Feitan seco mis ojos, nos mantuvimos en esa pose unos cuantos minutos; me alejé de el y le di la espalda, limpie mi rostro con mi brazo.

- Seguiré sola. - Le dije a Feitan aun sin mirarlo, mire mis manos fijamente. - Creo que tu tienes cosas que hacer.

- Dejame acompañarte. - Eso era muy caballeroso de su parte, pero si salia con la excusa de que una mujer no debe estar sola en la calle a esas horas... Pues tienen razón, aunque soy un cazador, soy mas que hábil para defenderme de cualquier tipejo.

- No quiero que me acompañes, ya hiciste mucho por mi, por favor, regresa a tu casa. - Sabia que no tenia un hogar fijo, tal vez ni siquiera alquilaba un hotel o desván, necesitaba tiempo a solas.

Pocos minutos después de insistir Feitan término cediendo, yo regrese a la segunda casa y me dirigí a mi habitación, esta era mas pequeña que la otra, pero aun así seguía siendo espaciosa. Mire el techo y comencé a quitarme los accesorios y ropa que llevaba, puse mi pijama y me lance a mi cama mientras miraba mi teléfono esperando algún mensaje que tal vez jamas llegaría. Me quede dormida con el teléfono en mano.

Pov's Feitan.

Seguía confundido, no sabia que le pasaba a Honey, aunque eso no era preocupación mía, ya tenía su apellido, y Shalnark tal vez podría conseguir información sobre ella, me intrigaba. Llame al muchacho rubio por teléfono.

- "¿Ya lo conseguiste?"

- Sí, se apellida Dovah, ¿Con eso es suficiente?

- Con eso basta... Antes de que la busque... ¿Por que quieres saber de ella?, Digo, normalmente obedecemos ordenes del Danchō...

- No lo sé... Tenían una tarjeta cazador y me observaba fijamente en el metro... Y tengo una corazonada de que ella será importante. - Escuche el teclear al otro lado del teléfono.

- Enano... ¿Cuantos niveles de seguridad existen?

- Seis, ¿Porque?.

- Ahora son ocho. Pero tal vez pueda hackearlos durante 60 segundos antes de que el Ctos me detecte, sigue en línea.

Fue el minuto mas largo que haya experimentado, un silencio de ultratumba mientras caminaba hacia donde me hospedaba.

- Listo, pude imprimir su información. Aunque aun así había muy poca. Parece que tiene diesinueve años, de pequeña estuvo en un altercado... ¿Mafioso?, Sera que...

- ¿Pertenece a la mafia? - pregunte, ahora estaba mas interesado.

- Y no a cualquier mafia... Su padre, es uno de los 10 lideres.

- Gracias Shal... Te enviare el dinero a la cuenta de siempre. - le colgué.

Bien, ahora tenia un plan, ya la tenia seducida, no se como pero lo esta. Podría sacar mucho dinero si la secuestraba y la ponía en el mercado negro, su cabeza tenia valor y su cuerpo mucho más. Tal vez alguien viejo pervertido la compraría. Tendría que ser discreto, el Danchō me había hablado sobre la subasta de York, le interesaba y ella podría ser nuestro boleto de entrada. Tendría que guardarla para después... Aunque me divertiria con ella...

Pov's Honey

Mire el candelabro de mi habitación , era tan grande y bello, las lágrimas ya se habían secado y yo me sentía mejor. Levante mi mano y al poner mi habilidad, pero sin materializar la mochila apareció una pequeña galaxia y a través de esta pude ver a mi familia, en el otro mundo. Parecían felices, celebrando algo... Cierto... El cumpleaños de mi nieta (T/n), había crecido tanto. Esto pasmo una sonrisa sobre mi cara; aunque no podía escucharlos podía verlos a la perfección, todos mis hijos levantaban su cervezas y brindaban, me gustaría saber del por que... Y que sea una buena razón por que nadie brinda con cervezas, se brinda con vino con champán. Mendigos pobres, ¿Que le hicieron a la herencia que les dejé?

- Mocosa. - pegue un ligero grito de sorpresa y desactive mi habilidad. - ¿Que haces piltrafa?

- Na... Nada anciana. - Mire a Lilya entrar por la puerta de mi habitación.

- Bien, por que ti entrenamiento no ha acabado, vamos. Arriba.

- ¡Pero es media noche!

- ¡Entrenamiento nocturno!, Entre mas cansada estés mejor. Serás mas fuerte. - Me levante de mala gana y cambie de ropa, seguí a Lilya hasta el patio donde entrenamos toda la noche, cuando apenas dijo que habíamos terminado, me desplome en el suelo rendida.

— Llevame a mi habitación.... — Murmuré cerrando los ojos.

— Ash. Esta bien, te mereces un descanso. — Lilya me levanto del suelo y me puso sobre su hombro como costal. Sentí como me lanzo a la cama cuando todo se volvió negro.

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Mi teléfono sonaba, alguien me estaba mensajeando demasiado, lo ignoré para seguir durmiendo, hasta que sono ese ruidoso tono de llamada que había puesto. A veces amaba el black metal, pero ahora irrumpía en mi glorioso sueño. Tome el teléfono de mala gana y maldije, los puse en mi oreja contestanto.

— ¿QUÉ?

— "Ah, Honey, Lo siento. ¿Te molesto?" — Era Killua, ¿Para que me llamaba el escuincle?

— Estaba durmiendo, pero habla rápido. — Bostece por unos largos segundos.

— "¿Estas cerca de Heaven's Arena?"

— Esta como a 5 horas en coche, ¿Por qué? — Contesté.

— "¿Tienes tiempo?, Te necesitamos acá. Bueno, Gon y yo queremos verte, y saber... Mas de nen con nuestro maestro."

— ¿Al fin están aprendiendo?, Que bien, iré mañana mismo, tendré que mandar al abismo el entrenamiento con mi maestra. — escuche la puerta abrirse.

— ¡¿Me vas a mandar a la mierda?! — Grito Lilya. — ¡No puedes dejar de entrenar!, ¡Te deje salir con ese apuesto muchacho para que me hicieras caso!, Voy contigo a Heaven's Arena ¡¿Escuchaste?! — Me estremecí.

— ¡Esta bien loca anciana!, ¡Para que lo sepas él me obligo a ir a esas citas. Se robo mis tarjetas! — Le devolví el grito, ella se fué azotando la puerta. — La anciana hablo, te veo mañana en el Heaven's.

— "¿Esta bien?"

Creo que lo deje mas cuadrado que un cubo....

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Se los dije, escuela.