Capítulo 43

Narra Hana

- C-Creo que deberíamos irnos ya... - intervine levantándome de mi sitio mientras veía como mi compañera seguía llorando por su amante - venga, no hay tiempo que perder - insistí mientras tomaba su brazo e intentaba alejarla del cuerpo inerte. Requirió bastante tiempo, pero finalmente conseguí sacarla de la estancia - bueno, ahora que ya hemos acabado ¿te importaría decirme que ha pasado aquí? - cuestioné, esperando una respuesta que no llegó, pues la joven todavía estaba sollozando - mira, si sigues así, no llegaremos a ningún lado; si tantas ganas tienes de reunirte con ella, dímelo ahora y te dejaré aquí - sentencié cansándome de la actitud llorica de la rubia.

- ¡No, no, no, por favor! - reaccionó aterrada - l-lo siento mucho, a-ayudaré en lo que pueda... - aseguró un tanto desesperada.

- Genial, entonces, cuéntame que es todo esto y qué ha pasado aquí - ordené mientras salía del dormitorio cautelosamente y bajaba el tono de mi voz para que no se nos acercaran más criaturas malignas.

- A-A ver ¿por dónde empiezo? - murmuró la rubia pensativa mientras me seguía - v-verás, hace cómo una semana, el jefe convocó al grupo de investigadores al que yo pertenecía, y nos explicó que se nos iba a trasladar a otra zona de trabajo para desarrollar un nuevo proyecto secreto - comenzó a explicar en susurros, podía notar algo de miedo y nerviosismo; en su voz y era comprensible, dado el trágico panorama ante nuestros ojos - nos trajo a estas instalaciones y nos entregó un cuaderno de investigación que explicaba en que consistía el experimento - añadió.

- ¿En qué consistía el experimento? ¿Y por qué también hay militares aquí? - cuestioné perdiendo la paciencia, había demasiadas preguntas que necesitaban respuestas.

- D-Dame un minuto por favor, ahora te explico - me pidió la chica con calma - el jefe nos indicó que el proyecto era bastante arriesgado, por eso contrató a varios ex-combatientes y compró armas por si pasaba algo; también aseguró que nos daría un ascenso a todos los integrantes del proyecto - explicó - el experimento se relataba en el cuaderno que nos entregó y se trataba de una nueva especie de phantom. Era muy diferente a los que estamos acostumbrados a tratar, por lo que el jefe sentía curiosidad y quería investigarlo. Tuvimos que extraer blot de otros sujetos para después mezclarlos con varias sustancias químicas e inyectarlo en el sujeto de pruebas, en este caso, una bestia mágica de tipo perro - añadió y todo aquello me estaba dando mala espina ¿un overblot artificial? Me recordaba demasiado a mi mundo, aunque eso no podía ser así, era imposible - todo iba bien, pero hace unas horas hubo un apagón que provocó que el sujeto se liberara y arrasara con todo lo que se topase. Esto es todo lo que sé, porque me quedé dormida cuando todo esto ocurrió y fue Sarah quién me lo explicó - concluyó en un tono melancólico.

- Entiendo, una última pregunta ¿hay alguna salida a parte del ascensor? - cuestioné pensando que debía haber preguntado esto primero, pues ya llevábamos un rato deambulando por allí sin un rumbo fijado.

- B-Bueno, técnicamente sólo hay un ascensor por el que se puede salir de estas instalaciones... - comentó la chica un tanto nerviosa - aunque este lugar es bastante extenso, por lo que, a lo mejor hay otras salidas de emergencias - comentó intentando mejorar el pesimismo de la situación - ¡d-deberíamos ir a la sala de control, allí estaremos seguras y quizás encontremos supervivientes! - propuso mientras tomaba el liderazgo y me guiaba.

Estuvimos caminando por mucho tiempo, en busca de la sala de control; por el camino podía seguir viendo cadáveres y la concentración de blot y miasma no parecían disminuir, haciendo que respirar fuera un tanto complicado; también pudimos ver varias criaturas humanoides rondando por los pasillos, no quería arriesgarme, así que, opté por no acercarme a ellos, pues estaba bastante segura de que no eran precisamente pacíficos. Poco a poco íbamos descendiendo en la inmensidad de aquel lugar hasta que, por fin, María se detuvo delante de una puerta blindada, sacó su identificación y la pasó por el aparato, abriendo la puerta y, permitiéndonos entrar en el lugar.

- ¡ALTO! - ordenó un hombre de tez oscura, cabello negro, ojos grisáceos y uniforme militar delante de mí mientras me apuntaba con una pistola; por instinto, yo también alcé mi arma a modo de amenaza - ¿¡QUIÉNES SOIS?! ¡IDENTIFICAROS! - gritó, sin bajar el aparato.

- A ver, a ver, a ver ¿qué está pasando aquí? - cuestionó una mujer alta, de cabellera rojiza voluminosa, ojos verdosos y con traje de militar apareciendo de repente y acercándose a su compañero - baja el arma y no grites tanto, Frank - ordenó tomando la mano del hombre y bajándola - ¿quiénes sois? - cuestionó dirigiéndose a nosotras en un tono tranquilo pero firme.

- Yo soy Hana, y ella es María; estamos buscando un lugar seguro dónde estar y una salida - expliqué seria mientras también bajaba lentamente mi pistola y me adentraba junto a mi compañera en la habitación.

- ¿Estáis infectadas? - cuestionó el hombre mientras volvía a apuntarnos con su arma, ladeé la cabeza confundida ante aquella pregunta; y ante aquel gesto, la pelirroja de ojos verdes soltó un suspiro.

- A lo que mi compañero se refiere, es si habéis sufrido algún tipo de daño de alguna criatura de tinta - explicó la mujer, recibiendo una respuesta negativa de nuestra parte - hmmm, está bien, os dejaré quedaros aquí por ahora - sentenció sorprendiendo al tal Frank.

- ¡P-Pero jefa! - exclamó el hombre horrorizado - no estamos seguros de si realmente están limpias... - le susurró mirándonos de reojo, sin acabar de fiarse de nosotras.

- Frank, no creo que queden más supervivientes excepto los que estamos aquí presentes - sentenció la mujer con una expresión seria mientras se cruzaba de brazos - toda la ayuda que podamos recibir será bien recibida - añadió haciéndonos un gesto para que nos acercáramos - Por cierto, no me suena de nada tu cara ¿trabajabas aquí? - cuestionó dirigiéndose hacia mí.

- Oh, no; soy una estudiante de NRC, acabe aquí por accidente... - expliqué rascándome la nuca. La contraria levantó sus cejas mostrando sorpresa, quizás por mi mera presencia o por ser estudiante de NRC; de todas formas, no pudo darle muchas vueltas, pues de repente se escuchó un quejido de dolor proveniente de una de las puertas de la estancia. Ésta era una habitación bastante grande, entonces, a parte de las estanterías, una pantalla de proyecciones y una gran mesa ovalada en el centro rodeada por varias sillas, también había unas cuántas puertas que anexaban con otras zonas desconocidas.

- ¿Qué ha sido eso? - cuestioné preparándome por si tenía que pelear. Era obvio que había alguien más con nosotros que no sé nos había mencionado.

- Aggghh, pobres; el efecto de los analgésicos de debe de haber acabado... - suspiró la contraria cansada mientras miraba una de las puertas de la habitación para después volver a dirigirse a nosotras - decidme por favor qué tenéis medicinas o algo - pidió un tanto decaída.

- Emmm... No ¿quién hay ahí? - cuestionó la rubia tímidamente detrás de mí.

- Ahhhh, venid conmigo... - pidió la más alta soltando un suspiro mientras nos guiaba al interior de una de las habitaciones contiguas; en ella había, alrededor de 20 personas en estado grave, tumbadas en sábanas en el suelo a modo de camillas - ellos son las únicas personas que hemos podido "salvar", pero apenas pueden moverse, y dudo que siquiera puedan sobrevivir - murmuró para que no nos escucharan.

- C-Creo que puedo ayudar... - susurré inconscientemente atrayendo la atención de la pelirroja - t-tengo la habilidad de curar heridas sangrantes... - expliqué mirándola.

- ¿En serio? ¡Eso es increíble! - exclamó la de orbes esmeraldas impresionada - ¡p-por favor, haz lo que tengas que hacer! - pidió, echándose a un lado y dejándome el camino libre para después salir de la estancia junto a mi compañera.

Al hacer eso, pude ver mejor el panorama ante mí; era horrible. De 20 personas que había allí, al menos 5 ya habían perecido; un olor nauseabundo inundaba la estancia y todo aquello hacía que recordara mi antigua vida militar. Me agaché junto a la persona que más cerca tenía y le puse mi mano sobre su frente para empezar con mi tarea. El problema es que la mayoría de los presentes presentaban mutilaciones horrorosas y muy complicadas de curar, por lo que, la mayoría de los presentes murieron, murieron en mis brazos... Les deje morir... Otra vez... Sentir el frío que despide una persona al morir, es una de las sensaciones más horribles que había experimentado en mi vida.

...

Apenas 5 personas pudieron sobrevivir a sus heridas, pero aún así casi no podían moverse, en su mayoría, por las pérdidas cuantiosas de sangre, el shock del suceso traumático y, también, por la pérdida de las piernas en algunos casos.

- ¿Qué tal vas? - cuestionó la de ojos esmeralda entrando de nuevo a la sala. Ni siquiera pude contestarle, las palabras se atascaban en el nudo de mi garganta, me ardían los ojos y los sentía húmedos, probablemente porque estuve llorando durante gran parte del proceso - venga, salgamos de aquí - dijo acercándose a mí y ayudándome a levantarme; ambas nos dirigimos a la habitación principal y nos sentamos en la mesa ovalada junto al resto del grupo - siento que hayas tenido que ver todo eso, pero no sabes cuánto te lo agradezco, no sólo yo, todos lo hacemos ¿verdad chicos? - preguntó a los presentes recibiendo una respuesta afirmativa de ambos, pues intentaban animarme - deberías sentirte orgullosa de ti misma, eres una heroína - añadió intentando animarme, aunque aquello no me ayudó demasiado, me está mintiendo, sólo está diciendo cosas bonitas que no son verdad para que me autocomplazca, no soy ninguna heroína.

- Por cierto, jefa, he encontrado algo interesante - intervino el de orbes claros serio cambiando rápidamente de tema - mirad - pidió sacando de uno de los bolsillos de su chaqueta varios papeles que fue desdoblando poco a poco, descubriéndonos unos planos de las instalaciones - encontré esto en la sala de archivos y tengo buenas noticias - habló - veréis, este lugar está dividido en, aproximadamente 7 pisos; nosotros estamos en la sala de control, en el piso 4 y la "única" salida es el ascensor destruido del piso 1; pero, si observamos el plano de los últimos pisos podemos ver una sala que conecta con las ventilaciones - explicó señalando varios puntos en los planos - si conseguimos llegar hasta allí abajo y entramos en las ventilaciones podríamos llegar a salir de aquí - concluyó empezando a animarse.

- Tú mismo lo has dicho, si conseguimos llegar allí abajo - intervino la pelirroja con seriedad haciendo énfasis en lo último - sabes perfectamente lo que hay abajo, es demasiado arriesgado - sentenció con una mirada fría - lo mejor será esperar a que el jefe vuelva y nos ayude...

- ¿Qué hay allí abajo? - cuestioné mirando a mis compañeros, esperando una respuesta. Todos se quedaron unos segundos en silencio.

- No sé si lo sabes, pero este lugar se preparó para desarrollar una especie de phantom dopado... Hubo un apagón, y el malnacido huyó de su celda, matando a todos los que se cruzaban en su camino - explicó la más alta - hemos conseguido recuperar algunas grabaciones de las cámaras de seguridad, y la última vez que las revisamos, la criatura estaba en uno de los pisos más bajos, supongo que no andará muy lejos de allí... - añadió con los brazos cruzados.

- Supongo que tiene sentido, quiero decir, nunca nos lo llegamos a encontrar en nuestro descenso... - intervino la rubia rascándose una mejilla pensativa.

- Esa cosa es inmune a las balas, no tenemos ninguna oportunidad contra ella. Repito que es muy arriesgado, deberíamos esperar a que vuelva el jefe y nos ayude - insistió la de cabello rojizo con el ceño fruncido.

- ¿Y qué te hace pensar que os ayudará? - cuestioné de repente, llamando la atención de los presentes - el experimento se salió de control y apenas quedan supervivientes, encima, al haberlos, podrían perjudicarle de alguna manera. Lo más inteligente, sería dejarnos morir y olvidar que todo esto ocurrió, porque ¿acaso alguien sabe qué estamos aquí abajo a parte de él? Y aunque ese fuera el caso ¿sabéis lo complicado y costoso que sería mandar un equipo de rescate para salvar a 4 don nadies? - volví a preguntar - el jefe simplemente diría que os trasladó a otro lugar de trabajo, tuvieron un accidente laboral y ya está, entonces, os pregunto de nuevo ¿realmente pensáis que nos va ayudar? - concluí clavando mi fría mirada en los presentes esperando que me respondieran. Todos se quedaron en silencio con expresiones de preocupación y miedo.

- Le daré un par de vueltas a vuestra propuesta - accedió la de ojos jade con un semblante serio - pero, por ahora, nos quedaremos aquí. Yo estoy a cargo de todo esto, así que todos seguiréis mis órdenes ¿está claro? - cuestionó en un tono firme recibiendo una respuesta afirmativa, tanto de María, como de Frank. Yo me quedé en silencio, incapaz de aceptar que alguien más me diera órdenes - no quiero que actúeis por vuestra cuenta o cometáis alguna imprudencia. Ahora, voy a revisar la "enfermería" por si alguien necesita algo ¿vale? Os veo luego - se despidió mientras se marchaba.

_______________________________________

Ahhhhhhhhh ¡me ha encantado escribir este capítulo, en serio! Pero bueno ¿qué les ha parecido? Por cierto, la pelirroja es uno de mis oc' s, no tiene nada que ver con Hana o el cuerpo militar, pero quería hacerle un pequeño guiño porque me encanta el personaje en .

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo uwu.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top