En sus recuerdos siempre estaba presente, vividas imágenes de la mujer que alguna vez fuera su prometida, el amor de su vida. Recuerdos de melodiosa voz, de su sonrisa. De lo poco que compartieron en su tiempo juntos y de lo que habrían podido compartir.

Pero ya jamás podría ser posible, pues ella ya no estaba más en este mundo.

Y esos recuerdos se transformaban en puñales que se hundían en lo más profundo de su ser cada vez.

Y junto a ellos llegaba la culpa. Y los miles de "si hubiese"

Si hubiese llegado a tiempo, si la hubiese protegido. Si tan solo hubiese dejado aquella causa que no le pertenecía y la hubiese escogido a ella por sobre todas las cosas, como siempre le había prometido. Si tan sólo hubiese cumplido su promesa, ella aún estaría aquí.

Ahora no sería el héroe de una aldea de desconocidos sino que sería su héroe, el de ella. Y eso era más valioso.

Pero había ya escogido y solo le quedaba conformarse con recuerdos de su corta vida juntos y con ver su imágen grabada en una fría tumba en aquel antiguo cementerio.

Depositó en el pequeño jarrón metálico una preciosa rosa color escarlata. Su flor y color favoritos.

—Si tan sólo pudiese verte una vez más, mi querida Alexa... —musitó y una lágrima se deslizó por su mejillla y cayó en el agua del jarrón de la flor formado pequeñas ondas que desaparecieron a los pocos segundos.

«Si ese es tu deseo, lo tendrás»

Se oyó una femenina voz lejana.

Un destello lo cegó por un instante.

Cuando abrió los ojos. No podía dar crédito a lo que veía. Su prometida estaba allí presente, luciendo igual que el último día en que la había visto con vida.

Sostenía entre sus delgados dedos la rosa que acababa de dejar sobre su tumba y aspiraba su aroma de la manera en que solía hacerlo cuando le llevaba ramos de ellas.

No había rastro alguno del daño que había visto en su mutilado cadáver el día que lo halló.

Además de ello, un aura dorada la rodeaba, haciéndola ver cómo un ángel, como el ángel que siempre había sido.

El joven guerrero se quedó paralizado ante aquella aparición. ¿era un juego? ¿una broma de mal gusto?

Luego recordó las palabras de esa voz. Era su recompensa, aquella que se le había prometido si vencía.

—Alexa, yo... Perdón, jamás quise qué... —balbuceó.

Se reprochó por no poder decirle todo lo que sentía. Quería pedirle perdón, decirle que la amaba...Tenía tanto para decirle pero el nudo que se había formado en su garganta se lo impedía.

La chica esbozó una sonrisa y se acercó a él. Lo tomó del rostro con cariño, para luego darle un dulce beso en los labios.

En cuanto finalizó, el joven, no dispuesto a separarse de ella, rodeó su delicado cuerpo con sus fuertes brazos y la abrazó. Se impregnó de su perfume nuevamente. Hacía tanto que no lo sentía y ante el hecho de que quizá esa sería la última vez que lo haría, que ya no pudo contenerse más, sollozó en su hombro como un niño pequeño. La joven le acarició la espalda y en su silenciosa manera trató de contenerlo. Por un momento pareció como si el tiempo hubiera vuelto atrás a cuando ella aún vivía. Como cada vez que se sentía vencido y ella lo ayudaba levantarse. Alexa, su Alexa. Su amante, su amiga. ¿Como pudo haberla dejado?

—Lo siento —murmuró de nuevo—. Fue mi culpa...

No pudo seguir hablando más, pues notó que ell cuerpo de su amada Alexa había ocmensoas a volverse traslúcido. El joven héroe supo de inmediato que significaba.

—¡No me dejes, por favor! —gritó desesperado—. ¡Quedate conmigo!

Alexa sonrió tristemente y volvió a darle un corto beso para silenciarlo.

—Así es como las cosas deben ser, amor. Algún día nos volveremos a reunir —dijo Alexa, expresando sus primeras palabras en aquella conversación—. Te esperaré hasta entonces.

Dicho esto, la joven se desvaneció por completo. Y ahora sus brazos sólo rodeaban el aire. La rosa que sostenía flotó delicadamente hasta la tumba. El joven se dejó caer de rodillas y enterró su rostro entre sus manos.

Las palabra «adiós» llegó débilmente a sus oídos arrastrada por la leve ventisca.

Se secó las lágrimas y poniéndose de pie contestó:

—Adiós.

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Quiero aclarar que la trama de esta historia no tiene absolutamente nada que ver con la del vídeo. Al vídeo lo acabo de ver hoy por primera vez y la historia la escribí ayer. Si lo puse es porque me sorprendió lo similar de la trama y porque definitivamente la canción encaja con lo relatado aquí también. Muchas de las historias que leerán aquí están inspiradas por en canciones vídeos musicales pero esta en particular no. Fue una coincidencia. Cosas que pasan jaja 😅😅

Annie B. 😸