- Drabble -

Los castillos medievales tienen una estructura diferente y una seguridad dependiendo de lo que resguarda en su interior y cuando son tesoro antiguos e históricos la seguridad debe ser un poco más especial.

En el techo del palacio Brunhild y Merlín se encontraban entre las sombras esperando el momento para entrar y "tomar prestado" unas cosas.

- No entiendo por qué esperamos el cambio de turno, digo puedes tomar la apariencia de un guardia y entrar sin problemas -

La chica susurro en voz baja teniendo la mirada en los guardias de la entrada. No era la primera vez que robaba la experimento con Bahir y K debía dar frutos esta noche.

- Lo haría pero este edificio tiene lectores de magias además de que ya tienen un nuevo protocolo para saber si estoy entre ellos -

- Bueno ya entendí, pero exactamente ¿Qué debo hacer? -

- Usar tu habilidad de come magia y salir con vida -

- Suena a una tranquila noche de sábado -

Tras dar las 2 los guardias se fueron a cambiar turno, dejaron la puerta cerrada pero en el momento en que hiban a usar candado Merlín lanzó un pequeño hechizo dejando la puerta abierta.
Brunhild uso un viejo pasador para hacer fallar las cámaras de seguridad inclustandolo en uno de los cables.

Bajaron al ver la luz de la cámara apagada, entraron a la puerta y la dejaron casi cerrada, se quedaron en un punto ciego hasta que las cámaras parpadeaba y les daban paso por el pasillo.

Llegaron a una de las puertas, esta enia un casado mágico el cual la chica buho abrió sin problema alguno.
A este punto había aprendido a quitar magia tocando los objetos sin hacerlos polvo.

Entraron a la habitación cerrando la puerta antes de que la cámara recuperará su señal.

- Agh casi nos ven -

- Wow .... -

La chica miró la cantidad de reliquias en estantes de vidrio y en los cajones más altos. El brillo no era lo que le llamaba la atención si no la magia tan antigua y deliciosa que tenían dentro.

Simplemente era una delicia.

- Esto seria un festín para alguien de mí especie -

- Ni se te ocurra comerte algo - regaño Merlín - todo esto podría ponerte loca en cuestión de segundos -

- pero sabe tan delicioso, como los dulces de Emerald y el pan de manzana -

Un brillo en sus ojos apareció al recordar esas delicias y su sabor en la boca. Parecía una niña pequeña al darle dulces.
Merlín miro a su alrededor esperando encontrar su objeto en cuestión.

- Brunhild podrías -

- Ah, ya entendí -

La chica se acercó a una estantes de vidrio que al sentirla cerca hicieron aparecer sus sellos mágicos. La chica solo extendió una mano y estos mismo sellos desaparecieron y siendo ahora un bocadillo para la chica.

- saben a chicles de menta -

- ¿En serio la magia tiene sabor? -

- No toda, algunas no saben a nada y otras tienen sabor de postres o comidas saladas -

Merlín comenzó a rebuscar en los estantes abriendo las cajas y algunos frasco con decoraciones de oro y joyas.
Mientras buscaba Brunhild miraba con curiosidad los cuadros y tapices colgadas en las paredes.

Le parecía  muy curiosas al saber que algunas podrían contar historias y dejar escenas de los héroes del pasado.

- Los caballeros de la mesa redonda, el rey Arturo como fundador, su amigo Lancelot como mano derecha y Merlín como su principal consejero, jajaja Merlín te llamas como ese sujeto -

La chica menciono divertida al ver el cuadro.

- Ni lo menciones por su culpa es que estoy así -

- ¿Por qué? ¿Cómo un anciano muerto de hace miles de años te hizo daño? -

- Su herencia, todo porque creyó en las palabras de ese rey Arturo y escondió su cuerpo y espada, y también contando el juramento de Camelot y sus conocimientos en magia -

Brunhild miró nuevamente el cuadro dirigiendo su vista a un viejo tapiz con los 12 caballeros de la mesa redonda y un asiento apartado con un caballero dándole la espada a todos.

- Mordred el caballero de la traición - leyó en voz baja mientras veía una inscripción - hijo ilegítimo de Moragana y el Rey Arturo -

Deseaba leer más cuando unos pasos se oyeron venir por el pasillo alertando a la chica. Lo último que deseaban era llamar la atención.

- Merlín debemos irnos ya -

- Aun no lo encuentro -

- Apúrate -

- En eso estoy -

Tras presionar el chico este encontró lo que buscaba, ahora estaban corriendo por sus vidas en los pasillo del edificio. Suerte que tenían unos cubrebocas que cubrían parte de su rostro.

Llegaron hasta el techo ahora siendo seguidos por los guardias y usando la habilidad de Brunhild para desactivar alarmas y deshacer ataques mágicos.

Hasta que encontraron una ventana abierta en el que el chico salió, pero se cerró dejando a la chica adentro. Oia venir a los guardias Melina hiba a usar su magia cuando la menor hizo señal de que no. Encontraría otro modo de escapar.

Sin más comenzó a correr en otra dirección esperando hayar una salida.

No sabe como diablos paso, pero ahora estaba en las catacumbas del castillo y como era Brunhild estaba perdida, muy, muy perdida.

- Mi sentido de la orientación sigue siendo un asco -

Avanzaba entre la oscuridad y la humedad junto a unas ratas que rondaban por ahí.
Tenia una mochila con cosas en casonde emergencia y esa emergencia era para cuando se perdía.

Siguió así hasta llegar a una escalera con un acceso al techo y una entrada, parecía que era una alcantarilla podría estar en las afueras del castillo.
Subió por la escalera y abrió la cotilla saliendo y encontrados en un lugar diferente.

Parecía estar en una habitación gigante con paredes de piedra caliza, tallados en las paredes y estatuas de caballeros llenas de polvo y oxidadas por el tiempo y humedad.

- Lo bueno es que no estoy en el castillo y lo malo es que no se en donde estoy -

Entro por completo para ver mejor la sala y darse cuenta que no era una sala sino un mausoleo.

- En serio debo dejar de perderme tanto -

Estaba por regleta cuando vio algo que le llamó la atención. Un cuadro parecido al de los tesoros en el castillo con la imagen de uno de los caballos. Este hombre tenía una hermosa armadura, cabellos morados y ojos café oscuro mientras a su lado había un hombre con una corona.

- Sir Lancelot del lago y el Rey Arturo -

Miro la tumba sellada en piedra viendo la inscripción casi borrosa. Debían ser uno de los portadores de la espada como para tener un mausoleo solo para él.

Su curiosidad era grande además nadie más la veía. Se tapa la nariz y pidió permiso al tocar la tapa.

Abrió la tapa con cuidado de no romperla o algo así encontrándose con un cadáver con las ropas viejas y una hermosa espada en sus huesudas manos.
La espada a pesar del tiempo tenía un brillo especial, una escencia única que era cubierta oír el polvo y el olvido.

Tener esa arma en sus manos le daba mucha tentación y más por la clase de magia que tenía, pero detuvo sus manos antes de tocarla.

- ¿Qué estoy haciendo? -

Cerro la lápida y salió del mausoleo desde el techo al ver una pequeña abertura.

Al final no sería la última vez que vea esa espada.

________________________________________________________________________________________________________________________________________

Y así es como revelo la espada que llevara la niña :3

Mientras escribía este se me ocurrió un Drabble de Surt en una clase de ballet. Creo que si lo escribiré

Sin más nos vemos mis leyendas

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top