Capitulo Quince (1/4)
Mire el reloj en la pared, eran las 18 horas; decidí levantarme de mi cama para ir a la ducha.
Ya era domingo, el día que recuperaría mis tarjetas, sus puré quitándome la ropa y dejándola en el cesto; encendí la ducha y me metí con el agua helada aun saliendo, pero pronto comenzó a calentarse al punto de que salia vapor de esta. Mire mi piel ponerse roja por lo caliente que estaba el agua, tome el shampo y comencé a ducharme tranquilamente.
Al terminar cerré la llave y fui en toalla hasta mi guardarropa, comencé a escoger para la ocasión, termine por optar un estilo granjero, mire mi cabello y lo cepille, comencé a sacarlo con la secadora y al tenerlo seco ate un paño sobre mi cabeza que combinaba con mi camisa a cuadros. Mire la hora, apenas si había pasado una hora, me lance a la cama y me puse a pensar varias maneras de escapar si Feitan me quería secuestrar. Pero si en verdad quería una cita, quedaría como tonta con mis miradas sospechosas y a la vez avergonzada por que alguien como Feitan le haya llamado la atención.
Bien, tenemos al primer candidato para poder tener a Wunder, no es lo que esperaba pero estoy satisfecha; he de admitir que Feitan tiene lo suyo.
Se preguntaran, ¿Y Killua no es candidato?, No, es un niño. No puedo tener hijos con un niño; bueno si, pero no me gusta la libertad. Además es muy Tsundere, primero dice odiarme y ahora me ama, ni quien lo entienda.
Al ver el reloj marcar buena hora salí de mi casa despidiendome de mi padre (Con el cual ya había arreglado las cosas), le dije que volvería pronto y que no era necesario que un guardia me acompañara... Claro, Feitan podría matarlo si quisiera y no quiero dejar a una pobre familia desamparada. Camine hasta el metro y me acerque a la cafetería, aun faltaban 10 minutos para la hora acordada, entre a esta y me sente en el la primer mesa libre que mire, y suspire, unos chicos se acercaron a mi mesa.
- Hey preciosa, ¿Que haces tan sola?, ¿No quieres venir con nosotros? - Le Sonreí.
- Lo siento, estoy esperando a alguien. - Vayanse antes de que les parta la cara, ya di a luz 3 veces, ¿Creen que no puedo golpearlos?
- Vamos linda, a mi amigo le gustan las pequeñas, ¿Tienes 14? - Que asco, frunci el ceño.
- Largo. - Escuche a espaldas de aquellos chicos, era Feitan, rápidamente aquellos tres chicos se pusieron en modo alfa, puedo oler las hormonas en el aire. - Dejen de molestar a mi novia.
- Tsk, vámonos, dejemos a los Hobbies procrear a Frodo Bolsón. - Salieron riendo de la cafetería, el azabache se sentó a la silla frente a la mía.
- Mis tarjetas. - Le mencione después de unos segundos. El las saco y las puso sobre la mesa, antes de que puedira tomaras las volvió a quitar. Frunci el ceño -
- Solo te devolvere una. Las otras dos... Me las quedó, claro a menos de que volvamos a tener mas citas. - gruñi al verlo, la mas importante de las tres era la de cazador, las otras como quiera podría cancelarlas. - Pero claro, primero ordenemos. - sostuvo el menú mirándolo por un par de segundos, yo hice lo mismo, pero vamos ordenaría un montón de pasteles que él pagaría. - Ah por cierto, tu pagas niña rica.
- El chico invita la primera cita. - arruge la nariz mientras cruzabamos miradas.
- Pero tu eres millonaria, no debería ser un problema invitandome la cena. - De hecho no era un problema, a decir verdad mi tarjeta de crédito aun tenia mucho dinero, el mesero se acerco y ambos cerramos los menú.
- ¿Listos para ordenar? - nos preguntó el mozo mientras sacaba su pequeña libreta y pluma.
- Un pastel de fresa y un café de chocolate. - Ordeno Feitan antes de que yo pudiera hablar, bien, no me esta agradando. - ¿De que quieres tu café? - El lovo'metro ha aumentado.
Al parecer, Feitan pidió un pastel completo para ambos y solo esperaba que yo pidiera mi café, bueno; no es tan malo como pensé...
- Ah, ¡Uno de vainilla! - exclame, y el mozo hizo una reverencia para irse. Me sebre nuevamente, mire mis pues los cuales no llegaban siquiera al piso, comencé a meserlos como niña pequeña.
- Y... - Mire a Feitan directamente. - ¿Que edad tienes..? - Oh... Espero que no sea un cura en secreto.
- ¿Que edad aparentó? - apoye mi codo contra la mesa y pose mi cabeza en mi mano en forma de interés; él se alzo de hombros.
- No lo sé, ¿Trece?
- Tengo dieciocho, casi diesinueve. - infle las mejillas y frunci el ceño levemente.
- Oh vaya... - No se que esta pasando en su mente pero espero que no sea nada pervertido. Se que tienes veinticuatro loco pervertido. - No lo aparentas.
- Eso ya lo sé, y amo este cuerpo, obtengo muchas cosas gratis.
- Eres malévola...
- Lo sé nene, lo sé - después de esto hubo un silencio incomodo, un intercambio de miradas para nada tranquilizadoras y una expresión corporal que nos ponía mas nervioso. - Entonces... ¿Por que me invistaste a salir? - trague saliva.
- Por que eres linda y me mirabas con ojos de lujuria en el metro. - Me ahogue con mi propia saliva tras lo mencionado. Golpe mi pecho varias veces intentando recuperar el aire.
- ¿Que? - Pregunte.
- No lo negaste, es verdad. - mi rostro exploto y se torno como el rojo de mi paño.
Esta cita sera larga...
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