Desde que Ymir tomó a Brunhild como su asistente la a ayudado a tener el orden y organización deseada como emisario y líder. Era curioso como la convivencia en ambas se daba, a pesar de que la mencionada era completamente responsable y recta en ocasiones los papeles se invertían.

- Deja de moverte, así no puedo sacar las últimas medidas -

- llevo horas aquí ¿cuanto durará? -

- lo que tenga que durar, este vestido debe ser precioso para ese festival -

Brunhild se encontraba ajustando el vestido que Ymir llevaría en el festival de otoño.
Como emisario de la diosa de la primavera (aunque aún era controversias sus poderes de hielo) debía asistir a eventos que representen la despedidas de las estaciones para llegar a la introducción al invierno aunque ese no era su campo hereditario.

Mientras Miphos y Fakir jugaban con una bola de estambre el búho de la chica dormia en su jaula mientras una manta lo cubría. Desde que llegó a ese viaje trajo consigo esa ave. Lo dejo pasar ya que volvía muy feliz a su amiga, pero en ocasiones sentía que ese animal y ella ocultaban cosas.

Ymir sentía algo extraño en Brunhild.

- El color es muy bello y la tela se ve de buena calidad - comento la rubia deseando crear una conversación - ¿Dónde la conseguiste?

- Tengo mis métodos - dijo mientras ponía un alfiler en la cintura de Ymir sosteniendo un trozo de tela - yo también tengo mis contactos

- jajajajajaja ¿Tú? Y desde hace cuándo? -

- Quizás siempre y no te diste cuenta o solo apenas -

- No me vengas con esas frases estilo Luca -

- Perdón quería intentarlo je -

Ymir vio con mayor detalle el vestido que tenía puesto. Blanco con detalles oscuros y un bello bordado de hojas y copos de nieve. Habian piedras incrustadas en el torso, pero eran pocas. En apariencia un vestido sencillo, pero elegante y hermoso a la vez.

- Aun me sorprende que sepas de costura, debiste ser una buena costureras en tu época - alago la rubia

- creo que si, solo un día desperté y el recuerdo de eso llegó como si nada...... más allá de que si hacia un buen trabajo o no, solo no se -

Desde el espejo noto como Brunhild cambio de expresión a una mirada cansada y melancólica. No se podía imaginar la posición de la chica, olvidar todo y solo no saber nada de tu identidad debía ser algo simplemente horrible, aunque ahora era menos los comentarios de ello.

- ¿Aun no recuerdas nada? -

- No, solo son las misma pesadillas de siempre ..... pero eso no importa, ahora volteate que debo ver como quedo de este lado -

Brunhild recupero rápido su ánimo como si nada. Ya era costumbre este tipo de situaciones, solo deseaba no pensar en eso, no pensar en como escapar del sol.

- creo que con eso queda, ahora quitártelo y voy a terminar de costurar -

- lo dejare en mi habitación, debo ir a revisar la administración de la cosecha para estos tiempos de frío, ¿no te molesta? -

- No, ve hacer tus trabajos yo me encargo de lo demás -

Ymir hizo caso caminando al baño y en poco tiempo saliendo a toda prisa con sus gatos con ella. Brunhild callo de rodillas al suelo abrazando su estómago con fuerza.
Sentía como el olor a magia inundaba sus fosas nasales, como el hambre se despertaba lentamente y con ello sus bajos instintos. Sin darse cuenta se preguntaba ¿A que sabrá la escencia de Ymir?

Si llegara a tocarla jamás se lo perdonaría. Se sentía atrapada, como si corriera en un eterno laberinto o en un ciclo sin fin, de hambre, recuerdos borrosos y dolor, mucho, mucho dolor. Como por un momento dejaba de ser humana a ser un animal deseando comer y satisfacer sus insultos, como sus conciencia se nublaba y en su lugar aparecía una presencia muerta y a la vez rota en su interior.

Saber que te atrapas en ese extraño ser y no poder hacer nada contra este, el saber como este monstruo era una horrenda parte de tí, como tú eras ese ser sin escrúpulos, sin escencia.

Como solo se envolvía en oscuridad para ser quemada lentamente por ese sol que no la deja en paz.

Una conciencia del tamaño del sol, como este monstruo afecto si vida anteriormente y lo volvía hacer sin reparo alguno.

Era buena disimulando su malestar y tortura diaria, era buena mintiendose así misma. Pero sabía que jamás podrá volver sus mentiras en verdades.
Su ilusión se rompería diariamente con tal de seguir una vida normal

La comezón en su brazo izquierdo se hizo saber rascándose con fuerza mientras su mente trataba de controlar el choque de emociones y pensar que la envolvían ahora.
Al bajar la manga de su camiseta pudo ver como la marcha negra se esparcia dejando lugar crecer plumas de búho o lechuza.

- No, No, No ahora no por favor - suplicaba en voz baja solo aumentando el miedo que sentía.

Las plumas solo crecían a mayor velocidad y unas caían al suelo por la picazón, era tanta la desesperación que arranco las plumas de su propia piel para evitar que crecieran. En poco tiempo el suelo fue llenado por plumas bañadas en sangre y el brazo de Brunhild lleno de heridas y sangre.

El pánico y los gritos que soltaba hicieron despertar a su búho, este solo se movía desesperado y ululando deseando saber que pasaba a su alrededor.

Desde el espejo veía como las machas llegaban a su cara, un ojo suyo era envuelto en negro con la pupila dorada. Colmillos crecían de su boca y las plumas eran más frecuentes llegando a su cuello.

Era un monstruo, no importa como quisiera disfrazarlo eso era en realidad.

- .... Soy horrible ..... - se dijo así misma mientras una lágrima caía de sus ojos

El saber que era monstruo, solo la torturaba sin darle ni un solo descanso a su alma y conciencia.

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¿Qué les parece?

La Brunhild se va a romper y bien feo.

¿Quieren que lea diga lo que tiene Brunhild o desean descubrirlo por medio de Drabble como estos?

Sin más nos vemos ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡