Me quiere

Aquel sábado por la mañana estaba escuchando música en mi habitación cuando un avión de papel entró por la ventana y aterrizó en mi cama. Me di cuenta de que había algo escrito en él:

No puedo verte hoy. Tampoco mañana. Lo siento. El lunes por la mañana mi padre trabaja, ven conmigo a algún lugar para que podamos hablar. Quiero hablar de muchas cosas contigo.

Medité durante unos momentos. Yo también quería verte y sabía que en el instituto no podríamos hablar de todo lo que te quería preguntar. Pero si faltaba a clases mis padres se enfadarían conmigo...

Otro avión entró por mi ventana. En este había cuatro palabras:

Por favor. Te necesito.

Arranqué una hoja de mi cuaderno de matemáticas y escribí en ella que te esperaría el lunes a las ocho de la mañana en la puerta del instituto. Hice un avión con ella y lo lancé por mi ventana, que estaba en frente de la tuya. Por suerte, mi puntería no falló y el avión aterrizó sin problema dentro de tu habitación.

No escribí en la nota que yo también te necesitaba, pero así era.

Quería estar junto a ti porque, sin apenas darme cuenta, te estabas convirtiendo en alguien muy importante para mí.

Te quería ver, te quería comprender, te quería ayudar a confiar en mí, te quería... a ti.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de que me había enamorado de ti.