Surt había tenido días malos, días terribles, pero esto ya era otro nivel. Era como o si todas las deidades se pusieron de acuerdo en hacerlo este día el  mas horrible hasta el momento en su vida.

- ¡¿Puedes dejarme en paz? Deje de ser tu hija hace mucho! -

- ¡No me hables de ese modo jovencita, ni siquiera tienes 18 no sabes tomar decisiones por ti misma! -

- ¡¿Y crees que contigo era mejor?! -

- ¡Conmigo al menos tenias techo, casa y un hogar se verdad, no como esas cosas de tus amigos raros! -

- ¡No les faltes al respeto al menos con ellos me siento en paz! -

- ¡Esa no es paz Surt, debes entender que ese estilo de vida no es el mejor para una jóvenes como tú! -

- ¡Deje de ser una jovencita hace mucho! -

¿Qué este pasando? De seguro te preguntas querido lector, bueno lo diré con solo una frase.

Elena,  la mamá de Surt había aparecido.

Retrocedemos unos minutos atrás.......

Surt se encontraba en la calle con su moto, no la que le regalo K sino la de su abuelo, le gustaba andar en la calle con ella ya que le daba comodidad y no gastaba tanta gasolina que con la otra que la usas en viajes largos o cansados.

Se encontraba en un Oxxo comprando un par de cosas para su casa, desde que Roma se fue de campamento Yaotl estaba ocupado en asuntos de dioses ella se encontraba la mayor parte del tiempo sola, no le molestaba tenia a sus sombras como compañeros y chicos de juegos.

Ya estaba acostumbrada a la soledad, su tiempo con su "madre" le enseñaron mucho, aun cuando los recuerdos eran amargos y el veneno era agrio debía aceptar las cosas.

Hay personas que no tienen remedio y eso debía aceptarlo, nadie cambiaría aún cuando se trate de sus propios hijo, peor habían noches en las que se desvelaba y se preguntaba ¿Ella tenía la culpa?

Había pasado por muchas situaciones intensas y su conexión con las sombras cada vez era más fuerte.
No sabia si era un efecto del espejo de Tezcatlipoca, pero en ocasiones sentía el peso de ese arrebato de ira, el peso de las consecuencias y la mirada que le dio su madre en su momento pensó que era de ira y decepción, ahora como alguien más conciente esa mirada no se veia de alguien con rencor ni decepcionado, sino de alguien sumamente arrepentido.

- Debo dejar de pensar en eso .... -

Debía olvidar eso.

- Solo cálmate -

Debía dejar atrás ese recuerdo.

- Solo no pienses en eso -

De nada serviría, ya tiene una mejor vida le hizo un gran favor cuando se fue de esa casa.

- señorita -

Ella no la extrañaba.

- señorita -

Ella jamás se preocupo por ella ¿Por qué debería preocuparse Surt por su madre? ¿Por qué dar algo que ella jamás recibió? ¿Por qué ella debería dar el primer paso si su mamá jamás se atrevió atrevió dar el suyo?

Solo no tenia sentido, no lo tenia en absoluto, pero al mismo tiempo deseaba haber tomado otra decisión.

No lo diría pero ella en verdad extrañaba a su mamá.

- Señorita su turno -

La voz la saco de su trance, estaba de pie sin moverse en la fila del cajero con las cosas en sus manos. Se avergonzó por haber tenido un momento de crisis existencial.

- Oh, si lo siento... yo-

Su voz se congelo y por un momento creyó escuchar el sonido de un espejo rompiéndose.

Había volteado a ver a la señora detrás de ella sin darse cuenta de quien era.

Reconocía a la perfección esos ojos tono café claro, las ojeras bajo estas y ese collar de obsidiana. Su mirada era la misma que la de ella "Sorpresa"

- Surt .... ¿Eres tú? -

- ¿Mamá? -

Elena no sabia cómo reaccionar ¿Cómo es que no la reconoció? Bueno había pasado mucho tiempo y Surt había cambiado tanto físicamente, era más alta, su cabello corto era rebelde pero con clase, sus ojos o dioses sus ojos eran los más hermosos del mundo como había extrañado ver los ojos de su hija.

Rápidamente se dio cuenta de algo, Surt había crecido y sin ella, esas cicatrices, esas heridas y vendas en sus manos ¿seguía peleando? ¿Seguía metiéndose en problemas? ¿Con cuantos emisarios se había enfrentado? ¿A cuantos tuvo que asesinar para seguri con vida? ¿Tezcatlipoca le había hecho algo cruel?

Para ellas dos todo se congelo, solo eran ellas y por un momento Surtbse sintió débil, indefensa, sin protección y sin guía. Las memorias, emociones y sensaciones amargas regresaban como una ola salvaje y el,a era quien lo recibía de lleno.

Solo pudo hacer una cosa.

Correr.

Tiro las cosas y se dispuso a salir corriendo del establecimiento. Esa acción dejó sorprendida a la mujer, sabía que si se volvían volvían reencontrar no sería de una manera tan linda, pero al punto de solo desear correr, solo le hacía darse cuenta de daño que le había hecho en el pasado. Un daño del cual se arrepentía con toda su alma.

- ¡Surt espera! -

Y si pensar la mujer imito su acción tratando de seguir a su hija quien ya estaba tratando de arrancar su moto, pero por los nervios y miedo no lograba siquiera sostener las llaves.

- ¡Surt! -

La voz de su progenitora sólo la espanto tirando las llaves al suelo y dándole un mayor ataque de nervios.

- Surt, por fin te-

- ¡DEJAME! -

Grito tan pronto la tuvo frente  a ella.

- Surt, yo solo-

- ¡QUE ME DEJES EN PAZ! -

Las venas de sus manos se remarcaron y sus sombras tambaleaba por esa reacción.
Elena al notar eso solo retrocedió sin apartar la vista de la menor, las sombras que salían de su cuerpo eran una reacción a ella debía tener cuidado si no deseaba salir lastimada por una reacción más violenta.

- Surt, Hija yo-

- ¡No soy tu hija, deje de serlo hace mucho -

No sabia como o porque pero esas palabras eran veneno puro, veneno que se llevaba guardando desde hace mucho. Tal vez era por su choque emocional o el pánico de la situación que ahora se encontraba gritando lo que en el pasado callo.

Posiblemente solo queria cubrir el miedo con un valor falso.

Lo que nos lleva al escenario inicial.

- ¡Solo déjame ¿Qué no es suficiente con el daño que me has hecho antes?! -

- ¡Solo quería protegerte! -

- ¡¿Protegerme de que ? ¿De mi misma? ¿De lo que soy en realidad? Lo que hacías no era Protegerme sino lastimarme! -

- ¡Créeme lo que yo te hacia solo era para evitar que tomaras este camino, era para evitar que ese ser te tome como si nada y te use como un peón en sus juegos extraños! -

Surt cerró los ojos con fuerza sin verla a la cara, Elena sin darse cua ta comenzoma soltar más cosas e información de la que deseaba, sin darse cuenta ambas estaban tocando temas demasiado delicados y uma realidad que las rodeaba.

- ¡Tu no sabes nada, nunca lo sabes y nunca te tomaste la molestia de entender lo que me pasaba! -

- ¡¿Entender que cosa? Ver como lentamente esa cosa te dominaba y te convertirse en una bestia de oscuridad, eso no es vida, esa no eres tú era lo que él quería que fueras! -

- ¡Eso es mentira, yo siempre fui así solo que tu nunca querías aceptar que tu hija perfecta y sumisa no resultó como esperabas! -

- ¡Solo deseaba cuidarte! -

- ¡¿Cuidarme de que?! -

- ¡De que no murieras como mis hermanas gemelas, de que no te fueras como ellas lo hicieron! -

¿Hermanas gemelas?
Surt jamás había escuchado de ellas, nunca en su vida mencionaron a una hermanas gemelas menos cuando si abuelo estaba con vida.

Su semblante enojado cambió uno de sorpresa y las lágrimas en los ojos de su madre comenzó a salir ante el amargo recuerdo.

- ¿Hermanas gemelas? ... nunca mencionaste eso -

- Porque no deseaba decirlo .... -

Elena saco un pañuelo y se seco las lágrimas. Si deseaba tener el perdón debía decir toda la verdad.

- Ser emisarios de Tezcatlipoca ha sido nuestra maldiciones desde tiempos antiguos... Al ser los únicos con un lado fuerte en nuestra alma y sangre Tezcatlipoca nunca nos ha dejo ir .... siempre toma gemelos y antes que tú estaban mis hermanas mayores, gemelas... Roma y Julia -

¿Roma? ¿Por qué una se llamaba como su hermano?
Esto era confuso y muy extraño, pero al mismo tiempo viendo como las lágrimas de su mayor caían como cascadas mientras luchaba por mantener su voz firme a pesar se ser notorio el llanto que se generaba.

- Ellas eran como tú, mujeres Jaguar, habilidades de sombras y cin un alto potencial en recibir a Tezcatlipoca en sus cuerpos. Ellas empezaron como tú, siendo emisarios y luchando para sobrevivir, cuando me contaban sus aventuras siempre lo veía como algo genial hasta que un día nunca volvieron -

Con escuchar ese párrafo ya entendía lo que sucedió.
Alguien o algo debió haberlas matado o algún dios más comio, todo eso era posible si eres un emisario con potencial.

- Mi madre tu abuela siempre las veía como su mayor orgullo, cuando desaparecieron rápido le hecho la culpa a tu abuelo. Yo tuve que cumplir con sus expectativas y exigencias para llenar un vacío que nunca se lleno -

Los ojos de Elena estaban rojos de llorar, su nariz se cerraba por el moquillo y sentía un fuerte nudo en su garganta.
Contar estas cosas le era difícil y más cuando la expresión de Surt seguía siendo neutra.

- Yo no nací bajo su estrella, nunca tuve la capacidad de convertirme en Jaguar ya que tu abuelo sello ese lado mío al nacer. Tezcatlipoca m e visito una vez en la noche y me dejo con vida solo para seguir con el linaje.... luego naciste tu y perdí a tu gemelo..... -

A esa revelación recordó algunas cosas que Roma le mencionó de su infancia, como la abuela lo matenia ocupado o cansado con estudios y con un sin fin de cosas así como repudiada su lado bestia ¿Acaso estaba relacionada con eso?

- Ni fui la madre que necesitabas, nunca lo fui y admito mi error, cuando perdí a tu gemelo una parte de mi lo tomo como una advertencia y el miedo de perderte solo se hizo más presente.... en verdad lo lamento Surt -

Los recuerdos de ese hospital como le darán la noticia de haber muerto su segundo hijo recién nacido, como Surt nació demasiado pequeña a diferencia de los bebés normales.
Tenia miedo, enojo y decepción no de ella sino de sí misma y sin ser consciente o no lo transmitió en su hija.

Surt seguía con su expresión neutral, eran muchas cosas que llegaron de golpe y solo deseaba respuesta en caso de que su madre le haya mentido, pero ver como se desmoronaba delante de ella, como dejaba salir sus emociones si miedo al "que dirán" o al "que pensaran" solo era Elena dejando ir lo que guardo.

- tienes el derecho de odiarme, de olvidarme y de nunca verme .... pero lo que digo es verdad, solo quería cuidarte y falle como madre, tuve que ver morir a tu abuelo y tocar fondo para entenderlo ... Surt por favor perdóname... perdóname por favor -

Elena sacaba todo lo que callo en su vida, lo que solo se atrevia a decir en cartas y en sus pensamientos más profundos. Una muestra honesta de su propia debilidad y perdón a su hija, con una ligera esperanza de tener el aclamado perdón aún sabiendo si el precio era nunca verla o recibir un rotundo rechazo.

Sea cual sea la opción estaba dispuesta aceptarlo.

La chica más que nunca deseaba irse, pero al mismo tiempo decir algo.

Solo pudo hacer una cosa.

Dejo el casco de la moto y se acerco a la mayor dándole un abrazo como lo hacía cuando era niña.

¿Qué decisión tomaría?

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Bueno ...... como se nota que fui a terapia....

En fin el tema de la madre de Surt apenas comienza y esta entrelazado con lo que pasar con Roma.

Dato importante.
La abuela de Roma si nombro intencionalmente al chico como una de las gemelas muertas. Aún tiene ese vacío sin llenar y desea hacerlo con el niño que le robo a su hija.

Elena no sabe la existencia de Roma ni lo que le a pasado o cosas de él.

La madre de surt ha hido a terapia y tratarse a sí misma desde que el abuelo murió y ella quedó sola en casa.

¿Cómo creen que acabe esto?

Sin más nos vemos mis leyendas