1.- Pecados

"A veces, cuando crecemos deseamos que todo vuelva a ser como antes... Deseamos volver a ser niños para poder ver todo aquello que nos rodea con la misma inocencia de antes... Deseamos no tener que preocuparnos por vivir el día a día..."

"Cuándo la noche llega, la oscuridad puede llegar a ocultar muchas cosas, pero cuando el día comienza, todo puede llegar a salir a la luz en cualquier momento..."

"Al sembrar un árbol, éste tendrá la dicha de vivir y tal vez lo haga por un tiempo considerable, sin embargo, nada le asegura que circunstancias ajenas a él arruinarán su crecimiento. Comúnmente, estará destinado a cumplir su función vital, la cual es la de ser un árbol, no obstante, será la misma naturaleza quién determinará implícitamente que este pueda decidir libremente sobre si mismo, aunque al mismo tiempo contradiciéndose al afectar a todo aquél que no vaya acorde a lo habitual"

[. . .]

[Después de un largo día de escuela en el que había tenido que quedarse hasta tarde para terminar un proyecto con ayuda de sus amigas, Lyra tendría que regresar a su hogar al momento en el que el sol ya se estaba ocultando, lo que provocaría cierta preocupación en ella, pues desgraciadamente había tenido malas experiencias cuando solía andar a solas por la calle, lo cual empeoraba cuando era la noche quién "permitía" cualquier tipo de perversiones contra su persona.

Ante esto, su amiga Panther se encargaría de tranquilizarla diciéndole que le pediría a su madre que la llevara hasta su casa, así cómo también le pediría que llevase a Loth y a Terry hasta sus respectivos hogares. Evidentemente la madre de Panther no se negaría a realizar dicha petición, lo cual ciertamente calmaría a la castaña de prendas violetas, sin embargo, la mujer no podría dejarlas exactamente afuera de sus hogares, pero trataría de dejarlas lo más cerca posible. Lyra igual le agradecería a Panther y a su madre por dicho gesto.]

- Entrada del Vecindario -

*Después de despedirse de sus amigas y de la madre de Panther, la castaña se adentraría a su vecindario con temor y nerviosismo, sintiendo un fuerte escalofrío recorrer su cuerpo conforme caminaba por las calles. Incluso, llegaría un momento en el que se sentiría observada por algo, aunque no hubiese nadie a su alrededor. Dicho vecindario era bastante tranquilo y sus residentes no solían causar algún problema, sin embargo, cómo cualquier vecindario en el mundo, este no estaba exento a la delincuencia que podía generarse en éste*

"Oh Dios... No pensé que las calles estarían tan solas... Qué raro, no es tan tarde..." - mientras hablaba consigo misma, escucharía cómo alguien caminaba considerablemente cerca de ella, lo cual la pondría en alerta, haciendo que volteara de reojo pero sin encontrarse a nadie a sus espaldas - "Desearía poder conducir... En serio no me gusta caminar sola a esta hora... Tal vez sólo sea un estúpido bromista o algo así, como sea, no quiero averiguarlo... - Con esto en mente, Lyra apresuraría el paso, tratando de llegar lo más rápido posible a su casa, pues parecía que aquello que la seguía imitaba sus movimientos -.

*Dicha persecución era incesante, parecía que las calles se extendían hasta el infinito, el camino se volvía cada vez más oscuro ante la inutilidad de los faros de luz que trataban de indicarle el camino, el llegar hasta su "lugar seguro" se estaba volviendo simplemente eterno para la castaña, la cual presentía lo peor mientras sollozaba y sentía cómo su corazón no dejaba de latir*

— ¿¡Qué quieres!? ¿¡Qué quieres de mi!? - Preguntaría en un par de gritos desesperados, quedándose parada justo debajo de un poste de luz esperando que aquello apareciera de entre las sombras, sin embargo, eso no pasó - "¿Por qué yo? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Estaré pagando algún castigo? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¡No lo entiendo?" - Mientras se cuestionaba internamente entre sollozos, aquello posaría una mano sobre su hombro, provocando que soltara un fuerte grito de terror y que saliera corriendo de ahí estando al borde del desmayo -.

*"¡Por favor déjame en paz, ayúdenme por favor!" - Fue el grito desesperado que la castaña repitió varias veces mientras corría por su vida lo más rápido que podía, sentía como su corazón estaba por salir de su pecho, al mismo tiempo en que su vista se nublaba y luchaba para que su cuerpo no sucumbiera ante la tensión que estaba sufriendo. Imploraba al cielo poder llegar a su casa sana y salva, pues lo único que quería era estar al lado de su familia. Mientras más se acercaba a su hogar, parecía que sus pasos se volvían cada vez más pesados así como también parecía que aquello que la acechaba finalmente la tomaría por la espalda, no atreviéndose a volver a mirar, simplemente no quería descuidarse ni un segundo. No obstante, cuando por fin visualizó el exterior de su casa, todo pareció iluminarse a su alrededor, pudiendo ver antes de que tocara desesperadamente la puerta de la entrada como aquello que la seguía parecía tener un aspecto muy similar al suyo, pero desvaneciéndose entre la oscuridad al instante en que cruzaron miradas*

- Hogar de la Familia Loud -

*Una vez adentro, la castaña sería recibida por sus hermanas, quiénes se alarmarían al verla con el rostro completamente cubierto de lágrimas mientras no paraba de temblar, sin embargo, antes de hacerle cualquier pregunta sobre que le había pasado, el par de hermanas se encargaría de tranquilizarla como si se tratase de una niña pequeña que acaba de experimentar su miedo a la oscuridad. Posteriormente, la castaña comenzaría a contarle a sus hermanas lo que había sucedido entre sollozos, sintiéndose aliviada de estar a salvo y al lado de su hermanas*

— P-Por un... Por un m-momento pensé que... - Loan palmeó su espalda un par de veces - P-Pensé que ya n-no las volvería a v-ver... - Diría entre lágrimas para luego hundir su rostro en el pecho de su hermana mayor -.

— Perdónanos, sabes que nosotras jamás dejaríamos que algo malo te pasara... - Diría Loan en un tono maternal mientras limpiaba lenta y delicadamente cada una de las lágrimas que caían del rostro de su hermana -.


— En verdad perdónanos, se supone que deberíamos cuidarte... - Mencionó Liena en un tono arrepentido mientras sostenía los hombros de la castaña -.

— N-No es su culpa, no p-pueden cuidarme de todo... - Dijo Lyra entre lágrimas -.

— ¡Claro que sí! Eres nuestra pequeña y... y... y... - No podría terminar su oración debido a que sintió como Lyra se abalanzaba sobre ella para abrazarle -.

— En serio n-no es su culpa, pude haberles llamado por teléfono, p-pero estaba tan asustada que lo único que podía hacer fue era correr... - Explicó Lyra sin poder dejar de temblar -.

— Lo entiendo, pero aún así debimos prever que saldrías tarde de la escuela para que no tuvieras que pasar por algo así... - Mencionó Loan con cierto enojo -.

— Desde mañana le pediré su auto a mamá para poder pasar a recogerte. - Mencionó Liena mientras acariciaba el cabello de Lyra -.

— ¿E-El auto de ma-mamá? - Preguntó Lyra confundida -.

— Eh... Si, ¿Qué pasa con el? - Liena devolvió el cuestionamiento confundida -.

— N-Nada, es sólo que...

— ¿Si...? - Loan alzó la ceja también mostrando confusión -.

— ¿Qué? ¿Acaso olvidaron que mamá y papá...?

*Antes de que pudiera terminar de formular su cuestionamiento sería interrumpida por el sonido de un claxon, el cual se repetiría varias veces cómo muestra de que alguien había llegado. Esto tomaría por sorpresa a Lyra, quién extrañada comenzaría a volver a llorar, sólo que esta vez lo haría de emoción, pues simplemente no creía que estuviese viviendo ese momento*

— Oh, parece que ya llegaron. - Mencionó Loan mientras veía por la ventana -.

— Trata de tranquilizarte, nosotras nos encargaremos de explicarle a mamá y a papá todo lo que... - Diría Liena antes de ser empujada por Lyra, la cual correría a abrir la puerta de la entrada -.

*La castaña corrió hacia la puerta de la entrada con los ojos llorosos y su corazón latiendo sin parar esperando poder ver a sus progenitores una vez más, sin embargo,  al momento de abrir la puerta, un fuerte resplandor la cegaría por completo, pudiendo únicamente entablar una conversación con sus padres*

"¿Papá? ¿Mamá? ¿Son ustedes?"

"Oh, hola querida, ¿Cómo estás?"

"Estoy bien, pero... ¿Y ustedes? ¿Có-Cómo están?"

"Estamos muy bien querida, ¿A qué se debe tu preocupación?"

"Por nada... Es sólo que, los extraño..."

"¿Extrañarnos? ¿Por qué?"

"Bueno, yo..."

"Acércate pequeña, queremos darte un abrazo"

"Pero... No sé dónde están..."

"Estamos justo aquí, querida"

"No puedo verlos... Esa luz es demasiado fuerte"

"Tranquila, no iremos a ninguna parte"

*La castaña caminaría a ciegas tratando de encontrar la posición de su padres, los cuales la guiaban mediante su voz. No obstante, cuando parecía que por fin volvería a abrazar a sus padres, sentiría cómo el suelo desaparecía bruscamente ante sus pies para posteriormente caer hacía la nada, gritando asustada mientras inútilmente trataba de no seguir cayendo en la profundidad de ese gran agujero que la absorbía*






















































































































































[...]

*La castaña despertaría bruscamente luego de haber sentido que caía hacía su muerte; al parecer se había quedado dormida sobre su escritorio mientras terminaba de hacer su tarea, el no haber dormido bien por varios días le estaba cobrando factura y finalmente se había resentido de ello, su respiración estaba agitada y sudaba frío, por lo que se levantaría del escritorio para luego dirigirse hacía su baño, en dónde tomaría una rápida pero relajante ducha, se pondría su pijama debido a que no se había cambiado la ropa con la que fue a la escuela, peinaría su sedoso cabello tomándose todo el tiempo del mundo y finalmente saldría de su habitación para dirigirse hacía la sala de estar, en dónde, cómo de costumbre no se encontraría nadie*

"Mmm... Parece que otra vez cenaré sola..." - se dijo a si misma mientras encendía algunas luces para poder ver mejor - "No importa... Sé que si mis hermanas pudieran, les gustaría estar aquí conmigo..." - pensaría la castaña mientras se dirigía hacía la cocina - "Aunque todo el tiempo estén peleando y prefieran ocultar sus sentimientos... Sé que a ellas también les gustaría que pasáramos tiempo juntas, así como solíamos hacerlo antes..."

*Si bien la castaña prefería pensar positivamente la mayor parte del tiempo, a veces simplemente los malos pensamientos inundaban su mente; ella sabía perfectamente del arduo y agotador que sus hermanas realizaban por ella, sin embargo, estas tendían a hacerla cambiar de parecer con sus acciones, pues podía pasar de la admiración a la decepción en cuestión de minutos. Es decir, el amor que tenía por sus hermanas era incondicional, pero a veces le resultaba imposible no sentirse molesta o decepcionada de ellas por varios motivos, principalmente porque a veces se desviaban del camino por el que seguramente sus padres les hubiese gustado llevarlas toda la vida. No obstante, siempre que trataba de encararlas, un sentimiento de vergüenza acompañado del miedo controlaba su cuerpo, impidiendo que pudiese hablar seriamente con ellas, además de que claro, éstas no estaban dispuestas a que su hermana menor les dijese que hacer*

"No me gustaría que mis padres vieran en lo que nos hemos convertido, estarían muy decepcionados..." - pensó amargamente mientras revolvía su comida con desgano - "Probablemente lo estén haciendo, dónde quiera que estén nos están viendo..." - recordaría su sueño, tratando de encontrarle una explicación - "No sé si sentirme feliz o sentirme triste de saber eso... Sólo me siento... Cansada..."

*Sus ojos se volverían cristalinos, su cuerpo comenzaría a temblar y sentiría un fuerte nudo en su garganta; no había nadie, podía llorar a flor de piel todo lo que quisiera. Se levantaría de su asiento dejando de lado aquello que estaba comiendo sin muchos ánimos para ir nuevamente hacía la sala de estar, en donde con lágrimas en los ojos se pondría a buscar el álbum de fotos familiar, el verlo siempre la hacía sentirse mejor, pues de cierta forma hablaba con sus padres, aunque evidentemente estos no podían responderle*

— "Perdón papá, perdón mamá... Sé que les prometí que no volvería a llorar y que sería más fuerte, pero no lo logré.. Otra vez..." - diría mientras observaba las fotos con lentitud y melancolía - "Sé que probablemente hay personas que están sufriendo más que yo, pero siento que yo no me merezco esto... Simplemente no entiendo porque la vida es tan cruel e injusta... Soy una egoísta, lo sé... - su llanto se volvería más fuerte, llegando a un punto en el que su cuerpo tenía espasmos a cada momento debido a lo profundo que era su lamento - "Tengo demasiado resentimiento en mi interior y no sé como liberarlo... Me gustaría que mis hermanas se tomaran la molestia de escucharme..."

*La castaña seguiría desahogándose amargamente mientras observaba las fotos de su familia por alrededor de una hora, tiempo en el que su hermana Loan volvería de trabajar. Ante esto, Lyra trataría de disimular que había estado llorando, cosa que consiguió, pues la rubia estaba tan agotada de su jornada laboral que no se detendría a examinarla con detalle ni mucho menos a cuestionarla*
















































































































[...]

[Después de que transcurrieran algunos días ordinarios y grises en los que mantendría su rutina habitual, es que la castaña finalmente tendría un día especial y fuera de lo común, el cual había estado esperando con ansias. Se trataba del primer aniversario con su novia.

No obstante, antes de que pudiese reunirse con su pareja sentimental para celebrar dicho aniversario, tendría que concluir su jornada escolar y posteriormente mentirle piadosamente a sus hermanas diciéndoles que debía quedarse unas cuantas horas más en la escuela para terminar un proyecto, pues si éstas llegaban a enterarse que les había mentido para ir a escondidas a la casa de su novia, no se lo perdonarían tan fácil. Solían ser bastante estrictas con ella en ése aspecto, además, no conocían a dicha chica, lo cual evidentemente empeoraría la situación si llegaba a su oídos que Lyra les había desobedecido.

No le agradaba la ideas desobedecerlas, pues entendí el rol que ambas habían adquirido, sin embargo, a veces llegaba a sentirse limitada y privada de algunas libertades, lo cual la haría sacar su lado rebelde, ése que casi nunca mostraba y que se vería potenciado al momento de comenzar su relación amorosa.]

- Universidad Fairway [Exterior] - 

*Luego de que sus horas de clase terminaran, Lyra tendría que llamar a su hermana Liena para decirle que no se preocupara puesto que volvería un poco tarde, a lo cual la rubia aceptaría con algo de temor, dándole algunas recomendaciones y diciéndole que se cuidara. Al terminar su llamada, la castaña se dispondría a esperar la llegada de su novia mientras era acompañada por sus amigas, las cuales le harían varios cuestionamientos antes de separarse*

— Así que... ¿Tu enamorada vendrá por ti, eh? - Preguntó Terry mientras codeaba el hombro de la castaña -.

— Por fin sabremos quién es ella. ¿Se puede saber a dónde irán después? - Loth también cuestionaría a la castaña -.

— ¿Ya tienes su regalo? - Terry volvería a cuestionarla -.

— O quizás ella es el regalo... - Diría Loth en tono burlón -.

— Uh... ¿Se demostrarán su amor en un lugar privado?

— Vaya Lyra, no pensé que sería capaz de algo así...

— Qué maduras son. - Mencionó Panther -.

— Déjanos divertirnos Panther, ¿Acaso no estás emocionada por ella? - Terry le recriminó -.

— Por supuesto, pero...

— Además, probablemente hoy se vuelva toda una señorita, si sabes a lo que me refiero. - Mencionó Loth en un torno burlón tratando de incomodarle  -. 

— Owww... Aún recuerdo cuando en la primaria tenía que defenderla de quiénes la molestaban y hoy ya puede defenderse por si sola. - Recordaría Terry con melancolía mientras abrazaba a la castaña por el hombro -.

— Oigan, hoy es un día importante para Lyra y lo único que están haciendo es incomodarla.

— Eso no es... - Loth dirigiría su mirada hacia Lyra, la cual se encontraba completamente roja -.

— ¿Lo ven?

— Oh... Perdón Lyra, no era mi intención... - Diría Terry disculpándose -.

— Bueno, si era la mía. - soltaría una pequeña risa -.

— Sólo ignóralas Lyra, no saben lo que dicen, estoy segura de que tendrás una velada hermosa junto a la persona que amas. - Mencionó Panther con emotividad, apoyando su mano sobre el hombro de la castaña -.

— Cómo sea, yo también creo que todo saldrá bien con tu cita, aún si no es así, debes disfrutar el momento, ya que es un día especial. - Le diría Loth en un tono serio -.

— Gracias chicas, las quiero...

— Y sabes que nosotras también.

*Las cuatro amigas se unirían en un simbólico abrazo grupal, el cual se vería interrumpido cuando la novia de la castaña haría acto de presencia, marcando territorio desde el momento en el que cruzó miradas con el grupo de amigas de Lyra, las cuales no se quedarían de brazos cruzados, provocando una escena que volvería a incomodar a la castaña*

Hey, ¿Me perdí de algo o llegué a tiempo? - Preguntaría una chica de cabellos rojizos atados a una cola de caballo que sobresalía de la gorra deportiva que estaba usando, esta hacia juego con el conjunto deportivo que portaba y el cual se ajustaba a su cuerpo esbelto y atlético, también usaba unos lentes de sol que aunados a su postura firme y seria, se mostraba imponente a cualquiera que la viese -.

— ¡Amor! - Gritaría emocionada mientras se acercaba hacía ella para abrazarle, no sin antes darle un beso en al mejilla -.

— Qué tal querida, ¿Cómo estás? - Le preguntaría con una leve sonrisa mientras correspondía el abrazo de una manera algo fría -.

— Yo estoy muy bien y sobre todo, estoy muy feliz de verte.  - Diría Lyra entre algunas risitas nerviosas -.

— Bueno, si tú estás feliz, yo estoy feliz. - Le diría en un tono serio mientras acariciaba su cabello con delicadeza -.

— Owww... Definitivamente no te cambiaría por nada en el mundo. - Ambas cruzarían miradas mientras se sonreían tiernamente -.

— Ehm... - aclararía su garganta con cierta exageración - No coman enfrente de los pobres, ¿Quieren? - Mencionó Terry a la distancia -.

— Vaya, si hacen eso enfrente de nosotras, no quiero imaginarme que harán cuando estén a solas. - Diría Loth uniéndose a su amiga rockera -.

— En verdad no entiendo porqué siempre insisten en avergonzarme. - Murmuró Panther cubriéndose el rostro apenada -.

— Oh, disculpen mi descortesía. Es un gusto conocerlas, soy Laika - Se daría media vuelta para saludar a las amigas de la castaña -.

— Panther, el gusto es nuestro. - Diría la chica de anteojos mientras estrechaba la mano de la pelirroja con una sonrisa -.

— Si claro, un gusto.... - palmearía el hombro de la pelirroja - Cómo sea, yo soy Terry. La casi hermana y mejor amiga de Lyra. - Diría con orgullo -.

— Qué tal, es un placer. - se acercaría hacía la pelirroja para estrechar su mano, sin embargo, sujetaría su mano por alrededor de un minuto - Mmm... No percibo alguna energía negativa en tu interior, así que por el momento tienes mi visto bueno. - Ante sus presentimientos, Loth incomodaría a Laika, la cual sólo le sonrió de una manera forzada -.

— Bueno, son tal y cómo las describió Lyra. Me alegra saber que tiene amigas tan peculiares y encantadoras. - Mencionó en un tono formal mientras tomaba la mano de la castaña con prendas violetas -.

— Oh, pues sí, así somos. - sonrió con orgullo - Por cierto, más te vale cuidarla, es nuestra niña y no te perdonaríamos si algo malo le pasara... - le amenazó mientras la señalaba con el dedo - ¿No es así, Loth?

— Si, la última persona que le hizo daño a Lyra no terminó bien. Ya veremos si quieren unirte a esa lista. - Mencionó Loth con una sonrisa cínica en su rostro -.

— Ok, creo que ya le quedó claro que Lyra nos preocupa. Ahora, ¿Podríamos irnos? Estamos retrasando su cita. - Dijo Panther -.

— Espera, aún no le he preguntado cuales son sus intenciones con Lyra. - Diría Terry con inquietud, por lo cual se acercaría a la pelirroja para cuestionarla -.

— Bueno... Es nuestro primer aniversario, así que supongo que mis intenciones son claras, ¿No? - Respondió con cierto fastidio -.

— Eso no responde mi pregunta. - Dijo Terry decepcionada -.

— Ah... - soltó un leve suspiro - Lo que quiero decir es que, obviamente trato de que lo nuestro vaya por buen camino...
- Laika respondería con incomodidad mientras desviaba la mirada -.

— Mmm... Entiendo, ¿Así eres de seria todo el tiempo? Digo, estamos en confianza, no tienes porqué ser así. - Diría Terry palmeando la espalda de la pelirroja -.

— Con todo respeto, pero creo que el rumbo de está relación sólo nos concierne a ella y a mí. - La pelirroja volvió a responder en un tono algo irritado -.

— Somos sus amigas, por supuesto que nos concierne. - Diría Loth sintiéndose ofendida -.

— Cómo sea, no tengo problema con ello.

— Parece que sí. - Terry le recriminó -.

— Sólo olviden lo que dije, ¿Si? No me gustaría que su primera impresión sobre mi sea negativa...

— Descuida, para ser la primera novia de Lyra, has superado nuestras expectativas con todo lo que nos ha contado sobre ti. - Mencionó Loth cruzándose de brazos -.

— ¿En serio? - Preguntó Laika alzando la ceja mientras veía de reojo a Lyra, quién estaba completamente apenada -.

 — Sip, sin duda alguna se complementan bastante bien entre sí. - Agregó Terry -.

—  Oh bueno, gracias. - Diría Laika volviendo a sentirse incómoda -.

— ¿Ya terminaron de avergonzar a Lyra? Porque es hora de irnos. - Mencionó Panther para luego soltar un largo suspiro de enojo -.

— Ah vamos, ¿Cuál es la prisa? Lyra está...

*Ante la insistencia de Loth y Terry por incomodar tanto a Lyra como a Laika, es que Panther se vería en la necesidad de tomar a ambas por la mano para llevárselas de ahí*

— Bueno chicas, nos vemos. Espero que tengan un gran día, diviértanse. - Diría Panther despidiéndose de la pareja -.

— Si, pero no lo hagan demasiado. - Dijo Terry en voz alta mientras Panther la estiraba de su brazo -.

— Y no hagan nada degenerado.

— ¡Loth!

— Agh... Como sea, qué tengan un buen día. - Diría la peliplateada rodando los ojos -.

— ¡Adiós chicas, nos vemos mañana! - Se despidió de sus amigas a la distancia, a lo cual se uniría Laika haciendo un gesto -.

— Bueno, al fin somos tú y yo. - Diría Laika mientras tomaba a la castaña por la cintura y la acercaba hacía ella -.

— Sip, ¿Qué te gustaría hacer? - Preguntó Lyra con una sonrisa -.

— No lo sé, ¿Admirarte todo el día? - Le sonrió de forma coqueta -.

— ¿Hoy vienes romántica, verdad?

— Bueno, el día lo amerita... - en un movimiento rápido sacaría de su mochila una bella y aromática rosa, la cual le entregaría a su enamorada - Habrá más regalos de donde vino ése.

— Owww... Muchas gracias, corazón. - le daría un pequeño beso en la mejilla para después imitarla y sacar de su mochila un regalo que también tenía para ella, se trataba de un collar en forma de corazón que contenía sus iniciales  - Espero que te guste, sé que no es mucho, pero...

— ¿Bromeas? Me encanta. - Mencionó Laika con una sonrisa mientras se colocaba dicho collar en el cuello -.

— ¿En serio?

— No tanto como tú, pero si.

— Aww... Te amo. - Lyra nuevamente besaría a la pelirroja en la mejilla -.

— Lo sé. - sonreiría con orgullo - Bueno, no podemos estar aquí paradas todo el día, ¿Te gustaría ir a comer algo? - la castaña le asintió con una sonrisa de oreja a oreja - Después quizás podríamos ir a pasear y si lo deseas, me gustaría que me acompañaras hasta mi casa, ya que ahí tengo una sorpresa muy especial para ti. ¿Qué dices? 

— Si, si a todo. - Asintió con un notable brillo de ilusión en sus ojos -.

— Muy bien, vamos a mi auto. 

— ¿Trajiste tu auto?

— Es una ocasión especial. Además, no iba a dejar que una princesa cómo tú caminara. - Le guiñó un ojo mientras buscaba las llaves del automóvil en sus bolsillos -.

— Bueno, en ese entonces... Yo me encargaré de invitar la comida. - Diría Lyra con una sonrisa correspondiendo el gesto de la pelirroja -.

— Si me ganas en una competencia de fuerza, quizás te deje pagar la cuenta.

— ¿Y si uso mi encanto?

— Bueno, ya lo veremos. - Diría Laika con una sonrisa antes de subir a su automóvil -.

[Acompañada de la persona que ponía sus sentimientos a flor de piel y que le hacía sentirse única y amada a otro nivel, es que la castaña pasaría una tarde sumamente especial y romántica, en donde después de disfrutar una exquisita comida en la que no podría dejar de reír ni de mirar a la pelirroja a los ojos y de posteriormente dar un largo pero tranquilo paseo tomadas de las manos, llegaría el momento más importante del día para la pareja puesto que intercambiarían sus últimos regalos, aquellos que contaban con un valor emocional superior a los que se dieron a lo largo del día.

Luego de que ambas subieran al auto de Laika y de que esta condujera hasta su hogar, es que las dos tomarían asiento en la sala de estar de la casa para acto seguido comenzar a buscar entre sus cosas aquellos regalos que se habían prometido al inicio de la cita.]

- Hogar de Laika [5:30 P.M.] -

*Una vez estando sentada en la sala de estar esperando a que la pelirroja volviese de su habitación con el regalo que le dijo, la castaña comenzaría a ponerse algo nerviosa y emocionada a la vez, pues por un lado pensaba que su regalo no sería igual de bueno que el de Laika y por otro, no podría creer que estuviese viviendo un día tan especial como este, pues hace algún tiempo que no tenía días especiales*

— Muy bien, justo detrás de mi espalda está mi regalo, pero necesito que cierres los ojos por un momento, ¿De acuerdo? - Explicaría la pelirroja mientras se acercaba hacía la castaña -.

— Está bien, lo haré. - Asintió para acto seguido cubrirse los ojos y esbozar una linda sonrisa que trasmitiría a Laika -.

— Bien, no veas, por favor... - diría mientras seguía dirigiéndose hacía Lyra - Estoy acerándome hacía ti, aún no mires... no mires... - se detendría justo enfrente de la castaña - Bien, estoy quitando lentamente el regalo de detrás de mi espalda... Listo, está justo enfrente de ti, pero aún no veas.

— Mmm... ¿Por q...? - No podría terminar su cuestionamiento al recibir un corto y sorpresivo beso en los labios, el cual provocaría que apretase sus ojos con fuerza y que no quisiera dejar de cubrirse el rostro, pues se había sonrojado al máximo -.

— Bueno, ya puedes abrir los ojos... - mencionaría con una sonrisa, sin embargo, la castaña estaba realmente avergonzada, así que tendría que darle unos cuantos segundos para recuperarse - Discúlpame querida, pensé que tú...

— Está bien, está bien... Lo entiendo... - soltaría un suspiro mientras aún cubría sus ojos - Aunque, yo nunca dije que no me gustó ese atrevimiento... - Mencionó en un tono seductor antes de finalmente dejar de cubrirse el rostro -.

— Oh, pues m-me alegro... - soltaría un par de risas nerviosas - Toma. Espero que te guste... - Diría con cierto nerviosismo al entregarle el regalo. Este se encontraba envuelto en un papel brillante de color morado con un gran moño violeta en el centro y si bien, la envoltura marcaba la forma del regalo, no revelaba del todo lo que era -.

— Sabes que sea lo que sea, lo amaré... - le sonrió mientras abría el regalo cuidadosamente - Igual que a ti.

— Sabes... Aún si no me dieras ningún regalo, yo estaría feliz por tenerte, eres el mejor regalo que puedo pedir...  - La pelirroja le devolvería la sonrisa -.

— Bueno, tendrás que esperar para averiguarlo... - soltaría una pequeña risa - Oh, parece que es.... ¡NO! ¿¡En serio es lo que creo!? - Preguntó Lyra emocionada -.

— ¿Tú qué crees? No iba a permitir que mi música favorita se quedara sin su instrumento.

— ¿¡Cómo sabías que quería un violín nuevo!? - Volvió a preguntar sumamente emocionada mientras contemplaba el instrumento -.

— No es que lo supiera, pero cómo tu violín ya estaba algo desgastado y tenías ciertas dificultades para tocarlo, supuse que te gustaría tener uno nuevo en el que pudieras demostrar todo tu talento. - Explicó la pelirroja -.

— Awww... Muchas gracias, me encanta. - Le daría un cálido brazo como muestra de agradecimiento -.

— Me alegra escuchar eso...

— Bueno, ahora es mi turno de darte tu regalo. Cubre tus ojos, por favor... - la pelirroja obedecería su petición, por lo cual procedería a buscar dicho regalo en su mochila - Ciertamente creo que no se compara a tu regalo, pero aún así, espero que te guste... - Diría la castaña algo apenada mientras sujetaba entre sus manos una caja de regalo de color naranja con un listón rojo atado encima -.

— Descuida... ¿Ya puedo abrir los ojos?

— Sip, toma. - Le entregaría el regalo, a la par que le daría un tierno beso en la mejilla -.

— Bueno, veamos de qué se trata... - abriría el regalo de una forma algo brusca y rápida, aunque deteniéndose una vez que vio el contenido del mismo - Es...

— ¿Recuerdas la primera vez que te acompañé a una de tus competencias de tiro con arco?

— Ajá...

— Bueno, pues como esa vez ganaste la competencia y me diste tu gorro para que yo lo guardara como un recuerdo, te compré uno nuevo para que tu uniforme vuelva a estar completo. Además, me encargue de personalizarlo de acuerdo a tus gustos.

— Oh... - se quedó viendo los detalles de dicho gorro con detenimiento - Me encanta, desde ahora será mi gorro favorito. - Diría con una sonrisa mientras se probaba dicho gorro -.

— Espero que te dé buena suerte jeje...

— Y seguramente lo hará, eh. - seguiría revisando la caja, pues esta aún contenía un par de regalos más - Oh, aún hay más...

— Es un portarretratos, tiene fotos de nosotras casi desde el día en que empezamos a salir...

— Definitivamente me veo mejor cuando estoy a tu lado... En todas las fotos luces hermosa. - miraría algunas de las fotos que contenía el portarretratos con una sonrisa - Tus regalos son maravillosos, no esperaba menos jeje...

— Ciertamente no son gran cosa, pero me alegra que te gusten... - Diría con un sonrisa mientras veía como la pelirroja sacaba el último regalo que contenía la caja, el cual se trataba de un extenso poema -.

— ¿Tú escribiste todo esto? - Le preguntó a la castaña mientras leía el poema maravillada por el contenido de este -.

— Si... - asintió sonrojada - ¿Es demasiado largo? Creo que exageré... - Le diría con cierta vergüenza mientras la pelirroja aún continuaba leyendo el poema. Esto provocaría viviera un momento de incertidumbre al ver que Laika no respondía a sus comentarios -.

— ¿Tú crees que fue exagerada? - Preguntaría Laika antes de finalizar de leer el poema por completo -.

— Si... Algo, supongo...

— Bueno, porque yo creo que todas y cada una de las palabras que plasmaste fueron necesarias y si están ahí, fue porque tu corazón así lo quiso.

— Entonces... ¿T-Te gustó?

— No sólo eso. Es el mejor, por no decir el único poema que alguien me ha escrito, así como han sido las palabras más hermosas que alguien me ha dicho. - Respondió la pelirroja mirando fijamente a la castaña, no pudiendo resistirse a besarle justo en los labios -.

*Lyra correspondería a dicho beso apasionado que se prolongaría por unos cuantos segundos, volviéndose un tierno momento del que eran protagonistas y que sólo las paredes de la vivienda eran testigos*

— Este día no podría ser mejor, ¿Sabes? - Preguntaría Laika de forma retórica mientras le sonreía a la castaña -.

— De hecho, si puede...

— ¿Ah sí? ¿Cómo? - Preguntó Laika confundida -.

— Oh, tú sabes... - Rodó los ojos con cierta vergüenza -.

— Oh, ¿Te refieres a...? - Lyra sólo le sonrió de forma pícara - Pero yo... Creo que...

— No digas nada, sólo acompáñame.

[La pareja se tomaría de la más manos y caminaría lentamente hacía la habitación de Laika sin dejar de mirarse a los ojos.

Una vez adentro la habitación es que los minutos se convertirían en segundos y todo sucedería en un instante, un instante en el que todo se detuvo a su alrededor y se volverían una sola.

Sus almas comenzarían a bailar al son de las caricias, sus miradas se cruzarían para permanecer intensamente fijas, sus corazones se sincronizaron para latir al mismo ritmo, sus manos se entrelazaron torpemente ante el nerviosismo y la inexperiencia, sus cuerpos se fundieron en un cálido abrazo y segundos después, unirían sus labios transmitiéndose una calidez que demostraba que su amor era puro y tierno, dando así por terminado su acto de amor.

Sus respiraciones agitadas, sus sonrisas nerviosas y el sonrojo que desprendían sus mejillas al verse eran el resultado del momento tan especial que protagonizaron y del que sólo ellas sabrían de su existencia.]

~Más Tarde~

*La pareja se encontraba desaliñada y algo agitada sobre la cama de la pelirroja, no dejaban de sujetarse las manos, sus corazones de dejaban de latir simultáneamente y sus miradas se volvían cada vez más profundas entre , pudiendo ver el alma de la otra. Ante esto, es que Laika se encargaría de romper un poco el encanto, pues cierta preocupación y arrepentimiento se apoderaba de ella*

En verdad te amo Laika...

— Yo también.

— Este día lo recordaré toda mi vida, pase lo que pase. - Mencionó Lyra con una sonrisa -.

— No pienses eso, siempre estaremos juntas, te lo prometo. - Diría Laika mientras recargaba su frente sobre la frente de Lyra -.

— ¿Eres un encanto, sabes?

— Lo dudo, el verdadero encanto eres tú. Me pierdo en tu incomparable belleza.

— Ay Laika, tú si que sabes cómo alegrarme el día.

— Bueno, te lo mereces... - Esbozó una sonrisa a la par que soltaba un suspiro -.

— ¿Te pasa algo? - Preguntó Lyra algo preocupada -.

— No es nada, es sólo qué... Creo que hay algo que me hace sentir culpable...

— ¿Y qué sería eso? - Preguntó Lyra extrañada -.

— ¿Tus hermanas saben que estás aquí conmigo?

— Mmm... ¿Eso importa? - Le devolvería el cuestionamiento empezando a sentirse incómoda -.

— Eh... Sí, no me gustaría que por mi culpa tengas problemas con ellas.

— Oh, descuida. No habrá ningún problema.

— ¿Estás segura de eso? Cuándo nos conocimos dijiste que ellas eran cómo tus figuras paternas y eran algo estrictas contigo...

— Lo son... - soltó un suspiro - Y odio que sean así...

— ¿Puedo saber porqué?

— Voy a sonar cómo una malagradecida y una mala hermana, pero aunque sé de todo el esfuerzo que hacen para que yo esté bien, no me gusta que ocupen un papel que no es suyo.

— Oh... - apoyó sus manos sobre los hombros de la castaña - Te entiendo, una pérdida así es irremplazable.

— Mis padres nunca me exigieron tanto... Y ahora siento que todo depende de mi, mis hermanas tienen demasiadas expectativas sobre mí y no quisiera fallarles... - Diría Lyra con la mirada baja -.

— Querida, si están teniendo más dificultades de las evidentes, yo podría...

— No es eso... Es decir, si tenemos más dificultades, pero no se trata de eso... - soltó un suspiro - Además, no las conoces, ellas se han vuelto demasiado orgullosas, no dejarían que alguien las ayudase.

— Bueno, pero aún así sabes que no estás sola, yo te apoyaré en todo lo que necesites.

— Lo sé, no dudo de eso. - alzaría la mirada sólo para dedicarle una pequeña sonrisa - Es sólo que a veces me sobre exijo de más y pienso... ¿Valdrá la pena? ¿Qué pasa si termino siendo un rotundo fracaso?

— ¿Es una posibilidad? Si. ¿Puede suceder? Tal vez. ¿Creo que pasará? En lo absoluto.
- la castaña le miraría algo consternada - Lo que quiero decir es que, yo creo en ti y tú deberías hacer lo mismo.

— Créeme que he tratado, pero...

— Mírame a los ojos y dime que no puedes... - la castaña soltó un suspiro - Lyra mírame... - permaneció en silencio - ¡Mírame! Mírame y dime que no puedes.

[Lyra no resistiría más y miraría a Laika, sintiendo cómo sus mejillas se humedecian y cómo a su vez la pelirroja la acercaba hacía su pecho para reconfortarla. La castaña se desahogaría por completo con ayuda de Laika, la cual no dejaba de remarcarle su apoyo total.

Los toques de rebeldía que Lyra demostraba no eran más que el resultado de la sobreprotección y las limitaciones que sus hermanas mayores ejercían sobre ella, no estaba molesta con ellas, sólo le frustraba no poder contar con ciertas libertades que seguramente sus padres le darían. Tampoco quería ponerlas en su contra, pero ante las inmoralidades que sus hermanas mayores se habían acostumbrado a realizar, ella sentía que podía realizar alguna de vez en cuándo.]










[...]

*Luego de montaña rusa de emociones que vivió la pareja, es que Laika se encargaría de llevar a Lyra hasta su casa, pues cómo se lo mencionó, no quería causarle problemas con sus hermanas*

— Trataré de verte todos los días cuando salgas de la universidad y si no te basta hablar sólo por mensajes, sabes que puedes ir a mi casa todas las veces que quieras para que hablemos. ¿De acuerdo?

— Gracias rojita, te amo. - Lyra le miraría con los ojos llorosos -.

— No tienes nada de que agradecerme.

— De hecho si, tengo que agradecerte por formar parte de tu vida.

— Entonces el sentimiento es mutuo... - le guiñó un ojo - Por cierto, algún día me gustaría conocer a tus hermanas. ¿Me negarás eso? - Le preguntaría en un tono burlón mientras mantenía sus manos sobre el volante -.

— ¿Estás segura de eso? - la pelirroja le asintió - ¿Aún después de lo que te he dicho sobre ellas?

— Ya te dije que por ti haría todo.

— Awww... - le daría un beso en la mejilla - Lo sé, pero aún así creo que te arrepentirás, créeme.

— ¿Te avergüenzas de ellas?

— ¿Qué? No, es sólo que... Son algo impredecibles...

—  O tal vez yo te averguenzo.

— No, no, para nada. Sólo que no sé cómo reaccionarán cuando te conozcan...

— Ah, entiendo. No te preocupes, estoy segura de que les agradaré, sé como dirigirme con clase y formalidad.

— Jeje si claro, tal vez es por eso que te irritaste con los comentarios de Terry y Loth, ¿No? Mis hermanas son peores.

— Ya me conoces, sabes que no me gusta estar en público.

— Lo sé, lo sé, sólo bromeaba.

— Bueno, pero aún así yo no estaba bromeando con lo que dije, algún día quiero conocer a tus hermanas, ya que después de todo, si vamos a estar juntas para siempre, tarde o temprano debemos conocernos. - Remarcó Laika -.

— Si, si... Tienes razón... [Lamentablemente la tienes...]. - Respondería Lyra con una sonrisa, una sonrisa que rápidamente se desvanecería al conocer perfectamente bien a sus hermanas -.

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