Capítulo 18
Narra Hana
Tras conseguir lo que necesitamos salimos de la tienda y nos encaminamos a Heartslabyul mientras hablábamos.
-Deuce: Realmente era una tienda genial - comentó.
-Hana: Sí, tenía un montón de objetos extraños - dije con algo de emoción en mi voz, lo cuál provocó una pequeña sonrisa en Deuce, no sabía muy bien porqué.
-Grim: Deuce, tacaño - susurró para que este no lo escuchase, pero no lo logró.
-Deuce: ¿A quién llamas tacaño? - preguntó algo enojado, al oír eso Grim voló y se colocó tras mi espalda para esconderse, en ese momento la mirada de Deuce se posó en mí - Hana, esa bolsa debe ser muy pesada - miré ambas bolsas por reflejo e iba a contestarle que no hacía falta, pero una ya la había tomado Deuce - insisto, estoy acostumbrado a cargar cosas pesadas.
-Hana: ¿Compras mucho? - pregunté mientras seguíamos nuestro camino.
-Deuce: Sí, mi madre siempre compra más de lo que necesitamos durante las rebajas y siempre era yo el que terminaba cargando las cosas pesadas... - mientras narraba su relato una pequeña sensación de calidez inundó mi cuerpo.
Me había hecho recordar las tartas de crema y frutos del bosque que preparaba mi madre, las noches de tormenta junto a ella, las tardes de fin de semana cuando veíamos alguna película... Pero tan rápido como vino se fue dejando una sensación de tristeza y un sentimiento de amargura y soledad, aproveché que Deuce no me veía para limpiar una lágrima rebelde que escurría por mi mejilla.
-Deuce:... como era el único hijo, era mi trabajo cuidar a todos los que necesitaban de mi fuerza - en ese momento su cara se llenó de tristeza y culpa - ¡Oh! Perdón, no paro de hablar de mí - se disculpó avergonzado.
-Hana: No me molesta - le contesté con una sonrisa - ayudar a tu madre con las tareas de la casa es bueno... se nota que te preocupas por ella - pero al decir esto su expresión se tornó más amarga - ¿Deuce? - le llamé preocupada por su actitud.
-Deuce:... Te equivocas, yo siempre hice a mi madre... ¡Argh! - no pudo acabar la frase porque algo lo empujó provocando que los huevos se rompiesen. Escandalizado apoyó la bolsa en el suelo para comprobar lo que había pasado.
Analicé con la mirada el lugar para encontrar al responsable del "accidente" y al hacerlo me encontré con las dos sabandijas del comedor.
-Delincuente 1: ¡Oye, tú! ¡Fíjate por dónde...! Espera - se interrumpió a si mismo mientras en su cara se dibujaba una sonrisa cínica - eres la desgraciada que protegió a la bola de pelos que destruyó mi pasta - comentó acercándose amenazantemente, mi mirada se estrechó y me tuve que contener para no romperle algún hueso.
-Delincuente 2: Otra vez tú. No nos pueden dejar en paz por un segundo - gritó el otro estúpido.
-Deuce: Ustedes fueron los que nos empujaron - explicó fríamente - además lo del almuerzo, no era como si ya no pudieras comer el huevo, pero aún así insistieron en armar un alboroto y destruir la mitad de nuestros huevos.
-Delincuente 1: ¿Y? ¿Dices que es nuestra culpa? - escupió la escoria desafiando a Deuce con la mirada.
-Deuce: Sí, por favor paguen por los huevos. Y discúlpate con las gallinas - pidió con una expresión seria.
-Delincuente 2: ¿Hmmm? ¿Estás armando un escándalo solo por unos huevos - contestó burlonamente el retrasado ignorando las palabras de Deuce - no cayeron al suelo así que puede comerlos igual. Deja de exagerar por algo tan minúsculo.
-Delincuente 1: ¡Agradece de que se rompieron en la bolsa! - añadió el compañero riendo a carcajadas, suspiré y decidí irme, no quería perder el tiempo con gente como ellos, además de que después podría decírselo al director para que hiciese algo.
-Hana: Deuce, vámonos, no malgastemos nuestro tiempo con esta escoria - dije resaltando la palabra escoria y tomando a la mano de Deuce para alejarlo de allí, acabamos de tomar nuestras cosas y les dimos la espalda para irnos. Grave error.
En ese momento sentí que algo comenzaba a quemar mi pierna y algo cortaba mi mejilla, delante de mis ojos pasó un rayo azul claro a cámara lenta, me giré rápidamente y empecé a golpear mi pierna para apagar el fuego que había provocado un hechizo de la sabandija de pelo rojo, un pequeño hilo de sangre resbaló por mi cara, tenía un pequeño corte en la mejilla y mi parche se había roto por el otro hechizo.
-Delincuente 2: ¡Se suponía que debías de haber golpeado al idiota del tatuaje, no a la otra, imbécil! - gritó iracundo a su compañero.
-Delincuente 1: ¡Tú también la has golpeado, además, esa perra se lo merecía! - le contestó el otro estúpido con una carcajada burlona. Iba a ir a golpearles, pero una voz me detuvo.
-Deuce: Deja de reírte - susurró en un tono que me heló la sangre, antes de que pudiese hacer o decir algo, Deuce había corrido hacia los gamberros y había golpeado a uno de ellos en la cara con mucha fuerza haciendo que este cayese al suelo de morros - ¡ESTO NO ES ALGO QUE TE TENGA QUE PROVOCAR RISA, BASTARDO! - gritó furioso y agarró el cuello de la camisa del otro delincuente y le daba un cabezazo - ¡Vosotros no sois más que unos p*tos cobardes que atacan a una chica por la espalda! ¡A parte de de que destruyeron unos huevos que en vez de convertirse en pollitos iban a ser una tarta! ¡Lo entiendes! ¿¡Huuuuuh?! - cuestionó sacudiendo violentamente al delincuente, Grim se escondió detrás de mí y yo aproveché para recoger mi parche del suelo e intentar arreglarlo.
-Grim: Qué miedo... - susurró asustado detrás de mí - por cierto ¿estás bien? - preguntó colocándose delante de mí y examinando mi cara, yo le aparté un poco para que no viese lo que cubría el parche, o mejor dicho, lo que no cubría el parche.
-Hana: Sí Grim, un arañazo y una pequeña quemadura, nada más - contesté quitándole hierro al asunto e intentando que no apartase mi flequillo.
-Delincuente 2: ¿C-cuál es tu problema? - preguntó aterrorizado desde el suelo.
-Deuce: Sí no quieres pagar por lo seis huevos que rompiste... ¡Entonces te golpearé seis veces y uno extra por herir a mi amiga! - gritó preparándose para golpear a ambos.
Yo me quedé ahí quieta mirándolos, tenía que admitir que Deuce tenía bastante fuerza, me pregunto como hubiese sido tenerlo en el ejército ¿pero qué estoy pensando? Olvídate de eso. Después de que repartiese unos cuántos sopapos decidí acercarme a él para detenerlo, a este paso los acabaría matando.
-Delincuente 1: ¡Lo siento, no debimos atacar a la chica! - se disculpó con la cara llena de moratones - ¡también pido perdón por las gallinas!
-Deuce: ¡Discúlpate cien veces más la próxima vez que quieras comer huevo! - gritó cegado por la ira y se dispuso a dar el golpe de gracia.
-Hana: ¡Deuce, ya basta! - grité lanzándome contra él para detenerlo - ¡coge a tu amigo y largaros de aquí o yo misma acabaré con vosotros! - les amenacé en un tono que los aterrorizó, y salieron corriendo como podían.
Tuve que forcejear mucho con Deuce, estaba muy enfadado y tenía mucha fuerza y muchas ganas de golpear a los delincuentes, no sé cómo pero pude ponerme delante de él.
-Hana: Deuce... ¡Deuce! - le llamé captando su atención para que parase de retorcerse. Al mirarme su expresión se tornó preocupada y sorprendida. Caminé junto a él y le senté en el suelo al lado de una de las estatuas.
-Deuce: M-maldición... - susurró enojado consigo mismo cubriéndose la cara con la mano - volví a meter la pata... ¡Me prometí que sería un estudiante ejemplar esta vez! - al escuchar eso ladeé la cabeza sin comprender muy bien lo que había dicho.
-Hana: ¿Deuce? - le llamé algo preocupada.
-Deuce: En secundaria... sólo holgazaneaba - explicó - me saltaba las clases, y me metía en peleas, faltaba el respeto a mis profesores y salía con alumnos de cursos superiores que eran como yo. En ese tiempo no era más que un problemático - narró mientras yo le escuchaba atentamente - pero una noche escuché a mi madre hablar con mi abuela por teléfono, preguntando si el problema era suyo, estaba muy equivocada, ¡ella no tenía la culpa! Cuando llegó la carroza de NRC, mi madre estaba tan feliz que me prometí a mí mismo que no la volvería a hacer llorar, que me convertiría en un estudiante ejemplar y que se podría sentir orgullosa de mí... pero... ¡Mierda, aún así! - finalizó tirándose del pelo con frustración.
-Hana: Escucha Deuce, ser un estudiante ejemplar no significa que tengas que dejarte pisotear, los extremos no son buenos - dije en un tono tranquilo, él se me quedó mirando con los ojos abiertos - está bien liberar un poco de adrenalina, sin pasarse, claro está - le expliqué colocando mi mano sobre su cabeza con delicadeza - si no hubieses saltado tan rápido yo les hubiese roto la nariz y quizás las piernas - admití riéndome un poco.
-Deuce: Hana... - susurró incrédulo.
-Hana: Cualquiera puede tener un mal momento, lo importante es si quiere cambiar o quedarte estancado en el pasado. Será complicado pero con el tiempo cumplirás tu meta - le animé con una sonrisa.
-Deuce: Pero hice cosas terribles ¿Acaso no me odias? - cuestionó temeroso.
-Hana: Deuce, escucha - dije poniendo mis manos en sus mejillas para que me mirase - todos hemos hecho cosas malas en el pasado de las cuáles nos arrepentimos, pero hay que olvidarlas y seguir adelante ¿entiendes? - le pregunté, él asintió cerrando los ojos y conteniendo las lágrimas, su mano se acercó a mi cara y con suavidad limpió la sangre de la herida, al ser un corte largo las flores no sanaron tan rápido la herida.
-Deuce: Gracias Hana... lamento que me hayas tenido que ver de ese modo - se disculpó avergonzado.
-Hana: No te preocupes, te aseguro que cuando me enfado yo soy peor - le aseguré con una sonrisa.
-Grim: ¿Podemos volver al dormitorio? Quiero comer tarta - se quejó como un niño pequeño.
-Hana: Primero tenemos que ir a la tienda a reponer los huevos rotos - dije levantándome y colocando mi mano en mi barbilla.
-Deuce: Es verdad... jeje. Es una lástima que los huevos que se rompieron nunca lleguen a convertirse en pollos. Espero que descansen en paz - dijo mirando a la bolsa con una sonrisa melancólica que casi me provoca caries.
-Hana: Emmm... Deuce, lamento decirte esto, pero los huevos que venden para cocinar no están fertilizados, así que no podrían convertirse en pollitos de ninguna manera - le expliqué lo más delicadamente que pude, quería conservar su inocencia pero no quería mentirle, al escuchar eso Deuce abrió los ojos como platos y sus mejillas tomaron un lindo color carmín.
-Deuce: ¿¡¿¡QUÉ?!?! - gritó sin creerse lo que había escuchado, yo le di unas palmaditas de apoyo en el hombro.
-Ace: Oh, finalmente ya volvi... ¿Hana? ¿Cómo te has hecho eso? - preguntó algo preocupado señalando la pequeña cicatriz que adornaba mi cara.
-Hana: Bueno, tuvimos un pequeño percance, pero no fue nada grave - dije dándole los ingredientes a Trey mientras Ace limpiaba los restos de la sangre seca de la herida.
Continuamos preparando la tarta junto a un deprimido Deuce, el pobre estaba medio traumatizado y no paraba de susurrar cosas sobre los pollitos y los huevos, no pensé que le afectaría tanto.
-Ace/Grim: ¡Listo! - celebraron alegres levantando sus brazos al ver la tarta acabada, Deuce seguía deprimido en una esquina aunque también se unió a la celebración.
-Ace: Hacer dulces es agotador - dijo estirándose.
-Cater: Buen trabajo ¿han terminado? ¡La decoración es súper linda! - exclamó apareciendo de repente, con su típica sonrisa y por fin llegó la parte que todos esperábamos; probar la tarta.
Al probarla casi me desmayo, estaba deliciosa, hacía mucho tiempo que no probaba algo tan rico, es más, hace bastante que no probaba algo dulce o directamente algo decente. Con la llegada de la guerra, mi país se quedó casi sin comida, aparte de que murieron muchas personas por los bombardeos, la escasez fue algo terrible, pero no lo peor.
-Trey: Será mejor que regresemos a casa, ya mañana le daremos la tarta a Riddle. Así que no lleguéis tarde a la fiesta de no cumpleaños - dijo.
-Hana: Lo prometemos - dije con una sonrisa haciendo una pequeña reverencia.
-Ace: Oye, supervisora Hana - me llamó con un tono suplicante pasando su brazo por mis hombros - ¿me dejarás quedarme en tu dormitorio esta noche? - cuestionó poniendo la mejor cara de perrito mojado que podía.
-Deuce: ¡Oye Ace, no te aproveches de la amabilidad de Hana! - le reprochó cruzándose de brazos.
-Hana: Bueno, supongo que como no te van a dejar quedarte aquí, te podría permitir descansar en el dormitorio - pensé con la mano en mi mentón.
-Trey: En tal caso, Deuce, ¿qué te parece si te quedas tú también para vigilar a Ace? Te doy permiso - le propuso y los ojos de Deuce se iluminaron, no entendía muy bien porqué.
Cater fue a decir algo pero Trey se le adelantó.
-Trey: No Cater, no puedes dormir tú también en el dormitorio abandonado - él simplemente hizo un puchero no de acuerdo con la decisión de Trey - Siento la interrupción pero realmente contamos contigo - se disculpó rascando su nuca.
-Hana: No te preocupes, nos vemos mañana - me despedí y me fui al dormitorio seguida de Grim, Ace y Deuce.
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Eso es todo por al capítulo de hoy ¿qué os parece? Poco a poco se está revelando más sobre el pasado de Hana ¿teorías locas? Estoy deseando llegar al overblot, eso va a ser épico uwu, creo que no tengo nada más que decir, aparte de que odio a la fantasma del nuevo evento, algunos sabrán porque >:v
Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.
Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
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