Surt desde que nació estaba dictado su camino o una parte de él.

Su madre la tuvo a temprana edad, ella y su gemelo nacieron juntos y con unas marcas especiales que les hacían distintos a otros infantes. Surt nació con la marca del Jaguar y Roma con la marca del Jaguar muerto.
A tan solo tener unos instantes de nacer fueron separados, tanto por la ira de su abuela como la protección que tendrían ser separados.

Elena, la madre de Surt no sabía qué hacer, su madre la había sacado de la casa y su padre apenas si podría mantenerla a ella, aun sabiendo que la criatura no tenía la culpa de nada decido dejar sus estudios y pensar en el futuro de su hija. Aunque en el fondo la culpaba de las cosas que sucedían.
De nada sirvió buscar a su padre biológico, tan pronto se entero de su existencia desapareció dejándola a su suerte. En más de una ocasión deseo deshacerse de la niña con mirada dorada, pero una parte de ella la obligaba a seguir adelante.

La vida es dura y toda acción tenía sus consecuencias, ahora mismo las estaba pagando y no de una buena forma.
Aun cuando trataba de seguir adelante y con la esperanza de recuperar su camino en especial, poco a poco ese deseo se fue apagándose.

Surt creció con poca atención de su progenitora estaba más preocupada por el trabajo y el dinero que en su hija, tuvo los cuidados de su abuelo quien la criaba con amor y al mismo tiempo recibió mucha atención de los "amigos imaginarios" pequeñas sombras que siempre la cuidaban. A los ojos de los adultos sólo habían risas pero a los ojos dorados de la menor estaban sus amigos del alma, un pedazo de ella estaba en ellos también.

La chica tenía un amor por la noche y la oscuridad, sabe que en ella hay peligros, muerte y un mundo completamente diferente que te puede matar o volver parte de él. Pero ¿Por qué simplemente aprender de este?
¿Es necesario que las sombras sean peligrosas? Siempre se a sentido cómoda con ellas a su altura, en la oscuridad encontrabas cosas interesante y peculiares. El conocimiento era un de ellas y su mundo también.

Aunque al sentir atención de ese mundo la llevo a que las personas de este la miraran con otros ojos.
Muchos dicen que los niños son inocentes y puros, pero también hay niños crueles, molestos e irritantes siendo el reflejo de una mala relación de sus padres o de su hogar.
Niños que molestaban a más débiles o a los mismo animales a su alrededor.

Surt era una de esas víctimas, no recibía golpes, recibía silencio, recibía ignorancia, murmullos, comentarios irritantes a su persona, el rechazo de los de afuera como la de su madre todo de una manera constante y molesta que se repetían una y otra vez en su infancia y niñez.

En más de una ocasión se sintió débil, desprotegida, herida y sola. Todos los niños buscan refugio, buscan darle significado a la palabra hogar, pero ¿Como puedes llamar hogar a un lugar donde solo te sientes más herido poco a poco?
Mamá no tenía tiempo para ella, venia tan cansada del trabajo que solo al regresar sacaba una cerveza del refrigera, se dormía en el sofá y no despertaba hasta el día siguiente.

Surt solo la veía dormir por horas y horas con el televisor encendido. Ella deseaba ser una buena hija y las buenas hijas no molestan a sus madres, ella solo la tapaba con una sabana y se hiba a su habitación a jugar hasta que su abuelo veniera y le diera de comer.

Como adoraba a su abuelo, el jamás la ignoro, jamás la golpeo y jamás le hizo daño. Era lo mejor de su oscuro y extraño mundo. Una persona que al parecer estaba ahí para hacerla feliz y ella adoraba esa sonrisa que le mostraba día a día.
Deseaba ser como el y por desgracia o fortuna salió como él. Tener confianza de uno mismo, avanzar sin importar las voces, ser uno sin tenerle miedo a los comentarios y sobre todo y más difícil, crecer sin olvidar.

Crecer, Elena se dio cuenta que Surt estaba creciendo demasiado rápido, ya no era tanto esa niña que la molestaba en las mañanas y le pedía dinero o salir en las tardes.
Sin darse cuenta su hija había avanzado sin su cuidado, poco a poco se desprendía de su lado quedando solo la memoria de como era a los 4 o 7 años.
Sabía que la edad en la que estaba por entrar sería Demasiado dura, muchos cambios emocionales, muchos momentos difíciles y sobre todo el definir tu futuro y como este puede cambiar todo en una sola decisión.

Elena no deseaba que Surt repetiera su error. No deseaba que pusiera a alguien más sobre ella y abandonara todo su esfuerzo y avance.

No deseaba que le ocurriera lo mismo que a ella.

Y al mismo sin darse cuenta Surt pasaba por un momento más difícil que el mundo en que estaba.
Una deidad la reclamaba como suya, un ser de sombras reclamaba por su recipiente y este debía prepararse para lo que venía. Desde el silencio y la soledad la entrenaba e inculcaba los ideales que ahora debía cargar, las sombras que debía sostener y la sangre que debía derramar le gustará o no, aunque eso último ya lo había hecho antes.

Así fue como la chica comenzó a cumplir con el mandato que se le dio de nacimiento, como poco a poco su mundo se fue distorsionando más y más a tal punto en que podía brillar en la oscuridad, no era una estrella, no era una deidad, no era un semi dios y tampoco un bestia cumple. Solo era un emisario que cumplía con su trabajo y deber.
Era la voz de un ser de sombras y oscuridad que podía contemplar y jugar con ella a su favor, una pobre alma que estaba condenada a ser el entretenimiento de este ser.

Mientras las sombras deseaban más, más, y más de ella el mundo humano tomaba otra forma a sus pensamientos.

Ya rebelde, una necia, terca e indisciplinado chica que no ponía atención a su mundo aun cuando ella trataba de mantener la poca cordura que conservaba.
Los recuerdos constantes de la noche sin luna, las noches con un sola negro a su alrededor y la viva imagen del tono carmesí en sus manos y boca.
Mientras Surt luchaba por seguir siendo ella el mundo a su alrededor deseaba complicarle las cosas.

¿Mamá está molesta? Ahora se encuentra decepcionada

¿Las expectativas son suficientes? Ahora deberán de ser más para que seas como los demás

¿Las pesadillas son duras? Entonces con alucinaciones y golpes serán peor

¿Los compañeros de clase son molestos? Ahora parecía que deseaban hacerle la vida imposible

¿La voz en su cabeza no para de hablar? Pues bien entonces tendrá el control de su cuerpo y acciones

¿Eres una amenaza? Ahora tu vida corre riesgo

¿Los otros emisarios la ignoran? Entonces la van a rechazar o culpar de las sombras a su alrededor

Sus sombras, ellas siempre están a su lado, siempre la cubrieron en su manto como si fueran ese consuelo que a gritos silenciosos pedía.
Siempre a su alrededor en silencio escuchando y obedeciendo sus pensamientos e ideas. Como si fuera una deidad olvidada y muerta en memoria.

Su mentalidad poco a poco se fragmentaba ante el miedo y terror que le enviaba todo su entorno. Una vida de humano era pesada, la de un emisario corta y la de ella solo la rompía Lentamente.

Sus sombras ya no podían cuidarla, sus llantos en la noche no podían desahogar lo que callaba, su mente sabía cosas que en manos equivocadas serían armas, su voz sólo se callaba ante la de otros y sus ojos veían con claridad la oscuridad que había nacido con ella.

A su alrededor muchas cosas sucedían por su culpa o por las acciones y consecuencia de otros a su alrededor. Sufría como lo hacía otros aunque en ocasiones parecía que todo deseaba derrumbarse en su presencia.

Como si ser el sol negro fuera una maldición.

La sensación de vacío era fuerte y la necesidad de llenarla también.

Hasta que un día, solo se rompió.

Un cuchillo de obsidiana recibió en su espalda, su corazón estuvo apunto de desvanecerse, la sangre bañaba en suelo y sus lágrimas eran evidentes.
Aunque también ese día se dio cuenta de algo.

¿Es necesario que la noche sea mala?
Crecer estando en oscuridad, crecer estando en sombras esperando a que el sol se desvanezca y encontrar calma.

Nunca se había sentido más en paz en toda su vida.

El sabor era delicioso, sus manos tenían ese color rojo y olor metálico.

Ahora la conciencia había caído sobre Surt. Sus acciones fueron malas, no debía desquitarse así con ellos, pero ellos empezaron, ellos la golpearon, ellos la insultaron, ellos quisieron matarla.

Solo se defendió, aunque ¿Por qué tomó sus corazones?

Los aztecas creían que el alma y la vida se encontraba en el corazón, eso no es un error, sin darse cuenta le había dado un sacrificio a dios que la reclamo y le despertó el poder que llevaba en su ser.

Era el último Jaguar negro y como si de un animal se tratara estaba siendo buscada y cazada con desesperación y empeño.

No sabían de lo que era capaz, Surt tampoco, pero él sí y deseaba que sucediera dicha masacre.

Aunque jamas la tuvo, jamas obtuvo otro corazón que no sea de monstruos o bestias deformes.

Es fácil hacer enojar a un dios, lo difícil es ganarte su confianza o respeto. Surt solo demostró que era digna de llevar su espejo, demostró ser capaz de jugar las mismas cartas, solo que en este juego quien mejor haga trampa seria el ganador.

Ella ganó y al mismo tiempo perdió.

Portar el espejo era cansado y más cuando el sol no dejaba de vigilante como si de un cazador se tratara, lo que lleva contradicción ya que es una depredadora también.

Ya no tenía parte de su ser, las marcas en su cuerpo eran evidencia de su existencia y las cicatrices que la cubrían evidencia de acciones y decisiones difíciles.

Como deseaba poder gritar, pero de nada serviría.

Solo se enfoco en equilibrar las cosas, en darle algo de orden a su vida y a su alrededor.

Sabia que su alma estaba manchada de nacimiento, sabía que ya no era ella, pero deseaba conservar ese pedazo de su ser.
La mortalidad siendo como recordatorio a que seguía siendo humana, seguía siendo un ser común, seguía estando viva y como tal podían morir.

Mientras su cabeza trataba de sanarse el silencio de sus palabras y la verdad detrás de sus lágrimas fue descubierta por su abuelo. Tras volver tarde a casa con una herida de un demonio de estrella este se dio cuenta de las cosas y de la realidad que vivía con su nieta.
Guardar silencio fue lo mejor y ser su consejero también.

Aun cuando las cosas en casa solo eran más complicadas, sentía un alivio en saber que no estás sola. Aún cuando su madre no lograra entenderla sabía que no era necesario. Comenzó a vivir em paz en ese lado mientras tendría que lidiar con la deidad, la fuerza de esta y  ese mundo tan extraño y fascinante que la rodeaba en secreto.

Surt siempre amo a su abuelo y ese amor se fue cuando el ya no pudo estar más tiempo con ella.

Su soporte emocional se había ido, su tiempo se acabó ahora estaba en las estrellas o cumpliendo con su camino al Mictlan. Sea cual sea le agradecía haberla salvado de caer por completo.

Ahora solo quedaba su recuerdo y con ello continuar con su viaje.

Una historia que comenzó a ser escrita tanto individual como de quien este a su alrededor. Sólo que no sabía cómo acabaría

¿En el sol o en las sombras de donde vino?

No era la única con cargas encima, así como no era la única historia existente.

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- Surt, Surt..... ¡SURT! -

- ¡FUE KOREM! -

La chica había despertado gritando al aire lo primero que se vino a la mente. A su lado la veía con reproche K.

- Te dormiste encima de tu tarea -

- Oh..... que mal -

La oji dorada recogía las hojas de su trabajo mientras trataba de despertar por completo aún se sentía adormilada.

- Es extraño encontrarte así ¿paso algo? -

- Solo me dormi y al mismo tiempo recordé mi vida.... esta de la fregada hasta me di pena a mi misma -

- fufufu~ como digas, solo recuerda que ya no estás sola -

K. J. Buriarty, la había conocido por accidente cuando la encontró borracha y vomito en su moto.
Nunca se imagino que se harían amigas y con el tiempo ser casi su hermana, También en conocer a su grupo loco de amigos.

Claro muchas cosas en su vida cambiaron, conoció a su hermano gemelo, sobrevivió al Xibalba y al Mictlan, le dio una Golpiza a un dios, recibió el odio de otro y había dejado a su madre con tal de seguir viviendo en paz, aunque el asunto con ella no haya acabado por completo.

Muchas cosas habían pasado, pero parecía que aún había más por descubrir.

- Si, eso lo se .... -

K acaricio la cabeza de la chica saliendo de su habitación. Surt sonrió un poco tras ese tacto, K olía a rosas y chocolate por naturaleza aromas que le gustaban y calmaban un poco.

Al verse al espejo no solo veía su rostro, también la sombra que la acompañaba aunque ahora.

Solo podía presenciar la mirada penetrante de la deidad a su lado. No importa como lo vea, en el fondo seguía siendo esa chica asustada, aunque ahora era más segura de sí misma, no era necesario temer a la oscuridad si eras parte de ella y aprendias.

Surt habia aprendido de muchas maneras y agradecía tener más conocimiento, fuerza y confianza para sostenerse, tal como se forman las obsidianas y el jade más hermoso.

Haber cuanto tiempo puede mantener su mortalidad o la ira de la deidad lejos de ella. Como la muerte la reclamara en su momento tal como lo hizo con su hermano, como su alma será despedaza para ser consumida por un dios que desea su regreso, el sol negro que vive dentro de ella y como lograra salvarse a sí misma.

Sea cual sea, sería una historia interesante por contar.

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Escribir esto me tomo dos días, así que todo bien. Se que muchos saben de la historia de mis Ocs, pero Escribir esto de esta formato me pareció interesante y quería hacerlo desde hace tiempo.
Y ¿Por qué con Surt? No se, creo que por ser uno de los primeros personajes del libro.

¿De quien desean saber su historia? Korem, Azariel, Chisai, Víctor, K, Jouta, Asclita, Feng.

Por el momento voy escribiendo el segundo asique otros dos días de escritura.

Por cierto lamento no escribir nada más en el cumpleaños de Diego, es que no se me ocurrió nada y la inspiración era poca.

Diego: se nota tu favoritismo

Lo siento, bueno adiós nos vemos mis leyendas