2. Huraño
Aun sin abrir los ojos sabía que era hora de prepararme para ir a clases. Pero aunque ya había amanecido y sabía que debía levantarme, yo no podía hacerlo, parecía una estatua. Unos pies se rozaban con los míos y no podía moverme porque ALGUIEN estaba sujetándome fuertemente.
¿Acaso estaba soñando?
No, imposible. Estaba despierto.
Abrí lentamente los ojos y me di con la sorpresa de que mi sospecha era correcta. Había alguien en mi habitación, en la cama junto a mí... para ser exacto detrás de mí. Ese alguien me estaba abrazando. Era un hombre, su brazo era fuerte pero suave... y estaba rodeándome. Su muslo también descansaba sobre mi cuerpo, claro, por eso no podía moverme. Era pesado y además de todo, podía sentir algo duro empujando mis nalgas. Se sentía muy bien, no voy a negarlo; pero...
¡Mierda! ¡Gun! ¡Metiste a un hombre en tu cama! —Me reprendí a mí mismo, mentalmente— ¿pero cómo? Estaba muy confundido. Cuando me acosté estaba completamente solo. Me moví apenas un poco, tratando de soltarme de su agarre, pero la persona me atrajo nuevamente.
Se sentía tan cálido. ¡Rayos!
Traté de girar mi cabeza, mirando por sobre mi hombro y cuando por fin lo logré, vi quién era ese hombre a mi lado.
¡Mierda! ¡¡¡Es Off!!! —casi pego un grito, pero me contuve. Además estaba evitando mirarlo y queriendo deslizarme fuera de la cama.
¿Qué está haciendo en mi dormitorio? ¿Acaso sabe que soy yo? —Pensé para mis adentros— No podía hablar, traté de mantenerme callado y sin hacer ningún ruido. Nunca, ni en las más locas de mis fantasías me podía haber imaginado que ese hombre hermoso estaría en mi cama, junto a mí y abrazándome, cuando ambos estábamos casi desnudos.
Hacía demasiado calor como para usar ropa de dormir, así que solía hacerlo sólo con boxer y él también estaba en-
—¡No! —dijo y tiró con fuerza de mi cuerpo, haciéndome girar y quedando frente a él, cuando sintió que me movía.
Oh por Dios, era aún más guapo viéndolo desde esa posición. Podía sentir su respiración, estábamos tan cerca el uno del otro, era emocionante. Debí salir corriendo, sin embargo no me moví ni un poco. Él fue abriendo los ojos lentamente y se sorprendió mucho al verme, se estremeció, me empujó y se sentó de golpe sin dejar de mirarme. ¿Me reconoció? ¡Mierda!
Yo estaba inmóvil.
—¡Espera!... Tú... ¿tú eres el... —Me señaló sin moverse. Sólo mirándome.
—Buenos días... —le dije, sin moverme de mi posición.
Claramente Off no tenía ni idea de cómo había llegado hasta mi cama. Apenas y nos habíamos... ¿conocido?
«Aquella mañana yo estaba junto al entrenador midiendo los tiempos durante la práctica de Off, y mis ojos no podían dejar de admirarlo.
—¡Vamos! ¡Off! ¡Sí! ¡Vamos! —Gritaba el entrenador mientras Off se acercaba a nosotros.
Presionó el temporizador y yo tragué en seco cuando Off se paró junto a mí. Su cuerpo era realmente hermoso, no podía dejar de mirar su pecho cuando se agachó sosteniendo sus rodillas. Estaba en forma y era... perfecto.
—¿Cuántos? —preguntó Off, casi sin aliento, al entrenador.
—No está mal. —respondió él— 5Km. Pero tu ritmo no es constante. —continuó.
—Muéstrame el tiempo en el cronómetro —pidió, acercándose al entrenador mientras hablaba.
—Mira Off... —Dijo él, mostrándole el cronómetro.
—Perdiste el ritmo por completo. —De pronto interrumpí su conversación— Sabes, para correr como en los campeonatos mundiales, debes mantener un ritmo aproximado de 5 km durante 15 minutos, para un total de 25 km. Incluso si no puedes, deberán ser solo 10 segundos, ni más ni menos. Así que debes mantener el ritmo de 100 m, durante 18 segundos. —Le dije casi sin respirar y Off sólo me miró—. En conclusión, con tu estado actual no podrás terminar la maratón.
Off me miró con desagrado.
—¿Pequeño entrometido... quién te crees que eres, ehh?
—Ya basta Off —El entrenador lo detuvo con una suave palmada en el pecho, cuando trató de acercarse a mí con la intensión de empujarme— tienes una cara bonita, pero eres muy rudo. —Continuó y luego se dirigió a mí— Preséntate chico.
Asentí.
—Hola. Mi nombre es Gun Atthaphan y soy estudiante de primer año de Educación Física. —Lo dije rápidamente y con una sonrisa.
—¿Primer año? —Preguntó él, sorprendido— ¿Y aun así te atreves a hablarme sin respeto?
—Off... —El entrenador intervino— No puedes dormir por las noches porque tu record no está estable y empeora justamente por tu falta de sueño. Eso quiere decir que estás atrapado en un círculo vicioso, así que decidí que tendrías tu propio marcapasos.
—No necesito ayuda para entrenar.
—¡Wow! No seas así Off. Gun es genial. Es increíblemente bueno para igualar el tiempo.
—Gracias, pero no lo necesito. —Me miró con dureza.
—¡No seas terco! Te estoy diciendo que será de mucha ayuda. —el entrenador se acercó a Off y le susurró— ¿Cuál es el punto de tener un solo record en una maratón del instituto? No has logrado nada desde que ingresaste a la universidad.
—No quiero hacerlo ¿Cómo puede imponerme a un novato como marcapasos?
Off estaba claramente enfadado, se giró en sus talones y dio dos pasos para marcharse. Me puse delante de él y no lo dejé avanzar.
—¿Cómo te atreves a bloquearme el paso? Soy tu mayor. —Gruñó entre dientes. Sentía su aliento a menta fresca sobre mi rostro— ¡Hazte a un lado! —me gritó.
Realmente Off era muy terco.
—¿No crees que deberías probarme al menos una vez? —le dije, desafiándolo— Correré al tiempo que quieras. ¿Quizá 18 segundos? —Él sonrió de lado y dio un paso más cerca de mí.
—18 segundos —dijo él y yo sonreí avanzando un paso más.
La distancia entre nosotros era de escasos cinco centímetros. Ambos nos miramos fijamente a los ojos y así nos quedamos por un momento.
—¡Bien hagámoslo! —El entrenador me indicó posicionarme en la línea de partida y cuando tocó su silbato, yo empecé a correr. Al terminar la primera vuelta me indicó detenerme, pero no pude hacerlo, continué corriendo— ¡Ya detente! —ordenó.
Me detuve y me acerqué hasta ellos. No estaba cansado. Tomé el cronómetro de su mano y enseguida expliqué.
—Corrí primero cien metros, luego 400 más haciendo un total de 500 metros, si los multiplicamos por 18 segundos, el total sería 90 segundos. Si sólo hubiera corrido cien metros podrías haber dicho que era suerte. Pero ahora, no creo que tengas dudas —le dije a Off, mostrándole el cronometro. Él solo se quedó mirando el aparato fijamente, y no se atrevió a discutir— Acepta mi ayuda —dije acercándome a él— ¿o aun piensas que no soy capaz por ser un novato?
—¡Demonios! ni siquiera te diriges a mí con respeto. No me caes bien.
—¿Por qué? —pregunté desafiante.
—No me siento cómodo contigo. —dijo mirándome con enojo y se dio media vuelta dejándome ahí parado en medio de la pista de carrera.
—¡Tu si me caes bien P'Off! —Grité mientras él se alejaba más de mí.
Se detuvo de golpe, se giró lentamente y me miró inexpresivo. A cambio yo le devolví una enorme sonrisa.»
—¡Mierda! —Dijo incorporándose.
Apenas y pude sujetarlo del brazo antes de que saliera de mi cama.
—Un momento... No espero que te disculpes por haberte metido en mi cama, pero al menos deberías agradecer ¿no? —le dije y él me miró sorprendido.
—Aich —se quejó y se soltó de mi agarre, luego bajó de la cama y empezó a recoger su ropa, que estaba regada por la habitación, mientras yo me deleitaba con sus abdominales.
«De pies a cabeza, Off es un hombre atractivo, es alto de piel blanca y tiene un físico espectacular.»
—Parece que dormiste profundamente gracias a mi —Él hacía como si no estuviera escuchándome hablar a pesar de que estaba levantando la voz— Correrás muy bien gracias a mi —Dije y simulé lanzarle una flecha con mi arco invisible y él trató de esquivar la flecha inexistente... eso me causó gracia.
Terminó de vestirse y salió casi corriendo de mi habitación, mientras yo seguía disparándole.
"Al parecer Off, no es de las personas que pide perdón, ni agradece, es un poco huraño, pero estoy seguro que podré cambiar eso". —pensé, cuando la puerta se cerró.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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