La vida de Eliot podría resumirse en lamentable.

Su cuerpo no podía hacer cosas que otros niños en su edad podían, no podía comer cualquier alimento sino podría tener un horrible dolor de panza o incluso acabar en el hospital, no podía hablar o socializar con naturalidad ya que nadie la hacia caso o acababa siendo la burla de cualquiera.

Solo no podía ser como los mismos de su edad y sabía que nunca lo sería.

- H- Hola -

Los niños no le hacían caso aún cuando este parado frente a ellos.

- Me llamo Eliot -

Seguían ignorandolo

- Soy nuevo -

Nadie lo miraba

- Me gustaría jugar con ustedes..... -

Los niños seguían ignorandolo. Eran más altos que él aún cuando cuando sean del mismo grupo y tengan la misma edad.
En apariencia Eliot era un poco más bajo, usaba una sudadera verde clara y tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos negros. Movía sus dedos nervioso y trataba de mantener su respiración tranquila.

- Tal vez no me oyeron, ejem.... ¡Hola! -

En vez de recibir atención un grupo de niños que hiban corriendo lo empujaron y tiraron al suelo, según que "estorbaba"

El pequeño se levantó con cuidado mientras recuperaba la compostura, revisaba que su cuerpo no sufrirá daño alguno la última vez se le había clavado una piedra filosa en su rodilla y acabo con una infección.

- Me duele mucho -

Sus manos estaban rojas y con unos raspones pequeños, al menos no sangraba.

Es tan delicado, tan frágil y eso solo lo hacia sentir peor, al final lo débiles están solos.

Siempre se encontraba solo, en las esquinas de las aulas, en el último asiento o estando bajo la sombra de un árbol, pero siempre estaba ahí solo y con el tiempo entendió que estaba bien estar en soledad.

Después de manifestarse su poder era mejor estar solo.

- ¡A- Ayuda! -

El mismo niño de antes se encontraba en el suelo sacando sangre de su boca y una oleada de humo verde lo cubría por completo, sus ojos ahora brillaban con esa misma tonalidad.

Sentía que su cuerpo se desgarraba, sus huesos se movían sintiendo únicamente dolor en cada fracción de su cuerpo. Era como si mil agujas entraban a su sistema y se clavaban en cuál parte del cuerpo.

Hasta que ya no sintió aire entrar en sus pulmones y solo un enorme vacío y oscuridad. Mientras de su boca seguía saliendo sangre y el brillo verde se desvanecieron de su mirada.

- ¿ya no iré a la escuela? -

- Lo siento, pero no desean que tengas otro ataque en público la última vez casi mueres. Estudiarás en casa y lo haremos divertido  cree en tu tía -

- Lo entiendo tía, solo que ..... ¿Al menos podré ver a mis papás? -

- bueno hablando de eso ..... -

- Se van ¿Verdad? -

- no es que no quieran irse, solo que su trabajo no los deja descansar mucho que digamos -

- Entiendo -

- Pero estarán aquí en tu cumpleaños, ellos lo prometieron y sabes que nunca rompen sus promesas ¿Cierto? -

- Cierto... -

Al menos tenía calma o un pequeño consuelo en su día a día. Claro que cuando caía la noche eso cambia mucho.

Los sueños que tenía en este momento lo dejaban confundido, eran visiones rápidas sin sentido para un niño de 7 años, imágenes y acontecimientos rápidos que de personas que habilidades poderosas y otras que era de pocas pasadas.

Guerras, traiciones, hambruna, desconfiar, política, el día a día de gente que jamás vio a la cara y todo mientras dormia para ser despertado por el dolor que sentía en el pecho.

- ¡AAAAHHHHH! -

Se levantó de manera abrupta míen se tocaba el pecho, justo en el corazón.

- Esto solo se pone peor ..... -

Al final se abría de acostumbrar a este estilo de vida y lo mejor es que estaba solo, así nadie se preocuparía por él.

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Que alguien le de un amigo a este chico antes de que empiece hablar con las ratas .... o demasiado tarde.

Bueno me dieron ganas de escribir de Eliot.

Creo que ya me desean patear por la vida que le doy a este chico jajajaka bueno no me maten

Sin más nos vemos mis leyendas