¡Estoy muy pero muy feliz! Hoy cumplimos un mes con Yoongi yeeei,puede que sea poco pero lo conozco desde hace ya unos meses atrás además es mi primer novio obvio llevo la cuenta de todo.

Le tengo preparado un almuerzo para que comamos muy rico y de regalo un collar de plata.

Soy muy detallista pero lo vale para mi novio. Aún que Yoongi no me ha escrito de vuelta los mensajes desde ayer,le tuvo que pasar algo a su teléfono estoy seguro.

Ahora me estoy preparando para ir al colegio y que me pase a buscar el novio descuidado. Aún tengo la caja de cereales de antes de ayer en el supermercado,solo queda una porción y se acaba.

Cierro el recipiente de vidrio y la cajita donde estaba su collar y los meto con cuidado en una bolsita rosita.

Voy hacia mi habitación y me pinto los labios de color cereza para mirarme por última vez y sonreír inconscientemente.

Son las 7:15de la mañana y Yoongi no ha pasado por mi aún. ¿Le habrá pasado algo? el siempre para por mi mucho antes de entrar para besarnos por ahí. Mejor me voy solo para no llegar tarde y después no me dejen entrar.

Mientras camino me miro lo que llevo puesto,unos jeans negro rasgados en las rodillas con una polera blanca y camisa roja,para ser algo simple me veo bastante bien espero impresionarlo y darme de regalo una buena follada.

Mi sonrisa no desaparece hasta llegar a la entrada del colegio y aprieto la bolsita rosa donde llevo mis regalos y miro mi celular para ver la hora,faltan solo 30 minutos para el inicio de clases.

Camino por los pasillos vacíos hacia mi clase correspondiente y una risa aguda bastante conocida resuena por el pasillo donde voy caminando llamando mi atención,me doy la vuelta para mirar hacia ella.

La bolsa con comida y el regalo caen al suelo provocando un fuerte sonido por el choque de esta quebrandose no solo el vidrio del recipiente donde estaba la comida si no también mi corazón.

Yoongi estaba besando a Jisoo frente a mi.

Ellos con el escuchar de algo rompiéndose miran hacia mi y unas sonrisas cómplices aparecen en sus rostros sin importarles el niño de mejillas rojas derramando lagrimas en pleno pasillo escolar.