Capítulo 36

Narra Hana

- Siento la intrusión - se disculpó el albino al entrar en la estancia.

- Lo siento pero todas las camas están ocupadas - explicó el profesor de cabello bicolor mientras revisaba a un alumno dándonos la espalda - escribid vuestros nombres en ese papel y esperad en vuestros dormitorios, le pediré a la enfermera de la escuela que patrulle más tarde... - añadió para después girarse y quedarse mirándonos extrañado - Espera, tú no estás herido ¿qué haces aquí? - cuestionó confuso dirigiéndose a Jack.

- Ruggie-sempai me pidió que revisará a los chicos de la enfermería - explicó el de orejas de lobo - ¿Qué hay de usted? ¿Qué está haciendo aquí, Crewel-sensei? - cuestionó.

- Escuché que tres de mis cachorros acabaron aquí, así que tuve que venir a ayudar - contestó soltando un suspiro resignado mientras me miraba de reojo con una mirada recriminadora.

- ¿Dónde están Ace y...

- Aún no han despertado... - intervino el integrante más joven de Pomefiore interrumpiendo mi pregunta.

- Epel ¿cómo te encuentras? - preguntó rápidamente el de tez morena mientras se acercaba rápidamente a su compañero de clase.

- Estoy bien, gracias, aunque todavía siento mi cuerpo adormilado - contestó el de orbes azulados con una pequeña sonrisa - puedo caminar un poco, así que creo regresaré a mi dormitorio - añadió empezando a incorporarse de su camilla.

- Al parecer no hay nadie de Savanaclaw aquí, así que yo también volveré a mi dormitorio - habló el de cola de lobo con su típica expresión apática.

- Yo me encargaré de mis cachorros, pero necesito que también os concentreis vosotros en vuestra recuperación - nos pidió el de orbes azabache a Epel y a mí y recibiendo una respuesta afirmativa de ambos - los adultos están a cargo ahora, así que compórtense y absteneros de cometer imprudencias - añadió con una mirada de advertencia, básicamente nos estaba amenazando.

- Por cierto Hana, el dormitorio destartalado está en ruinas ¿Dónde planeas quedarte? - cuestionó Jack cuando Crewel-sensei se marchó a atender a otros alumnos.

- No lo había pensado... - contesté sincera mientras apoyaba mi barbilla sobre mi mano.

- ¿Por qué no te quedas en Pomefiore hasta que arreglen tu dormitorio? - propuso el de cabello lila con una pequeña sonrisa - venga, vamos - añadió mientras acababa de levantarse de su lugar.

- Me parece, pero le dije a Crewel-sensei que le ayudaría a atender a los heridos - expliqué rascándome la nuca.

- Oh, ¿quieres que te espere? - preguntó Epel ladeando levemente la cabeza.

- Bueno, si no es mucho problema... - contesté, pues entendía que Epel querría volver al dormitorio y descansar apropiadamente.

- Oh, no me importa - habló el más bajito con una sonrisa - te espero fuera ¿vale? - cuestionó señalando la puerta de la enfermería.

- Está bien, intentaré no tardar demasiado - aseguré empezando a acercarme a mi profesor.

- Os veré más tarde - se despidió también Jack para que, junto a Epel, salieran de la estancia. Yo me dirigí hacia dónde estaba mi profesor y esperé a que me indicara lo que debía hacer.

...

- ¡Ya estoy! - exclamé saliendo de la enfermería y reencontrándome con mi compañero. Habían sido apenas unas horas, pero se me había hecho eterno. Nunca me gustaron las enfermerías, especialmente cuando estaban llenas de gente, me recordaban demasiado a cuando peleaba por mi patria, todas aquellas personas inocentes que no merecían aquello, pero a pesar de ello sufrieron las consecuencias de aquellos sádicos que teníamos por líderes.

- Muy bien, volvamos a Pomefiore - dijo el joven sonriente - estoy seguro de que Rook-san también te dará la bienvenida de corazón - aseguró mientras su sonrisa se ampliaba. Comenzamos a caminar, pero antes no pude evitar echar una última mirada de reojo a mis amigos los cuáles seguían inconscientes en la enfermería. Pero... iban a estar bien ¿verdad? En algún momento despertarían y todo volvería a la normalidad ¿verdad?

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Debería olvidarme de esto...

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No despertarán...

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Nunca lo hacen...

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...

- Uf, qué día tan largo - se quejó el de orbes azul claro cuando llegamos a la sala de los espejos - voy a darme una ducha en cuánto llegue - aseguró, pero antes de que pudiese cruzar por el espejo alguien salió corriendo de este llevándoselo por delante.

- ¡Non! - exclamó alarmada la persona que chocó con mi compañero y la reconocí casi al instante - Lo siento mucho, monsieur Crabapple y commandant des fleurs, tenía prisa ¿estáis bien? - preguntó el viceprefecto de Pomefiore ayudando a levantarse al más bajito.

- Oh, Rook-san, es raro verte ir con tanta prisa - comentó el de cabello lila extrañado - ¿Por qué llevas ese equipaje y tu escoba? ¿A dónde vas? - cuestionó con curiosidad.

- No puedo decíroslo, lo único que os puedo contar es que no estaré en la escuela por un tiempo... Os deseo lo mejor... - comentó comenzando a irse.

- ¡¡Wow, wow, wow!! ¡Alto ahí! - exclamé tomándole de los hombros y deteniéndole - ¿¡a dónde planeas ir?!

- ¡A la Isla de los Lamentos, por supuesto! - contestó decidido - soy consciente de lo peligroso que es esto, pero por favor no os interpongais en mi camino - nos pidió con una expresión seria - cuando regresé al dormitorio me di cuenta de una realidad terrible - explicó con un semblante dramático y no pude evitar preocuparme un poco.

- ¿A-A qué te refieres? - cuestioné poniéndome seria.

- Cuando capturaron a Vil... ¡No pudo llevarse sus productos para el cuidado de la piel! - exclamó el de sombrero extravagante horrorizado y al escuchar eso me tuve que apoyar en una de las paredes de la recámara pues pensé que me iba a dar desmayar. Osea... Vil y los demás están en una situación que podría ser de vida y muerte ¡y este imbécil, se preocupa sólo por la piel de su prefecto!

- ¿Cómo planeas seguirlos? - cuestionó el integrante más joven de Pomefiore sorprendido.

- La ubicación de la isla de los lamentos está envuelta en un velo de misterio... Sin embargo puedo ver dónde están Vil y el resto - aseguró el contrario con una expresión maliciosa que me dejó confundida - aahh... Está apunto de atardecer, siento dejaros así, pero debo irme. ¡Adiós! - exclamó y se marchó rápidamente de allí en su escoba.

- ¡Espera un segundo, Rook-san! ¡¡Rook-saaaaaannn!! - gritó el de ojos azul claro intentando que su compañero de dormitorio se destuviese obviamente fallando - ¿Qué debo hacer? ¿Avisar a alguien...? No quizás deberíamos perseguirlo... Pero Crewel-sensei dijo que no hiciéramos nada... - murmulló pensativo Epel mientras daba vueltas por la habitación.

- ¿En qué estas pensando? - cuestioné cruzándome de brazos - ¡No hay tiempo! ¡Vamos a seguirle! - exclamé para después agarrar el brazo de mi amigo y comenzar a correr por el pasillo por dónde se había ido el rubio.

...

-... Rook-saaannn... - le llamó el de cabello lila. Llevábamos ya casi una hora volando por el cielo y por fin dimos con el de orbes verdosos - ¡¡Por fin te alcanzamos!! ¡¡Deténgase!! - ordenó cuando estuvo a la altura del contrario.

- ¿¡Epel-kun?! ¿¡Hana-kun?! ¿¡Me siguieron?! - exclamó el viceprefecto de Pomefiore horrorizado al vernos.

- ¡Por supuesto! - exclamé frunciendo levemente el ceño- ¡Estás loco si piensas que te dejaríamos ir solo!

-¡Oh la la! - contestó el de cabello corto preocupado - esto no está bien ¡es peligroso!

- ¡Es igualmente peligroso para ti! ¡Tampoco pudiste enfrentarte a esos tipos! - le recriminó Epel - ¡¡Si no te detienes, lo haré yo!! ¡Prenderé tu escoba en llamas! - amenazó sacando su varita y lanzando una bola de fuego que el mayor esquivó fácilmente y nos desequilibró.

Tuve que agarrarme más fuerte a la espalda de Epel para no caerme y también para intentar disminuir la pérdida de calor corporal que sufría por el viento. Me arrepentía, en parte, de haber tomado esta decisión ¿en qué momento se me había ocurrido esta "maravillosa" idea? Lo peor de todo es que se me estaba congelando todo el cuerpo porque sólo llevaba mi pijama y la sudadera que Crewel-sensei me dio.

- ¡Mierda! No puedo usar magia mientras volamos o caeremos... - maldijo el más bajito y por un momento pensé que podría usar mis raíces para detener al contrario, pero me di cuenta de que también podría desequilibrarnos.

- ¡Detente Epel-kun! - pidió el de ojos jade.

- ¡Lo haré cuando tú lo hagas! - le contestó el de orbes azules para después lanzar otra bola de fuego que casi golpea la escoba del rubio.

- ¡D'accord, d'accord! ¡Me rindo! Epel-kun aterricemos en algún lado - pidió el vicelíder del dormitorio intentando que nos detuviésemos.

- ¡De ninguna manera! ¡No volveré! - se negó el pelilila levantando de nuevo su varita a modo de amenaza.

- No me refería a eso, calmémonos y hablemos primero - habló el de cabello corto - si seguís volando con esa ropa, vuestros cuerpos no lo soportarán. Santo cielo... Ni siquiera usaste magia para protegeros del viento, vuestros labios se están poniendo azules - comentó con preocupación - no os enviaré de regresó, así que vamos a detenernos - nos volvió a pedir, y finalmente, a regañadientes, le hicimos caso y descendimos aterrizando en el bosque. Podía notar cómo todo mi cuerpo temblaba levemente por el frío y las raíces se habían extendido por mis extremidades intentando protegerlas de las bajas temperaturas.

- Uuh, uufuu... ¡Qué frío hace...! - se quejó el integrante más joven de Pomefiore mientras se sentaba en la hierba y rodeaba su cuerpo con sus brazos para intentar mantener su calor interno.

- Voy a encender un fuego - dijo el de sombrero extravagante mientras apilaba varias ramas delgadas y hojas secas y con su varita lo encendía. Inmediatamente mi compañero y yo nos acercamos a la hoguera para recuperar el calor perdido, mis raíces comenzaron a retroceder y a esconderse debajo de mi ropa mientras dejaba de sentir frío - menos mal que traje un poco de té caliente en mi termo, tomad - dijo pasándonos unos recipientes con el brebaje, y sin pensarlo demasiado me lo bebí de un trago sintiendo cómo volvía a revivir.

- Espera, espera, esto no estará maldito o algo así ¿verdad? - cuestionó el pelilila receloso - no nos drogarás y nos dejarás dormidos aquí ¿verdad? - y al oír esas palabras me di cuenta de que, probablemente, la hubiera fastidiado.

- En absoluto - aseguró el rubio con una sonrisa tranquilizadora - no soy yo quién tiene la capacidad de hacer eso, sino Vil - explicó y al decir esto, Epel entró en confianza y le dio un sorbo a la bebida.

- Haah... Qué gustito... - murmuró el más bajito abrazando con fuerza su taza.

- Me habéis sorprendido bastante, no pensé que vendríais por mí - admitió el de sombrero extravagante sin dejar de sonreír.

- Entiendo... incluso si vamos contigo, podríamos acabar siendo una carga para la misión - habló el de orbes azul clarito con un semblante serio - no te pido que nos dejes ir contigo pero igualmente te seguiremos por nuestra cuenta - aseguró.

- Esos bastardos golpearon y se llevaron a mis amigos, simplemente no puedo quedarme en silencio sin hace nada - admití empezando a cabrearme de nuevo con tan sólo recordar lo que había ocurrido. El mayor se quedó en silencio pensativo con una expresión apática.

- ¿A qué viene esa cara? Tú también viniste aquí sin permiso ¡así que estamos en las mismas! ¡No voy a volver aunque estés enfadado conmigo! - saltó el integrante más joven de Pomefiore con el ceño fruncido.

- No, no, eso no es. No estoy enojado con ninguno de vosotros - aseguró el contrario con una sonrisa haciendo que mi compañero y yo ladeáramos la cabeza confundidos - estoy molesto conmigo mismo por subestimaros - explicó - a pesar de estar en la misma situación que vosotros, no quise arrastraros conmigo. Ni a vosotros, ni a mis profesores, ni a nadie; pues no quería que más de mis seres queridos salieran heridos; por un deseo egoísta de querer reparar lo que había pasado. Eso es lo que pensaba pero...

- Bueno, ya es demasiado tarde para eso ¿no? Ya estamos demasiado involucrados en esto - comentó el pelilila con una sonrisa victoriosa. Rook se quedó unos segundos en silencio mientras guardaba silencio hasta que por fin retomó la conversación.

- Está bien, ¿porqué no me acompañais a la isla de los lamentos? - propuso el de orbes verdosos con una sonrisa dejándonos en shock.

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Y fin del capítulo ¿qué os ha parecido? No sé porqué pero me da bastante ternura que Crewel se preocupe por sus cachorros por lo que ha pasado; luego recuerdo cómo va a acabar Hana este arco y me da mucha risa imaginarme la cara que pondrá cuando la vea *inserte risa malvada jiji*

Por cierto, hace poco comencé a verme el anime de Spy x family y lo adoro ¡aaaAaaAAAAaaAhHhhHhH! Me encanta ese anime, me parece tan adorable, en serio.

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo uwu.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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