9. El equipo perfecto

No puedo creer que mi propio tío se portara de una manera tan cruel conmigo. Si bien pagó los gastos por internamiento de mi madre, he tenido que devolverle centavo a centavo lo que gastó y pareciera que es imposible terminar de pagar.

«—¡Oye! ¿El dinero está completo? —me pregunta cuando le entrego el sobre con el pago correspondiente al mes.

—Lo está, ni siquiera deberías preguntar eso, cuando sabes bien que siempre te pago lo acordado. Además, se suponía que este sería el último pago.

—Los intereses aumentan muchacho. El próximo pago será para cubrir eso y ya después habrás saldado tu deuda. Aunque ya sabes que si trabajaras conmigo pagarías en sólo una semana. No me deberías nada.

—No haré eso tío.

—Si vienes conmigo, podrás dejar los trabajos de medio tiempo y ganar mucho más.

—¿Ya terminaste de contar el dinero?

—¿Por qué? ¿Vas a irte y dejarme con la palabra en la boca?

—No lo haré, pero olvida la idea de que me vuelva un usurero como tú. Ya sabes...

—Como quieras, después no digas que no te lo advertí. —No puedo hacerlo, no trabajaré con él, está metido en negocios turbios, la casa de empeños que maneja, es solo una fachada, no sé de dónde sacar más dinero porque tuve que dejar uno de mis trabajos de medio tiempo; pero nunca seré como mi tío— Volveré dentro de un mes. Más te vale que tengas el dinero.

—No creo tenerlo, espérame un poco más.

—¿Estás loco? Trabaja conmigo Gun.

—Simplemente no quiero hacer eso, cuando sé que está mal. Ya te dije, yo no engañaré a las personas.

—¿Realmente no quieres, eh?»

El hombre me dio la espalda aquel día empezó a marcharse, mientras yo sólo podía preguntarme ¿qué haré, ahora? y he pasado los últimos días recordando sus palabras.

Hoy se cumple un mes más, y debo pagar mi deuda, pero no tengo dinero. Estoy seguro que vendrá a buscarme si no le contesto, pero no quiero responder el teléfono.

¡Piensa Gun, piensa!

—¿Dónde estás? —Apenas deslizo el dedo en la pantalla, el grito del hombre inunda mis tímpanos— ¡Estoy realmente enojado contigo! ¡Sólo estás haciendo las cosas más difíciles! ¿No lo tienes? Si no vienes inmediatamente con el dinero iré a buscarte. Y no estoy solo. ¡Ven aquí y nadie saldrá herido!

Ni siquiera me ha dado tiempo de decir una palabra, estoy asustado. Realmente le temo al hombre. Una vez, cuando aún iba en la secundaria y no pude conseguir el dinero de la cuota, me dejó una semana sin comer, después de darme una golpiza, mi tía no dijo nada y mis primos parecieron alegrarse con lo que estaba pasándome. Desde aquella vez, nunca he faltado a mi promesa de pago y apenas tuve la oportunidad me fui de la casa. He mantenido varios trabajos a medio tiempo y todo ha estado bien con él. Pero esta vez, debido a los entrenamientos con Off tuve que dejar uno de mis trabajos y ahora estoy perdido.

"¡Mierda!" sin querer acabo de finalizar la llamada. Estoy llegando a nuestro lugar de reunión y el entrenador acaba de gritar mi nombre.

—Gun, por aquí, ven —Fluke y Off también están con él. Aunque mi celular vuelve a sonar, decido no contestar y camino hacia donde están esperándome— siéntate.

Me siento al lado del entrenador, frente a Off, quien no me quita la mirada de encima.

—Hola, —los saludo con una venia— Lamento llegar tarde.

—Está bien. Acabamos de llegar. —El entrenador me tranquiliza e inmediatamente me entrega un refresco, que aparentemente compró para todos— Para esta maratón nacional nuestro equipo liderará. Y luego las olimpiadas.

—¡Yuju!

—¡Siiii!

Ver la sonrisa en el rostro de Off, me emociona y me hace olvidar todo lo demás.

—¿Tengo calor? —dice Off de pronto y noto que es el único de los cuatro que no tiene una bebida.

Inmediatamente Fluke, el entrenador y yo levantamos nuestros vasos y se los acercamos. Off está a punto de tomar mi vaso, cuando mira a las dos personas junto a nosotros y elije tomar la bebida de Fluke y bebe inmediatamente. Eso me molestó, resoplé mirándolo acusatoriamente, pero él ni siquiera me miró.

—Off, tienes mucha suerte —dijo entonces el entrenador— Míranos, el equipo perfecto. Y somos solo tuyos. —Off sonrió— está el hombre que controla tu tiempo ¡Gun!

—Yeeehhhh —me ovaciono a mí mismo y Fluke aplaude entusiasmado, al igual que el entrenador.

—Gun, cuida bien de nuestro Off —me pide el entrenador.

—Está bien entrenador, haré bien mi trabajo. Cumpliré mi rol... perfectamente, con él. —Dije mirando juguetonamente a Off y él me miró avergonzado.

—¡Eso es! —aplaudió el entrenador— Y tú, ¡Fluke! quien controla los músculos de nuestro atleta.

—¡Siiiii!

—Te dije que es especialista en mecánica corporal —Fluke enfrenta al entrenador.

—Está bien...

—Y por supuesto el más importante, el que se preocupa por el estado mental, ese es... Yoooo, ¡el entrenador Ohm Thitiwat!

—Yeee

—Siiiii

Los tres aplaudimos, y entonces el entrenador sonriente, dirige su mirada a Fluke.

—¿Entonces soy el que saca su potencial oculto? —Fluke deja de sonreír y se cruza de brazos encarándolo.

—Entrenador... creo que hay algo aún más importante que olvido mencionar.

—¿Si, que es?

—¡El que tiene el dinero de nuestros gastos!

Todos, hasta Off, reímos como locos.

—Vaya, ustedes sí que son...

—Tienes que comprarnos un montón de comida deliciosa, también es tu responsabilidad mantenernos saludables mientras nos preparamos para el maratón. —Fluke continúa hablando, ya no hay risas...— ¡carne, carne, carne! —pide.

—Anguila —dice él— es buena para la resistencia, Off la necesita.

—Pero yo quiero carne...

—Anguila.

—No. Carne

—Anguila.

De pronto empiezan a discutir. Fluke se muestra caprichoso y las orejas se le ponen rojas, parece que está enfadándose... y así es.

—¡CARNE!

Grita a todo lo que le dan los pulmones, poniéndose de pie y asustándonos a los tres.

—Bien, bien. Comeremos ambos. —Entonces el entrenador Ohm, cede...

—¡Sí, usted si sabe! —Fluke sonríe y antes de volver a sentarse le pega en el brazo al entrenador, quien solo atina a sobarse disimuladamente.

—Además de todo, Gun y Off necesitan acercarse más. —Puso los codos sobre la mesa y acunó su rostro, girando en nuestra dirección— ¿de acuerdo? Sólo estando muy unidos conseguirán sinergia —y nos hizo ojitos mientras sonreía. ¡Dios, creo que Fluke está medio loco!

Off y yo nos miramos a los ojos, sorprendidos como si nos hubieran descubierto haciendo una travesura. La cara de Off, era un poema y eso me hizo sentir travieso. Me coloqué en la misma posición que se encontraba Fluke, y mirando a mi lindo Off, le respondí a Fluke.

—Por supuesto, no te preocupes ¿cierto Off? —Dije sonriéndole y batiendo mis pestañas.

El viaje para reconocimiento del terreno iba a ser muy divertido.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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