Da comienzo la aventura

Ya han pasado 6 años desde que Gabriella se trasladó a Japón y durante ese tiempo, sus sentimientos hacia Diego no habían cambiado, ni tampoco su sueño de convertirse en cantante.

Aunque el cambio, fue bastante duro al principio, Gabriella estaba contenta de vivir en el continente asiático. Tenía tres amigas, llamadas: Fumiko, Sayuri y Kazuya.

Fumiko era la más sociable de las chicas, incluso era la delegada de la clase, ya que le encantaba ayudar a los demás. Sayuri era la más tímida, pero aquello no quitaba el hecho de que era la más estudiosa y por último, estaba Kazuya, una chica rebelde y una apasionada del deporte.

Incluso tenía una niñera llamada Mameha, una mujer quien perdió a su hija, a su yerno y a su nieta desde hacía unos años y para llenar aquel vacío, decidió trabajar como niñera en la casa de Gabriella y su familia, quienes la consideraban como parte de la familia, al igual que la mujer veía a la familia Santiago como sus parientes más cercanos, incluso trataba a Gabriella como a su propia nieta.

Aparte de la música y estar con sus amigas, a Gabi le encantaba escuchar las historias que le contaba Mameha, además de hablar por Skype con su abuela paterna Isabella, quien vivía en Sicilia con un amigo de la infancia de su nieta, Caio, el cual conocía a Gabi desde que la chica fue a visitar a su abuela durante unas vacaciones de verano cuando ambos tenían 10 años.

Un día, después de que la clases finalizaran, Gabriella se fue directamente a casa, pues aquella mañana sus padres le habían dicho que tenían que hablar con ella, así que al llegar a su casa, Gabi se encontró con que sus padres la estaban esperando en el salón mientras Mameha preparaba la comida.

-Hola cariño, ¿qué tal te han ido las clases?- preguntó su madre.

-Bien, lo normal aunque no he parado de pensar en lo que me habíais dicho esta mañana- confesó la muchacha.

-Pues no tienes por qué preocuparte, lo que te tenemos que contar es una buena noticia- explicó su padre.

Tras sentarse los tres en el sofá, Gabriella comenzó a analizar muy atentamente los rostros de sus progenitores, pues le preocupaba mucho que volviera a repetirse el mismo acontecimiento de hacía 6 años.

-Verás cariño, tu padre y yo creemos que ya es hora de que comiences tu carrera musical-.

-Pero para ello tendrás que viajar hasta Buenos Aires e ingresar en el Studio On Beat-.

Lo cierto era que Gabriella ya conocía varios datos sobre aquel estudio: era uno de los más famosos del mundo y sólo ingresabanen él los mejores artistas, además de ser el lugar en el que sus padres se conocieron. Pero al saber que sus padres estaban dispuestos a permitir que ella cumpliera su sueño, no pudo evitar sentirse muy feliz.

-¡Oh, gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!, os quiero- gritaba Gabi muy eufórica.

Y tras abrazar a sus padres y preguntarles cuando se irían, ambos adultos se miraron preocupados porque no sabían cómo se tomaría su hija el resto de la noticia.

-Gabi, en realidad nosotros no nos vamos- le explicó su padre.

-¡¿Cómo?!, pero...¿entonces me voy yo sola a Argentina?-.

-No, no mi vida, Mameha irá contigo-.

-Y... ¿cuando nos vamos?-.

-Pasado mañana- contestó su padre.

En ese momento, Gabriella no podía evitar sentirse mal por sus amigas, pues a pesar de que ellas la animaban a que se convirtiera en una gran estrella de la música, sabía cómo eran y no les sentaría bien que su querida amiga se marchara al otro lado del mundo.

Al día siguiente, durante el recreo, Gabriella se reunió con sus amigas y les contó la noticia, al principio las tres chicas se quedaron en shock, y la chica, preocupada por las expresiones de sus rostros les preguntó si se encontraban bien y entonces Fumiko fue la primera en hablar:

-No me puedo creer que te vayas a Buenos Aires-.

-Yo también me sorprendí mucho cunado mis padres me lo dijeron-.

Y aunque Fumiko estaba muy feliz por ella, Gabi podía ver como a Sayuri se le empezaban a empañar los ojos de lágrimas y Kazuya la miraba con seriedad.

-Ya sé que debería estar feliz por tí Gabi, porque ahora podrás perseguir tu sueño, pero te voy a echar mucho de menos-.

-Yo también os echaré de menos Sayuri- confesó Gabriella al mismo tiempo que abrazaba a su amiga.

-¿Tú no te vas a despedir Kazuya?- cuestionó Fumiko al ver que la chica no decía nada.

-Claro Fumiko- empezó Kazuya- Escucha Gabi, eres una de mis mejores amigas y... aunque no me guste la idea de que te vayas lejos de nosotras, quiero que sepas que cuando seas famosa, no podrás deshacerte de nosotras tan facilmente.

Y tras decir esto, la muchacha abrazó muy fuerte a su compañera a la vez que esta le respondía que nunca podría olvidarse de ellas.

Entonces, después de las clases, Gabriella se fue directa a casa para preparar las maletas y cuando terminó de hacerlas, decidió conectarse al ordenador para hablar con su abuela.

-Hola abuela- saludó la chica al ver a la anciana que se encontraba al otro lado de la pantalla.

-Hola cariño, no sabes las ganas que tenía de hablar contigo-.

Finalmente, tanto abuela como nieta empezaron a ponerse al día de todo, incluso hablaron del viaje que realizaría la chica al día siguiente rumbo a Buenos Aires. Ambas estuvieron charlando hasta que la mujer le dijo a su nieta que ya era hora de dormir, pues al día siguiente le esperaba un gran día y lo cierto es que no era para menos, ya que a partir del día siguiente daría comienzo la gran aventura de Gabriella.

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