Hoy venimos con un nuevo personaje curioso. Tal vez no tan curioso como desconocido, aunque si no les suena ella seguro que les sonará su hija. Pero no vamos a juzgar a un personaje histórico por su descendencia sino por sus actos, y por eso queremos hablar de Mary Wollstonecraft (27 de abril de 1759 - 10 de septiembre de 1797).

Nacida en Spitalfields (Inglaterra), el 27 de abril de 1759, murió con tan solo 38 años en Londres, de una sepsis, pero en ese tiempo se dedicó a la escritura y la filosofía, y fue una figura destacada entre sus contemporáneos.

No tuvo una vida fácil. A pesar de que su familia tenía buenos ingresos cuando ella era pequeña, su padre los derrochó en especulaciones que no tuvieron éxito. No pararon de mudarse debido a los problemas financieros, e incluso su padre la obligó a gastar una herencia con la que contaría de mayor.

Al parecer su padre maltrataba a su madre, y más de una vez Mary intercedió y mintió por ella. También parece que influyó en sus hermanas, Eliza y Everina, logrando que la primera huyera de su marido y su bebé, debido a que estaba sufriendo depresión postparto. Esto no estuvo exento de problemas puesto que su hermana fue, desde ese momento, repudiada por la sociedad.

Mary tuvo dos grandes amistades: Jane Arden, con quien leía libros y aprendía del padre de Jane ciencias y filosofía; y Fanny Blood, probablemente su amistad más importante, con la que compartía el sueño de convivir, aunque al final no pudo ser. Mary, sus hermanas y Fanny abrieron una escuela en Newington Green, lo que llamaron una comunidad inconformista, pero Blood se comprometió al poco tiempo de ello. Aún así, a ella agradeció siempre que abriera su mente, aunque sabía que la había idealizado, pues Fanny tenía pensamientos más tradicionales que ella. Su amiga finalmente se casó y se quedó embarazada. La muerte de Fanny durante el parto en 1785 la destrozó, sirviéndole esto de inspiración para su primera obra.

Que por qué nos centramos de pronto en su familia o amigos se estarán preguntando. Además de que no sabrán por qué la traemos a colación en este apartado. Pues les aseguramos que todo tiene una explicación.

Tras la muerte de su amiga, comenzó a trabajar de institutriz de la importante familia Kingsborough. Pero se dio cuenta rápido de que las posibilidades de trabajo para las mujeres con pocos recursos, pero respetables, eran difíciles y casi nulas. Esto, unido a que siempre se había rodeado de mujeres que habían estado sometidas a la injusticia de un hombre o la sociedad, hicieron que, tras un año como institutriz, cambiara por completo su profesión para ser escritora.

Mary Wollstonecraft escribió de todo: novelas, cuentos infantiles, ensayos... Y, quiso convertirse, según sus propias palabras, en: «la primera de un nuevo género». Consiguió ser profesional e independiente y vivir de la escritura en Londres. Lo que ya es difícil hoy día, mucho más entonces, para una mujer del siglo XVIII.

Como ya hemos mencionado, sus vivencias con su familia y amigas, supuso una gran influencia en ella y, ya en 1792, escribió una de sus obras más importantes: Vindicación de los derechos de la mujer. Con esta obra, Wollstonecraft estableció las bases del feminismo tal y como hoy lo conocemos. La idea de igualdad, y de un orden social basado en la razón y no en el género. Gracias a ello, fue una de las mujeres más populares de Europa en su momento.

Sus obras no han sido lo único que ha interesado al público, sino su vida en general, debido sobre todo a su al parecer tumultuosa vida. O tumultuosa para la época, claro. Después de dos romances malogrados, uno de ellos con el aventurero Gilbert Imlay, con quien tuvo una hija «ilegítima» (Fanny Wollstonecraft), se casó con William Godwin, filósofo y uno de los precursores del anarquismo. Fue con él con quien tuvo su segunda hija que se llamó Mary Wollstonecraft Godwin, aunque todos la conocemos por Mary Shelley, la más que famosa escritora de obras como Frankenstein.

Por desgracia, debido a las complicaciones en el parto, Mary Wollstonecraft murió diez días después de dar a luz a su segunda hija. Y dejó inacabados varios manuscritos.

Godwin, tras su muerte, publicó unas memorias de su vida, desvelando precisamente su estilo de vida, que ya hemos dicho, podía ser bastante criticado en su momento. De hecho, estas memorias destruyeron la reputación que se había labrado. Durante al menos un siglo fue criticada, incluso por autores que crearon personajes excéntricos inspirados en ella.

El movimiento feminista de finales del siglo XIX y principios del XX, la rescataron del olvido, usando de nuevo sus obras en defensa de la igualdad para la mujer. Mujeres de la talla de Virginia Woolf o Emma Goldman recuperaron su historia y su vida, aunque para muchos seguía siendo criticable.

Consiguió que sus ideas traspasaran el tiempo, en ocasiones más por sus «experimentos de vida», como la propia Woolf los llamó, que por su obra. Por todo el conjunto, tanto su apasionada vida, como sus letras y racionalidad, se le considera una de las fundadoras del feminismo, y su filosofía ha tenido, y sigue teniendo, una influencia muy importante.

Vivió tan solo 38 años, en una época difícil para una mujer escritora, o para una mujer sin más. Pero gracias a su visión y a su mente, logró sentar las bases del feminismo tal y como es concebido, con una concepto de igualdad. Porque como ella misma dijo: «las mujeres no son, por naturaleza, inferiores al hombre, sino que parecen serlo porque no reciben la misma educación, hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales».

Sabemos que Mary Shelley es conocida por todos, ¿pero conocían a su madre Mary Wollstonecraft? ¿Qué te ha parecido?

Entrada escrita por: SonFuentes