Capítulo 1.
En que momento llegue a las murallas?.
Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no me di cuenta que llegué aquí.
-
-
-
-
Caminaba con rapidez buscando a un chico de cabello blanco y ojos rojos como la sangre.
Había pasado una semana que no lo veía por ningún lado, le preguntaba a la gente que si lo había visto pero muchos me decían.
¿Quién es ese aventurero?, ¿el de la familia Freya?, nose quien sea, nunca lo había visto.
Fue algo impactante, nadie recordaba a Bell, eso me hizo entender que ese día, Freya hizo algo para que nadie lo recordara, pero como yo lo sigo recordando?.
Eso no lo sé, pero no parare de buscarlo, hasta encontrarlo.
Busque por días, pero no sacaba de mi cabeza lo que me había dicho aquel ciudadano, ¿el de la familia Freya?, Bell es de la familia Hestia, no de la familia Freya, claramente Freya alteró los recuerdos de todos los ciudadanos y aventureros de Orario.
Día tras día, lo buscaba, pero no había indicios, me empezaba a preocupar y casi no dormía por la misma preocupación.
Creo que la razón por la que nunca lo olvide, fue por ¿amor?, creo que fue eso, amor a él.
Pero el no saber donde está, ni saber nada de él, solo me hacía doler el pecho.
Había pasado una semana y no lo veía en ninguna parte, el cielo y las nubes se pusieron grises y empezó a llover.
Caminaba por las calles de Orario bajo la lluvia, hasta que lo vi, hasta que lo vi pasar frente a mi.
Me sentí feliz de poder verlo nuevamente, el dolor de mi pecho desapareció y el saber que esta bien y sigue vivo me dio felicidad, pero queria hablar con él.
El no me vio, solo miraba el suelo, parecía distraído, pero parecía cansado, yo estaba lejos como para que me viera.
Lo empecé a seguir dándome cuenta que caminaba muy lento, arrastrando o rascando sus zapatos con el suelo.
Parecía triste, desanimado, olvidado no parecía el Bell que yo conocía, no tenía esa gran sonrisa que tanto me gustaba de él.
Parece que algo malo realmente malo le estaba pasando, queria saber que le pasaba, estaba preocupada, vi que su ropa estaba rasgada, como si hubiera peleado contra un monstruo o varios monstruos.
Su armadura estaba rota y muy dañada, prácticamente inservible, no se que paso como para que este así, pero parecía enfrentarse a algo fuerte realmente fuerte.
No pare de seguirlo y vi que se detuvo y cayó al suelo en las murallas de Orario, yo solo estaba detrás de él, mirándolo y agarrando y apretando mi pecho.
El estaba temblando y parecía estar llorando, parecia confundido, tenía que hacer algo.
No pude soportar más verlo así y me acerqué, me senté en mis rodillas y lo abracé por la espalda, fue lo primero que se me ocurrió.
Vi como se dio vuelta para verme a la cara, su cara y ojos mostraron sorpresa al saber que era yo, con mis manos las puse en las mejillas de él, solo para decirle algo.
-Bell- Dije en un tono suave, pero no hubo respuesta, parecía seguir sorprendiendo.
Parecía aún más sorprendido cuando dije su nombre, nose porque pero tenía que saberlo, decidí hablar una vez más por su nombre y familia.
-Bell Cranel, de la familia Hestia, ¿estás bien?- Dije en un tono algo serio.
El parecía intentar hablar, pero no podía, como si no le salieran palabras de su boca.
-Si- Dijo el en un tono débil.
Su voz, se oía quebrada y débil, me preocupé no sabia porque no sonreía, pero me preocupo más ver como su boca temblaba y cerraba sus ojos, y el como agachaba la cabeza, dándome a entender que estaba llorando.
Hay lo entendí todo, Bell no estaba bien, ni físicamente ni psicológicamente, estaba mal, muy mal, claramente la familia Freya lo esta lastimado y esta destruyendo a un chico bueno, dulce y con una gran sonrisa, que seguramente tiene un sueño.
Esto no podía perdonarse los a la familia Freya, me enojaba como estaban lastimando lo, queria hacer algo, pero yo sola no puedo con todos ellos, ocuparía la ayuda de mi familia.
Aunque no creo que puedan ayudar mucho, si los ciudadanos y aventureros de Orario no lo recuerdan, de seguro mi familia tampoco.
Yo solo lo mire fijamente, viendo como lloraba en silencio, no queria verlo así, tenía que pensar en algo para que no esté asi.
Quiero ayudarlo a no estar así, no me gusta verlo asi, me hacer doler mi pecho.
Sin dudarlo.
Hice lo que debía hacer hace mucho tiempo, algo que jamás creí que haría, hasta ahora, pero no era desagradable, sino agradable.
Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.
Apoyenme dándole a la estrellita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top