N/A: He añadido un nuevo recuerdo en el capítulo 12, importante de checar para entender mejor sucesos posteriores :> gracias por su atención.

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—Muy bien, vamos de nuevo. Debes tomar aire, tensar bien tus brazos, poner tu vista en el blanco —Su voz era como una guía, su postura erguida, rígida, pulcra—. Recuerda que los pies deben ir alineados con tus hombros, así no pierdes el equilibrio. —lllyria observó las botas de Link, curiosamente boleadas. Debían ser los privilegios de la vida en el palacio—. Inhalas... y sueltas.

La flecha que Link sostenía en el arco salió disparada con un silbido pulcro. Trazó una trayectoria recta, derecho al blanco al que era apuntada, sin fallar, incluso estando a más de 10 metros de distancia de la diana. La chica pasó saliva, especialmente cuando el rubio bajó el arco y se giró para verla. Su semblante era sereno, natural. Como si no acabara de hacer lo que ella consideraba una hazaña.

—Vamos, intenta otra vez. —invitó él, cediéndole el pesado arco de metal revestido en sus brazos de fideo. Illyria no protestó, se limitó a suspirar apenas por lo bajo. Después de todo, había sido ella quien le había pedido ayuda.

Siguió los pasos de Link; se irguió, alineó los hombros y los pies. Extendió los brazos para sostener el arco, ladeando su torso, acomodando una flecha con una sola mano, tan diestra cómo pudo. Tensó el proyectil. Inhaló...

—Alza más el arco —indicó él, pasándole las manos por los brazos, indicando la altura adecuada. Un chispazo le recorrió las yemas de los dedos. Ahora fue el turno de él pasar saliva, pero se mantuvo con calmado.

—Dijiste que apuntara al blanco...

—Mientras más lejos el blanco, más arriba tienes que apuntar. Lo dije durante la teoría del tiro distante —Illyria hizo una mueca. La voz monótona y pasiva del joven, más que ayudarle, la ponía de los nervios. Volvió la vista al frente, manteniendo el arco un poco más alto.

Miró la diana que residía hasta el final del campo de entrenamiento en el bastión de Hyrule. Le devolvía la mirada a motivos rojos y azules. Inhaló de nuevo, se concentró, pero cuando disparó finalmente, cerró los ojos un momento. La flecha salió disparada con un ruido sibilante y aunque llegó más lejos que las otras veinte primeras, apenas alcanzó a clavarse en la parte azul de la diana.

Illyria abrió los ojos, notando su decepcionante resultado. Suspiró y bajó el arco de vuelta, tratando de desentumecer sus brazos, que de tanto entrenar comenzaban a acalambrársele. Al final, bufó y simplemente se dejó caer en la banca más cercana que encontró.

—No puede ser, es inútil. —resolló, dejando el arco tirado a un costado suyo—. El tiro con arco es lo peor, es lo más difícil...

—Cerraste los ojos. —indicó Link. La pelirroja resopló.

—Y aunque no lo hubiera hecho, habría fallado. Como todas las demás veces.

Link se sentó al lado de ella, viéndola hacer mohines. El campo de entrenamiento que se extendía ante ellos estaba desolado. Era su día de descanso, así como el de algunos otros soldados novatos, razón por la que debía ser que no había nadie. Se le escapó una pequeña sonrisa, que se evidenció apenas en sus comisuras. Puso una mano sobre el hombro de Illyria, murmuró algo que se le escapó de los labios:

—Lo has estado haciendo muy bien.

—Yo me pregunto si realmente sirvo para ser soldado —resopló, enderezando su cuerpo solo para recargarlo bien contra la pared de la banca.

Ante ese comentario, la sonrisa de Link amilanó un poco. Esas eran las mismas dudas que le asediaban, lamentablemente. Pero cada día, las tropas cada vez más numerosas de monstruos evidenciaban que el mal estaba a punto de estallar, en cualquier momento. Y una vez enlistada en el ejército, no había marcha atrás. Era la misma razón por la que él también procuraba transmitirle todo cuanto podía.

—A este punto... va a ser cuestión de esfuerzo —balbuceó él, tratando de esclarecer su panorama. Al final, volvió a mirar el rostro de la chica, que le quedaba de perfil. Sin quererlo, desde sus labios se volvió a asomar su sonrisa, cuando vio su naricilla respingada y la forma en que sus coletillas del color del granate se hallaban medio desechas del esfuerzo—. Pero en serio has mejorado muchísimo. En combate cuerpo a cuerpo sobresales muy bien. Solo necesitas más práctica.

—A ti no te ha costado nada —Le acusó, alzando una ceja hacia él. Poniéndole esos ojos cristalinos ojos jade encima. Con sus pestañas largas y rizadas. Buscó enfocarse en lo que le decía—: Tú solo has llegado y has triunfado. Como recomendado por la diosa —rió sardónicamente.

Link bajó la mirada en silencio. Sus palabras le recordaron a las mismas que la princesa Zelda le había llegado a decir, un día lluvioso, en la llanura de Hyrule. Se le exaltó un poco el corazón.

Pensó que Illyria le recordaba a la princesa, pero se corrigió al instante. Pasó saliva. «No todo ha sido fácil. He tenido que adaptarme, buscar encajar», respondió en su mente. Y aunque quería, se aseguró de no decir nada.

Tras unos segundos de silencio, el semblante de Illyria se deformó un poco. Sus cejas se flexionaron, una de sus comisuras se torció.

—No te gusta este tema, ¿verdad?

Link pasó saliva. Le quitó los ojos azules de encima. Como si ellos pudieran susurrarle la respuesta; y así era. Illyria se inclinó un poco hacia él, dejando de recargarse, buscando su mirada. Se atrevió incluso a poner una mano en su mejilla, atrayendo su rostro hacia él, quien a pesar de lo que quisiera, no podía poner resistencia. De nuevo, su toque se sintió eléctrico, y sus orbes verdes, atrapantes. Mordió su labio, sin poder impedirlo.

Lo sentía aún más obvio: ante ella siempre quedaba expuesto.

—No, la verdad no. —admitió finalmente. Sintiendo que algo en sus adentros se alborotaba, aunque trato de mantener la calma y se reprendió demasiado por no poder contenerse.

La pelirroja le observó bien y bien, notando su resistencia. Su enajenación. Volvió a suspirar, está vez con aflicción. Y pensar que había decidido rnlistarse en la guardia, con el principal motivo de evitar que el cambio de Link se prolongara. Pero tal parecía ser, que había llegado incluso tarde. Link era ahora esa carcasa tan fría, Silente y distante. Sabía que tenía sentimientos, sabía que intentaba mantenerlos a raya. Pero no terminaba de entender el porqué.

—Has cambiado mucho Link... Ya casi no eres quien solías ser —admitió con pena. Era un pensamiento recurrente, al estar con él. Link le miró fijamente, los ojos de la chica estaban apesadumbrados.

—Este es quien debo ser.

—¿Y qué hay de lo que quieres ser? —le miró ella. Apelando a la cercanía que alguna vez mantuvieron siempre, le tomó de las manos—, Link... siempre dijiste que querías ser como el héroe elegido... Pero ahora que lo eres, no estoy segura de que esta fuera la visión que tenías de serlo... Y te extraño. Extraño las cosas que han cambiado —Se permitió hundir su cabeza en el pecho del rubio, haciendo su corazón latir con mayor rapidez.

Link la estrechó, sin retenerse, pero sin decir nada. Respiró el aroma de la chica. El reflejo turquesa de sus ropajes de campeón sobre la armadura de plata de ella. Recordándole su inalterable papel; su inamovible carga.

Ese era quien debía ser....

«Pero a pesar de todo, hay cosas que no cambian», se dijo a sí mismo.

No cambiaba la cercanía que sentía hacia ella. La ligereza de cuerpo y espíritu que siempre le provocaba, y que era especialmente molesta cuando le complicaba tanto controlar sus reacciones. El latir acompasado de sus corazones. El sentimiento de pertenencia. Ese sentimiento magnético, que recién notaba, aunque siempre había estado ahí.

Los nervios que sentía estando tan cerca de ella. El cariño. Con el que la pensaba. En lo fácil que lo hacía romper la fachada de héroe que, de por sí, tanto le había costado formar. Y lo fácil que era fluir estando cerca de ella.

Lo enamorado que ahora se sabía de su persona. 

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N/A: Mmmmmmmmmmmmm no quedé verdaderamente conforme con esta parte, he de admitir. Posiblemente sucedan cambios luego... Lo gracioso es que este tercer y último interludio marca el inicio del fin de la historia :D sí, ya sé wtf. En fin, gracias por su paciencia ❣ estos últimos meses de ausencia fueron un poco difíciles en cuestión de sucesos, pero me permitieron avanzar en la historia. Asi que espero que las actualizaciones no sean tan... Espaciadas, de aquí al final.

Espero que les haya gustado, gracias por estar aquí 💗 se aprecia mucho.