B-001

Hola a todos

Un pequeño comentario y el único, a menos que quieran preguntar algo al respecto, anteriormente había escritorio una historia de pocos capítulos, termine anulando la publicación del libro porque perdí el interés y tuve que reacerlo, más bien perdí la idea del libro anterior.

Este es un libro nuevo, bueno, editado, utilice algunas viejas ideas para ayudarme a mejorar la trama, también agregando posibles personajes que me ayudarán en el avance de la historia.

Hay ciertas cosas que no están bien acomodados o que necesitan una explicación, pero con el pasar de los capítulos serán explicados. A menos eso quiero creer, porque estaré releyendo las historias para no dejar algún hueco de la trama.

Es todo lo que puedo decir y espero que les vaya a gustar la historia, disfrútenlo.

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Un grupo de planetas, como eran conocidos los comandantes de una gran nave, se encontraba enfrente formado en una fila india, los ochos comandantes miraban hacia enfrente, enfrente de estos se encontraba una estrella, un general que lideraba a esos ocho comandantes, vestido de manera elegante con traje de color oscuro con adornos en su pecho derecho, podían verse medallas e insignias de largo entrenamiento, dejando claro su prestigiosa posición.

El grupo estaba esperando su turno, un trio de mujeres de belleza única y cabelleras celestes, se encontraban charlando entre ellas, usaban toga con ciertos toques de colores azules, siendo desde un celeste hasta un azul oscuro, cada una de esas tres estrellas tenía algo que las identificaba, desde una simple joya hasta adornos de oro puro, como brazaletes o aretes del mismo material, sin embargo había una sola joya que predominaba entre ellas una hermosa gema zafiro, ya que las tres tenía uno en distintos lugares, representando su autoridad y superioridad. La principal tenía una hermosa joya zafiro en la frente, mientras se recarga en el pedestal que estaba enfrente suyo.

— Hemos decidido que ustedes serán los primeros en tener vida.

— ¡¿No es sorprendente?! ¡Ustedes estarán bendecidos!

La tercera estrella celeste mira con emoción, es de baja estatura pero mucho mayor que el sol, la chica muestra energía y felicidad ante las noticias, al ver sus emociones muy a la ligera comparada a las otras dos estrellas, su hermosa gema se encontraba en su cuello. La chica esperaba que el grupo de planetas y el mismo general demuestra felicidad, pero al estar frente a ellas muestran respeto sin importar la emoción.

— Mintaka podrías calmarte, es una asignación, no una fiesta.

La segunda estrella le llamo la atención, su tono de voz era menos emocionante, incluso parecía estar aburrida. Obteniendo la mirada de la más joven quien rápidamente se disculpo se acomodo en su lugar.

— Lo siento Alnitak. Es que estoy emocionada, uno de sus comandante tiene una órbita capaz de engendrar vida, ellos podrían llevarla a otra base espacial.

Volvió a emocionarse, la principal de las tres no dijo nada hacia ambas, sin embargo dirigió su vista hacia el grupo, le explico un poco más.

— Su misión es llevar a la humanidad a otra estación espacial, a menos una parte, la humanidad en estos momentos se encuentra al borde del colapso debido a algunos problemas. Y para mantener la vida es necesario guiarlos fuera de la galaxia. Sol has sido un excelente General a pesar de a ver tenido complicaciones en las últimas misiones, pero esta vez no volverá a suceder.

— No se preocupe, nosotros estamos comprometidos a llevar a los humanos a la nueva base.

El Sol mostró una actitud superior, incluso se sentía orgulloso de su nuevo trabajo, las mujeres que estaban sobre el pedestal miraron con orgullo, ya que conocía a la perfección a las estrellas celestes que controlaban una de las tantas naves de la Galaxia Vía Láctea, después de aquella audiencia, el grupo salió en una sola fila, avanzando hacia la salida.

Una vez en el pasillo, el edificio en donde se encontraban avanzaban entre pequeñas charlas, uniéndose en grupos, siendo Urano y Neptuno los últimos en la grupitos de charla, entre los planetas más jóvenes que iban a unos pasos atrás del general de cabellera rubia.

— Esto es emocionante, ¿Quien de nosotros tendrá la oportunidad de sostener la vida?

El tono de emoción de Mercurio fue escuchado por la mayoría de planetas rocosos y gaseoso, en cambio El Sol iba avanzando pensando en como sería el camino, sentía una presión, un gran peso cargaría en los siguientes milenios.

— Eso lo sabremos una vez que todo esté instalado, por el momento sería bueno escoger a las lunas y tomar algunos humanos que han sido elegidos por el sistema de las Tres Marías.

El Sol respondió a algunas dudas, solo para obtener la mirada confundida de todos los planetas. Para el rubio aquello era un enorme trabajo, una gran nave estadía bajo su cargo y a decir verdad, tenía muchos milenios que no subía a una, tras los accidentes cuando recién iniciaba, el terrible final de los primeros comandante y finalmentes enterrando su carrera con la muerte de dos planetas más, sin embargo las Tres Marías le daban una nueva oportunidad y para el Sol, era algo que no dejaría pasar.

____

Varios días más tarde, Tierra miraba con emoción como soldados y algunos científicos de alto rango preparaban su órbita, había sido seleccionado para que su órbita fuera la que sostuviera la vida, sin embargo durante ese tiempo, los científicos comenzaron a colocar algunas villas en las orbitas de los planetas mayores, esto había sorprendido a todos, sobre todo al Sol, al saber que esas regiones eran frías, pero todo eso no estaría bajo los climas como tal, los científicos habían preparado todo para que fuera algo similar a la órbita terrestre.

Los que si eran fríos y desolados eran Urano y Neptuno, siendo los últimos y los que recibían menos atención. Aquel lugar sería excelente para algunos laboratorios o posibles villas humanas, todo dependía de como los científicos la usarán a final de cuentas.

Tierra mostró interés en el grupo de lunas, pero nadie parecía estar interesaso en él, no porque no fuera atractivo, bueno, la tierra no era atractivas, había pasado por un cambio tan notorio, sin embargo era de buen corazón y amistoso, según Venus, que era como su medio hermano.

Marte, su pequeño amigo se acercó al mirar como todos se alejaba, incluso podía darse cuenta que estaba perdiendo las esperanzas en conseguir algún compañero, incluso pensó que se quedaría solo como Mercurio o Venus.

— Tierra, ¿Estás bien?

— Aja.

Hizo una expresión de desánimo, realmente ninguna luna se atrevió a verlo, Marte se percató de aquello y solo palmeo la espalda del más alto.

— Anímate, todavía hay tiempo para que una luna quiera formar parte de tu equipo, aparte sino tienes lunas, sabes que las Tres Marías enviaran soldados para tu protección, incluso planetas enanos.

— ¿Que no se supone que ellos estarán en la orilla junto a la órbita de Neptuno?

— Si, son expertos en usar artillería a comparación de nosotros, que tenemos habilidades únicas y armas especiales, es más por precaución.

— Ya veo.

Se quedaron por unos momentos charlando, el campo de entrenamientos era un lugar realmente extenso, los grupos de lunas se habían reunido en sus respectivas zonas, siendo Saturno con más lunas.

____

Desde el otro lado, una pequeña luna de cabellos grisáceos, corre con desesperación, no podía creer que se le había hecho tarde, incluso teme al pensar que no habría algún lugar. Esta ansioso por conocer a su nuevo comandante, al seguir los pasos de su madre, que desafortunadamente había perdido la vida hace ya unos años, finalmente se atrevería a ver a su jefe.

Cuando llegó miro el campo de entrenamientos ya divido, sabe que no habría algún lugar, incluso mira la multitud en una zona, pensando que ahí estaría Tierra, sin embargo al acercarse y meterse entre la multitud, puede lograr a ver cierto planeta que no es para nada a la persona que busca, incluso enarca una ceja confundido.

— ¿Quien eres tú?

Una voz juvenil llama la atención del más pequeño, cosas que el chico gira su vista para verle.

— ¿Eh? Luna.

— ¿Luna? Que nombre tan estupido.

— ¡Hey! ¡No es estupido! ¿Cuál es tu nombre?

— Soy Titán.

Al escuchar su nombre se siente realmente derrotado, ya que aquel era un nombre bueno, comparado con él, su nombre no es como tal.

— Bueno, mi nombre no es Luna como tal, pero...

— ¡Chicos podrían formarse en fila por favor!

Una voz emocional se escucha al frente, obteniendo la atención de la luna y dejando de hacer tanto alboroto, la más pequeña queda confundido y solamente se gira al ver al chico que se encuentra al lado.

— Creo que me iré.

— ¿No vas a quedarte? ¿No ibas a hacer una luna de Saturno?

— No, de hecho, busco a Tierra.

— ¿Al comandante de bajo rango? Es raro, nadie quiere estar en su órbita, a pesar de tener la bendición de sostener la vida.

— ¿Por qué?

— No es el más fuerte, podría no proteger a los humanos, elegí a Saturno no solo por ser hermoso, sino para formar parte de un escudo, la mayoría de las lunas están al exterior.

Luna pudo escuchar aquello y por lo que estaba viendo, la mayoría de las lunas estaban al exterior por así decirle que la gran mayoría estaría bajo mandando de Júpiter o Saturno, siendo este último el que más abundaban las lunas a comparación de los planetas de hielo. Luna se quedó ahí viendo la fila y decidió alejarse aunque no podía negar y quedarse con aquellas lunas, sin embargo los recuerdos de su madre estando con la tierra estaban presente en viejas fotografías que eran enviadas, siguió el camino por aquella zona de entrenamiento, buscando con la mirada a su futuro planeta.

Su mente le hacía ver cómo sería, si sería amable como su madre lo describía o molesto como muchos decían, sin embargo estaba ansioso por encontrarlo y decirle que sería su compañero. Durante un buen rato pudo encontrarlo en la zona más alejada, podría decirse que estaba en una de las carpas con Marte, parecía desanimado, sentando y con su vista baja, su cabellera que estaba entre oscuro y rojo era visible, ando a entender que era algo principiante en eso.

— Vamos Tierra, no es necesario que tengas lunas, si quieres yo podría protegerte, no tienes por...

— Gracias Venus, pero pensé que al menos tendría una, realmente ¿me veo mal para esta situación?

— Tierra, vamos.

Venus y Marte hacían lo posible para animar a Tierra, ya que no parecía sentirse tan contento, su entorno era de soledad y a cierta distancia estaban dos chicos de baja estatura, estos eran las lunas de Marte, Fobos y Deimos, quien parecían confundidas ante la actitud de Tierra.

— ¡Comandante Tierra!

Un grito a la distancia llamo la atención de Venus y Marte, solo para que la Tierra alzará su vista después de llorar.

La pequeña luna llegó hasta ellos, parecía agitado, ya que cuando vio a la persona que estuvo buscando corrió con todas sus fuerzas, incluso cuando retomo el aliento, se puso firme, llevando su mano al pecho en una clara seña de respeto.

— ¡Aquí Luna reportándose para el comandante Tierra!

Hablo con firmeza, incluso su mirada mostraba determinación, los tres planetas miraron confundidos, Venus y Marte parecían un tanto perplejos, ya que se miraron entre ellos para regresar su vista. Viendo con cuidado a la pequeña luna.

En cambio, Tierra no lo pensó dos veces y se lanzo hacia la pequeña luna, quien estaba realmente confundido. Tierra estaba emocionado, a tal punto de derramar gruesas lágrimas de alegría, mientras que estaban en el suelo, Luna intentaba en lo más absoluto salir del agarre, pero al notar la felicidad del contrario se dejó abrazar.

— Parece que Tierra encontró un compañero.

— Aunque, se me hace un poco familiar.

Marte hablo, al darse cuenta de cierto parentesco a una vieja amiga, incluso miro a Venus, esperando que se diera cuenta, pero el contrario parecía tan distraído con la bonita escena de su medio hermano.

— Tierra porque no haces el informe de tu nueva luna.

— ¡Cierto! Casi lo olvido, ven, tienes que decirme todo.

El comandante de levantó y tomo de la muñeca al de baja estatura, solo para llevarlo a uno de los edificios en donde se encontraría su oficina.

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Después de una larga semana, finalmente se iniciaba el viaje, Luna estaba contento, incluso iba detrás de Tierra por un pasillo acogedor, hace momentos habían entrado a un edificio de la órbita de la tierra, el joven planeta avanzo con cuidado hasta que abrió la puerta, dejando a la vista una elegante oficina.

En una de las paredes había un completo cristal, un gran ventanal que adornaba el lugar, había estanterías con libros, una pequeña sala de estar y adornos florales o plantas, sin contar los adornos de pinturas o algunas estatuas que adornan el escritorio principal.

Avanzo hasta el cristal, dejando que Luna caminara y reconociera el entorno, hasta que se acercó al ventanal, sus ojos se abrieron grande al ver la inmensa ciudad, como las personas que estaban vivos caminaban sin ningún miedo, bueno, algunas, otras parecían aún nerviosas y viendo los detalles de su entorno, para Luna eso era fascinante.

— Señor Tierra, esto es hermoso, no pensé que así se viera el paisaje terrestre.

— Ni yo tampoco, los científicos lo prepararon hace ya un tiempo.

— Es increíble.

Mientras que Luna seguía viendo y conociendo con la mirada, Tierra se dedicó a trabajar, comenzando con el reporte, claro recibía constantes reportes de la órbita y al tener todos estos comenzaba a hacer un informe, le tomaba horas pero eran sencillos para el planeta.

Así sería en los siguientes milenios, para Tierra no sería ningún problema en absoluto, pero esperaban que con el tiempo todo fuera mejorando y que su nueva misión, no sea arruinada.

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