos al pilla-pilla - comentó Floyd con un tono juguetón y una sonrisa perversa, no tardaron mucho en lanzarse contra nosotros.
Mis raíces reaccionaron solas y con rapidez salieron de las mangas de mi uniforme enredándose en el cuerpo del mayor de los hermanos e inmovilizándole por unos segundos, el tiempo justo que tenía para poder atacar a su compañero, pero me olvidé de un factor... Él era más rápido así que no le fue muy difícil esquivar mi mordisco.
- ¿Qué demonios ha sido eso...? - murmuró Floyd algo confuso mientras retrocedía un poco, su gemelo logró deshacerse de las raíces y se reagrupó con su compañero.
- ¿Que pasa? ¿No dijiste que queríais jugar al pilla-pilla? - cuestioné mientras mi sonrisa se iba ensanchando con el paso de los segundos dando lugar a una mueca sádica, al mismo tiempo, mi pelo y mi ojo comenzaron a volverse fucsias mientras mi expresión se iba retorciendo más y más - ¡Pues, venga! ¡Venid a por mí! ¡Si os atrevéis! - acabé alzando de más la voz mientras les mostraba las jeringuillas a través de una siniestra sonrisa dentuda parecida a la que solían hacer ellos. La dulce ironía.
Trataron de acercarse un par más de veces a nosotros, pero entre los hechizos de mis compañeros y mis ganas de morderles no lograron tomar la foto.
- Ah... Ya estoy aburrido de jugar al pilla-pilla - se quejó el hermano menor como si fuera un niño pequeño, que mal perdedor.
- Tenemos que aguantar un poco más, Floyd - habló su compañero frunciendo el ceño por el agotamiento y esquivando como podía nuestros ataques.
- ¡Hey, Hana! ¡Nos queda poco tiempo! - exclamó el de tez morena sacándome de mi trance de caos y destrucción, mierda, me había olvidado del plazo de tiempo.
- ¿Estás segura de que esto era una buena idea? - cuestionó el de orbes azules empezando a dudar.
- Definitivamente - contesté con una sonrisa determinada y sin despegar la vista de las anguilas. Si los de Savanaclaw hacen su parte, será un buen jaque mate.
Y dicho y hecho, un resplandor que nos cegó a todos fue la señal de que mi plan había surtido efecto.
- ¿Hm...? ¡AH! ¡Deuce, ya no tienes anémona! - exclamó el pelirrojo señalando la cabeza de su compañero.
- ¿Qué? ¡Tienes razón! - exclamó felizmente al darse cuenta de que no mentía.
- ¡Han desaparecido todas! - añadió el animalito - ¡Leona y los demás lograron su parte!
- ¿Qué dijiste? - murmuró Jade incrédulo. Sonreí cómo villano e hice un gesto como si me ajustase una gafas que no tenía y solté una risita para después empezar a explicar nuestro plan, me siento tan bien, adoro ganar.
- Un tramposo contra un tramposo - habló el peliplata cuando acabé de explicar lo que habíamos hecho.
- ¡Mi magia de viento ha vuelto! - exclamó alegremente Ace y apuntó con su varita a los gemelos - ahora podemos ocuparnos de esto mejor.
- ¡Sal, caldero! - y en ese momento un caldero cayó desde arriba e impactó contra el suelo - ¡La he recuperado! - celebró el peliazul y apuntó su varita a los contrarios.
- ¡Gyahh! Estamos bajo el agua, así que no puedo confirmar si mi magia de fuego volvió - se lamentó el de orejas flameantes algo deprimido.
- Bueno, realmente eso tampoco es que sea muy importante - contestó el de dibujo de corazón encogiéndose de hombros.
- Regresemos, Floyd. Las anémonas desaparecidas de sus cabezas sólo puede significar una cosa... - comentó el gemelo mayor algo preocupado, espera ¿por qué parece tan preocupado?
- Sí, tengo un mal presentimiento sobre esto - añadió su compañero y eso empezó a alterarme ¿por qué creo que algo malo va a pasar?
- ¡Esperad ahí mismo! - exclamó el de dibujo de pica llamando la atención de todos - no os vayáis, ahora que nos estamos poniendo serios... - finalizó con su sonrisa de delincuente mientras se crujía los nudillos.
- Jugad con nosotros un rato más - añadió el pelirrojo imitando la sonrisa provocativa de su compañero.
- Ya basta chicos - hablé en un tono demandante mientras me giraba hacia ellos con una expresión seria - tenemos lo que queremos, volvamos a Octavinelle antes de que se acabe el tiempo - ordené empezando a irme.
- Pero, ¡recuperamos nuestra magia! ¡Queremos divertirnos un poco también! - protestó Ace cruzándose de brazos y frunciendo el ceño para mostrar su descontento. Me quedé en mis sitio y solté un suspiro para relajarme, después me giré hacia ellos con una sonrisa
pasivo-agresiva.
- Ace, creo que no me has entendido bien... - empecé a hablar manteniendo esa sonrisa tan solo unos segundos para después dejar una expresión demandante y algo enojada - he dicho que nos vamos AHORA, es una orden - remarqué la palabra ahora y al acabar de hablar me crucé de brazos para parecer más intimidante.
- ¡Está bien, está bien, lo he entendido! - exclamó el contrario levantando sus manos a modo de rendición - yo solo quería divertirme un poco... - murmuró fastidiado mientras avanzaba hacia mí junto al resto.
- Quizás en otro momento, Ace... - comenté divertida mientras revolvía su cabello, él no se resistió pero sus mejillas tomaron un color parecido al de su cabello.
- Volvamos a la escuela y restreguémosle nuestra victoria a Azul - habló Jack con una sonrisa victoriosa la cuál imité al darme cuenta de la derrota de los de Octavinelle, pero había algo que estaba mal... Las raíces todavía no se habían replegado.
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- ¿A qué viene tanto escándalo? - comentó el de dibujo de corazón cuando llegamos a Octavinelle y en ese momento me di cuenta de que algo no iba bien, había un ambiente completamente distinto al de la última vez, todo tenía un aura mucho más pesada.
- Leona ¿qué mierda hiciste? - cuestioné girándome lentamente hacia él con una cara de pocos amigos.
- ¿Me estás culpando? Fuiste TÚ quién me dijo que me deshiciera de los contratos - se defendió fulminándome con la mirada, miré a Ruggie levantando una ceja.
- Destruyó todos los contratos al igual que la cordura de Azul - dijo el de orejas de hiena recibiendo una amenaza de su superior.
- Lo suponía... - murmuré empezando a enojarme, pero lo hecho, hecho estaba así que no podía lamentarme ahora.
Azul comenzó a desvariar mientras iba perdiendo la cabeza lentamente, maldita sea, estoy empezando a sentir pena por él, es el primero que ha tenido una reacción así.
- ¿Qué le pasa a Azul? Algo negro y fangoso está saliendo de su cuerpo - comentó el gemelo menor algo asqueado - no es tinta ¿verdad? - y efectivamente lo era, un gran mar de tinta se extendía delante de nosotros, pero había algo raro, un olor putrefacto.
Me tapé la nariz y cerré los ojos un poco para dejar de sentir aquello, ante mí, aquel mar de tinta se volvió carmesí. Retrocedí alarmada ¿eso era sangre?
- ¿Hana? ¿Pasa algo? - me preguntó el animalito haciendo que todas las miradas se posasen en mí. Me giré devuelta hacia donde estaba la sangre pero ahora había vuelto a ser tinta y aquel olor tan desagradable había desaparecido ¿qué me pasa? ¿me estoy volviendo loca?
- No, nada. Acabemos con esto de una vez - contesté frotándome el puente de la nariz bastante molesta, había demasiado ruido y me estaba comenzando a alterar.
Saqué aquella inyección fucsia y con algo de fuerza la clavé en mi pierna y cerré mi ojo para disminuir el dolor, apreté mi mandíbula notando como aquella sensación volvía a recorrer todo mi cuerpo en apenas unos segundos y cuando abrí mi ojo pude sentir una sensación bastante agradable, la mitad de mi cabello se había vuelto fucsia al igual que mi ojo. No pude evitar sonreír, me sentía tan bien.
Me giré hacia mis compañeros con una gran sonrisa y comencé a hablar.
- Bueno señores, ha llegado el momento - empecé a hablar en un tono que llegaba a la euforia - saquen sus armas y derrotemos al enemigo - tras decir esto, cambié las jeringuillas de mis dientes por unas que contenían el líquido verdoso para poder derrotar a los overblot. Podía sentir las miradas confusas de los demás sobre mí, pero no me importaba, ahora debía acabar con Azul.
Las raíces no tardaron en extenderse por todo mi cuerpo clavándose en este y haciéndome heridas por todo el cuerpo, podía escuchar los gritos de alumnos aterrados de fondo haciéndome sentir mejor, realmente no sabía porqué, pero sentía que el caos me daba más fuerzas.
Me lancé contra el de ojos azules para golpearle, pero con rapidez esquivó el ataque y se preparó para devolverme el golpe, siendo detenido por un hechizo lanzado por alguno de mis compañeros.
...
- ¡Jaque mate! - gritó el de lentes desquiciado mirando a los demás con superioridad, no sabía en que momento había bajado la guardia, pero ahora estaba inmovilizada por uno de sus tentáculos - ¡Deja de moverte de una vez! - me ordenó molesto mientras empezaba a apretarme como si fuese un juguete antiestrés.
No pude evitar soltar un grito desgarrador que sonó por todo el lugar, tras un par de segundos dejé caer mi cabeza hacia delante sin fuerzas.
Todo se quedó en silencio por varios segundos que se hicieron eternos.
- Se acabó... ¡Por fin de acabó! - exclamó el contrario alegremente - ¡HE GANADO! - en ese momento una risa empezó a resonar por todo el lugar, una risa bastante tenebrosa que con el paso de los segundos se iba haciendo más alta y más aterradora.
- ¿Estás seguro de eso? - cuestioné dejando de reír por un par de segundos, para después mostrarle las jeringuillas de mis colmillos con una gran sonrisa cínica, mi pupila se contrajo y fue sustituida por aquella extraña espiral bicolor. No tardé mucho en clavar mis dientes en el tentáculo del contrario, inyectándole aquella sustancia verdosa creada por mí. Azul soltó un grito de dolor antes de desmayarse, mi sonrisa se ensanchó notablemente, pero en ese momento sentí que empezaba a ahogarme y todo se volvió negro...
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No me acaba de gustar el final, pero bueno ¿qué os ha parecido a vosotros? Poco a poco Hana va perdiendo la poca cordura que tiene ¿Cómo acabará eso? ¿Por qué se está volviendo loca? ¿Teorías?
Ya no le queda mucho a este arco, pero igualmente tengo muchas ganas de escribir el siguiente =v=, además de que en este arco todavía queda algún momento interesante, si sabes a lo que me refiero 7w7
Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.
Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️
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