Engaños, traiciones y canciones de Jenni Rivera

Ya había pasado una semana desde el "incidente" con Argentina. Las juntas con ONU eran cada lunes, así que sería la primera vez que verían al argentino después de su regaño.

La familia llegó. Italia estaba más sobreprotectora que de costumbre, cualquiera que mirara a su hijo se ganaba una mirada asesina de la europea.

La vestimenta del menor ahora era completamente diferente a la de la semana pasada. Llevaba una sudadera y unos pantalones, cubriendo así casi todo su cuerpo.

México lo tomó por los hombros –Ey, tranquilo, estoy seguro de que ya no te harán nada– le sonrió –Chile me contó que ONU les metió una regañada que ay ni que te cuento–.

–¿Enserio?– lo miró Argentina.

–Sip, se nota que te quiere mucho– le guiñó un ojo –Así que tranquilízate, has estado temblando todo el camino– lo tomó por las manos –Anda, suéltate– empezó a sacudirlo.

El menor rio y le siguió el juego a su hermano mayor.

–Argentina–.

–Brasil– lo miró –¿Qué pasó?–.

–Umm, eu queria pedir desculpas a todos pela forma como te tratamos na semana passada, você não merece isso e nós nos comportamos horrivelmente. (Emm yo, quería disculparme de parte de todos por como te tratamos la semana pasada, no te lo merecías y nos comportamos horrible)– murmuró – Você está ótima hoje, quero dizer, na semana passada também (Hoy te ves muy bien, quiero decir, la semana pasada también)– empezó a tartamudear –Você é muito lindo (Eres muy lindo)–.

–Gracias– sonrió el menor –Enserio–.

–Bem, então vejo você mais tarde (Bueno, entonces, te veo luego)–.

–Sip– siguió caminando el argentino.

–Ea– soltó México.

–¿Ahora qué tienes?–.

–Le gustas a Brasil– canturreó.

–Nada que ver, Mex– giró los ojos Argentina –Ni siquiera hablamos. Además, aunque así fuera, se va a quedar queriendo, por que este nene ya tiene novio–.

–Lo sé– murmuró –Oye, voy a ir al cine con Rusia ¿Nos acompañas?– lo miró –Luego podríamos ir a los helados que te gustan– sonrió.

–Lo siento, Mex, pero le prometí a Chile que iba a acompañarlo a... un mandado–

–¿Mandado?– arqueó una ceja –Chile no hace mandados–.

–Pues hoy le dio por hacer uno–contestó el menor –Pero la próxima vez los acompañaré ¿De acuerdo?–.

–Está bien– revolvió sus cabellos –Entonces te veo en la casa–.

–Sip– fue a su espacio en la mesa de la ONU, junto a Chile.

La mayoría de los países evitaban verlo, desde el regaño de ONU todos temían en acercarse siquiera al menor.

Aunque claro que ahora había nuevos rumores, entre ellos que Argentina se acostaba con ONU ahora.

–Hola, estrellita– se acercó el del solo a su novio.

–Argie– sonrió al verlo –¿Ya te sientes mejor?– lo besó.

–Mucho mejor– sonrió tímidamente.

–Genial ¿Entonces si nos acompañas hoy en la tarde?– preguntó Perú.

–¡Claro!–.

–¿Y Mex preguntó algo?– lo miró Venezuela.

–Me invitó al cine con él y con Rusia, pero le dije que saldría con Chile–.

–Perfecto– sonrió el de las estrellas –Esta tarde será increíble–.

–Eso espero– respondió –Pero oigan, aún no entiendo bien ¿Qué son estas reuniones? ¿Y por qué solo las hacen una vez cada tres meses?–.

–Verás, Argie– comenzó a explicar Perú –Iniciamos esta tradición desde que éramos niños. Cuando teníamos 6 años, estábamos jugando a los encantados, Vene, Mex, Chile y yo. Corríamos como locos– rio –Hasta que Chile se tropezó y se fue rodando colina abajo. Entonces fuimos a ver como estaba, pero cuando bajamos no lo encontramos, solo había una enredadera en una pared de piedra que bloqueaba el camino– contó –Lo hablamos por un rato y concluímos que a Chile se lo había comido un monstruo y ya no había nada que hacer, pero cuando estábamos a punto de irnos escuchamos un grito detrás de las enredaderas–.

–Pero dijeron que estaba bloqueado por una pared de tierra–.

–Así es, pero resulta de que había un agujero por el que solo un niño podría caber. Cuando pasamos al otro lado encontramos el lugar más hermoso del mundo, es algo indescriptible– suspiró –Vamos cada tres meses por que creemos que si vamos más seguido la gente empezará a sospechar de que hay algo más ahí que una simple colina–.

–Suena lógico– se encogió Argentina de hombros –¿Y solo debo llevar mi traje de baño, verdad?–.

–Y una buena actitud–.

–Y comida– agregó Venezuela –Por favor–.

Chile soltó una risita –Podemos pasar por unas botanas durante el camino–.

–Está bien– accedió el venezolano.

–¿Y qué suelen hacer allá?– volvió a preguntar el del sol.

–Ay, tú sabes, cosas típicas– contestó Perú –Nadar, jugar, bromear, emborracharnos hasta llegar a nuestros puntos más sensibles y pelearnos a golpes por cosas que pasaron hace cinco años, luego llorar y terminar cantando canciones de Jenni Rivera o Juan Gabriel–.

–Perú canta las de la tigresa del oriente– se burló Chile.

El más enano le soltó un golpe.

–Ey, pero eso si Argie, debes prometer guardar el secreto. Si te invitamos es por que confiamos en ti–.

–Así es, todos hicimos un pacto de sangre– agregó Chile.

–Un pacto de sangre con saliva, por que nos dio cosa hacernos la cortada– aclaró Perú.

–Prometo guardar su secreto– respondió Argentina para luego escupir en su mano y tendérsela a los demás.

Perú, Venezuela y Chile lo imitaron y estrecharon manos.

Sería un buen día.

Al finalizar la junta, el grupo de los 4 latinos se fue juntos y México con Rusia.

–Ay Rusky, prométeme que nunca más te tragarás algo que no debes. Faltas a una junta y pasan demasiadas cosas– soltó el mexicano.

–Я серьезно переживаю за Арджи (Enserio me siento mal por Argie)– suspiró –Я клянусь вам, что если бы я был там, я бы защитил его (Te juro que si yo hubiera estado ahí lo hubiera defendido)–.

–Lo sé– lo besó su novio –Pero no te preocupes, ya está mejor. Hoy es nuestro día, no de Argie, ni de nadie más–.

–Это радует меня (Eso me agrada)– murmuró el eslavo –В последнее время было слишком много драм, пришло время для перерыва (Han habido ya demasiados dramas últimamente, ya viene siendo hora de un descanso)– lo abrazó por los hombros –Ты знаешь, куда я хочу пойти? (¿Sabes a dónde quiero ir?)– lo miró.

–¿A dónde?–.

–В ресторан, где я просил тебя быть моим поддельным парнем (Al restaurante donde te pedí ser mi novio falso)– lo pegó más a él.

El contrario se sonrojó, no habían ido ahí desde que empezaron a salir oficialmente.

–Me agrada la idea ¿Luego iremos al cine?–.

–ясно (Claro)– sonrió –И теперь, когда Арджи не придет, мне не нужно ограничиваться сырным (Y ahora que Argie no vendrá, no tengo por que limitarme en lo cursi)–.

–Me encanta cuando eres cursi– lo miró México con ojos coquetos –Y yo no tendré que limitarme en mis coqueteos de doble sentido–.

–Ты никогда не ограничивал себя в этом, такито (Tú nunca te has limitado en eso taquito)– bromeó Rusia.

–Pues así soy yo– respondió –Y no quiero limitarme en demostrarte cuanto te amo–.

Rusia se quedó callado un momento, México nunca había actuado tan meloso.

–Хорошо, что ты сделал? (Ok ¿Ahora qué hiciste?)– lo miró.

–¿De qué hablas?–.

-Почему ты ведешь себя так ... романтично? (¿Por qué actúas tan... romántico?)–.

-¿Qué tiene de malo? Solo quiero que el mundo se de cuenta de que eres mío– se abrazó a su brazo –Y que tú te des cuenta que nunca nadie te va a amar como yo– sonrió.

–О нет, это опять про Венесуэлу? (Ay no ¿Esto es otra vez por lo de Venezuela?)–.

–¿Qué? No– mintió.

–Mex–.

–Pues últimamente están pasando mucho tiempo juntos– chilló.

–О Боже, это деловые вещи, Мекс (Ay dios, son cosas de negocios, Mex)–.

–Ya lo sé, pero... Vene también es guapo y simpático– suspiró –Es menos escandaloso que yo y seguramente no hubiera provocado que tus padres regañaran por hacer una pequeña fiesta en su local de velas–.

–Ай Мекс (Ay, Mex)– murmuró –Я говорил тебе так много раз, ты мне нравишься, какая ты есть, дорогая (Ya te lo he dicho muchas veces, me gustas tal y como tú eres, cariño)– le acarició el pelo.

El latino se acurrucó en su pecho –Perdóname por ser así– masculló –No sé por qué estoy tan inseguro últimamente–.

–Вы привыкаете к тому, что не имеете всего внимания (Te estás acostumbrando a no tener toda la atención)– susurró –Вы преуспеваете в своем искуплении, вы преуспеваете (Vas bien en tu redención, lo estás haciendo genial)–sonrió.

–Eres el mejor novio del mundo–.

–И ты мой красивый маленький Chanequito (Y tú mi chanequito hermoso)–.

–Vamos a ese restaurante–.

Estaban a la puerta del local, el letrero era nuevo. Mary's, ahora más brillante que nunca.

El celular de México empezó a sonar –Oh espera, Jamaica me está llamando– tomó su teléfono –¿Qué quieres, idiota?– contestó.

–Ugh, relax, taco water. Are you busy? I want to date someone (Ugh, relájate, agua de taco ¿Estás ocupado? Quiero salir con alguien)–.

–Háblale a Chile– gruñó –Seguro ya volvió de su mandado–.

–Purchase? He said he had a picnic (¿Mandado? Él me dijo que tenía una día de campo)– el latino guardó silencio un rato –Mex?–.

–¿Un día de campo?–.

–Yes, a picnic (Sí, un picnic)– respondió sin mucho interés.

–HIJOS DE PUTA– gritó antes de colgar.

–Все ок? (¿Todo bien?)– lo miró Rusia.

–NO, volvamos al auto– empezó a caminar.

–Но как насчет еды? (Pero ¿Y la comida?)–.

–Rusia, esto es importante–.

–Мекс, я давно пытаюсь привести тебя в этот ресторан (Mex, he intentado traerte a este restaurante desde ya hace buen tiempo)–.

–¡Rusia, me están engañando!– gritó.

Es eslavo se palideció y corrió junto a México al auto.




Argentina rio.

–Ya– le lanzó agua a Chile.

El de la estrella lo chapoteó de vuelta, mojando así también a Perú, quien estaba a la orilla del rio.

–¡Ya párenle los dos!– gritó el rojo y blanco.

–Relájate, Per– rio Venezuela –¿Quieres papas?– se sentó a su lado.

El peruano sonrió –Ay, Vene, si no te gustara Rusia, juro que yo daría lo que fuera por ser tu novio–.

Venezuela se sonrojó –¿Enserio?–.

–Obvio no- rio –Eres un completo idiota– le dio un ligero golpe.

–Ah ¿Quieres pelear, come palomas?– le empezó a hacer cerillito.

–No podrías conmigo– lo miró coqueto.

–¿Eso crees?– se acercó a él.

–¡YA LOS DESCUBRÍ HIJOS DE SU PUTA MADRE!– llegó México gritando –¡Todos ustedes son unos malditos! No puedo creer que me estén engañando ¡Y con mi propio hermano!–.

–México, cálmate– salió Chile del río.

–¿Qué me calme? Chile, esta era nuestra tradición. Solo de nosotros cuatro ¿Por qué no me avisaron que sería el día de hoy?–.

–México, nos has dejado plantados las últimas vece que queremos juntarnos por salir con Rusia– gruñó Venezuela –Era obvio que no podrías otra vez–.

–Y así fue, o sea, saliste con Rusia– añadió Perú.

–Chicos– hablo Argentina –Relájense. México, nunca creí que esto fuera a afectarte tanto, de no ser por eso, juro que te hubiera avisado, lo siento–.

–Argie, no tienes por que disculparte– dijo Chile –México, ya no seas ridículo–.

–¿¡QUÉ NO SEA RIDÍCULO!? ¿Cómo crees que me sentí cuando Jamaica me llamó y me dijo que le diste la misma excusa que nosotros dábamos cuando veníamos aquí?–.

–Ya, fue solo un año–.

–Solo un a... solo un añ... ¿Sabes qué? Ya me harté– le lanzó un puñetazo.

El chileno gruñó y le devolvió el golpe. Venezuela y Perú intentaron detenerlos, pero terminaron también envueltos en la pelea.

–¡ALTO!– gritó Argentina. Todos lo miraron –¿Qué rayos les pasa? Mírense, parecen animales–.

–Tú no metas, puta– soltó su hermano mayor.

Los ojos del menor se cristalizaron.

–No– masculló México –No, Argie, perdóname– fue a abrazarlo –No era enserio, por favor, perdóname– murmuró –Nada de esto es tu culpa– lo apretó más fuerte –Tú estás haciendo amigos y eso no tiene nada de malo– acarició su espalda. Suspiró y miró a los demás –Ya, perdón por arruinar su tarde–.

–No, perdónanos a nosotros por no avisarte y reemplazarte con Argie– habló Perú.

–Mex, te quiero y lo sabes. Eres como mi hermano– dijo Chile –Y si ,nos pasamos, esto es lo nuestro y ya me cansé de discutir contigo por cada cosa– gruñó –Así que prométeme que esta será nuestra última discusión en un buen rato, por favor–.

–Lo prometo, claro que lo prometo– sonrió –Vene– miró al de las estrellas.

–Ah no, yo no te perdono– respondió el mencionado.

–Pero...

-Mex, últimamente has estado tratando horrible, ni siquiera sé por seguimos siendo amigos– tomó una cereza y se sentó.

–Ya, Venezuela, no digas eso– se puso México junto a él –Neta, perdóname por lo de Rusia, ya no voy a desconfiar de ustedes–.

–Lo que digas– gruñó para después tomar otro trago.

El del águila suspiró y tomó una de las latas de cerveza. Ahora sin decir nada, solo a lado de su amigo, al cabo de un rato, todos estaban en la misma posición. Con una cerveza en la mano, mientras miraban el atardecer.

–Y basta ya, de tu inconciencia de esta forma tan absurda– murmuró Argentina.

México soltó una risita –De ver a diario como hechas a la basura–.

–Mi corazón– siguió Perú –Lo que te doy–.

Todos miraron a Venezuela, este giró los ojos –Con tanta fe de ver en ti felicidad–.

Cantaron al unísono –Me llevaré la dignidad de no caer más en tu juego

Haré de todo mi interior nuevos senderos

Y lloraré hasta lograr que algún día ya no te pueda recordar–.

–Enserio lo siento– murmuró México.

–Lo sé, Mex– lo abrazó Venezuela por los hombros –Lo sé–.

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