El sábado pasó volando. De un dolor insoportable en el trasero a un recuerdo de como cierta persona perdió su virginidad. Cada vez que lo recuerdo se me eriza la piel. Esta incrustado en mi piel como un tatuaje. Sus gemidos mezclados con los míos y el placer que recibí no lo olvidaré nunca.

Ya era lunes de clases e iba de la mano con Yoongi,más que feliz. Nuestras manos iban entrelazadas mientras caminábamos y pequeños besos me eran robados sonrojándome de inmediato.

-¿Y si no vamos a clases y repetimos lo del sábado mmh?.-me dice Yoongi coqueto cuando llegamos a nuestros casilleros. Me doy la vuelta ignorando su propuesta ya que me causaba un millón de emociones.

-Ya entramos,ya cállate me da vergüenza.-le digo sacando mis libros correspondientes para después sentir como de apoco Yoongi me apegaba a los casilleros pegando su pelvis a mi zona baja.-Yoongi estamos en el colegio cálmate.-digo totalmente sonrojado y muerdo mi labio cuando siento sus manos en mi cintura.

Empiezo a murmurarle cosas para que dejara sus hormonas para otro día sin estar conscientes de una figura femenina al lado de nosotros mirando nuestro espectáculo.

Un carraspeo nos separa totalmente enrojecidos por ser descubiertos y ruedo los ojos cuando se quien es.

Jisoo.

-Lo siento por arruinarles sus mariconadas.-dice mirándose las uñas color rojo intenso.-Pero necesito hablar con Yoongi.-nos mira para después posar sus ojos en mi.-a solas.