Chisai: no recuerdo que hubiera tanto polvo en esta parte

Chisai se encontraba haciendo limpieza en su casa, de las pocas veces que estaba en casa siempre limpiaba u ordenaba las cosas, a pesar de que ya nadie vivía aquí no era capaz de deshacerse de la casa de la cual fue criada.

Mientras movía la cajas y barría con cuidado de no levantar más polvo una sombra se metió en su vivienda.
Un hombre de traje negro, con la cara y la cabeza toda cubierta por una máscara que solo dejaba ver sus ojos.

Ni un ruido, ni siquiera un suspiro, todo en él era callado y silencioso como si no estuviera ahí.

Saco de sus mangas un par de cuchillos curvos, cada paso que daba solo le daba una oportunidad para matarla.
En el momento en que lanzó el primer ataque chisai lo detuvo con un movimiento rápido de sus manos y deribo al sujeto con sus pies .

Jarrones rotos, golpes rápidos y cortadas con salpicaduras de sangre llenaban el suelo.

Hasta que arta de este saco uno de sus cuchillos y lo clavo en la mano del asesino, este la golpeó y clavo un cuchillo en su estómago dándole una patada y tirandola al suelo.
Este sujeto solo se modo de su estado, con un grito agudo saco el arma de su mano y la lanzó a la chica.

Asesino: no sabes como disfrutare verte muerta, monstruo

Tomo a Chisai de la camisa levantadola del suelo y mirándolo a la cara, esta solo le escupió en sus ojos y le dio un potente cabezazo aturdiendolo en el proceso.
Tan pronto la soltó se quito el cuchillo de su estómago y lo uso como un arma también.  No parecía molestar o incomodar ese dolor y herida.
Los movimientos de Chisai eran rápidos y flexibles, se movía como una serpiente y como tal clavo dos largas dagas en las piernas y el pecho del hombre.
Lo tumbo en el suelo y golpeo su cabeza en el suelo hasta que una mancha de sangre salio de la tela que cubriasu cabeza.

Lo había dejado con vida, por ahora.

Chisai: ¿Quién te manda? ¿para quien trabajas? ¿cómo llegaste hasta aquí? 

Sin más le quito la máscara que le cubria la cara. Era un viejo hombre del comando de soldados en el desierto. Lo llegó a ver pero jamás lo conoció por completo.
Azotó nuevamente su cabeza en el suelo y la aplastaba con su mano Mientras ejercía presión en las heridas que le ocasionó.

Chisai: ¡HABLA DE UNA MALDITA VEZ!

Asesino: M-Maldita mujer ........ M-Maldita bruja ....... por tu culpa, perdí a mi familia  ....... por tu culpa perdí todo lo que amaba

Chisai: tsk, otro perro con el mismo hueso

En un movimiento rápido le rompió el cuello al hombro dejándolo muerto al instante.
En su tiempo como soldado de la milicia era una tortura ver tanta sangre y muertes sin sentido. Pero cuando su turno llegó también el miedo y la culpa.
En más de una ocasión se ponía la pistola en la boca para darse fin y dejar de sufrir, pero fuera suerte o destino jamás tuvo el valor de matarse.

Algunos soldados tiene traumas o lesiones psicológicas tras estar en el campo de batalla, ella solo tiene uno estar con vida.
No ve la matanza como algo malo ni lo disfruta, es como sacar la basura o lavar los trastes, algo normal pero si es a algo que ama comienza a cambiar.
Se volvió una asesina hipócrita y eso lo sane muy bien.

Sus medallas son una evidencia de eso y ese anillo que carga en su dedo también.

Se levantó con sus armas en mano y miro el desastre ocasionado. En ellos el cuchillo de su atacante.
Lo tomo con cuidado leyendo la inscripción de su dueño original.

Chisai solo suspiro con cansancio y enojo, ese nombre le es conocido y muy familiar. Ese hombre deseaba verla muerta a como de lugar.

Chisai: creo que tendré que limpiar de nuevo.

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Un viejo enemigo de chisai ha vuelto y desea venganza