Capítulo 7

Narra Hana

- ¡¿Entonces por qué nos preguntas?! - exclamó el animalito indignado - ¿por qué te rehusas?

- Mi familia lleva sirviendo a la de Kalim durante años - empezó a explicar el moreno - un sirviente que desenvaina su espada en contra de su amo es imperdonable. Además, si el padre de Kalim se enterase, mi familia sería castigada. Lo siento, pero me niego - concluyó con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

- No creo que alguien de tu edad deba de tener tal responsabilidad... - murmuré pensativa, sabía lo que era tener sobre tus hombros una gran presión y no era para nada agradable - Pero si el líder sigue actuando así, los estudiantes se molestarán con él. Riddle ya era así, pero Kalim es un caso aparte, no hay ninguna lógica en todo esto - murmuré lo último pensativa, seguía sospechando de Jamil, pero había algo que no encajaba.

- ¡Exacto! No está cumpliendo las condiciones para ser un prefecto, y eso va en contra del alma y el corazón de Scarabia - se quejó un alumno llamando mi atención, pero antes de que pudiera formular la pregunta, mi compañero se adelantó.

- ¿Condiciones para ser un prefecto? - preguntó el felino curioso.

- Uno de los requisitos para ser prefecto en Night Raven College es ser "alguien adecuado para el dormitorio" - comenzó a explicar el de ojos chocolate - si no hay un buen candidato se hace un duelo. Cada dormitorio tiene sus propias condiciones. Kalim fue nominado por el anterior prefecto. Al parecer la forma de trabajar de Kalim y sus virtudes personales fueron consideradas "apropiadas".

- ¿Por qué el anterior prefecto no eligió a Jamil-sempai como líder? - preguntó uno de los presentes pensativo.

- No hables mal del anterior prefecto - le regañó Jamil fulminándole con la mirada - no hay forma de que un pariente de la familia Asim elija a otra persona que no fuera Kalim ¡Ah...! - su expresión se tornó preocupada al decir aquello mientras los alumnos comenzaban a mostrar su descontento. No niego que hasta a mí me dio rabia.

El ambiente se iba caldeando lentamente y la ira de los integrantes del dormitorio aumentaba con el paso de los segundos. El vicelíder, por su parte, intentaba calmar el pequeño motín que se estaba montando debido a aquella declaración.

- ¿Qué están haciendo todos reunidos aquí tan tarde? - al escuchar aquella voz a mis espaldas sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, al girarnos nos encontramos con el peliblanco dedicándonos una mirada letal - parece que nuestro entrenamiento no fue suficiente. ¡¡Jamil!! ¡Lleva a todos al jardín! - ordenó gritando a pleno pulmón - entrenaremos hasta que ya no puedan más.

- ¡Ya estoy en mi límite, yanno...! - se quejó el animalito en mis brazos.

- ¿¡Estáis sordos?! ¡Deprisa! - gritó terriblemente enojado.

- Entendido... Vamos - dijo el de cabello largo empezando a llevar a todos al exterior. Iba a reclamar, pero me quedé completamente callada. No sabía porqué pero era como si no tuviera la fuerza para poder responder.

____________

- Estoy tan cansado... No puedo moverme un paso más... - murmuró el de cola de tridente tumbado sobre la cama de la habitación en la cual nos habían vuelto a encerrar al acabar el entrenamiento.

- Sigamos con nuestra huida - dije mientras me levantaba del mueble y comenzaba a excavar en la zona marcada. Estaba hasta las narices de estar en este sitio y no iba a aguantar ni un minuto más.

- ¡Eso, esforcémonos yanno! - exclamó mi compañero mientras se acercaba a mí para ayudar - ¡No quiero quedarme ni un segundo más en esta prisión! ¡Estoy cansado y quiero dormir, pero me esforzaré en acabar este maldito agujero para irnos! - y tras decir esto empezamos a cavar.

...

- ¡Ah! ¡Hana, mira! ¡Hana! - empecé a notar como el animalito me sacudía repetidas veces despertándome. Espera ¿en qué momento me he quedado dormida? - ¡Finalmente logré excavar el hoyo! - exclamó señalando su trabajo orgulloso - No es muy grande, pero... ¡Si mi cabeza entra, entonces mi cuerpo también!

- Grim, creo que te olvidas de algo... - empecé a hablar mientras frotaba el puente de mi nariz intentando tener paciencia - yo no entro por ahí - dije señalando el agujero.

- No te preocupes, iré primero y luego te sacaré - me propuso para seguir hablando, sin ni siquiera dejarme contestar - ¡Muy bien, el plan de escape está en marcha! - exclamó metiéndose en el hoyo.

...

- Fiuh... Finalmente lo logramos - suspiró el de orbes azules aliviado al salir de aquel claustrofóbico túnel.

- Pensé que acabaría siendo carne picada... - murmuré sintiendo que mis huesos seguían apachurrados.

- Apurémonos para regresar al dormitorio. No hagas ruido - habló el felino mientras su tono se iba volviendo cada vez más bajo para que no nos descubrieran. Pero en ese momento escuché un gruñido proveniente del estómago del pequeñín - ¡Esto es malo! Cavar el hoyo me dio mucha hambre - se quejó con los ojos llorosos.

- ¿Qué fue ese ruido? - escuché preguntar a alguien a mis espaldas y al girarme me encontré con uno de los estudiantes de Scarabia, mierda.

- ¿¡Qué hacen fuera?! -  exclamó su acompañante enojado, tomé al felino en mis brazos y empecé a retroceder a pasos chikitos sin apartar la mirada de los jóvenes.

- ¡Ah! ¡Cavaron un hoyo! ¡No tienen remedio! - gritó el primero mientras empezaba a acercarse.

- ¡Tenemos fugitivos! ¡Tras ellos! - ordenó el segundo empezando a perseguirnos, salí corriendo por los pasillos mientras escuchaba como muchísimos de los integrantes de allí gritaban al intentar atraparme.

Podía sentir la adrenalina recorrer mis venas a toda velocidad, pero no sé sentía bien en absoluto. No era como la adrenalina que me producía la inyección fucsia sino una mucho más agobiante. Tenía miedo.

Los pasillos comenzaban a volverse un bosque, un oscuro bosque que conocía a la perfección.

Podía escuchar los sonidos guturales de una criatura a mis espaldas. Mis piernas comenzaban a doler, a la vez que sentía que en cualquier momento se saldría el corazón de mi pecho. Ni siquiera me di cuenta de en qué momento abrí una puerta aleatoria del pasillo y me metí en la habitación cerrando la puerta tras de mí.

Me fui escurriendo lentamente por la puerta, mientras intentaba regular mi ,muy alterada, respiración . Escuchaba los gritos de los alumnos al otro lado de la puerta, buscándome, pero había otra cosa. Gruñidos... Muy cerca de allí...

Me quedé helada y sentí que en cualquier momento me echaría a llorar.

- Uf... Parece que se han ido... - escuché murmurar al de orejas flameantes aliviado, para después darse la vuelta - oye ¿estás bien? - me preguntó mientras se acercaba a mí con un toque de preocupación en su voz mientras fijaba sus grandes ojos sobre el mío. Ni siquiera me había dado cuenta, pero había acabado en posición fetal, mi cuerpo no paraba de temblar y de mi ojo comenzaron a brotar lágrimas silenciosas, además de que no paraba de hipar de forma nerviosa, ni siquiera podía controlarlo.

- S-Sí Grim, no te preocupes - contesté intentando no titubear mucho y forzando una pequeña sonrisa - s-solo necesito dos minutos - le pedí mientras me secaba las lágrimas y abrazaba al felino haciendo más bolita.

Me quedé unos segundos en aquella posición hasta que noté que algo rozaba mi pierna, me levanté como un resorte mientras me pegaba a la puerta y cubría mi boca para no gritar.

Rápidamente saqué el teléfono que me había dado el director y con la linterna iluminé la estancia encontrándome con la alfombra mágica de Kalim.

- ¡Eso me sorprendió! - exclamó en voz baja el animalito mientras intentaba calmarse - la gente rica es muy tonta, ni siquiera cierran las puertas de su bóveda del tesoro - se quejó frunciendo el ceño.

- Ahora que lo pienso, podemos usar la alfombra para escaparnos - propuse con una sonrisa, por fin sería libre de nuevo.

- Hey, alfombra. Vamos a dar un paseo ¿quieres venir al dormitorio con nosotros? - preguntó el de orbes azules con una sonrisa dentada y algo retorcida, recibiendo una respuesta afirmativa del objeto - ¡muy bien, Hana! ¡Subamos a la alfombra! ¡Hasta nunca Scarabia! - exclamó sin esconder su felicidad.

Nos montamos en el objeto y tras unos segundos salió volando. Sentí como la brisa revolvía mi cabello y limpiaba los restos de lágrimas de mi ojo, realmente era una sensación muy satisfactoria, aunque había algo más, era como si ya hubiese sentido aquello, pero nunca había surcado los cielos, o por lo menos yo no lo recuerdo...

- ¡¡Yahoo!! ¡¡Lo hicimos!! ¡La fuga de la prisión fue un éxito! ¡Somos libres! - gritó Grim levantando sus patitas al aire.

En el suelo estaban los jóvenes de Scarabia persiguiéndonos e intentando atraparnos, podía escuchar sus gritos desde mi posición.

- Por cierto ¿sabes como pilotar una alfombra mágica? - pregunté dejando la alegría de lado por un momento.

- Um... ¿Cómo pilotamos la alfombra mágica? - preguntó empezando a preocuparme - recuerdo a Kalim tirando de una esquina por aquí... ¡Ahora! - y al exclamar aquello tomó una esquina del objeto y tiró de ella haciendo que la alfombra hiciese un looping - ¿Eh? De repente cambió de dirección ¡Hey escúchame! - ordenó volviendo a tirar de otra borla del objeto y haciendo que la alfombra comenzase a volverse loca.

Creo que estoy comenzando a marearme. ¿Eso que escucho son los gritos de los de Scarabia? No lo sé, creo que voy a vomitar.

- ¡¡AHHHHH!! ¡¡Nos estrellaremos contra el espejo!! - gritó el felino sacándome de mis pensamientos. Me cubrí la cara con los brazos inconscientemente para protegerme, ni siquiera me di cuenta de que entramos en otro dormitorio y caímos contra el suelo. Todo era silencio y no podía ver demasiado, sacudí mi cabeza y levanté la mirada intentando acostumbrar mis ojos a la oscuridad presente.

- ¡No me digas que estamos...! - ni siquiera pude acabar mi frase pues un fogonazo cegó mis ojos, cubrí mi cara con mi brazo y cerré lo ojos para que no me deslumbrase la luz mientras soltaba un quejido por aquella repentina y molesta luz.

- Me preguntaba quien podría visitarnos a estas horas de la noche - rápidamente levanté la cabeza al escuchar aquella voz tranquila delante de mí, encontrándome con los dos gemelos Leech ¿acaso estábamos en Octavinelle?

- ¿Eh...? ¿Por qué están aquí? - preguntó mi compañero mirando a los contrarios.

- ¿Por qué...? Ya te dijimos que no volveríamos a casa en vacaciones ¿Recuerdas? - cuestionó el pequeño de los dos con una expresión aburrida.

- Entonces... ¿Estamos en Octavinelle? - preguntó el animalito recibiendo una respuesta afirmativa del mayor de los dos hermanos - ¡Lo hicimos~~~! ¡¡Finalmente logramos escapar de esa prisión! - exclamó levantando sus patitas al aire para celebrar. La alfombra y yo nos unimos a su júbilo.

- ¿Qué demonios es eso? - preguntó el gemelo menor mirando al objeto volador.

- Se parece mucho a la alfombra mágica de Kalim-san - murmuró pensativo el mayor de los hermanos. En ese momento escuché pasos y cuando me giré me encontré con nuestros perseguidores. Me levanté como un muelle del suelo y retrocedí un par de pasos sintiendo como cada partícula de mi cuerpo se tensaba.

- ¡No hay donde huir, bastardos! - exclamó uno de los estudiantes de Scarabia.

- ¿Qué? ¿Nos persiguieron hasta aquí? ¡Sois persistentes! - exclamó el de orbes azules a mi lado. Mi cuerpo estaba clavado al suelo, la habitación empezaba a cambiar a flashes y en su lugar podía ver un páramo desolado... Delante de mí dos solados enemigos se empezaban a aproximar lentamente hacia mí. Sus voces distorsionadas por las explosiones y los disparos, el aire contaminado por la pólvora, el olor a sangre y a putrefacto. Miré mis manos y me las encontré cubiertas de sangre, mi cuerpo comenzó a temblar nerviosamente y sentía que en cualquier momento me rompería.

Pero en el fondo había un sentimiento que me permitía resistir. No podría describir que era pero ver todo aquel caos, sangre, muerte, destrucción... Se sentía tan bien que inconscientemente comencé a sonreír... Una sonrisa retorcida y nerviosa que adornaba mi expresión...

- ¿Qué es todo este alboroto? - aquella voz a mis espaldas me sacó de mis ensoñaciones y al girarme me encontré con el líder del dormitorio - ¿Qué está pasando exactamente? - preguntó colocando sus manos en sus caderas.

- ¡Esto no le concierne a Octavinelle! - respondió uno de los alumnos de Scarabia - ¡Entreganos a esos dos ahora mismo! - exclamó demandante.

- Oh, ahora que me fijo mejor, sois Hana-san y Grim-san - volvió a hablar el de pelo plateado pensativo, tomé al pequeño felino del suelo y lo abracé contra mi cuerpo por si acaso decidían atacar - al principio pensé que eran dos ratas llenas de suciedad - comentó con una sonrisa burlesca, mi mirada se clavó en él como si fuera un puñal mientras poco a poco mi pelo se iba tornando fucsia, de verdad que me sacan de quicio.

- ¡No os dejaremos ir fácilmente si no nos los entregáis! - amenazó el otro.

- ¿Ja? ¿Con quién crees que estás hablando? - cuestionó el menor de los gemelos con una expresión enojada mientras ladeaba su cabeza dando más mal rollo.

- No permitiré ningún tipo de pelea en el Mostro Lounge. Este es un lugar para caballeros, después de todo - habló el de lentes con un semblante serio.

- ¿Qué dijiste? ¿Estáis interfiriendo? - preguntó el estudiante más alto de los dos con mala leche. Empecé a retroceder y me escondí un poco tras los dos titanes de Octavinelle. Se iba a armar una buena pelea.

- Hmph, me temo que no puedo lidiar con esos clientes tan molestos - habló el de orbes celestes con algo de pésame fingido, aquel sentimiento se desvaneció del rostro del mayor dejando una sonrisa un tanto siniestra - Jade, Floyd. Por favor, expúlselos - ordenó recibiendo una respuesta afirmativa de sus dos compañeros los cuales comenzaron a acercarse a los pobres integrantes de Scarabia, que no tardarían en ser machacados por los hermanos Leech.

El de lentes se quedó mirando a sus compañeros, mientras yo me escurrí tras de él para sentarme en una de las mesas, el animalito se escapó de mis brazos para ir junto a los gemelos y luchar, yo no tenía ganas, así que me acurruqué en una esquina del asiento y cerré los ojos para intentar descansar, estaba realmente cansada...

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Uy, esto se está poniendo interesante ¿Eh? Hana tiene un "pequeño" lado oscuro escondido en algún sitio, y ya os adelanto que no es un lado agradable de ver.

Por cierto, el otro día tuve que ir al dentista y me tuvieron que hacer una limpieza completa y ajustarme un par de cosas. Cuando me miré a un espejo tenía toda la boca llena de sangre seca y ahora me duele la boca horrores, acabad con mi sufrimiento pls :')

Pero, bueno ¿qué os ha parecido el capítulo? ¿Alguna teoría? Se me han reventado un montón de ideas que tenía hechas, yo quería meter un beso, pero no me acaba de convencer la forma que había planteado al principio, así que, no voy bien 😅😅😅😅😅😅

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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