1: Víctima y victimario

Clow

Antes era una víctima.

Varias lágrimas caen de mis ojos, respiro agitado levantando el cuchillo que encontré en la cocina del señor Guillermo. Me oculto detrás de la mesada, viendo como mis dedos tiemblan.

«Tengo miedo mami, ayúdame».

Oigo unos pasos y el susto crece. Abro mis ojos muy grandes, mientras presiono el mango del objeto que encontré, mis manos duelen de tanto apretar. Se detiene delante de mí y no puedo evitarlo, me hago pis encima.

―Oh no pobrecito ―dice con esa voz que me hace estremecer ―manchaste todo tu pantalón ―Me sonríe ―. No te preocupes, te conseguiremos uno que te quede más bonito, no tienes por qué estar triste ―Se agacha y me sobresalto ―. No tengas miedo, dame eso ―Alza la mano.

No lo miro pero veo cómo me quita el cuchillo, despacio lo apoya sobre la mesada y luego me acaricia la mejilla.

―No ―niego retrocediendo mi cara.

―Ven aquí ―Agarra mi rostro, su mano es muy grande ―se un niño bueno, ¿de acuerdo? Todavía nos quedan varios días juntos, papá vendrá y yo te extrañare mucho.

―Quiero a mi mamá ―Mi boca tiembla pero logro decir mi deseo.

―Si te portas bien, la verás muy pronto.

―Yo... yo no hice nada malo ―Más lagrimas caen de mis ojos ―no me lastime más, por favor.

―Oh no, yo no quiero herirte, entendiste todo mal ―Saca un pañuelo de su bolsillo y me limpia la cara ―yo lo que hice es darte mi cariño, eso es todo ―Me levanta entre sus brazos ―. Ven aquí, cambiemos ese pantalón, comamos algo delicioso y después te explicare bien lo mucho que te quiero.

Antes era una víctima.

Era un niño que no entendía, no comprendía lo que ese hombre me había hecho. Estuve varios días en la casa de Guillermo Gallagher, el pederasta me violo todas las veces que quiso diciéndome que eso era amor y yo ni siquiera sabía por qué me encontraba allí. La verdad es que ese hombre le había pagado a mi padre para mantenerme un tiempo con él. Entonces comprendí que a pesar de que era hijo de Raid Rockefelle, me consideró mercancía y me entrego a uno de sus clientes. Cómo el negocio que él tiene. Fue solo esa vez, pero siempre quise entender la razón ¿Tan poca cosa me consideraba? ¿Siempre me odió? Quizás nunca me quiso. Y eso siempre me ha dolido, porque yo siempre busco el afecto de mi padre.

Antes era una víctima, ahora soy el victimario.

Me encuentro sentado en el suelo del prostíbulo, mi cremallera está abierta porque acabo de tener sexo con una prostituta. Oigo como llora y por un instante siento lastima por esa mujer, sin embargo mi empatía desaparece cuando recuerdo que antes era como ella. Débil, frágil y sin ninguna posibilidad de defenderme.

―¡¡Cállate, mujer!! ―le grito mientras sigue lloriqueando en esa habitación y yo continuo en el suelo del pasillo al lado de su puerta ―Ni siquiera opuso resistencia y ahora quiere compasión, estúpida ―me quejo conmigo mismo.

No soporto a estas mujeres.

Escucho gritos desde otro cuarto y alzo la vista, al parecer al cliente le toco una prostituta problemática. Esas no duran mucho, los guardias las asesinan porque ahuyentan a los consumidores exigentes. Ambas partes siguen discutiendo y al ver que no viene ningún guarda para asegurarse que tengan un buen servicio, ya que estoy aquí me tengo que encargar. Me levanto del suelo y al acercarme a la habitación, veo al hombre que esta sobre una castaña. Ella lo rasguña con esas uñas largas y chilla como una gata acorralada. No importa qué, la muchacha que parece de mi edad, unos diecinueve años más o menos, se defiende de todas las formas posibles y eso genera una extraña sensación en mí.

Agarro el brazo del cliente y lo saco de encima de ella.

―¡¿Qué te pasa?! ―se queja el hombre.

―No vale la pena, búscate otra ―digo firme.

―Yo elijo si me interesa o no.

Frunzo el ceño.

―Pues ya no, ahora es mía ―Le pego un puñetazo y termino por partirle el labio, así que retrocede ―. Lárgate ―exijo.

―Me quejare ―Se va molesto y le cierro la puerta en la cara.

Me doy la vuelta y la chica que sigue en la cama me observa fijamente.

―Eres uno de ellos, te he visto ―Se cubre con las sabanas y sonrío.

―Gatita ―Camino hasta ella y me siento al borde de la cama, acaricio su mejilla, entonces baja la vista temblando, así que agarro su barbilla para que me mire, retrocede su cara cuando acerco la mía ―. Cierto, tienes razón, aún no, primero debes ducharte ―Apoyo mi mano en su pierna ―debes estar completamente limpia para mí ¿de acuerdo?

Las mujeres con las que me acuesto tienen que estar aseadas, me causa repulsión usar sus cuerpos cuando sé que estuvieron con otros. Es como una regla que tengo, al sentirme sucio luego de lo ocurrido con Guillermo Gallagher, siento que todo lo que está a mi alrededor tiene que estar limpio, incluyendo mi cuerpo lo más que pueda y el de las mujeres las cuales poseo.

Agarro a la chica del brazo, la llevo a mi cuarto exclusivo del prostíbulo, dónde tiene baño incluido y la termino bañando allí. Más tiempo paso con ella, más me interesa, tanto que en algún momento se vuelve una obsesión y lo único que quiero es que sea mía todas las veces que sea posible. Llega a un punto en que sus partes íntimas ya no le pertenecen y no controlo la necesidad de sentirla. Sin embargo mi paraíso que es su infierno se vuelve en mi contra.

Se fue, la gatita se fue.

Paso años extrañándola hasta que vuelve a aparecer, aun así ella elige a mi hermano Eiden una y otra vez. Me lo merezco, pero estoy demasiado obsesionado como para reconocerlo. Tanto que término en la cárcel.

Gatita.

Abro los ojos y veo el techo de mi celda, mientras estoy recostado en un colchón viejo en el suelo. Un lugar sucio. Asco, necesito un baño. Paso la yema de mis dedos por mi labio inferior y recuerdo su boca. No hay forma, no puedo dejar de pensar en ella.

Mierda, santa mano ayúdame.

Mis dedos pasan a mi entrepierna y presiono mi maldito pene por sobre mi pantalón. No, no es momento de hacer esto. Cierro los ojos.

―Gatita...

―Se ve que te diviertes ―Abro un ojo cuando escucho esa voz.

Me reincorporo en aquel piso sucio, sentándome y visualizo al Señor S.

―Estaría mejor si tuviera una mujer debajo de mí gritando ―me burlo y sonrío, señalo el ambiente ―pero estoy en este asqueroso lugar ―Vuelvo a observarlo ―¿A que debo el honor?

Entra con uno de sus seguidores y este le apoya un banco para que se sienta en la "comodidad" de mi celda.

―Vine a cobrar lo que me debes ―Se mantiene amigable.

―Ah, has venido a matarme ―exclamo con total serenidad y río ―¿Y puedo saber cómo?

Mueve su dedo y el seguidor apoya un vaso lleno en el suelo.

―Yo no vine a matarte Clow, vine a cumplir tus deseos.

―Los monstruos se van al infierno ―expreso pensativo demostrando mi locura mientras observo el líquido en aquel recipiente.

La oscuridad nubla mi ser.

―¿Te arrepientes de lo que has hecho?

―¿Eh? ―reacciono ―No ―digo sin titubear pero luego levanto la vista a mirarlo y regreso a sonreír ―. Solo cuando recuerdo que tengo conciencia, pero desaparece muy rápidamente ―Hago una carcajada y luego una sonrisa llena de malicia ―así que no.

―¿No?

―No.

―¿Seguro? ―Continua alegre.

Frunzo el ceño.

―Muy seguro, ¿o acaso tú sí lo estás?

―De algunas cosas sí ―Gira su vista a la pared y luego vuelve a observarme ―pero luego se me pasa ―Se ríe pero después se pone serio ―aunque no estamos hablando de mí.

Estiro mi mano y agarro el vaso, para observarlo detenidamente.

―Así que... aquí está mi muerte.

―Sí ―Vuelve a sonreír ―lo que querías.

―¿Por qué crees que lo haría? Yo... esperaba que lo hicieras tú.

―Porque te doy a elegir, una vida encerrado aquí o la muerte que tanto deseabas desde que Guillermo Gallagher te la arruinó.

Una sensación de asco viene a mí y mi mano pasa a mi cuello.

―No nombres a esa cosa ―Trago saliva.

―¿Y si te dijera que está vivo?

El vaso se cae de entre mis dedos y el vidrio se rompe en mil pedazos en el aquel suelo sucio. El mundo se detiene como si me hubieran quitado lo poco que quedara de mi alma.

―Mientes.

―¡Puf! Lo rompiste ―se queja y se levanta de su asiento ―. Volveré cuando reacciones ―Mis ojos lo siguen pero no le respondo, se retira junto con su seguidor.

La puerta de la reja se cierra y me sobresalto. Rato después me levanto despacio del piso y camino hasta los barrotes.

―Guardia ―digo en tono bajo ―guardia... ¡¡Guardia, maldita seas!! ―Golpeo con fuerza la reja y al no escucharme, agarro el banco, tirándolo con mucha agresión hasta esta ―¡¡Hijo de puta, te estoy llamando!! ―Sigo pegándole la reja y hago fuerza irritado ―¡¡Guardia!!

―¡¿Qué quieres Rockefelle?! ―se queja el hombre ―¡¡Deja de gritar!!

Respiro agitado, bajo la vista y me agarro de los barrotes.

―Quiero hacer una llamada ―Presiono los dientes.

―No es hora ―expresa cortante.

―Te pagare ―le digo y hace un silencio. Me mira sin responder, así que agrego ―. Sé que no eres un oficial ejemplar, ayúdame.

Se ríe.

―No seas estúpido ―Hace una pausa y luego baja la voz ―. Además, ¿de dónde sacaras ese dinero?

―Tengo, mucho.

Entrecierra los ojos.

―¿Dónde?

―En mi cuenta bancaria, obvio ―Ruedo los ojos.

―¿Y cómo piensas pasarlo?

―¡Tengo unos putos contactos! ―Golpeo la reja ―¡¡Maldita seas, déjame hacer esa estúpida llamada!! ―Aumento la voz irradiando ira.

Luego de pensárselo al fin accede el muy imbécil. Me guía por el pasillo correcto y levanto el teléfono marcando el número rápidamente. Bufo cuando me atiende.

―Necesito salir, ahora ―exijo.

―¿Y por qué te ayudaría? ―opina fríamente como siempre ―Te vendría bien un poco de cárcel, no me beneficia en nada tu partida.

―No te burles Hermes, tengo que salir ¡Ya! ―grito y luego agrego ―Te pagaré.

―Aunque tu oferta es muy tentadora, no puedo, estoy ocupado.

―Y yo tengo que matar a alguien ―Presiono mis dientes ―te pagaré el doble.

―Te escuchare ―Cambia de opinión cuando subo mi oferta ―¿pero a quién vas a asesinar? Todo depende de tu respuesta.

Sonrío con malicia.

―A Guillermo Gallagher.

Al terminar la llamada, regreso a mi celda, pero cuando abren la puerta, visualizo otra vez al Señor S, sentado en un banco y el vaso de nuevo en el suelo, sonriente me mira como si no pasara nada, entonces acota.

―Cambie de opinión, oí lo que hablaste con tu hermano mayor y modifique la sustancia que te quiero ofrecer.

Entrecierro los ojos intentando entender.

―¿Qué quieres decir?

―Que a Hermes le será más rápido y fácil sacarte de aquí si tienes la identidad de otro preso, solo debes fingir tu muerte.

Me río.

―¿Y qué quieres a cambio?

―Tu silencio, tu lealtad, no olvides que aún sigues siendo mi seguidor, todavía tenemos muchos negocios juntos. Claramente puedo ayudarte y tú sigues siendo alguien que puede obtener mucha información, no eres un simple hombre.

―Me halagas pero, ¿no crees que Hermes sospechara?

―No pasará, porque seguimos en secreto como siempre o sufrirás las consecuencias de desafiar a Serpiente ―habla de sí mismo en tercera persona y señala el vaso ―. Te dejo esto aquí, sé que tomarás la decisión correcta, dale mis saludos a Merche, yo haré el resto ―Se retira.

¿A la gatita? Quedo confundido y agarro el vaso del suelo.

―¿La gatita está aquí? ―susurro.

―¡Hey! Rockefelle, tienes visitas ―me indica el guardia y luego opina ―. Demasiadas, no te acostumbres.

Bebo lo que S. me ha dejado, no me interesa si vivo, muero o lo que suceda, mientras pueda verla no me importa nada. Voy al encuentro con Mercedes Becker, el nombre completo de mi obsesión, me siento en una silla y hay un vidrio que nos separa, pero no evita que me hipnotice. No sé lo que le digo pero al quédame encandilado con todos los gestos que hace, no puedo concentrarme, me enloquece desde la primera vez que la vi, así que pierdo los sentidos de lo que sucede hasta que reacciono con su pregunta.

―¿Quién es S?

No estoy seguro de lo que le respondo, pero me doy cuenta de la razón de su visita y por qué él ha dicho que se encargaría.

―¿Cómo que lo viste hoy? ―expresa sorprendida de algo que dije, lo cual no estoy seguro, pierdo la cabeza cuando estoy cerca suyo.

―Sí, me vino a cumplir mi sueño ―Me río ―hoy iré al infierno, viniste justo gatita ―le cuento un poco de lo que ya sabe, sobre mi deuda que al final es falsa, porque Guillermo Gallagher sigue vivo, ya que el Señor S no cumplió su palabra mintiéndome.

―¿Vino a matarte? Yo te veo vivo.

―Vino a proteger su nombre, pero puedo decírtelo si quieres, debería hacer algo bueno antes de morir ―exclamo ya que empiezo a sentirme mal, ni idea que tenía esa bebida, pero solo me da ganas de vengarme y olvidarme aquel pacto que hicimos hace tan poco.

―No vas a morir Clow, vas a pudrirte en la cárcel.

―Claro, lo que la tigresa diga ―Comienzo a toser ―porque ya parece que no eres gatita, te felicito ―Toso otra vez.

En definitiva lo que tome, sí va a matarme.

―¿Qué te ocurre? ―Me mira confundida.

―Ya te lo dije... voy a morir ―De repente escupo sangre y mi ira contra S empieza a crecer porque aún Guillermo Gallagher sigue vivo. Como puedo, insisto algo mareado y confuso por el efecto de la droga ―¿Dónde estaba? Te diré quién es S... ―Siento el gusto de la sangre en mi boca y hago un gesto de desagrado, olvidando lo que iba a decir ―. El sabor a metal es un asco.

―¡¿Quién es S?! ―grita desesperada y quiero declarar tantas cosas.

―Tigresa, te amo.

―¡¡Si me amaras no hubieras hecho todo lo que hiciste, ahora dime quién es S!! ―insiste y la entiendo, mi conciencia me lo recuerda.

Tiene razón, el amor no debería ser así.

―Cierto... ―Escupo más de ese líquido rojo, intentando concentrarme y hacer algo bueno por ella una vez en mi puta vida ―el nombre de S. es... ―No logro llegar a decir nada, ya que más sangre sale de mi boca y al intentar sostenerme caigo al suelo, empezando a perder la conciencia.

Oigo como tanto los guardias presentes como los paramédicos mienten diciendo que he muerto, entonces me doy cuenta que el Señor S. cumplió su parte del trato, aunque en el proceso decidió destruir mi estómago.

Días después, tengo otra identificación y el antiguo Clow supuestamente ha muerto, sin embargo aquí es donde comienza realmente mi nuevo camino. Solo espero no arruinarlo, pero con mi suerte, seguro iré al inframundo, porque es cierto, los monstruos se van al infierno.

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¡Hola!

Pensar que este capitulo antes era tan corto y ahora es recontra largo xD

Quiero aclarar que esto ya NO es una historia alternativa, por si ven algún comentario que los confunda, Clow esta más vivo que nunca y nos va a traer escenas ineditas de toda la saga, por ejemplo cosas que no hemos visto en Caras :"3

Tambien hemos revivido escenas y visto su pasado, creo que este capitulo fue una bomba de tiempo, espero que les haya gustado <3

Y que no se hayan confundido con los saltos de tiempo xD

Es que en un solo capítulo vimos toda la vida de Clow jajaja

El proximo es de Yuri <3

Atte: Vivi.

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