Capítulo treinta y tres

Al inicio de todos los tiempos, cuando el espacio no era más que polvo de estrellas los dioses vagaban por la inmensidad, siendo creados al momento de que todo fue creado, junto con el universo. Algunos dioses decidieron usar sus cósmicos poderes para moldear galaxias, hacer civilizaciones y jugar básicamente partidas de Risk. Llenar sus propios egos elaborando religiones y cultos.

Y Choba, simplemente quería explotar la creatividad humana y el que pasaría. Nacido de polvo de estrellas entre una constelación cerca del límite observable conocido por el ser humano, junto a otros dioses germinados. Básicamente nació tarde, unos cuantos milenio o millones de años después de los dioses más antiguos, a su lado, otra semilla que no germino a la que considera su hermana ya que estaban hechas de prácticamente el mismo material. Vagando por los mundos de diferentes dioses y siendo ahuyentado por estás perturbado sus juegos. Decidió simplemente ir a la tierra, dónde hay Miles de millones de dioses, según los humanos, pero solo son el mismo dios representado de diferentes formas.

Se nombró a si mismo el dios de la segunda vez, ya que es capaz de transplantar conciencias entre realidades previamente pensadas.

Después de vagar en los diferentes niveles de conciencia, arruinado por ahí, y amante del nada que hacer decidio un día después de muchos siglos (para el un martes cualquiera) ver las conciencias que se desvanecían, fue ahí donde encontró a "Honey" una idea surgió y recordó que tenía una semilla son gemrinar de un dios. Sabía la capacidad de engendrar de las mujeres terrestres, así que la trajo consigo. Una anciana, con una enfermedad terminal, acompañada de toda su familia pero, insatisfecha. Después de presentarse como el dios de la segunda vez y ofrecerle un mundo al que quiera ir pero con la condición de que su hermana naciera y que está haya aceptado, su conciencia la metió en una chica quien dormía con tranquilidad en su gran cama. Asegurar un futuro a su hermana como experimento le haría divertirse un poco en esa eternidad.

Y aquí está, ahora, caminando de sin rumbo después de dejar que la chiquilla inútil haga su drama, pensando en como manipularle para que se mantenga segura o su hermana terminará en un intento fallido. Suspiro pensando mientras seguía caminando por las calles húmedas, de la reciente lluvia. Al caminar noto a cierto personaje relevante en la historia a la que metió a Honey, entro al edificio y camino a esta persona.

-¿Killua? - el chico se giro, mientras su piel se erizaba, no había notado los pasos de este chico. - ¡ah! Eres tú. Que gusto verte, ¿Esta Gon contigo?

-Ah si, fue a buscar su caña de pescar la olvidó. - dice el con calma. - ¿y Honey no está contigo?

-No, la dejé por ahí haciendo unas cosas, vine a dar una vuelta.

-Quiere decir que está cerca. -agudizo sus sentidos, para sentir su presencia.

-No, está lo suficientemente lejos. Y necesito un consejo. De alguien que tiene hermanos a a alguien que tiene hermanas. La verdad es que me ha estado tratando un poco mal estos días, y no me pone atención cuando estoy a su cuidado.

-Bueno. Cómo haz de saber ya, no soy quien para hablarte de relaciones entre hermanos.

-Estoy enojado, quiero hacerle una broma, ¿Alguna idea?, planeaba meterle un sapo en la almohada.

-Eso es de novatos, déjaselo a niños de 3 años. Dale un buen susto, finge morirte o algo. -dice pensando en maneras de haberla asustarse de verdad.

Ahora, Killua, ignorando el hecho de que le gusta Honey, y está enamoradisimo de ella, de alguna manera también quiere hacerla llorar un poco por machacar sus sentimientos, así que está dispuesto a ayudar a su hermano menor con eso.

-Yo solo molesto a Milluki, y de vez en cuando a Kalluto. -dice él. -A Milluki basta con romper sus figuras, pero no cualquier figura, si no la figura, para ello requiere cierto grado de investigación, buscar la que más le gusta o la más rara del mercado, la que más se haya tardado en conseguir. A la que le haya pedido dinero prestado a alguien. -dice recordando la malicia.

-Creo, que se cómo darle un buen susto. -sonrie -Le traeré a alguien con quién no desea hablar.

Killua mira a Choba, notando su altura.

-¿cuántos años tienes?

-12. -Dice a secas, el mete la mano en los bolsillos de su short y saca un chocorobot, entregandoselo a Killua -Saluda a Gon de mi parte. -Da la media vuelta y camina afuera dando saltitos, rápidamente desaparece de la vista de Killua, desapareciendo su presencia de igual forma.
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Kurapika mira fijamente la puerta desde su pequeño hotel de habitación, está sobre la cama pensando en ciertas cosas que han pasado estás últimas horas. Suspira fuertemente y gira sobre la cama frunciendo el ceño, ofendido por el comportamiento inmoral de Honey.

Dudaba mucho, que todo esto se tratara de hacer un tipo de favor, quiero decir, estaba segura de que ni siquiera había mencionado algo de la masacre de su clan, y menos que era miembro de Kuruta, no recuerda absolutamente ningún momento de hablar sobre algo tan privado de su vida con Honey, quizá Leorio... No, el era incapaz de hacer esto, aunque lo dudaba mucho teniendo en cuenta de que su tonto amigo era débil con las damas. Su puerta fue llamada, dos veces, espero un momento hasta que escucho unos pasos alejarse. Abrió la puerta rápidamente sin ver el ojo de pez de este, sabía que era Honey, otra duda más, de como ha descubierto su habitación, y donde estaba hospedado, aunque dudaba ya mucho más de su propia capacidad de juicio sabiendo que era hija de uno de los diez de la mafia, tenía acceso a un montón de información. Bajo su vista al suelo, y noto dos cilindros llenos de lo que parecía ser agua... Ambos contenían, ojos de su clan, encendidos al rojo vivo que los caracterizaba. Su corazón palpito de nerviosismo, los llevo rápidamente a su habitación y los puso sobre la mesa, analizando los, reviso la base de estos y había una nota.

«Se que no deseas verme, y lo comprendo, es raro, y digo cosas raras de vez en cuando, pero fui sincera cuando dije que quería ayudarte a recuperar los ojos de tu clan, uno de estos es verdadero, la habilidad de uno de los miembros de él Ryodan es la copia, no debería tardar en desaparecer el que es falso así que traje los dos, creyeron que podían engañarme.al darme uno falso pero no tomaron en cuenta que sabía la habilidad de uno de ellos. Espero que algún día podamos hablar nuevamente. Y si sigues trabajando para la mafia, no tardaremos en cruzar caminos.

~Honey D.»

Un poco de su ira se apaciguó, sin embargo no podía bajar la guardia rápidamente, se sienta traicionado y un tanto preocupado por todo lo que su amiga habia estado pasando por los ojos de clan. Se volvió a acostar intentando conciliar el sueño para dejar de pensar en todo el estrés que le causaba. 

Dormir ayudaría un poco. Quiere creerlo.

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