Clow

Espero, sentado dentro de mi coche, para ver si la chinita se digna a salir por la puerta principal del cementerio, y ya que me aburro enciendo un cigarrillo. Hasta ahora es mi única pista sobre Guillermo Gallagher, el pederasta ese, quiere encontrarse con ella, tengo que descubrir cómo hacer para localizarlo a través de Yuri. Alzo la vista y tiro el cigarro por la ventanilla, para acto seguido estirarme, así abrir la puerta del acompañante, entonces veo esas tentadoras piernas entrar en mi vehículo, así que me subo los lentes de sol, sobre mi cabeza, para observarla mejor.

―Y yo pensando que te irías por otra puerta, para no verme ―Sonrío.

Sus ojos bonitos se giran hacia mí y me mira seria.

―Vine aquí, porque la otra vez me dijiste que tenías documentos que podrían interesarme, así que reconsidere tu propuesta.

―Oh, me agrada tu contestación ―Me acerco a su rostro y ni se inmuta, pero de repente levanta un arma eléctrica, apuntándome con esta en el cuello, sin cambiar su gesto de seriedad, entonces sonrío ―. Huy, que miedo tengo ―la provoco.

―Tres reglas, uno, mantente alejado a una distancia prudente. Dos, concéntrate, esto es estrictamente profesional. Tres, si te veo atacando a alguna mujer, te juro que te las verás con mi taser y nuestra alianza se acaba.

―¿Algo más? Se ve que me investigaste.

―Soy una asesina profesional, no trabajo con aficionados.

No me muevo a pesar de que ella me lo advirtió, continuo con mi confianza y apoyo mi mano en el respaldo del asiento en el que está Yuri, manteniendo la cercanía.

―Eras ―la corrijo y se sorprende.

―¿Qué sabes tú?

―Yo también me tomé el trabajo de investigarte, ya que pudiste haberme mentido sobre Guillermo y ser realmente su socia, sin embargo resultó que ibas a dejar todo por tu amorcito, pero nuestro enemigo en común, te arruinó tu vida soñada con Manuel ―le digo todo lo que sé.

Se queda tildada un momento y luego reacciona.

―No quiero hablar de esto ―Retrocede ella, ya que yo no lo hice, entonces se gira para abrir la puerta del vehículo, pero la agarro del brazo, así que da la vuelta para mirarme de mala manera ―. Te lo advertí ―Me da una pequeña descarga con su taser.

¡Mierda que duele! La suelto rápido. Sale del coche y hago lo mismo para seguirla. Rodeo el auto, para ponerme delante de ella, sin dejarla pasar.

―Chinita, no quieres conocerme enojado, así que más te vale que cooperes ―la agredo lo menos que puedo por la poca paciencia que tengo.

Me observa, así que noto sus ojos humedecidos, así que se los refriega y bufa para luego recriminarme.

―No me amenaces ―aclara ―te dije que no era momento de hablar.

―Okey, lo admito, soy un insensible, pero no tengo tiempo para aguantar tu duelo, quiero terminar con la vida de Guillermo rápidamente.

―¡¿Y crees que yo no?! ―grita indignada ―Solo no nombres a Manuel ―Baja la vista hacia un costado estando afligida.

Me quedo en silencio observándola, ya que no expresa más nada. Me acerco un poco, pero alejo la mano acordándome de la electricidad de su taser. No vaya a ser que me ataque por intentar reconfortarla. Después de todo fue mi culpa que se sintiera mal, al recordarle a su amorcito.

―Lo siento ―me disculpo ―no lo volveré a hacer.

Parezco niño pequeño, ¿qué mierda?

Vuelve a observarme ante mi acotación estúpida.

―Te das cuenta de tus errores, ¿quién lo diría? Nunca había oído de un violador que se disculpe. Bueno, sin ser sincero, puedes estar mintiendo también.

Sonrío.

―A veces se puede ser sincero en el momento, pero ocurre algo que cambia esa verdad y se repiten las equivocaciones, entonces lo que fue antes una certeza se convierte en una mentira.

―Tiene lógica ―opina ―pero eso no lo justica.

―No, pero así es la realidad.

Se forma un silencio mientras nos miramos, entonces voy a decir algo para cortarlo, pero al final es ella la que habla.

―Dijiste que tenías documentos, ¿de qué exactamente? ―Frunce el ceño.

―Son las direcciones habituales que visita Guillermo, puede estar en alguna, podemos investigarlo juntos, pienso que si sabe que estuviste buscándolo, él querrá contactarse más rápido contigo.

―Calculo que no me darás la información de esos lugares directamente ―Se cruza de brazos y me río.

―Calculas bien, es mi garantía para nuestra alianza. De hecho esta noche hay un lugar al que podemos ir, se reúnen varios empresarios, solo debemos entrar y averiguar, ¿qué te parece? ―Le guiño el ojo.

Hace una pausa y bufa.

―De acuerdo.

―Ponte un vestido, es un lugar elegante ―Me dirijo a la puerta de mi vehículo.

―Supongo que sabes mi dirección ―afirma al saber que la investigue.

―Sí, así es ―Entro al coche ―. Nos vemos después.

Regreso al hotel, me ducho y comienzo a preparar todo para ir al salón. Me visto de traje cuando es la hora, entonces cuando estoy listo al ocultar mi arma, vuelvo a mi vehículo. La noche es oscura pero es iluminada por la luces de neón de las calles. Estaciono en frente del departamento de Yuri, miro el número de timbre en mis notas del celular, entonces bajo del coche para avisarle de mi llegada. Espero un momento apoyando mi trasero en el capó del auto y alzo una ceja cuando la veo salir.

Creo que me empiezan a gustar las asiáticas.

La chinita acepto mi consejo de usar vestido, utiliza uno por completo negro pero con una franja plateada a un costado. Es ajustado, así que puedo notar sus curvas y además tiene el cabello recogido, por lo tanto puedo deleitarme con su cuello.

Comienzo a pensar que la noche será difícil para mí y mi pene alocado, el cual se acaba de hinchar. Me encantaría romper esa prenda y tirármele encima, sin embargo me recuerdo a mí mismo que tengo que cuidar mi libertad condicional. Además es mi socia, no debo arruinarlo en el primer encuentro. Repito, esto va a ser complicado.

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Aaaahhh!!! Al fin <3

Debo admitir que me costó un montón escribir este capítulo, hace mucho que no escribía sobre ellos y todavía tengo que familiarisarme con los personajes :D

Así que al fin comenzamos con las actualizaciones, espero que les haya gustado el capítulo :3

Atte: Vivi.