Narra Izuku

Han pasado cinco días desde que nos declaramos nuestros sentimientos en Nagasaki, los mejores cinco días de mi vida. Es rutinario para mí el levantarme, agarrar mi teléfono, saludarla mientras me devuelve el saludo con un "Mi Deku lindo", vamos, no soy tan lindo, pero es un detalle que nunca está de más.

También, cada vez que nos vamos a casa, por suerte, juntos, en el tren aprovechamos de besarnos como no lo hacíamos por todo el día, esconder nuestra relación por la presión era difícil, pero efectivo, sus besos eran tan hermosos que deseaba que nunca se acabaran esos momentos, ella y yo, nadie nos molestaba, podía besarla sin culpa alguna.

Pero ahora es cuando yo debía hacerle una gran pregunta, si podía ir a mi casa y conocer a mamá, ella siempre quiso que trajera alguna chica, siempre le quise evadir el tema diciendo la hipótesis de si soy gay, pero siempre me atrapaba, no era porque era homofóbica sino porque me conocía como la palma de su mano. Soy tan heterosexual como un fan de Jojo's.

Creo que mamá y Uraraka se entenderían.

— Mmm... Oye Uraraka- Dije después de liberarme de sus besos.

— Dime, Deku- Dijo Uraraka.

— Ehhhh... ¿Q-quieres venir a... a mi casa el domingo?- Dije.

— Claro, me gustaría- Afirmó mi novia.

— Perfecto- Dije.

— Pero... Solo si tú vas a la mía el lunes- Dijo ella.

— Oh el comunismo ataca de nuevo... acepto - Dije y nos volvimos a besar.

Ya para cuando llegó mi parada, nos dejamos de besar de la manera en la que lo hacíamos y me despedí con otro beso para irme a mi casa, por el camino pensaba en que debía hacer, ponerme algo más formal, dejarle ver mi cuarto, ponerme desodorante y colonia, mamá seguramente va a hacerle muchas preguntas, pero espero que mi novia querida no se incomode.

Llegué a casa, saludé a mamá, ella estaba lavando los platos y me saludó de vuelta, no le comenté que sus deseos de traerle una chica a la casa se iban a cumplir, mamá sabía que yo no era un chico muy sociable, he hecho amigos en U.A como Kirishima, Iida, Kaminari, Tsuyu, pero especialmente Uraraka. El hecho de que fuera mi novia la pondría tan feliz, que la haría llorar un océano, como siempre.

Fuí a mi cuarto, yo amaba mis cosas de All Might, parte de ellas las compré, otra parte mamá me las regaló y otra las gané en apuestas de cartas Yu-Gi-Oh en el colegio, eran cosas completamente legales, pero por ahora iba a tratar de dejarlas en un estado sutil.

Tenía que cambiar un poco las tornas, las figuras de All Might las guardaré en el clóset, cambiaré el cubrecamas de All Might por uno azul, ordenaré el librero y el escritorio y elegiré mi ropa para la ocasión. Una camiseta manga larga con una corta de color celeste, jeans azules y zapatos rojos serán lo más formal que podré pensar alguna vez.

Solo quiero darle una buena impresión de mi privacidad a Uraraka, ella sabía que era fan de All Might, pero no que soy un mega-fan, tampoco un fanboy, pero si alguien que siempre ha tenido un fanatismo por el héroe número uno.

— Izuku... Cariño- Dijo mamá algo preocupada.

— ¿Que pasa mamá?- Dije intentando parecer sutil.

— ¿Por qué guardas tus cosas de All Might?, Nunca lo has hecho y menos ahora, ¿Ya no lo admiras?- Dijo mamá.

— JAJAJAJAJAJAJA- Dije para terminar con un manotazo en el muslo.

— Que graciosa, no, es porque el domingo va a pasar algo aquí en la casa, y quiero mantener mi cuarto como alguien que no huela a friki- Dije.

— Oh, ¿Y quién vendrá?, ¿Acaso es una chica?- Dije y me sonrojé.

— Bueno... Es una sorpresa- Dije, Midoriya eres un genio.

— Oh... OH, ya veo... Eso sí, no le ocultes cosas a tu madre, porque tarde o temprano lo sabré, jijijiji- dijo mamá saliendo del cuarto con una sonrisa maliciosa.

En fin, solo tengo que ordenar un poco más y esperar hasta el domingo.

Domingo

Bien, Uraraka me dijo que venía cerca, yo le dije mi dirección para que viniera, estaba inquieto y nervioso, esperaba causar una buena impresión para ella. Claro que mi casa no es la más glamorosa del mundo, osea, en frente de mi puerta hay un balcón sin protección, pero me encantaba estar aquí.

Le dije a Uraraka que vivía en el piso 12, la ví bajar de un auto gris y correr en dirección a la recepción, estaba viendo todo desde el balcón. Pasados unos minutos, llegó a la planta 12, ella llegó y me abrazó tan fuerte como siempre.

— Te ves preciosa- Dije.

— Ay basta- Dijo sonrojada.

— Ven, hay alguien que debes conocer- Dije guiandola a mi casa.

Entonces le hice pasar a mi departamento, se quitó los zapatos y vió mi casa.

— Bienvenida a mi humilde morada, esta es la sala de estar... Ahí está el sofá, pongo mi trasero ahí para ver dibujos animados y jugar videojuegos- Dije.

— Y aquí, está mi mamá... Mamá, esta chica de aquí es Ochako Uraraka- Dije.

— Es un placer señora Midoriya- Dijo Uraraka extendiendo la mano, mamá le devolvió el saludo entusiasmada.

— Izuku, no me dijiste que tenías a una amiga tan bonita- Dijo mamá y Uraraka se sonrojó, yo también porque aún no le dije que era más que una amiga.

— Jejeje, pero te conté de ella, ven, te seguiré mostrando la casa- Dije.

— Este es mi cuarto, la cueva del brócoli, mi guarida de hombre, llámalo como quieras- Dije, pero Uraraka se veía algo curiosa y molesta.

— Me mentiste- Dijo ella.

— ¿Qué?- Dije no esperando para nada una respuesta así.

— Dijiste que eras un mega-fan de All Might, pero aquí hay poco y nada de él- Dijo ella.

— Ah sí, sobre eso...- Dije y abrí mi clóset mostrando todas mis cosas de All Might.

— ¿Por qué las guardaste?- Dijo ella.

— No quería que pensaras que soy un friki o alguien obsesionado con All Might- Dije apenado.

— Ay Deku, está bien que seas friki y mega-fan de algo, no sientas vergüenza de eso... Además, los frikis me gustan- Dijo guiñandome un ojo.

— ¡Punto para mí!- Dije levantando los brazos, y le segui mostrando la casa.

— Este es el balcón, con vista al este de Tokyo y sin red de seguridad- Dije.

— Ah Perfecto- Dijo Uraraka, le mostré la última habitación.

— Y este es el baño, mejor conocido como el cuarto del trono- Dije.

— Me gusta la cerámica y huele a... flores silvestres- Dijo Uraraka olfateando el aire, salimos del baño.

— ¿Que hay de esa?- Dijo Uraraka señalando la puerta prohibida.

— Ese es el cuarto de mamá, lo que significa, Mordor- Dije, he entrado al cuarto de mamá muchas veces, pero no era necesario mostrarle.

Luego de unos minutos, mamá sirvió cena para tres, no era común decir eso en la casa, hoy era pescado con frijoles y arroz, un platillo rico que Uraraka disfrutó mucho, yo también y me encantaba que generara conversación con mamá. Necesitaba ver a alguien más que no fuera yo, no sale de casa muy seguido.

Pero ahora tenía que decirle.

— Mamá... Tengo algo que decirte... Bueno, tenemos- Dije.

— ¿Que sucede Izuku?- Dijo mamá preocupada.

— Bueno, te debo decir que Uraraka no es mi amiga, sino que algo más especial para mí, mi novia- Dije soltando los últimos retazos de nervios.

Mamá se quedó callada un rato, para después soltar un maremoto de lágrimas.

— ¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MI IZUKU ENCONTRÓ A SU CHICA, HE ESPERADO ESTE DÍA DESDE HACE AÑOS!- Dijo mamá llorando y sacando toda la cascada.

— Tu mamá es adorable- Dijo Uraraka.

— Lo sé- Dije.

— Ejem ejem, Uraraka, para reafirmar mi autoridad como madre, quisiera hacerte unas preguntas- Dijo mamá atrayendo un sombrero Fedora café con una cinta negra, un bolígrafo y un cuaderno de notas con su particularidad.

— Claro señora Midoriya- Dijo Uraraka.

— Uno, ¿Cómo conociste a mi hijo?- Dijo ella.

— Fue en la primera prueba de héroes, nos pusieron como pareja y fuimos contra Iida y Bakugo, hablamos un rato y nos hicimos amigos, también descubrí que nos íbamos en el mismo tren por la misma dirección y el resto es historia- Respondió mi castaña preciosa, entonces mamá anotó todo.

— Dos, ¿Que es lo que más te gusta de mi hijo?- Dijo mamá.

— Que es tierno, asertivo, agradable, alegre, preocupado y lindo- Dijo ella, y me sonrojé.

— Tres, ¿Ya se besaron?- Dijo mamá anotando todo.

— Si, nos besamos y déjeme decirle que su hijo besa como un príncipe- Dijo Uraraka, realmente no me esperaba es afirmación.

— Hmmm... Cuatro, ¿Desde hace cuanto se conocen?- Dijo mamá.

— Tres meses y medio- Dijo Uraraka.

— Bien, tengo mi veredicto final y es... ¡ERES PERFECTA PARA MI HIJO!- Dijo mamá y se lanzó a abrazarnos.

Eso salió completamente bien, mamá le dio su aprobación a Uraraka y se que ella no decepcionará como novia, el primer paso para ella estaba dado, solo me faltaba llevarme bien con sus padres.

Y eso... Va a estar difícil.

Buenas noches