Capítulo 8

Narra Hana

- ¡Maldita sea...! ¡Huyamos! - aquel grito aterrado de uno de los integrantes de Scarabia fue lo que me despertó de mi siesta. Podía escuchar como Floyd se reía de ellos y los pasos de los pobres estudiantes yéndose.

- ¡¡Nyaha!! ¡Lo hicimos! ¡Mira eso! - exclamó el animalito orgulloso de su trabajo mientras se acercaba y se sentaba en mis piernas.

- Es genial que estés tan feliz - habló el de pelo plata acercándose con una sonrisa que se desvaneció con rapidez - sin embargo... Las mesas y sillas que rompiste durante la pelea... Me gustaría saber como planeas devolvernos el dinero por involucrarnos también - dijo con una expresión seria haciendo que mi rostro se tornase oscuro.

- Si quieres, puedes tomar como pago cuando entraste en overblot y arriesgué mi vida para salvar la tuya - contesté con una gran sonrisa cínica en mis rostro mientras apoyaba mi barbilla en mis manos con una expresión de superioridad. Pude ver como el de lentes fruncía el ceño enojado ante mi respuesta y los gemelos comenzaban a reírse de su compañero.

- Eso no me sirve - contestó de forma tajante, claramente enojado.

- Justo cuando escapamos de la prisión de Scarabia... Esta escuela está llena de malas personas, yanno... - se quejó el animalito con los ojos llorosos. Empecé a acariciar su cabecita para que se animara.

- ¿Qué quieres decir? ¿Hay problemas en Scarabia? - preguntó el de lentes, ahora serio.

- Bueno, verás... - y así expliqué todo lo que había ocurrido en el dormitorio.

- ¿El prefecto de Scarabia actuando como un tirano? - preguntó el de cabello plateado en shock recibiendo una respuesta afirmativa de mi parte - no puedo imaginar a Kalim-san haciendo tal cosa... - murmuró buscando algo de lógica en todo aquello.

- ¿Eh? ¿Rakko-chan tiene esa personalidad? - preguntó el menor de los gemelos confuso.

- También está el vicelíder, eh... Jamil. Ha estado bastante preocupado por eso - añadió el animalito pensativo - me da lástima, es una de las pocas personas buenas que hay en este sitio - al escuchar eso el prefecto de Octavinelle se quedó en silencio.

- Estás en la misma clase que Jamil-san ¿verdad, Azul? - preguntó el mayor de los Leech con un semblante serio.

- Sí, coincidimos en muchas clases, así que nos vemos bastante - explicó el de lentes - de hecho, como dice Grim-san. No destaca demasiado... Mejor dicho, es alguien sencillo.

- Ah~ Estoy en el mismo club que Umihebi-kun, y parece que juega bastante bien - añadió el menor de los hermanos con su mano en la nuca - no estoy interesado en otros dormitorios, así que no me enteré de que es el viceprefecto de Scarabia - admitió encogiéndose de hombros.

- Hm... El vicelíder de Scarabia está preocupado por su prefecto... - comentó pensativo el de orbes azules - entonces, no tenemos más remedio que echar una mano... - concluyó con una gran sonrisa. Mi ojo se abrió de sorpresa al escuchar aquello.

- Guau ¿acaso comiste algo en mal estado? - pregunté con una expresión burlesca mientras me cruzaba de brazos y levantaba una ceja inquisitiva.

- Qué grosera - contestó "triste", no pude evitar sonreír un poco más al ver aquello, era bastante gracioso - simplemente cambié de opinión al escuchar tan preocupante situación - explicó haciendo que levantase más mi ceja, ¿acaso alguien se creía esto? - en este momento, Scarabia está en una situación muy peligrosa y mi compañero de clase necesita ayuda. No hay forma de que pueda dejar pasar tal emergencia - pude ver como los gemelos se interesaban al escuchar lo que había dicho su superior - después de todo, es agotador estar rodeado por las mismas personas todos los años - añadió "melancólico" - a partir de mañana, iremos a Scarabia - finalizó sin dejar de sonreír.

- Wow, alto ahí velocista - dije con una expresión seria, ganándome las miradas de los presentes - acabo de escapar de allí, estás muy equivocado si piensas que volveré - concluí con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

- ¿Oh? ¿Acaso tienes miedo? - cuestionó el de lentes con una expresión burlesca, si las miradas matasen, él ya estaría a 5 metros bajo tierra.

- No seas así Koebi-chan~ - se quejó el menor de los gemelos abrazándome y pellizcando mi mejilla, juro que como no deje de tocarme voy a arrancarle la mano de cuajo.

- Estoy seguro de que tendremos unas vacaciones divertidas si lo dejamos en las manos de Azul - habló el mayor de los hermanos con su sonrisa típica.

- Visitar a alguien así como así es grosero... - murmuró el de orbes azules pensativo - Jade, Floyd, preparad algunos regalos - ordenó con una sonrisa, recibiendo una respuesta afirmativa de ambos armarios.

...

- Buenos días, sentimos la interrupción - dijo Azul alegremente al llegar a Scarabia. El trío calavera me dejó una habitación en Octavinelle para pasar la noche y un pijama a cuadros que me quedaba un poco ancho. Además de eso ayudé a preparar los regalos para Scarabia.

- ¡Son los que nos golpearon ayer! - exclamó uno de los jóvenes de Scarabia, aterrado al vernos.

- ¿Q-Qué queréis de nosotros? - preguntó su compañero intentando disimular el miedo en su voz.

- Quería disculparme por lo que pasó anoche - comenzó a hablar el peliplata "consternado" - parecía que estaban amenazando a estos pequeños animales indefensos, así que terminé ayudándolos por la bondad de mi corazón - prosiguió con una gran sonrisa "bondadosa" en su rostro que hizo que sintiese náuseas - ahora que escuché la historia completa... entiendo que estos dos son delincuentes por robar la alfombra mágica. En otras palabras, estamos aquí para devolver lo que les pertenece - finalizó sin dejar de sonreír y confundiendo a los contrarios.

- ¡Chicos! - detrás de los estudiantes del dormitorio se acercaba corriendo el vicelíder - es casi hora del entrenamiento matutino. Kalim volverá a enojarse si llegáis tar... - ni siquiera pudo acabar pues su expresión se tornó asustada al vernos.

- ¡Oh, Jamil-san! ¿Qué tal estás? - preguntó el de lentes con una sonrisa tranquila.

- ¡Azul Ashengrotto...! Y los hermanos Leech, también ¿Qué están haciendo aquí? - preguntó intentando recuperar la compostura. Sospechoso.

- Es complicado para nosotros volver a nuestra ciudad natal durante el invierno - explicó Jade.

- Pasamos nuestras vacaciones en el dormitorio todos los años~Ajá~ - añadió su compañero divertido.

- Por cierto ¿dónde está
Kalim-san? - preguntó el de ojos azules ajustándose las gafas - hemos venido a devolverle la alfombra - explicó.

- ¿Oh? Ah, sí... se lo llevaré yo - contestó el de ojos chocolate con una sonrisa tranquila.

- ¡Oh, no hace falta! - exclamó Azul de repente - esta alfombra mágica es muy importante, como ya sabrás. Sería muy problemático si le pasase algo y nos echaran la culpa, así que me gustaría entregárselo y explicarle la situación por mí mismo - concluyó con una pequeña sonrisa.

- A Kalim no le importan esas cosas, así que lo haré yo... - dijo el de cabello largo empezando a enfadarse.

- No te preocupes, no cobraré nada por esto - le tranquilizó el de ojos azules con una sonrisa.

- También nos gustaría disculparnos por haber obstaculizado el trabajo de los alumnos de Scarabia anoche - añadió Jade sin cambiar su expresión tranquila.

- También hicimos una pizza de marisco como regalo~ - añadió su acompañante con su típica sonrisa. Sentía que mi estómago estaba devorándose a sí mismo. Yo participé en la preparación de esa pizza y ni siquiera pude probarla, tiene un olor increíble y me está dando mucha hambre.

- De cualquier manera, me gustaría entregárselo personalmente. Ya está despierto, supongo - y tras decir aquello, el de pelo plateado comenzó a marchar hacia el interior del edificio.

- Dije que no está de hum- ¡Oye! ¡Vuelve aquí, Azul! - exclamó el moreno enojado empezando a perseguir al líder de Octavinelle.

- Vamos también Hana-san - dijo el mayor de los gemelos girándose hacia mí con su característica sonrisa.

- No te quedes atrás, ¿vale,
Koebi-chan~? - dijo su compañero con una sonrisa mientras tomaba mi mano y comenzaba a arrastrarme al interior de las instalaciones. Floyd dejó la pizza de marisco a uno de los integrantes del dormitorio para que la dejase de la cocina. Maldita sea ¿¡cuánto tendré que esperar para poder comerla?! Tengo mucha hambre.

Estuvimos caminando un buen rato por el edificio en busca de ambos prefectos, y tras varios minutos de búsqueda, por fin encontramos a ambos jóvenes en el salón charlando tranquilamente. Jamil también estaba allí.

- Por cierto... no sabía que Scarabia pasaría sus vacaciones en el dormitorio - dijo el de orbes azules serio mientras ajustaba sus gafas.

- Sí ¿vosotros también? - preguntó el albino con una expresión alegre. Al parecer estaba de buen humor.

- ¡Exacto! Qué graciosa coincidencia - exclamó el de lentes con una alegría más falsa que una moneda de madera - por eso estoy aquí, quería sugerir un campamento de entrenamiento conjunto entre Scarabia y Octavinelle para aprovechar todo el tiempo que tenemos - explicó sin dejar de sonreír. Pude ver como la expresión de Jamil se volvía una de sorpresa - siento que tenemos que aprender mucho los unos de los otros.

- ¡Me parece bien! - respondió el de ojos rojizos sin dejar de lado su alegre carácter - ¡además podríais quedaros en el dormitorio! - propuso para después soltar una carcajada.

- ¡Me opongo! - exclamó el de ojos chocolate enojado y dejando a su superior en shock - estamos entrenando exactamente porque necesitamos ponernos al día con los otros dormitorios - le recordó el de cabello largo - ¿y ahora estás invitando a otro dormitorio a que se quede aquí? Es como invitar al enemigo a nuestro territorio - concluyó cruzándose de brazos.

- Pero ¿no fuiste tú quién nos invitó a mí y a Grim en primer lugar? - cuestioné inocentemente ladeando un poco mi cabeza y colocando un dedo en mi barbilla. La mirada enfurecida del contrario se clavó en mí, como si fuese un puñal. Mis labios se curvaron en una sonrisa algo retorcida ante aquello. Esa expresión era bastante satisfactoria.

- ¡B-Bueno... tienes razón, pero...! ¡También hago esto por tu bien Azul! - se justificó haciendo que levantase una ceja inquisitiva, vaya mierda de excusa.

- Entiendo lo que tratas de decirnos Jamil-san... - habló de repente el de orbes azules - somos prácticamente rivales, después de todo. Por desgracia, tendremos que despedirnos, Kalim-san, Jamil-san, os deseo buena suerte en vuestro entrenamiento - y tras decir eso, se giró hacia los gemelos y su expresión tranquila se desvaneció casi al instante dejando un semblante melancólico, falso por supuesto - supongo que los tres tendremos que volver a pasar solos el duro invierno una vez más... - se lamentó de una forma muy dramática - bueno, no es nuestra elección, así que nos vamos...

- Después de trabajar tanto para atrapar la alfombra mágica - el mayor de los Leech se unió al deprimente discurso de su líder.

- Y el Mostro Lounge está destrozado - añadió el tercero con ese tono de voz decaído.

- Qué pena~~~~ - exclamaron los tres a la vez.

- ¡Esperad un segundo! - les detuvo el albino haciendo presentes las quejas de su compañero. Al parecer la actuación del trío Octavinelle había surtido efecto - ¡Azul es un mago de alto nivel! ¡Nos beneficiaría mucho aceptar su ayuda! Además, va en contra de la política de la familia Asim el no devolver favores - finalizó sin borrar la sonrisa de su rostro e intentado salirse con la suya.

- ¡Ah, Kalim-san...! ¡Qué bondadoso y comprensivo eres! - exclamó el peliplata "agradecido" - ¡por supuesto, haré lo que pueda para ayudaros también!

- Nosotros, ayudaremos en la cocina y la limpieza - añadió Jade con su expresión calmada.

- Sí, sí~ Ayudamos mucho en el Lounge, así que somos prácticamente expertos - habló el menor con su expresión infantil.

- ¡Eso sería de gran ayuda! - exclamó el de orbes rojizos demostrando la energía que ahora sentía - ¡Así también disminuiría el trabajo de Jamil!

- No te preocupes por mí - dijo el nombrado con el ceño fruncido - ¡Ah, caramba...! Ni siquiera me estás escuchando - se quejó mientras su voz se iba volviendo algo baja denotando su cansancio.

- ¡Muy bien! ¡Comencemos a entrenar con la ayuda de Azul! - exclamó el líder de Scarabia sin ocultar su personalidad despreocupada - encuéntranos en el jardín después de que os hayáis instalado - y tras decir esto se fue junto a Jamil para organizar a sus compañeros.

- ¡Entendido! - respondió el de orbes azules con una sonrisa y en un tono lo suficientemente alto como para que Kalim pudiese escucharle, y cuando ya no podía oírle comenzó a reírse de una forma bastante tétrica...

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Mientras escribía este capítulo se me antojó muy bestia la pizza de marisco, tengo demasiada hambre.

Pero bueno ¿qué les pareció el capítulo? Hice un dibujo de Hana con un pijama de cuadros, porque me encantan, ahí va:

(Estoy bastante orgullosa del resultado :'3)

En mi mente perversa el pijama es de Azul, por eso le queda un pelín grande akadjajdjsjs.

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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