3: Engaños del pasado

Dean

Todavía recuerdo cuando me convertí en el Señor R, iba a escapar, Jayce Markov se robó mi pase de salida, mi padre murió y mi hermano desapareció, entonces obligatoriamente tuve que obtener el título de Señor Letra. Hace tres años la mala suerte inundó a mi vida, pero aprendí a adaptarme, en el proceso ayudé a Ellie, ella junto con mi hija son lo único bueno que me ha quedado de esta mierda de existencia. Actualmente la única cosa que me importa es protegerlas a ambas, nada más, ya que se han convertido en todo mi mundo.

Camino saliendo de un edificio luego de haber cerrado algunos negocios fraudulentos, que ni quiero nombrar a quienes estamos vendiendo. Me detengo en la esquina cuando veo acercándose a una limo. De hecho no paro por eso, sino porque me duele el disparo de mi torso, así que me agarro de manera fuerte la herida. Eso me pasa por entrometerme en lo que no debo. El vehículo se para en frente de mí y frunzo el ceño cuando baja la ventanilla polarizada.

―Adelia ―digo molesto y ella sonríe.

La jefa de Rosa Negra me mira de arriba abajo.

―Te ves bien pero... ¿Tienes buenos médicos? Quizás tu esposa no sabe atenderte como debería.

Ruedo los ojos.

―No sé qué quieres, pero no tengo tiempo para esto.

―Agradecerte por ser un caballero y protegerme, recibiendo el disparo por mí, que sexy ―Se muerde sus carnosos labios.

―De nada ―Me giro para ir hacia la otra cuadra y alejarme lo más pronto posible de esa mujer.

Adelia baja del coche y camina hasta interponerse en mi retirada.

―¿Tanto me desprecias? ―Apoya su mano levemente en mi chaqueta.

―No, no tienes importancia para mí.

―¿Acaso no es importante todo lo que he hecho por ti?

Alzo una ceja.

―¿Ayudar a que me convierta en el Señor R? No, gracias.

―¿Cómo lo sabes? ―Se aparta sorprendida.

Miro hacia un costado.

―Tengo mis propios informantes, lo único que no pude descubrir es lo hiciste con Edwin.

―Si te consuela de algo está vivo y ni ha movido un dedo para avisarte, ni sé para qué te preocupas ―expresa con desagrado sobre mi hermano ―. Seguro está planeando hasta deshacerse de ti, por eso quiero ofrecerte mi protección.

Alzo la vista para mirarla fijamente de nuevo.

―Si se encuentra en mi contra es por tu culpa, así que ni te gastes en intentar arreglarlo, tú lo hiciste desaparecer.

―Cross quería hacer eso, yo solo le di una ayudita, sabes claramente que quiere mantenerte cerca, ya que ahora eres el esposo de Ellie Divine.

―No me importan tus excusas ni las razones de él ―Me acerco a su rostro con un gesto amenazante ―pero no se metan con mi mujer, ¿entendiste?

Su sonrisa se borra.

―¿Tanto te gusta?

―La amo, es mi esposa ¿Qué esperabas? No me casé con ella por conveniencia como seguramente estás pensando.

Rueda los ojos.

―Eso decías de mí antes y mira cómo acabamos.

―Terminamos mal porque decidiste jugar a dos puntas y juraste amar a los dos de la misma manera, eso me parece tan absurdo como tus planes de "ayudarme" a convertirme en R, que casualmente nunca me interesó.

Me mira sin una sola expresión en el rostro.

―Dean... yo no...

―Puedes irte a la mierda Adelia, porque sabes que es verdad. Casualmente descubrí hace poco quién es Claire M. Tyrus, tu enemiga mortal, la que te arrebató a tu amante ―Miro hacia un costado ―. No sé ni para qué seguimos hablando de esto, ya es pasado y no importa.

Sus dientes se presionan.

―No mientas, sino no me hablarías con ese rencor, ni siquiera hubieras intercedido con el disparo, deja de engañarte a ti mismo.

Vuelvo a mirarla directo.

―No lo hago, te ayudé solo porque no quiero más problemas y no estoy enojado, ya pasó. Solo no quiero saber más nada de ti, ¿es tan difícil de entender? Terminemos esta conversación en buenos términos.

De mala gana, deja de insistir y vuelve a su vehículo. Cuando la limusina se va, veo venir a uno de mis empleados, en realidad uno de los tantos designados para acompañar a R en sus negocios, en este caso, yo. Se disculpa por llegar tarde pero yo ni caso le hago, no me interesa, solo me dispongo a dirigirme a mi auto. Antes de subir al coche, le entrego los documentos, luego entro y arranco el automóvil.

―¿Seguro que puede manejar usted? ―pregunta por mi herida.

Alzo una ceja.

―Sí, no me rompí la pierna o algo así ¿Por qué preguntas?

Me parece extraño pero igual no le hago caso, dice que es por protocolo, pero no le creo nada, de hecho porque es la primera vez que me hacen este tipo de cuestionamientos. Continúo mi camino, entonces cuando termino mi recorrido conduciendo hasta mi casa para almorzar, me doy cuenta que el freno no funciona. Era una trampa y no puedo detenerme, he sido engañado.

Un auto se me cruza en el camino e intento esquivarlo, pero de todas maneras recibo el fuerte impacto, maldición.

___

Primera narración de Dean en este libro y ya lo lastimé :v soy mala persona 😂

No les dije, pero Dean me recuerda a Eiden, no solo porque es bueno, sino porque ya sabemos la razón de que se llevó el palazo, es genética pura esa mala suerte xD

Atte: Vivi.

Pd: Hace tiempo no dejaba una nota de autora jajaja ❤

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