2: Remplazo
Edgard
Voy por la ruta manejando con la vista hacia al frente y mi amiga revisando su bolso, preparándose para cualquier cosa que pueda ocurrir. Después de contarle lo que está ocurriendo, decidió acompañarme, insistí en que no hacía falta, que la mantendría al tanto, pero Malya es una caprichosa obstinada. No la culpo, así la quiero. Ella alza la vista y me sonríe, subo mis lentes de sol sobre mi cabeza, entonces la observo un momento para luego volver a mirar a la carretera.
―Se nota que confías en Hermes, porque no te veo preocupada ―opino ―, eso es genial.
―Lo estoy pero... ―suspira antes de seguir ―es mi demonio, él no puede morir tan fácilmente ―Parpadea varias veces de manera coqueta con cara de enamorada ―yo sé que volverá a mí.
―Ay que romántico ―digo emocionado.
Hace una risilla y me mira de manera picara.
―¿Y qué hay de ti? ¿Dónde está el amor? ¿Russell? ―Se me acaba de ir el humor y creo que Malya se dio cuenta porque me cuestiona ―¿Qué pasa? No me digas que sigues con lo de Ethan ―Suspira ―. No deberías...
Presiono la mano en el volante, sigo con la vista al frente sintiéndome molesto, pero igual la interrumpo, ya que lo pienso de forma detenida lo que le voy a decir.
―No tiene que ver con él, es que... ―Hago una pausa ―discutí con Russell.
―¡¿Qué?! ―Se sorprende ―¡¿Por qué?!
―Sé que me oculta algo, ni idea el qué pero...
―¿Tienes pruebas acaso? ―Se indigna ―Mira, para mí quieres evadir una nueva relación por lo de tu novio difunto, pero no puedes vivir en el pasado, te lo prohíbo ―Mueve el dedo como acusándome.
―No es eso, Malya ―insisto negando con la cabeza ―. Sinceramente Russell me trae desconfianza.
―¿Te hizo algo malo? ―Alza la mano agitando el puño furiosa ―¡¡Porque si es así, lo golpeo!!
―Gracias ―Me río ―no me hizo nada ―Me quedo pensativo un momento ―. Solo se comporta raro.
―Raro ¿Cómo?
―Hablas con gente que no conozco y evita el tema cuando le pregunto.
―Hermes habla con gente desconocida y no por eso le ando cuestionando todo ―Rueda los ojos ―¿No estarás celoso y ya?
―El celoso es él, no yo ―aclaro ―. Con sinceridad, la relación se está estancando y ni siquiera comenzó, quizás es porque no estoy enamorado ―Muevo los hombros ―quizás simplemente no me interesa él.
―¡¿Cómo lo sabes?! ―grita con euforia y luego me mira picara ―¿Es malo en la cama o es todo un experimentado? ―Mueve las cejas.
Me río.
―Si te escucha Hermes, seguro nos mata.
―¡¡Hermes no está aquí, y quiero los detalles de mi amigo gay!! ―Agita las manos entusiasmada.
―¡Puf! ―Bufo ―La verdad no es nada del otro mundo el hombre y no lo disfruté mucho, necesito un mejor macho.
―Empiezo a pensar que no estás enamorado ―Se pone la mano en la barbilla pensativa al opinar.
―Es lo que te estoy diciendo hace más de media hora.
Se ríe.
―Vale, perdón, y no fue tanto tiempo.
No le contesto pero me mantengo sonriente mientras conduzco las calles contento. Le indico a Malya que antes de ir a la casa de Merche, debemos hacer una parada más. Se queja un poco porque está ansiosa, pero cuando le digo el motivo se tranquiliza. Resulta que antes de visitarla, torture a un tipo, no cualquiera, un Seguidor de la Logia, gracias a él conseguí varia información. Logre contactar con otras personas también, como Zack, pero este hombre, al que le saque la data, está más al tanto y además lo deje desangrándose para que me dijera exactamente dónde se encuentra Hermes. He aquí el interés de Malya por saber y el mío, por ver si el pobre tipo no se me murió sin querer.
Al llegar, bajo del coche y le digo a mi amiga que se quede en este, se queja pero al fin, una vez en la vida me hace caso. Bueno, no creo que tanto, pero al menos un poco. Al entrar al galpón, visualizo al tipo atado en la silla, me manche con su sangre hasta que habló pero... me acerco, alzando mi cuchillo, aunque lo bajo cuando veo una herida distinta, la cual sé que yo no le generé.
Algo raro ocurre aquí.
Oigo unos aplausos y alzo la vista, mi arma blanca se cae al suelo cuando lo veo, quedo pálido, no sé ni que decir.
―¿Cómo...
―¿Cómo es que estoy vivo? ―Sonríe el cobrizo y me observa con esos ojos grises viendo mi reacción, calculando todo al parecer ―Muchas razones.
―Clow yo... no sé qué...
―No hace falta que me des un discurso hermano mayor, lo importante es lo que ocurre aquí y ahora ―Camina hasta la silla dónde está el hombre y apoya sus manos allí ―. Tu amigo me estuvo contando dónde se encuentra Hermes.
―¿Y tú por qué quieres saber? ―expreso despacio.
―Negocios, siempre negocios.
―¿Vas a decirme lo que te dijo? ―Observo al seguidor que al parecer no estoy seguro si sobrevivirá esta noche, como para contármelo.
―Sí, ¿Por qué no lo haría?
―No lo sé, nadie sabe lo que piensas en realidad ―opino y se ríe.
―Cierto, tienes razón ―Hace una pausa hasta que alza el papel con lo que supongo es la dirección y lo agarro rápido, por si las dudas se arrepiente ―. Una cosa más, no le digas a nadie que me viste.
Frunzo el ceño.
―¿Por qué no? Te recuerdo que a las personas que les trae problemas tu existencia son familia y amigos, aunque seas mi hermano yo...
―Le traerás problemas a Hermes ―me interrumpe serio.
―¿Qué quieres decir?
Se gira para irse mientras enciende un cigarrillo y vuelve a sonreír.
―¿Quién crees que me libero de la cárcel? ―Cierra la puerta por dónde vino y se oye el ruido de esta mientras quedo paralizado.
¿Hermes lo saco de allí? ¿Por qué? Tanto tiempo guardando el secreto ¿Y qué hay con su muerte? Por lo que sé, Merche lo vio morir frente a sus ojos. Esto es demasiado complicado y aún tengo a Malya esperándome, necesito pensar. Salgo del galpón, le doy la dirección a mi amiga al subir al coche y le cuento que estoy cansado. La dejo cerca de la casa de su hermana y me dirijo a mi apartamento para aclarar mi mente.
Cuando estoy en mi casa, tomo un jugo de naranja y me siento en mi sillón, pero mi tranquilidad se va lejos cuando tocan el timbre. No tengo paz ni un segundo al parecer. Dejo el vaso sobre una mesa y me voy a abrir. Pienso que es Russel así que directamente hablo como si fuera él.
―Ya te dije que no quiero hablar con... ―Me quedo callado cuando veo a un hombre alto, moreno, ojos avellana, bonitas facciones, bien vestido, que buen traje, y atractivo también ¡Dios me mando un ángel a la puerta y no me entere! Sonrío ―lo siento, pensé que eras otra persona ―Me sonrojo.
Saca una tarjeta y me la entrega.
―Soy el detective Erik Hanson, remplazo a Demetrio Galván en sus funciones por el altercado que tuvo ―insinúa su muerte de forma discreta ―y ahora soy el encargado de toda la investigación referida a la Sociedad de las Letras, ¿Podría hacerle unas preguntas?
¡Ay es mi enemigo mortal! ¿Por qué mi enemigo mortal es tan guapo? Un flechazo en el corazón hacia la ley no es buena idea cuando soy un delincuente, hombre descartado. Es lamentable, queda fuera de mi lista de posibles pretendientes. Maldita vida, siempre en mi contra.
~•~
¿Les gustó el narrador? 😍 Edgard también merece mi atención 💕
Amo lo prohibido 🌚 adiós Russel, hola Erik 7u7
Atte: Vivi.
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