Capítulo 30

POV Narrador

- ¡Jamil, tenemos que evacuar a los estudiantes y al personal! - exclamó el albino al bajar de su alfombra mágica - Espera ¿¡a dónde fue toda la gente?! - cuestionó mirando a sus alrededores. Los jóvenes habían salido al exterior y el lugar estaba desolado, además de que el cielo se había nublado de una forma muy amenazante mientras comenzaba a llover.

- ¿Crees que soy tonto? - cuestionó el de cabello trenzado - me di cuenta de esto hace un buen rato, así que evacué a todo el mundo - explicó.

- ¡Jamil-sempai! - exclamó una voz que le pertenecía al de dibujo de corazón que recién llegaba junto a su compañero de dormitorio y el integrante más joven de Pomefiore - logramos evacuar al resto de personas que rondaban por aquí, pero... Cuando revisamos los alrededores el coliseo estaba cubierto de una niebla púrpura - añadió.

- Con tan sólo tocarla, me da escozor en la piel... - comentó el de orbes azul marino algo incómodo.

- ¿¡Qué demonios está pasando?! - gritó el de cabello lila alarmado.

- Roi du poison entró en overblot - concluyó el viceprefecto de Pomefiore con una expresión seria.

- ¿¡QUÉ?! - gritaron los tres estudiantes de primero a la vez.

- Centrémonos en acabar con esto ¿vale? - cuestionó la morena mientras varios sonidos metálicos sonaban junto a su voz, cuando sus compañeros se giraron al escucharla sus ojos se abrieron como platos al verla.

- ¿D-De dónde demonios has sacado eso? - murmuró el pelirrojo en total shock.

- Lo siento, pero si planeas hacerle daño a Vil, no te dejaré - declaró el de sombrero extravagante con una expresión seria que rozaba el enojo mientras se ponía delante de la de cabello corto de forma intimidante.

- ¿Eh? - fue lo único que alcanzó a decir la contraria - esto no es una bayoneta de verdad - se apresuró a explicar - la he fabricado únicamente para derrotar de forma segura a los overblot - añadió sacando su "munición" una especie de mini jeringuillas rellenas de una sustancia verde.

- ¿N-No es eso peligroso? - murmuró el de orbes claro con una mezcla de preocupación y admiración. Ella simplemente recargó su arma con la poca munición que tenía.

- Nah, no os preocupéis por eso, he usado esto miles de veces - aseguró la de orbe ámbar dejando más extrañados al resto de sus compañeros. Acto seguido sacó una jeringuilla fucsia y con bastante fuerza la clavó en su cuello.

Sintió una descarga recorrer su cuerpo y su expresión no pudo evitar deformarse en una de molestia, pero no tardó demasiado en desvanecerse dejando un semblante feliz, rozando la emoción. Su pelo y su ojo se habían tornado totalmente fucsia y su pupila era ahora una espiral morada, un hilito de sangre escurrió de sus labios y podía sentir como parte de su cuerpo temblaba ligeramente, aunque no acababa de entender si era por la droga o por la excitación que sentía en esos momentos.

- En fin... - comenzó a hablar la fémina mientras se quitaba el parche del ojo y se arremangaba - por desgracia no me ha dado tiempo a hacer demasiada munición, así que necesito que me echéis un cable para derrotar a Vil ¿entendido? - cuestionó sin dejar de sonreír, aquella pregunta sonaba más a una orden que a una proposición. Por supuesto, el resto del grupo seguía todavía en shock, necesitaban procesar todo lo que estaba pasando, pero no era sencillo.

En ese momento hubo un gran estruendo que anunciaba la llegada del prefecto de Pomefiore.

- No escaparéis ¡Todo el que haya visto mi horrible cara no saldrá vivo de aquí! - aseguró Vil soltando una carcajada desquiciada.

- Está bien - contestó el de cabello trenzado a la más bajita - hay magos muy fuertes por el campus, seguro que en algún momento se dan cuenta de lo que está pasando, solo hay que retener a Vil hasta que llegue la ayuda - dijo sacando su pluma mágica, los demás imitaron su gesto y se prepararon para la inminente batalla. Hana, por su parte estaba muy emocionada, llevaba un tiempo conteniendo su verdadera naturaleza y quería liberar algo de estrés.

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- Ah... ¡Qué patatas tan molestas! No me dejáis otra opción ¡Acabaré con vosotros! - amenazó Vil empezando a enfadarse de verdad. Llevaban un buen rato de batalla y aquello parecía que no tenía fin, el contrario se movía extremadamente rápido y los jóvenes comenzaban a cansarse por usar tanto la magia, además, a Hana le costaba bastante poder acertar sus disparos, no le quedaba ni demasiada munición ni fuerzas.

- ¡Agacharos! - gritó de repente el de dibujo de pica llamando la atención del resto de sus compañeros y dejándolos extrañados - se me da mal usar la cabeza y no puedo entender algunas cosas por mucho que lo intente. Pero... ¡Hay algo que siempre supe que podía hacer! - y en ese momento una especie de energía extraña comenzó a rodearle.

- ¿¡Qué demonios?! ¿Dónde escondías una energía mágica tan poderosa? - exclamó Vil sin poder esconder su sorpresa.

- ¡Este no es mi poder! ¡Sino el tuyo! - contestó el de orbes azul marino - ¡¡Este es un poder que solo yo puedo usar!! BET THE LIMIT!! - gritó lanzando su ataque que impactó totalmente contra el contrario. La morena, aprovechando que el ataque de Deuce había aturdido al prefecto de Pomefiore, apuntó con su bayoneta al rubio y apretó el gatillo haciendo que una de sus jeringuillas se clavase en su brazo.

El cuerpo de Vil no tardó demasiado en caer incosciente contra el suelo y una gran sonrisa apareció en el rostro de la de orbe ámbar. El hecho de volver a derrotar a un enemigo la hacia sentir realizada, pero aquel sentimiento no duró demasiado, un dolor general se hizo presente en su cuerpo, el subidón de adrenalina causado por la sustancia fucsia había acabado y ahora estaba sufriendo las consecuencias.

No pudo evitar escupir una cantidad algo preocupante de sangre y flores, su vista comenzó a oscurecerse y le costaba mantener el equilibrio, tras unos segundos cayó inconsciente...

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- ¡Papá, voy a protagonizar un nuevo drama musical! - ¿otra vez escuchando voces? Poco a poco la morena se fue despertando con dificultad y observó con lentitud su alrededor.

Estaba en un salón bastante elegante, lleno de muebles caros y lujos. A su lado habían dos personas, un adulto y un niño que suponía eran familia. Esto comenzaba a ser extraño ¿por qué siempre que había un overblot acababa viendo esta especie de recopilación de recuerdos?

- ¡Enhorabuena, Vil! ¿Qué tipo de papel será? - cuestionó el adulto, el cuál parecía el padre del pequeñín.

- ¡El protagonista! - contestó alegremente el menor y la fémina no pudo evitar sentir unas ganas terribles de abrazar al contrario, Vil chikito era demasiado adorable - bueno, su rival, "como siempre" - añadió haciendo que toda la felicidad que irradiaba en ese momento se esfumara.

- Un villano nunca está hasta el final sobre el escenario - habló la voz del prefecto de Pomefiore haciendo eco por todo el lugar - una vez que su papel termina, todo lo que puede hacer es mirar desde las sombras, todo lo que quería era estar sobre el escenario hasta el final - añadió mientras la escena cambiaba. La casa se desvaneció y ahora se encontraba en una calle, la versión infantil del prefecto de Pomefiore caminaba tranquilamente por allí hasta que otros niños comenzaron a susurrar sobre él.

Tras unos segundos empezaron a caminar hacia el de puntas moradas de forma amenazante y unas ganas de mandarles a volar de una patada inundó a la de orbe ámbar, pero antes de que pudiera cumplir su anhelo alguien se adelantó.

- ¡¡Dejadle en paz, idiotas!! - ordenó el recién llegado, un crío de mechones albinos que se había colocado delante del de orbes de amatista para defenderle. La boca de Hana formó una "o" perfecta al darse cuenta de que el defensor de Vil era ni más ni menos que Jack. Si no moría de diabetes ese día, sería un milagro.

Los matones salieron corriendo asustados al ver cómo el de orejas de lobo les mostraba los colmillos. La fémina nunca se esperó que Jack y Vil se conociesen, pero se alegraba de que se llevaran bien, o por lo menos eso es lo que parecía en ese momento.

La escena volvió a cambiar y ahora estaba en un pasillo lleno de gente que iba de un lado a otro. Podía escuchar como varias personas comentaban sobre una reciente actuación de Neige y le. comparaban con Vil. Le daba bastante lástima el hecho de ver como, a pesar de esforzarse todo lo que se esforzaba, no hubiera podido conseguir lo que quisiera. Ahora entendía mejor la reacción que había tenido con anterioridad.

Aquel pasillo se desvaneció convirtiéndose en un páramo oscuro, del techo caían cantidades ingentes de tinta y al fondo se encontraba el prefecto de Pomefiore sentado en el suelo.

- Pensé que ser el más bello me otorgaría lo que quisiera - dijo de nuevo la voz del de puntas moradas - el entrenamiento severo y los tratamientos problemáticos no importaban si podía ser hermoso, pero ¿por qué? ¿¡Por qué no me eligen?! - se preguntó con una mezcla de impotencia y rabia en su voz - solo quiero una cosa... quiero estar en el escenario hasta el final... - poco a poco su voz se fue apagando hasta que se dejó de oír. La morena se había acercado inconscientemente hasta el de orbes púrpura y estaba dispuesta a ayudarle antes de que aquella persona apareciera, pero no llegó a tiempo.

- ¿Ah? ¿Pero qué es esto? - cuestionó aquella extraña persona que siempre aparecía - te ves horrible llorando, lo único que tienes y lo echas a perder tan rápido - añadió con una sonrisa burlesca, el contrario no supo muy bien como reaccionar ante aquel comentario, se sentía tan humillado que ni siquiera le salían las palabras - aunque supongo que yo podría ayudarte, podría darte lo que necesitas para cumplir tu deseo, pero yo también necesito algo - añadió acercándose al oído del rubio que al principio se alejó levemente pero no tardó demasiado en dejarse tentar por las palabras del de cabello lila.

Pero antes de que le pudiera hacer su propuesta, la de orbe ámbar neutralizó al de ojos fucsia dejándole tumbado en el suelo.

El prefecto de Pomefiore se quedó mirando la escena entre asustado y confundido.

- Vil escucha... - le pidió la fémina sentándose frente a él con una expresión tranquila, intentando relajarle - entiendo que estás frustrado, al fin y al cabo te has esforzado muchísimo en todos tus proyectos y está bien que te desahogues, es bueno sacar de vez en cuando tus sentimientos para no explotar, pero no deberías dejar llevarte tanto por la opinión pública. Deberías estar orgulloso de tu trabajo, personalmente creo que eres una persona muy fuerte - añadió con una pequeña sonrisa. Las mejillas del de orbes púrpura se tornaron levemente rosadas y no pudo evitar ser contagiado por la sonrisa de la contraria

- Muchas gracias - fue lo último que dijo Vil antes de desvanecerse. La expresión alegre de la morena se desvaneció lentamente tras este hecho y se giró con una fría mirada hacia aquella silueta que siempre salía en estas situaciones.

- A ver... - comenzó a decir la más joven levantándose de su sitio y dirigiéndose hacia el de cabello lila quién aún seguía tirado en el suelo - creo que siempre he sido clara con mis órdenes, pero al parecer eres sordo, así que seré amable y lo repetiré una última vez... ¿Qué demonios eres y qué es todo esto? - cuestionó presionando el estómago del contrario con su bota mientras cruzaba los brazos. Estaba harta de la presencia de aquella persona tan extraña, y a pesar de que creía conocerlo, no acababa de saber de dónde, eso solo lograba irritarla cada vez más.

Al sentir tal presión en su cuerpo el contrario se tensó y agarró la pierna de la joven para que dejase de pisarle. Ante esta reacción Hana no pudo evitar comenzar a sonreír, ver como alguien se retorcía bajo su poder era realmente maravilloso y la satisfacía muchísimo.

En ese momento la expresión del joven se retorció en una sonrisa sádica que descolocó levemente a la morena. El extraño chascó los dedos y desapareció. La de orbe ámbar estaba en shock, todo aquello comenzaba a ser muy extraño, su mirada exploró sus alrededores y se dio cuenta de que toda la escena cambió.

Se encontraba en una extensa llanura en la cuál juraría haber estado antes. Árboles muertos, barricadas rotas, cadáveres... Sin duda estaba en uno de los muchos campos de batalla en los que había estado.

Inmediatamente se giró a la derecha al escuchar un ruido y su semblante cambió a uno de sorpresa. Era ella.

Llevaba el uniforme del servicio y avanzaba con bastante dificultad, estaba cubierta casi por completo de sangre, y no sólo suya; diversas flores rojas cubrían su cuerpo impidiendo que se desangrara. Levantó su cabeza y se quedó mirando al horizonte, a lo lejos podía ver como el ejército enemigo avanzaba en su dirección. Su sonrisa se ensanchó poco a poco y, aún tambaleándose, sacó una de esas inyecciones fucsias de uno de los bolsillos de su chaqueta militar y se la clavó con fuerza en el cuello soltando un pequeño quejido de dolor y haciendo que más sangre saliese de sus labios. Su cabello y su ojo se volvieron del mismo color del líquido de la jeringuilla y su pupila fue reemplazada por una espiral morada. Levantó su brazo y las raíces comenzaron a extenderse por su cuerpo cubriéndolo casi por completo, la sangre que salía de sus heridas poco a poco se iba tornando oscura hasta que, en vez de sangre, parecía tinta.

- Bắn... - susurró mientras bajaba el brazo con fuerza haciendo que las raíces, que en algún momento se tornaron fucsias, se lanzaran contra el inminente enemigo.

Y todo se volvió negro, un gran dolor en el pecho se hizo presente en la joven y sus piernas comenzaron a fallar haciendo que mantenerse en pie fuese una tarea muy complicada. Su vista también empezaba a volverse borrosa y en ese momento, en su cabeza, escuchó la voz de aquella persona.




































q U e D a N 3
































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Buenas ¿qué tal están? No sabéis lo que me ha costado escribir este capítulo, o no tenía inspiración o no tenía ganas, pero bueno, espero que os haya entretenido un poco a pesar de haberme extendido bastante más de lo normal, ahora les explicaré la única cosa que puede resultar algo más confusa para que la entiendan y si tienen alguna duda más pregúntenme, yo les responderé ya que soy muy amable uwu.

Bắn: Según el traductor de Google es una palabra vietnamita que significa literalmente "disparen" (básicamente es una orden de disparo masiva).

Por cierto, he tenido algunos problemas en cuánto a las imágenes de multimedia que no acabo de entender porque ocurren, pero bueno, intentaré arreglarlo.

Y creo que eso es todo, espero que os haya gustado este capítulo, tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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