Donde un posible héroe de esta historia conoce a nuestra heroína.

Se escuchaba el sonido de los cubiertos sobre la fina vajilla en la casa de Francis y Adélaida Carello. Los padres de Nathaniel tenían normalmente ese impacto cuando comenzaban a hablar, cosa que a la familia Warren nunca le había importado, solían ser demasiado tolerantes.

—No les parece una lástima que Nathaniel no quisiera venir a vivir con nosotros a la nueva casa? —. Dijo Adélaida para romper el incómodo silencio.

— Bueno Adélaida, él es libre de decidir donde quiere vivir... ¿No es así Nathaniel?— dijo Alice, la madre de Sophie mientras sonreía al mencionado.

Nathaniel solo sonrió a forma de respuesta. Sophie revolvió de nuevo su tenedor sobre la pasta que estaba en el plato y volteo a ver a Nathaniel intentando decirle con la mirada que no le diera importancia a nada de lo que decían.

—Amber acepto complacida la idea de que vendiéramos la casa y nos mudáramos a Paris, desde que se le metió la idea de estudiar actuación...— parloteaba la madre de Nathaniel.

Es más insoportable. Pensó Sophie mientras rodaba los ojos sin que nadie lo notara.

Cuando eran niños y ambas familias se reunían ellas solían jugar y Nathaniel molestarlas, pero conforme crecieron Amber se volvió intolerante a ciertas actitudes de Sophie. Finalmente Sophie y Nathaniel fueron los que terminaron siendo amigos.

—Y dime Sophie, nos mencionó Alice que decidiste entrar al conservatorio de Paris... ¿Porqué no elegiste alguna otra carrera?— preguntó Francis.

Sophie sonrió, pues ella no era de aquel tipo de persona que expresaba abiertamente su disgusto a todas las personas. La mayor parte del tiempo prefería pasar como una persona amable y reservada.

—Creo que el violín es mi pasión... Monsieur Carrello. Y si me he de ver obligada a vivir el resto de mis días de lo que elija... Elijo el violín — dijo Sophie mientras sonaba totalmente pasiva y sonreía con simpleza.

—Vaya Alice, esta muchacha es igual a Frederick— aclaró el hombre.

Y eso casi sonaba como un cumplido viniendo de los esposos Carrello.

—Alice, pasemos a la sala de estar. Nathaniel... ¿Podrías levantar la mesa?— dijo su madre sin perder las viejas costumbres de toda la vida.

—Por supuesto madre.— dijo Nathaniel forzando una sonrisa para las invitadas.

—Nath, yo te ayudo— dijo Sophie poniéndose de pie y tomando algunos platos.

—De ninguna manera, son invitadas... — respondió la madre de Nathaniel.

—Con todo respeto Madame Carrello... Creo que ya es demasiado tiempo de amistad de estas familias. Permítame ayudarle un poco a Nathaniel — dijo calmada aún.

—Vamos Sofi, acompáñame—. dijo Nathaniel mientras hacía un ademan indicando el camino a la cocina.

Caminaron bajo un silencio casi sepulcral a la cocina, cuando cerraron la puerta ambos pegaron la oreja y escucharon lo que ocurría en el comedor.

Se escuchó la voz del padre de Nathaniel —No entiendo como Sophie no acepta las atenciones de Nathaniel.

—Evidentemente harían una pareja esplendida— complemento la madre de Nathaniel.

—Son jovenes, es precipitado. Jamás forzare a Sophie a nada.— contestó la madre de Sophie.

Poco a poco las voces se hicieron más lejanas, lo que indicaba que habían pasado a la sala. Sophie suspiró y volteó a mirar a Nathaniel.

—Que pesada es tu madre— dijo Sophie con un tono simpático y relajado.

—Y solo los vez ocasionalmente...— respondió con pesar Nathaniel.

—Me alegra que también vinieras a estudiar a Paris. — camino hacia uno de los bancos del desayunador de la cocina y se sentó. — Es bueno saber que hay alguien en la ciudad a quien recurrir si estas en apuros — dijo mientras sonreía más abiertamente.

—Sofi... Tú nunca te metes en apuros. — Nathaniel camino hacia el lavaplatos y comenzó con su tarea.

— ¿Estas lista para el Conservatorio?

— Estoy nerviosa... Es decir... Me aceptaron y estoy feliz por ello... Pero dicen que la competencia cuando entras es difícil... ¿Qué tal si no soy lo suficientemente buena?— preguntó.

—En tu audición de ingreso me contaron que estuviste mejor que nunca— Nathaniel seguía la conversación sin dejar de limpiar.

—Siento que di lo mejor de mí y eso valió la pena para ingresar... Pero... ¿Y ahora qué?— se cuestionó más a si misma.

—Da mucho más que lo mejor de ti — explico con gentileza Nathaniel y se encogió de hombros.

— ¿Sabes...? Me alegra que vivas cerca de mi casa y que la universidad este a 20 min del conservatorio. — sonrió con descaro.

— ¿Así? ¿Y porque?— se rió bajo.

— Porque así me podrás dar ánimos cuando empiece a flaquear como ahora... — explicó jugando sus dedos sobre la mesada.

Cuando Sophie y su madre Alice viajaban camino a su nueva casa, su madre se aclaró la garganta y comenzó a intentar hablar con Sophie.

—Sofi... Sabes... No me molestaría si decidieras empezar a salir con Nathaniel — Su madre mostro una sonrisa de lado, sin dejar de ver el camino.

—Madre... Ya hemos hablado mucho sobre esto... Nath y yo somos amigos. Y solo eso... Él está — Sophie se detuvo en seco, por un momento estuvo a punto de decir que él estaba enamorado de alguien mas, cosa que tenia prohibido decir. — Él está en la categoría de amigos, casi hermanos. — dijo precipitadamente —aparte... No soporto a los Carrello, si no fuera porque se parece a su madre físicamente... Juraría que es adoptado.

—ay Sofi... Eres justo como tu padre— y aquello parecía pesarle a la mujer.

—Lo sé... Siempre me lo dicen...— dijo mientras su semblante entristecía.

Aparcaron el pequeño fiat frente a un edificio de 3 pisos, la madre de Sophie había elegido esa casa porque estaba en la zona del centro de turismo de parís, era el lugar perfecto para la pastelería. Era un gran edificio de tres pisos que se extendía por toda la manzana, dividido por locales, los cuales usaban el primer piso como local y los otros dos como viviendas en su mayoría.

Aparentemente los vecinos eran amables y tenía el espacio perfecto para ambas. Sophie se molestó un poco cuando su madre se negó a aislar de ruido su habitación, pero pensó en solucionarlo utilizando las instalaciones del conservatorio.

Sophie se levanto temprano, no quería llegar tarde a su primer día en el conservatorio. Cepilló su cabello y se puso ropa que según su madre se miraba demasiado formal, ppero Sophie siempre era así. Formal.

Cuando llegó a la clase de composición se sentó al frente y esperó pacientemente a que llegara el maestro.

—Buenos días Jóvenes, el día de hoy aremos como primera actividad una prueba. No quiero a cualquier persona en mi clase. — Observó a todos los que estaban en el salón con cara de atónitos. — Srita Warren... La recuerdo de la audición, excelente interpretación la que hizo ese día... ¿Podría darnos una muestra de nuevo?

Sophie se quedó con la boca abierta intentando emitir alguna clase de respuesta.

—Bien, pasemos al auditorio— dijo mientras salía del salón.

Caminaron todos detrás del maestro entre cuchicheos e incertidumbre, cuando llegaron todos tomaron asiento.

—Pasaran como los nombre según esta lista y me darán una muestra de lo que saben hacer, no quiero cualquier persona en mi clase, solo los que realmente tengan ingenio y vocación para componer algo se quedaran. — explicó bastante serio el maestro.

Sophie contuvo el aliento.

— Ainsworth —dijo el maestro.

—Aquí...

Se escuchó una voz al final del auditorio.

—Vaya... había llegado tarde Monsieur Ainsworth

—Me perdí camino acá... Y...

—Deje de justificarse... Usted no debería de estar aquí, usted es del programa de disciplinas vocales... Si esta aquí es porque fue una petición especial, pase al frente y toque algo — rodó los ojos el maestro impaciente.

—Por supuesto. —respondió mientras caminaba hacia el frente de todos.

Llevaba las manos vacías, entonces todos dedujeron que tocaría una pieza en el piano que había en elauditorio. Se sentó sobre el banquillo y comenzó a tocar. 

Sophie observó con atención toda la interpretación, la tenía atónita. Cuando terminó volteó a ver de nuevo hacía donde estaban todos y le dedico una sonrisa a Sophie o eso le pareció a ella. Sin poderlo evitar se ruborizo y se agacho.

—Bien... Monsieur Ainsworth, tome asiento...

Lysandro caminó hacía una de las butacas del auditorio y se sentó. El resto de las interpretaciones fueron casi tan buenas como la de él. Sophie se comenzaba a agobiar y entonces escucho su nombre.

-Madeimoselle Warren, su turno

Sophie se tensó automáticamente, camino torpemente hacia el frente con el estuche en la mano, se sentó en la silla y se colocó en posición. Observó a todos los espectadores y logró visualizar como Lysandro incluso se acomodaba en su asiento para tener una mejor vista de ella.

Sophie cerró los ojos y comenzóa tocar. 

M

ovió ágilmente los dedos y se esforzó por mantener una expresión facial impasible.

Lysandro se movió hacia al frente, pensó que estaba confundiéndola.

Es ella, es la chica que vi en las audiciones. Pensó sin poder despegar la vista de ella.

Cuando Sophie termino de interpretar, abrió los ojos y miró a todos viéndola atónitos.

:) Y hasta aquí el primer capítulo!!