6: Venganza
Madeleine
Una llave magnética abre la puerta de su departamento, entonces pasamos llegando a un living. Estoy sorprendida, él vive en el mismo edificio en donde trabaja, este solo es el último piso de la empresa Cristales. Alzo la mirada al ventanal, se puede visualizar todo desde aquí, un sillón da justo en dirección para ver la hermosa vista, donde se nota todo tan pequeño desde arriba. Me acerco pero me detengo al observar una pared, está vacía, pero presiento que en ese espacio iba un cuadro.
―Tenía una pintura de Ellie Divine ahí ―declara de repente Christofer y me sobresalto, así que me giro a verlo ―. No esperabas que dijera eso, ¿cierto? ―Me regala una sonrisa.
―Se nota que había un cuadro, el lugar está vacío pero... ¿Por qué tener una imagen de mi madre en el living? ―Frunzo el ceño.
―Me gusta la historia, ya te lo dije ―Hace una pausa mirando la pared ―. Tuve que entregar esa obra de magnifico esplendor, alguien la necesitaba más que yo, había algo oculto en ella ―me explica.
―Tus aficiones me repugnan, sobre todo por como las obtienes, de una manera corrupta y sin dignidad.
―¿Me acusas? ―Se acerca hasta mí y retrocedo, entonces me choco con el respaldo del sillón, así que no me queda otra que detenerme, apoya su mano allí, al costado de mi cintura ―¿Por qué me tratas así? ―Aproxima su rostro al mío ―Tu marido hacia cosas mucho peores que yo.
Entrecierro los ojos.
―La diferencia es que tú no eres mi marido.
Se ríe.
―Cierto ―Aleja un poco su rostro ―. Aunque sigo sin entender la razón de amarlo tanto ¿Te gustaba que te maltraten, Madeleine? Ambos sabemos que Raid Rockefelle no era el esposo ideal.
―Eso no te importa.
―Te golpeó, te encerró y lo que más te molesta, te fue infiel, y eso incluye a las mujeres que violó y vendió, ¿acaso no lo ves?
―¿Y? ―Alzo una ceja ―No es tu asunto, yo puedo amar al que se me cante una mierda, ¿entendiste? ―expreso molesta.
―Te duele oír la verdad, aunque debió ser más duro verla ―Acaricia mi cabello y bajo la vista ―. Háblame de sus amantes.
―Cállate.
―Le gustaba estar con Leandra, por lo que entendí. Era tu amiga y tú lo toleraste, y creo que lo sigues haciendo aunque sabes que está muerto.
―¡¿Por qué me torturas?! ―Lo empujo sintiendo mis ojos humedecerse ―¡¿Qué quieres de mí?! ―grito frustrada ―¡¡Déjame en paz!! ―Mis lágrimas caen.
Él ni se inmuta y se queda mirándome, como analizando mis movimientos, sé que oculta algo, pero todavía ni idea del qué.
―¿Por qué te acomplejas? Tú quisiste venir aquí, pensé que me estabas coqueteando, no sé si te sea buena estrategia para escapar ¿A Raid le coqueteabas y te funcionaba? Dime.
Presiono los dientes.
―No ―me limito a decir hasta que se me escapan las otras palabras de la rabia que tengo ―. Se iba con su puta favorita.
―Seline ―expresa un nombre que desconozco.
―¿Qué? ―digo confusa bajando la tensión.
―La madre de Eiden ―aclara el nombre del hijo menor de Raid.
Mi marido tiene cinco hijos, tres conmigo, uno con Leandra y el último con la prostituta con la que estaba obsesionado.
―¿Cómo sabes...
Me agarra el rostro con fuerza de repente y aproxima el suyo a centímetros, tanto que puedo sentir su respiración.
―Me apasiona la historia, quiero conocer todo sobre la Sociedad de las Letras, pero tienes razón, si hay algo más, no te secuestré solo porque quiero que me cuentes todo, también te tengo porque quería saber que se siente ser Raid Rockefelle ¿Sabes por qué? Porque Seline era mi esposa ―confiesa.
Quedo paralizada.
―Tu... ¿Tu esposa?
―La prostituta, la puta de la que hablas, la mujer que se suicidó en el prostíbulo, era mi mujer ―Me mira fríamente y acto se seguido me suelta, retrocede entonces se gira en dirección hacia una mesita, para servirse un poco de vino, agarra la copa y la bebe ―. Aunque la historia no termina ahí.
―¿Qué... ¿Qué quieres decir?
―No te hablé nunca de mi hija, ¿cierto? ―Mueve el vaso y sorbe otra pizca del líquido, mojando tan solo un poco sus labios, aleja el recipiente, entonces queda perdido en sus pensamientos mientras me aclara lo que sigue ―Esa parte de la historia es más horrible todavía.
Trago saliva.
―Entonces todo esto es por venganza ―afirmo.
Vuelve a dejar la copa en la mesa, se gira a mirarme, entonces me sonríe.
―Soy una persona pacifica, Madeleine ¿Me crees capaz de violarte? ―pregunta de repente y me paralizo ―Dime ―exige afligido ―. Lo que respondas puede determinar lo que ocurra esta noche.
___
Tengo miedo 😅
¿Se esperaban la revelación de la madre de Eiden?
¿Creen que se vienen cosas malas en el próximo capítulo? Yo estoy asustada xD
Atte: Vivi.
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