Capitulo Ocho

- Eso fue muy sencillo - Lance la placa de mi objetivo al aire varias veces. Lo noquee apenas paso por debajo de mi. Escondí su cuerpo en los arbustos, ahora sólo debía sobrevivir lo que restaba de la semana; comencé a buscar una cueva, estaba cerca de un riachuelo así que me quede en esa y arme mi pequeño campamento para estar cómoda en mi estancia. Salí de la cueva y fui a recolectar ramas secas para una fogata, mire a un objeto caer frente a mi, me asuste y caí de trasero contra el suelo.

- Ah, cayó por aquí. - Escuche una voz familiar y a lo lejos mire unos shorts verdes e inmediatamente supe donde estaba. - Oh, ¿Honey- chan? - El chico se acercó después de recoger el objeto que había caído antes. Me extendió la mano para levantarme. - ¿Qué haces por acá?

- Acampaba, estaba recogiendo leña para una fogata, ¿Estás entrenando? - Me puse a su lado y comenzamos a caminar, el chico asintió.

- ¿Ya conseguiste tu placa?

- Desde hace un buen rato, Gon. - Mire sus ojos abrirse como platos, después con estos brillando se puso frente a mí mientras caminaba de espaldas.

- ¡Eres muy fuerte y rápida! - Fui halagada por el shota mas hermoso que existe, ONU; no vengas por mi por favor. Revolvi su cabello mientras soltaba una risita.

- Tu también eres muy fuerte. - Revolvi su cabello, llegamos hasta el riachuelo y saltamos entre unas piedras para llegar al otro lado, mire entre los arbustos. Era el tipo que le quitaría ambas placas a Gon, si intervengo ahora puedo cambiar bastante la trama, preferí quedarme sin hacer nada. Me senté mientras lo miraba entrenar. - Oh, perfecto, sigue así Gon. - Sin perder la guardia del tipo morocho, me quede mirando a Gon hasta que se obscureció. Me levante del suelo y sacudi mi trasero para eliminar el polvo. - Bueno, me voy a mi escondite, ¿Quieres venir?

- Estoy bien, ve con cuidado. - Me despedí de él y comencé a caminar hasta mi escondite, donde me adentré a la cueva lo mas profundo, encendí la fogata y comencé a comer la comida chatarra que había preparado antes de salir de casa. No sentía presencia alguna a la redonda, por lo que pude dormir tranquila.

Al día siguiente me levante del duro suelo, había olvidado traer un saco de dormir, mi espalda lo lamentaba ahora. Estaría aburrida demasiado tiempo, así que fui a explorar a la redonda, con un cuchillo iba marcando los arboles para no perder me del camino de regresó, sin perder vista a la naturaleza disfrutaba de la caminata. A mis espaldas escuche el sonido de las hojas sarandearse, de un salto hacia delante me puse en guardia y di media vuelta.

- Sal de ahí. No es necesario que te escondas si ya te escuché. - Miraba fijamente hacia un arbusto, mire un cabello rubio asomarse, después una cara conocida se presento, el chico alzo la mano en forma de saludo. - ¡Chōba! - exclame relajando mis músculos. Me acerque a el sonriente. - ¿Que te trae por acá?

- Solo venia a asegurarme de que no estabas muerta, ya sabes, no quiero esperar otra eternidad a que mi hermanita nasca - Señalo mi estómago y guiño un ojo. - Al parecer estas en... ¿Una isla?, Realmente no lo entiendo, debo ver este anime para saber por que escogiste este lugar y no narnia; yo hubiera escogido narnia.

- No lo sé, de niña me gustaba mucho este lugar, soñaba con casarme con algún personaje de la serie. Espero casarme con el dios y amo del universo Tonpa. - Solte una carcajada, Chōba solo ladeó la cabeza Confundido. - Una vez dentro de la serie entiendes los chistes.

- Ah, la veré cuando regresé. Te mire muy sola así que vengo a hacerte compañía. - Se acerco a un arbusto con bayas y se agachó. Metió una a su boca y acto seguido la escupió. - Estas son venenosas... - Se incorporo de un salto y se acerco con una perfecta sonrisa de oreja a oreja. Ahora que lo veía bien, tenia un ahorro corto revelando sus largas piernas, santo cielo que piernas tan mas bellas.

La semana se fue en un santiamén, me encontraba caminando rumbo al inicio de la prueba, Chōba se encontraba flotando a mi lado; estaba comiendo unos cuantos pastelitos mientras me seguía.

- Bueno, me gustaría acompañarte mas tiempo pero veo que te encontrarás con personas así que debo irme. - dejo de flotar y se poso en el Suelo suavemente, levanto su pierna izquierda y después llevó su mano derecha a la altura de su cabeza. - Te veo luego. - Y chasqueo los dedos hasta esfumarse. Suspire y llegue hasta el lugar de inicio de la prueba, habían pasado los que peleariamos luego, sin felicitar a nadie subí al dirigible directamente hasta una habitación vacía, me dedique a dormir hasta escuchar mi numero de placa para la pelea individual. Donde haríamos el ultimo examen nos daiean tres días de descanso. Estaba nerviosa, ¿Como afectarían mi llegada a la historia original?, Si me tocaba pelear con alguien... Creo que tal vez ayude a killua con lo de Illumi. Seria lo mejor...

Abrí los ojos cuando escuche por los parlantes mi número de placa, llego la hora de escoger a mis contrincantes. Me levante de la cama y me dirigí a la oficina improvisada que tenia el presidente Netero, me senté frente a él.

- ¿Que te ha parecido el examen? - Preguntó mientras veía su pizarra.

- Me ha parecido bastante sencillo, y creo que estaba bastante bien para los inicios de cazador.

- ¿Te ha llamado la atención algún participante en especial?

- El participante numero 388. Es interesante y creo que es muy fuerte.

- ¿Algun participante con el que no quieras pelear? - escuche el marcador rechinar en la pizarra.

- Los participantes, 44, 99, 403, 404 y 405. Son bastantes, pero tengo mis razones. - Mire al presidente parar de escribir, dejo de lado la pizarra y me miró para después sonreír.

- Bien, es todo, puedes retirarte; relajante hasta llegar a la sede. Suspire y agradecí, me encamine hasta la habitación, pero pare en la venta da que estaba frente a esta, mire el atardecer fijamente.

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