Capítulo 9

Narra Hana

- Kalim estaba de buen humor hoy - comentó el animalito cuando el entrenamiento acabó. Ahora mismo el trío de Octavinelle estaba reunido con nosotros en mi habitación - sus ojos se vuelven mucho más estrechos cuando está enojado y su forma de hablar es muy hostil - añadió encogiéndose en mi regazo al recordar al Kalim enojado.

- A lo mejor es un indicador de su estado de ánimo - supuso el mayor de los Leech pensativo.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó su hermano ladeando su cabeza al no entender lo que había dicho su gemelo.

- Simplemente no puedo pensar que Kalim-san tenga un temperamento parecido al de Floyd - explicó - Siento que podría haber otra razón para este comportamiento.

- Jamil dijo que es porque no pudieron destacar en el torneo de Magift o los exámenes finales - explicó el animalito haciendo que levantase una ceja confundida ¿cuando demonios había dicho eso? A lo mejor cuando me dejaron inconsciente... bastardos.

- ¿Eh~? ¿Rakko-chan se preocupada por esas cosas? - preguntó el menor de los gemelos extrañado.

- ¿Rakko-chan...? - cuestioné ladeando mi cabeza ¿por qué todo el mundo habla de cosas que no entiendo?

- Se refiere a Kalim-san - aclaró Jade con una sonrisita - a Floyd le encanta dar nombres de criaturas marinas a modo de apodo a personas que le tiene cariño. Por ejemplo se refiere a él como earlees seal por su regordeta y adorable silueta - explicó sin dejar de sonreír señalando al de cola de tridente haciendo que tuviese que aguantar una carcajada.

- ¡Eso suena como un insulto! - exclamó el de orbes azules ofendido - ¡y tú no te rías! - me exigió al ver cómo tapaba mi boca para no reírme y de inmediato comenzó a darme golpes con sus suaves patitas para que me detuviese.

- Rakko-chan siempre está sonriendo y bailando al son de su propio tambor como una nutria ¿no crees? - cuestionó el menor de los Leech. Gracias Floyd, ahora cada vez que vea a Kalim veré una nutria danzarina.

- De hecho es tan alegre que me cuesta creer que pierda los estribos por una mala calificación - intervino el prefecto de Octavinelle ajustándose las gafas - creo que la opción más adecuada sería familiarizarse con ellos para resolver el problema - propuso pensativo para después dirigirse a uno de sus compañeros - Jade ¿podrías conversar un poco con nuestros anfitriones? - pidió "amablemente".

- Entendido - contestó con una sonrisa - sin embargo Jamil-san podría suponer un pequeño desafío. Por otra parte con
Kalim-san podría entablar una "conversación" - añadió con una sonrisa maliciosa.

- Entonces iré a jugar con Umihebi-kun mientras tanto~ - comentó su hermano con la misma sonrisa.

- Muy bien. Te acompañaré - se unió el tercero del grupo para que después los tres comenzasen a reírse de una forma maliciosa.

- Están sonriendo, pero sus ojos no dicen lo mismo - susurré abrazando a mi compañero con algo más de fuerza contra mí cuerpo. Realmente daban mal rollo.

...

- ¿Quién podría ser a esta hora...? - escuché preguntar al viceprefecto al otro lado de la puerta de su habitación. Cuando abrió la puerta pude ver como su expresión se deformaba a una de horror.

- Buenas tardes, Jamil-san - le saludó el peliplata con una gran sonrisa.

- Hola~~ - se unió el menor de los hermanos también con una sonrisa.

- ¡Permiso! - exclamó el animalito pasando delante de mí.

- ¿Qué necesitáis? - preguntó el moreno intentando ocultar el susto que se había llevado al vernos.

- Encontramos un juego de mesa que nunca había visto antes cuando Kalim-san nos enseñó la bóveda del tesoro - explicó el de lentes enseñando el tablero - Kalim-san me explicó las reglas, pero no acabo de entenderlas.

- ¿Cómo juegas a esto? - pregunté mirando el objeto con curiosidad - ¿Para que son los agujeros y las gemas?

- Oh, ese es mancala - explicó el de ojos chocolate observando el objeto con una sonrisita - es un juego de mesa popular en casa - añadió.

- Soy parte del club de juegos de mesa, así que tengo una curiosidad natural ¿podrías jugar una partida con nosotros? - pidió el de orbes azules con una sonrisa.

- ¡Yo también~! ¡Quiero jugar con Umihebi-kun~! Ajá~~ - exclamó alegremente el peliaqua.

- ¡No hay forma de que el gran Grim se retire de una competición, yanno! - exclamó el de orejas flameantes.

- Kalim ya debe de estar dormido, así que no debería ser un problema - murmuró para sí mismo el de tez morena pensativo - entiendo, en mi habitación no entramos todos, así que vayamos al salón - y tras decir aquello salimos de la estancia para irnos al Lounge.

...

- ¡Lo hice~~! - exclamó alegremente el heterocromático - ¡gané de nuevo! ¡Ya van tres seguidas! - celebró.

- Eres bastante bueno si te concentras - le alagó el de orbes chocolate con una pequeña sonrisa.

- ¡AHHH! ¡Perdí de nuevo! - se quejó el animalito con los ojos llorosos - ¡Azul, eres un abusón!

- He ganado 4 de 5 veces... - habló el de lentes pensativo - bueno, es un buen resultado para alguien del club de juegos de mesa - se dijo a sí mismo con una sonrisa, pero en el fondo sentía que estaba enojado por esa victoria mía - Y Jamil-san ha ganado 2 de 3 veces...

- ¿Hm? Sí, debo de estar bastante oxidado por todo el tiempo que ha pasado - se excusó con un semblante inexpresivo - Kalim solía hacerme jugar durante largas horas hasta que ganaba - explicó con una pequeña sonrisa nostálgica - supongo que es la costumbre - supuso sin dejar de sonreír. Da igual cuánto sonrías, no vas a hacer que deje de sospechar de ti.

- Ya veo - susurró el de orbes azules pensativo mientras se colocaba sus gafas - conque es así...

- ¿Dijiste algo? - preguntó el de cabello largo cruzándose de brazos - eres bastante raro... - murmuró juzgándolo con la mirada. Ya somos dos Jamil, ya somos dos.

- Oh, no, solo estaba hablando conmigo mismo - se justificó el nombrado con una sonrisa - fuiste criado junto con Kalim-san ¿no? - preguntó desviando el tema.

- Al parecer lo sabes - comentó el moreno levantando una ceja inquisitiva para después suspirar  - oh cierto, vosotros tres sois amigos de la infancia ¿no es así? - cuestionó desviando la pregunta del de lentes.

- Parece que sí~ - contestó el de ojos bicolor dejándome confundida y haciendo que mi mirada se posase sobre él.

- ¿Parece que sí? - pregunté ladeando la cabeza y levantando una ceja inquisitiva - ¿a qué te refieres?

- Al parecer hemos estado en la misma clase desde la escuela primaria. Pero conocí a Azul cuando ingresamos en la secundaria. Por eso no tenemos recuerdos reales de amigos de infancia - explicó cómo si no fuera nada. Apenas recordaba la relación que tenía con mis amigas antes de la guerra, pero juraría que lo que dice él no es muy normal.

- Tienes unos intereses muy específicos, eh... - comenté colocando mi mano en mi cadera.

- Era un estudiante muy callado y prefería no destacar demasiado - explicó el peliplata con una expresión un tanto melancólica.

- Sin embargo, sobresaliste de una manera diferente - habló el de cola de tridente - en cuanto al ancho tú eras... ¿ASASJK?!?! - rápidamente el prefecto de Octavinelle se acercó al animalito y tapó su boca para que no acabase de hablar. No pude evitar aguantar una carcajada ante aquel comentario, sinceramente me hizo mucha gracia.

- ¡Grim-san, creo que acordamos no volver a tocar este tema! - le regañó el de orbes azules, para después clavar su mirada enojada sobre mí, al ver cómo aguantaba la risa.

- ¿Y ahora eres su prefecto? - preguntó el vicelíder de Scarabia sin acabar de entender la situación - qué relación tan extraña.

- ¿Eso crees? - cuestionó Floyd ladeando su cabeza - solo lo hago porque Azul es bastante interesante - aclaró el de pelo azulado.

- Tanto Jade como Floyd no tienen motivos para someterse a mis órdenes - explicó Azul - para ellos simplemente estamos "jugando".

- ¿Quieres decir como amo y sirviente? - preguntó el de cabello largo confuso - eso solo lo hace más extraños.

- Cuando decidan que no soy digno de ser su líder o se aburran de mí. Los dos dejarán de seguirme e intentarán quitarme mi posición - explicó de nuevo el de lentes con una expresión seria que se desvaneció casi al instante dejando una sonrisa un tanto maliciosa - bueno, no tengo ninguna intención de perder - declaró con aquella sonrisa retorcida.

- No tenemos planes de desafiarte - contestó el menor de los Leech mientras su rostro se deformaba mostrando una expresión parecida a la de su superior - por ahora al menos~ ajá~

- Pero si tienes la oportunidad ¿por qué no arrebatarle el poder? Así no tendrías que seguir sus órdenes y podrías hacer lo que quisieses - dije ladeando mi cabeza y con una expresión seria adornando mi rostro. En mi mundo, cuanto más poder tuvieses, mejor para ti. Daba igual lo que tuvieras que hacer, merecía la pena solo por conseguir que te ascendieran.

- Estamos con él, porque es interesante - me contestó el de pelo azulado mientras abrazaba sus piernas y apoyaba su barbilla en las rodillas - pero cuando comience a ser aburrido le diremos adiós a Azul - añadió con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro - el viceprefecto no es dependiente del prefecto ¿sabéis? - cuestionó cómo si fuera lo más normal del mundo.

- Normal, eh... - murmuró el moreno pensativo - me criaron para servir a la familia de Kalim, así que realmente no lo entiendo - explicó - un maestro es un maestro y un sirviente será un sirviente. Para toda su vida - añadió. Y entendía de alguna forma su situación. En mi mundo siempre solía haber alguien superior a ti, te trataban como si fueses basura, te maltrataban física y psicológicamente, no eras más que uno de sus peones y debías acatar todas sus órdenes. Y como se te ocurriese revelarte, con suerte te fusilaban. Y así hasta que perecieras o te mataran.

- ¿Oh, todavía están despiertos? ¿A qué están jugando? - un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar tan repentinamente aquella voz. Me giré con rapidez y suspiré aliviada al ver que era Kalim, no parecía estar de mal humor - ¡Oh, mancala! Qué recuerdos - exclamó nostálgico - jugábamos mucho cuando éramos niños ¿no, Jamil? - su alegre y despreocupada mirada se posó sobre su amigo el cuál intentaba disimular la expresión de horror que se había formado en su rostro al ver al albino.

- Pensé que ya estabas dormido... - murmuró el nombrado con una expresión enojada - sigo diciéndote que no deambules por ahí tú solo de noche ¿recuerdas? - le regañó mientras se cruzaba de brazos - ¿qué pasa si te vuelven a secuestrar? - cuestionó con el ceño fruncido. Espera ¿qué acaba de decir? ¿¡Pero qué les pasa a estos dos?! Son peores que yo...y eso ya es decir.

- Te preocupas demasiado, Jamil - contestó el de orbes rojizos con su característica sonrisa restándole importancia al asunto - está bien, Jade estaba conmigo - explicó.

- ¿Eh? ¿Jade? - cuestionó el de pelo largo confuso.

- Sí, estuve a su lado todo el tiempo - contestó el otro gemelo apareciendo de repente por el pasillo sorprendiendo a Jamil - Kalim-san es una gran persona. Me explicó tantas cosas interesantes - añadió con una sonrisa maliciosa que fue imitada por mi persona, al parecer el plan estaba yendo como lo habíamos pensado.

- Tú... ¿Qué le hiciste a Kalim? - cuestionó el de ojos chocolate fulminando al contrario con la mirada, podía sentir su enojo desde mi posición.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó "inocentemente" el heterocromático - sólo estábamos teniendo una pequeña y divertida charla ¿no es así Kalim-san? - preguntó girándose hacia el nombrado con una "amable" sonrisa.

- Sí, solo le estaba mostrando la bóveda del tesoro - contestó el peliblanco haciendo que el contrario se horrorizara, realmente no ayuda a que mis sospechas sobre él desaparezcan - oh, Jamil. Trajimos algunas alfombras plateadas y azules de casa ¿no? ¿Sabes dónde las dejamos? - preguntó - no las encuentro por ninguna parte.

- Vámonos Kalim - ordenó Jamil levantándose de su sitio y acercándose al nombrado.

- ¿Eh? ¿A qué viene eso tan de repente? - cuestionó el prefecto de Scarabia bastante confuso ante la repentina reacción de su compañero.

- Sin preguntas. Vamos - habló el de tez morena tomando con fuerza el brazo del albino y empezando a tirar de este, estaba realmente enojado.

- ¿Qué? ¡Vale! ¡Voy! ¡Así que deja de tirar de mí! - pidió Kalim quejándose un poco - Lo siento Jade ¡Te enseñaré la alfombra la próxima vez! - exclamó con una sonrisa girándose hacia nosotros mientras Jamil se lo iba llevando.

- Sí, nos volveremos a ver... - se "despidió" el nombrado. Parecía más una amenaza más que una despedida.

____________________________________

AHHHHHHH, ya tengo ganas de escribir el quinto arco, le he tomado mucho cariño a Vil, quiero abrazarle pero posiblemente me pegaría un taconazo en la cara :'3

Bueno, ¿qué os ha parecido? Siento si a veces me paso de dramática con el pasado de Hana, pero es que si no hay sangre no es divertido, o bueno, eso es lo que pienso yo muchas veces.

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top