Era una noche oscura y tormentosa...

—Gary...

—Si, si, lo siento, solo quiero darle algo de picor al asunto!

—No se distraiga señor Goodspeed, necesitamos que sea lo más realista posible en su relato —Agrega Quinn mirando fijamente al Rubió.

Bueno, como era? Ah sí...

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Gary estaba en su casa, sentado justo al frente de la puerta, aún meditaba sobre su decisión; salir a robar, lo había hecho ya tantas veces pero aún no se acostumbraba, siempre que tenía que salir a hacer eso lo pensaba dos veces.

Pensaba en su padre, el hombre había sido un héroe, uno auténtico, Gary se sentía mal por el, por no haberse convertido en lo que había prometido, por vivir la vida de un sucio criminal.

Había prometido tener montones y montones de aventuras, y ahí estaba él, sentado frente a la puerta a punto de salir a cometer un crímen.

Pero no lo pensó más, ya había pensado muchas veces en esto y siempre llegaba a la misma conclusión... Y qué más da?

—Se levanto del taburete y puso sus manos sobre el picaporte—
Bueno, no hay nada que perder, además de mi dignidad.

Salió de la casa, tenía frío, aún con su chaqueta puesta, triste, así es como se sentía y aún así llevaba una gran sonrisa, sin embargo algo lo distrajo, un ruido, se podía escuchar algo, un zumbido a la distancia, buscó con la mirada en varias direcciones, a un lado, al otro, la ventana del vecino, incluso abrió la puerta de su casa, pero nada, el sonido solo aumento.

Y entonces se le ocurrió mirar hacía arriba y si, efectivamente, ese era el lugar del cuál provenía tal sonido.

Miedo, fue lo primero que sintió el muchacho, pero porque? Simple...

Una nave se precipitaba a su dirección, era grande, si, se veía bien, nueva, aún así poseía muchos rayones y marcas de disparos, tenía un símbolo en el costado, Gary lo reconoció sin más, era el símbolo de la guardia del infinito.

La nave se movía de manera extraña, parecía que su piloto no podía controlarla bien, Gary pensó por un momento que sería aplastado, pero se sintió aliviado cuando la misma se desvió hacia un lado, ¿que lado? El patio de Gary, naturalmente.

Aún sorprendido y sin poder dar crédito a lo que acababa de ver, Gary se dirigió a la nave.

La nave no había sufrido muchos daños, algunos rayones, ya no poseía el tren de aterrizaje y una de las turbinas se había arrancado de tajo, por suerte la nave no parecía estar a punto de explotar, así que Gary procedió a entrar.

Era una nave grande, bien equipada, casi como una casa, de hecho, estaba mejor equipada que la casa de Gary.

De inmediato Gary divisó a un ser en el piso de la nave, tenia aspecto gatuno, la espalda ancha y llevaba un traje un tanto extraño, estaba ensagrentado, parecía apunto de morir y aún así, se mantenía consciente.

—Rapidamente Gary se dirigió hacía el infortunado tripulante—
—Hey amigo, estás bien? Puedes oírme?

El tipo lentamente also su mano hacia una esquina de la nave.

—El... Mi.. mi hijo.. ayúdalo a el... ayúdalo a el...

—Gary miro a la dirección que apuntaba el tipo y observo a un pequeño, casi la miniatura de su padre, de no ser por algunos detalles, como el color de su pelaje, entre otras cosas.

Gary escucho la indicación del sujeto y se acercó al muchacho.

Estaba inconsciente pero bien, aunque probablemente tenía un brazo roto, no se acercaba al nivel de gravedad que ostentaba su padre.

Rápidamente volvió hacia el sujeto con apariencia felina, para brindar su ayuda.

—El está bien, amigo, está muy bien, solo inconsciente.

—Ah... que bien.. me.. me alegra —el tipo se retorció de dolor— ahg

—Wow, wow calma, primero llamemos a una ambulancia!

—No, no, el hospital no!
—Dijo el tipo con un esfuerzo sobre natural mientras escupia sangre—

Gary no preguntaría el porqué, el sabía muy bien que en algunas situaciones era mejor no involucrarse con la ley, así que tomo al tipo entre sus brazos, lo alzó con toda la delicadeza posible y lo llevo hacía su casa, el rubio sabía un poco sobre primeros auxilios, hizo lo mejor que pudo, y sinceramente no estaba nada mal, en los días difíciles de la criminalidad se podía coger una herida bastante fea y el hospital no era una opción en esas situaciones.

El chico fue más sencillo, lo llevo hacia el sillón y puso el brazo en su lugar, por suerte tan solo se lo había dislocado.

Observo al mayor, ¡¿como era posible que lo hubiera dejado en la mesa de la sala?!
Incluso tenia el plato sucio de la cena, el era un ladrón si, pero también un caballero, tomo al sujeto entre sus brazos y lo coloco en su cama, repitió la fórmula con el muchacho poniéndolo en la cama de invitados.

Y ahí estaba el, sentado en el sillón, lleno de sangre y sudado, completamente fuera de sí, momentos antes había estado apunto de salir de casa y ahora estaba agotado y no solo físicamente.

Salir? Robar una joya? Entrar a un bar y seducir a una dama? No, ya no tenía ganas de eso, es más, no tenía ganas de nada, así que eso hizo, durmió, ahí mismo, en el sillón, aún sin conocer al tipo en su cama.

Despertó al día siguiente, mareado, aún lleno de sangre y con un dolor de cabeza del infierno.

Lo primero que encontró fue al tipo que al cual la noche anterior había salvado la vida, enfrente de el, con un arma apuntando a su cabeza.

—Hey señor bigotes? Que pasa? Dormiste bien?

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—Veamos si entiendo, estabas a punto de ir a robar y cuando saliste de tu casa una nave calló en tu patio, entraste en ella, salvaste la vida del piloto y al día siguiente el te apunto a la cabeza con un arma?

—Si, básicamente!

—Esperen un segundo, no pienso quedar como el malo en todo este asunto.

—Vamos Avocato, no me vas a decir que así no fue como ocurrió!

—Si, si, pero no me refiero a eso Gary, tu sabes todos los detalles, no puedes culparme por....

—Señores, podrían ahorrase la discusión marital para después?
Señor Avocato, me gustaría que me contara su versión de lo ocurrido.

—Eso era lo que estaba planeando hacer señorita.

—Y por favor, no se abstenga de decir la verdad.

—No hay problema, de igual forma no tenía contemplado hacerlo.

Continuará...