capitulo 8

Tic tac, tic tac, suenan las manecilla del reloj. El sonido de las uñas golpeando el escritorio, casi sonaban igual que, las manecillas. Provenían de ese hombre con la mirada morada. No podrías saber que está pensado, esos ojos son indescifrables.

El movimiento de las uñas cada vez se volvió más ruidoso como impaciente a la vez, algo esta pensando mientras observa la carpeta con dicha información. Información que no complacía su curiosidad, o algo más que solo curiosidad.

El aire es tan tenso, él a estado en silencio por varios minutos. Lo peor es que no dice nada, eso es más espeluznante.

Debe de estar molesto por la nula información de esa persona, aparte del nombre, no sé sabe nada más. Por más que buscarán, no hay nada, solo lo que ya es sabido.

El guardaespaldas y asistente están sudando frío, con un pañuelo limpian el sudor de sus frentes.

—¿En verdad no hay nada?—La uña del dedo índice, se rompió por el impactó al tocar el escritorio.

Fue tan ruidoso para ese silencio que, sono aún más espeluznante. Las dos personas presentes, se estremecieron peor que un animalito herido.

—¡Así es!—Respondió el asistente con aspecto de todo un sabelotodo, muy bien parecido—Me avergüenzo por mis pobres habilidades.

No es que, fuera pésimo. Seth es mucho más que, solo inteligente. A parte tiene un sistema con doble de inteligencia.

—No es por falta de habilidades—Arregla su uña rota con el cortaúñas dado por el guardaespaldas—Él la ocultó apropósito, sabía que lo investigaría.

Su transfondo familiar debe de ser más que bueno, o quien lo contrató, se encargo de eliminar todo antes de que yo, hiciera un movimiento como esté.

—¿Puedo sugerirle algo?—Pregunta el guardaespaldas, alto, robusto, con una expresión sería.

—Solo habla no preguntes.

—Tal vez si asiste a la fiesta del cumpleaños número 58, del maestro London. Lo encuentre entre los invitados, pueda que pertenezca a una de esas familias.

Tal vez, Lucio tengan razón, eso explicaría muchas cosas. Pero, no quiero asistir. Esa fiesta es obvio que, será una obscena. En la superficie será normal, pero por debajo muy sucia. Más con esos ancianos libidinosos.

—Igual no me interesa—Es una clara evidencia de que, me esta provocando, quiere que tenga curiosidad por saber quien es—Pueden retirarse.

—¡Sí!—Salieron de la oficina.

Christian abre el sobre, quedando al descubierto unas cuantas fotos. Fotos de, Seth. Entrado y saliendo de la misma florería, son fotos sacadas de las cámaras de vigilancia, de esa mismo lugar.

El alfa levantó una de esas fotografías, en ella está impresa el rostro de, Seth. Su mirada fría es tan dulce como la que, muestra enfrente de Christian.

Cuando Christian vino a salir de su trance, él estaba tocado sus finos, sexis, labios. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, su expresión se volvió negra.

Segundos después tiró todas esas fotos a la basura, en esa mirada solo podías ver irritación. Seth estaba logrando lo que, quería. Estar un momento en los pensamientos de ese alfa, sin importa si solo era por unos segundos.

Christian no era el único haciendo tales investigaciones sobre Seth. Gregorio, no a dejado de investigar en nigún momento. Pero, sigue sin encontrar nada, nada de nada.

Estaba igual o peor de molestó. Si, Seth se llegará a enterarse de eso, se sentirá asqueado. Lo menos que quiere es, llamar la atención de un loco como, Gregorio.

—¡¿No pueden hacer algo tan simple?!—Exclama con molestía enfrenté del gran espejo, ahora mismo está arreglando la corbata, de su traje color vino de tres piezas.

La fiesta de cumpleaños de su padre está a poco de comenzar, la mansión esta decorada de la manera más sofisticada posible. Hasta podrán bañarse en la piscina, si gustan.

—¡Nos disculpamos por nuestra incompetencia!—Hace una reverencia, el guardaespaldas y asistente personal.

Esto solo incrementa mi curiosidad, es misterioso. Más con esa mascarilla cubrido parte de su rostro, o esa mirada fría e arrogante heterocromía. Solo me hace desear poseerlo y doblegarlo dejaba mío mientras me ve con una mirada sumisa.

Gregori lamió sus labios con una mirada lasciva. Imaginando cosas nada dignas de un joven maestro angelical que, pinta ser en la sociedad.

Seth, sintió un horrible escalofrío recorrer por su columna dorsal, había atraído la atención del lunático menos deseado de todo esté mundo.

[Alguien está aclamado a la muerte] con elegancia acomoda el saco gris en sus hombros, para que no se caiga, es sostenida por dos hermosos broches de pavos reales.

<¿Y eso?> [Alguien debe de estar hablado de mí] Es cansado andar con ésto cubriendo mi boca, pero si me la quitó, mi nariz se vuelve roja e irritada por los hedores de este lugar.

<Es muy probable que, Alexa lo esté maldiciendolo> [Es lo más probable] Ojalá se muerda la lengua.

Seth salió de la habitación, en la sala ya estaban esperando por él, su familia. Alexa, lleva un vestido color esmeralda de una manga, sus manos están cubiertas por guantes del mismo color. El aura a su alrededor es el de una emperatriz, ella es muy hermosa sin importar lo déspota que es.

—¿Acaso eres el anfitrión de la fiesta?—Lo ve con desdén.

—No es mi culpa si hay personas que, se sienten inferiores a mí—Responde con doble de veneno.

—Discutan en otro momento—Habla Héctor—Es mejor que actúen bien, recuerden que somos una “familia feliz”—Aunque su expresión decía otra cosa—Es la primera vez en mucho tiempo que salimos al público, juntos.

Será una noche horrible, Seth ansía el momento de ir a rescatar a su madre y largarse de está familia, pero por el momento tiene que soportar un rato más. Si se llega ir en estos momentos, será cazado. No tiene miedo. Pero, ¿cómo va estar lidiando con los matones y seduciendo a Christian? Muy cansado.

—¿Es necesario ir “Juntos”?—Pregunta Alexa.

—¡Solo cállate y entrá!—Hector ya se estaba cabreando.

Alexa solo bajo sus orejas, subió a la limusina. Sentándose enfrente de Seth y su padre. Los guardaespaldas los siguen desde atrás.

No tardaron en llegar a la mansión London, solo queda a quinces minutos de distancia. Los reporteros, paparazzis, toman fotos desde todos los ángulos, está drones vuelan por el cielo para captar todo tipo de escenas.

[Manipula todo lo qué tenga que ver con la tegnologia, siempre que tomen fotografías. Que mí rostro aparezca borroso o que la luz del flash, impidió salir bien.] <¿Por qué quiere seguir ocultando su identidad>

[No quiero ser seguido o reconocido por los enemigos de la familia Allen] <Entiendo> [¿Chris, ya está en la fiesta?] <No. Solo vino el padre y tíos> [Será aburrido sin su presencia] me mantendré lo más alejado de todas esas personas.

La limusina se estacionó adentró de la propiedad, los guardaespaldas abren las puertas. Uno de ellos le ayuda a, Alexa, salir del interior. La abertura de su vestido reveló la sexi pierna. Todos suspiraron por tal belleza, ella solo sonrió para las cámaras.

—¿Quién es él?

—¿El misterioso segundo joven maestro?

—¿Qué no estaba estudiando en el extranjero?

—¡Es más atractivo de lo que las personas, solían imaginárselo!

—¡Miren sus ojos, tiene heterocromía! ¡¡Esos colores le sientan bien!!

Murmullos se escuchan sin parar, Seth había robado toda la atención de los reporteros, paparazzis. Alexa, por dentro está conteniendo su rabia.

—Bienvenidos.—Toman la invitación y regalo de la familia Allen—Por aquí, por favor—Los guía él mayordomo, hacia la sala dónde se realizará el banquete.

Seth, no presta atención a nada de a su alrededor, su mirada es más que aburrida. La persona que añora ver, aún no sé digna a venir.

—¡Mi amigo!—Héctor abraza al maestro London, Boris London.—Feliz cumpleaños.

El viejo no era nada desagradable. Seth, esperaba ver un anciano gordo, con una enorme panza de cervecero. Pero, no. Es muy diferente a su imaginación. Boris, es muy bien parecido. Cabello rubio ondulado, una mirada lujuriosa, de color verde.

—Gracias, ¿Creí que no vendrías? Eres el último en llegar.

Con curiosidad y nada de discreción, mira fijamente a Seth. Este lo ve de vuelta con una mirada más que, aburrida.

—Bueno, estaba esperando la llegada de mi segundo hijo—Pone su mano en el hombro de, Seth— Seth, saluda al maestro London.

—Buenas noches, señor London—Sono más robótico que un robot—Muchas felicidades por su cumpleaños número 58—Ojala muera, si es hoy, mejor aún.

—Gracias. Ya estás grande—Palmea el hombro de Seth—Lastima que mi segundo hijo, es alfa—Carcajea—Hubiese sido grandioso tenerte como yerno.

Desde que entró, Gregori no a dejado de ver a, Seth. Mientras que, Albert sin saber el por qué, su cuerpo empezó a sudar frío. No sé atreve a ver a Seth. Teme por su vida.

—Creó que eso no podría ser posible, así fuera Omega—Habla monótono.

Quién querría casarse con ese espantapájaros, no, hasta un espantapájaros, es más lindo que, ese imbécil de Albert.

—Quiero que mi pareja sea dos años mayor que yo, y que sea tan superior como lo soy yo.

En pocas palabras le digo inútil. La sonrisa de Boris, se borró por completo. Todo el lugar se volvió tensó. Héctor, estaba por reprende a Seth, pero este volvió hablar.

—Jajajaja—Sonríe de la nada—Solo bromeó—Vuelve a poner su semblante serio—Alexa, tuvo suerte de ser su nuera—La abraza con asco—Creó que, con eso es más que suficiente.

—Jajaja—Sonríe rígido—Héctor, tú segundo hijo, tiene un excelente sentido del humor—Sigue palmeando el hombro de, Seth.—Tal vez hayas olvidado la apariencia de mis hijos, después de todo, te fuiste cuando eras muy pequeño.

Eso había sido una gran mentirá. Héctor Allen, entrenó en secreto a Seth, ya qué era muy débil de carácter. Tenía que evitar una vergüenza.

—Él es, Gregori. Mi hijo mayor. Y él es, Albert. Mi segundo hijo.

—Un gusto—Saludo a secas.

—¿Qué sucede Gregori?—Pregunta.

—¿Por qué actúas como si fuera la primera vez que nos vemos?

—¿Disculpa?

—Nos vimos hace dos días, en el hospital.

—Cuñado—Casi me muerdo la lengua al decirle así—¡No se de qué hablas, llegué hace como dos horas a la ciudad!—Exclama en confusión.

Cómo si eso me interesaría, no te creas tan importante como para que, tenga que recordar tu inepta existencia.

—Sí. ¿De que hablas?—Alexa, hizo notar su presencia—"Mi hermano" llegó hoy. Tal vez te equivocaste de persona.

No, estoy seguro que era él. Finge ignorancia, Eso quiere decir que, ¿En el hospital me reconoció como el prometido de su hermana?

—Creo que sí—Voy a jugar tú juego—Un gusto conocerte.

Seth, en su interior está despedazando el cuerpo de, Gregori. También imagina que lo tira al mar mientras esté huye de los tiburones.

—¿Por qué usas eso?—Albert, por fin había hablado.

—Es para verme más misterioso—Metiche.

<Me sorprende que, hable. Su interior es un manojo de nervios y temor> [Si no lo hace, pueden que su padre lo castigué después]

—¿No sientes calor?

—Tiene aire acondicionado—Habla con sarcasmo—Pero, no vinimos hablar sobre mis gustos. Voy es un día especial para el maestro London—Quién tal vez muera de un infarto.

—Cierto, no hay que quedarnos de pie. Vamos con los demás.

<Gregori no deja de verlo, y su hermana ya lo noto> [Puedo sentir esa repugnante mirada]

Se sentaron en la mesas correspondiente, daba la casualidad que, es junto al padre de Christian. Seth lo reconoció al instante, no se parecían mucho, pero tenía un poco, empezando por el calor de cabello.

—Maestro Allen—Saludo.

—Maestro Roxen, ¿No veo a tú hijo?

—Tenia unos últimos pendientes, pero no tarda en llegar.—Es mejor que lo haga, o sufrirá las consecuencias.

Boris, dio un pequeño discurso. Uno que para Seth, era más que solo desagradable. Dicho eso, di inició a la celebración.

[¡Escuchastes, él vendrá!] <sí, escuché. No grité o me dejara sordo>

—¿Él es?—Pregunta curioso.

—Mi segundo hijo—Seth, se parece a su inútil madre, como varón me hubiese gustado que fuera idéntico a mí.—Seth Allen.

—Un gusto, señor Roxen—Disgusto debería decir, tú también bien, muerte maldito.

—Por fin lo trajiste a la ciudad—Viejo zorro.

Es una tremenda lástima que, Christian. Sea un alfa, perdí la oportunidad de relacionarme con la familia Allen.

—Sí, ya era momento que volviera. Mucho tiempo estuvo con su madre—Así, lo puedo usar con más libertad en los nuevo negocios, no fingiré que está en el extranjero.

La cena fue servida, Seth no tocó nada de esa comida. El solo quería ver a Christian, solo que no se muestra por nigún lado.

—Con permiso—Se pone de pie.—Regresó en momento.

Seth, va en buscá de un lugar donde poder fumar, necesita nicotina en su sistema.

<Maestro, en una de las salas de este lugar, hay más de in Omega> [¿Serán la función de esta noche para todos esos viejos?] <Sí, eso parece> [Desintoxica a todos, este cumpleaños debe de ser inolvidable]

Seth llega a la terraza del tercer piso, baja un poco la mascarilla. Miel enciende el cigarro de su maestro. Con aquella sensualidad, Seth. Empieza a fumar ese cigarro, pero sintió que alguien venía por lo que, subió rápido nuevamente la mascarilla.

—¿Por qué te retiraste?....¡UHG!

—No hables sin antes presentarte—Seth, había lanzado una patada a diestras y siniestra, solo para quitarse las ganas de golpearlo. Porque ya sabía que era Gregori.

Tiro al cigarro al piso para luego pisarlo sin piedad, así quería destripar a, Gregori. Ya habían arruinado su tranquilidad.

—¿En verdad eres Seth? No te pareces en nada a ese niño llorón—Frota su brazo derecho, ese había recibido la patada de Seth.

—No me hables como si me conocieras, es desagradable.

<Christian se dirige hacia aquí> [¡En serio, ¿tiene que ser justo este momento?!]

—Pero, lo hago—Se acerca un poco más—Aunque solo visite dos veces la casa Allen, cuando aún vivías allí.

—¿Y eso qué? Eso no, nos vuelve buenos amigos, ni mucho menos conocidos—Chasquea su lengua—Es más, ver tu cara me produce náuseas.

—Con esté es tu verdadero rostro—No se sorprende—Despues de todo, eres hijo de un zorro. El cachorro debe de ser igual o peor.

—Lo mismo diría yo, cuando te miras en el espejo, ¿No te procedes asco? Saber lo que tú padre hace con tú madre y no hacer nada por lo cobarde que eres.

Fue entonces que, el rostro de Gregorio, se volvió negro. Odiaba que hablen de su madre. Nadie tenía el derecho de hablar, sobre eso.

<Maestro, está siendo muy directo> [No voy a fingir con este bastador, el solo imaginarme hablando amigablemente con él, es terrorífico y asqueroso] no viene a llevarme bien con los protagonistas. Estoy aquí, solo por una persona.

—¡No estás en posición de hablar!—Gruñe con ferocidad —Tú tampoco has hecho nada. Así que, somos iguales...

—Te equivocas, no somos iguales....

—¿Interrumpo?—Christian, se hizo presente.

—Sí.

—No—Respondio Seth—¿Viniste?—Cambio de semblante.

¡Se ve tan malditamente sexy! Ese traje negro casual, lo hace lucir despreocupado, pero no le quita la sensualidad que emana. Quiero restregar mi cara en esos anchos hombros, oler su colonia mezclada con sus feromonas.

<Maestro, respire por favor. La serotonina de su sistema está elevándose muy rápido, puede ser peligroso.> Y su cara es la de un pervertido, que piensa en cosas obscenas [Cómo no estarlo, mira ese hombre enfrete de mí, es todo lo que quiero]

—Asi que, ¿Eres el segundo hijo de la familia Allen?—Su mirada es más fría de lo que, ya era anteriormente.

Sus ojos se volvieron dagas, puedo sentir esas cuchilladas, ese odió arraigado en su ser. ¿Esto se volverá un desarrollo de amor y odio entre los dos?, Yo lo quiero, el me odia.

—Por desgracia, sí. Fue mi mala suerte el no encontrar otro cuerpo que...el nacer en esta familia.

<Maestro, casi hablaba de más> [¡Lo sé, son mis nerviosos! No quiero que crea que soy una escoria]

Seth camina hacia Christian, el mayor podría ser dos años mayor que Seth, pero este es dos centímetros más alto que Christian.

—No te acerques más—Advierte fríamente—Puedes contaminarme.

Seth, se detuvo abruptamente, eso lo había lastimando un poco. Le dijeron abiertamente que, es un virus desagradable.

—¿Se conocen?—Preguntó Gregori, a dos centímetros detrás de, Seth.

—No es algo que deba interesarte—Expresa, Christian.

—Seth, es mi cuñado. Eso nos convierte en familia. Por lo que sí. Si me interesa, este mundo es peligroso para alguien de su edad.—Mira fijamente a Christian—Más con personas que se muestran dignas.

"No era como que, Seth. Fuera aún un adolescente, ridículo. ¿Acaso no se escucha al hablar? Es muy idiota" Piensan para si mismo, Christian.

Seth, está por explotar. Se le puede ver cuan fruncido está su rostro. Todas las estupidezes que está diciendo, Gregori. Solo causa que el joven alfa, quiera enterrarlo bajo tierra.

—Se está describiendo a si mismo, joven maestro London—Christian, se defendió.

—El Joven maestro Rexon, es...

—¡Puedes callarte!—Seth, frota sus fruncidas cejas—¿No deberías irte?, el maestro London, debe de estar esperando por ti—Rompe distancia entre Christian y él—¿Ya pensantes lo que te sugerí?—Baja su mascarilla—¿Me darás una respuesta?

Por reflejó o por casualidad, sus ojos ven esos rojos labios, está es la segunda vez que, logra ver por completo el bello rostro de Seth.

—No, no tengo la más mínima intención de tener nada contigo.

Esas frías palabras hicieron eco, en el cerebro de, Seth. Fue como romper toda su confianza en un segundo, las esperanzas se hicieron añicos.

—¿Es así?—Volvio a subir las mascarilla, ahora mismo deseaba tener un par de lentes para cubrir sus ojos—Entiendo, buenas noches—Se retiró.

No podía culparlo de nada, tampoco tenía derecho de hacerlo. Desde el principio, ya era imposible algo entre ambos. Y Seth lo sabía más que nadie, pero el quería intentarlo, no quería quedarse con el arrepentimiento.

<¿Solo se rendirá así?> [¿Que más puedo hacer? Usar la fuerza solo me convertirá en un desgraciado cobarde, no puedo manchar mi honor como vicealmirante]

Fui muy directo en mis intenciones, lo sé. ¿Pero como contener tus emociones cuando tienes a la persona que te gusta, enfrete de ti? Para alguien como yo, eso es irónico. Después de todo, me enorgullezco de mis emociones. No me dejaba llevar tan a la ligera. Eso era antes de saber de la existencia de, Christian.

—¿Dónde mierdas estabas?—Alexa, le reclama a su hermano.

—Que te importa, no me hables en este momento si no quieres morir—Pasa de largo junto a ella. Vuelve donde anteriormente estuvo.

Su padre y el viejo Rexon notaron que, no estaba nada feliz, Héctor no Preguntó nada. No iba hacer un escándalo. A los segundos llego Alexa junto a Gregori y Christian.

Seth no le dirigió la mirada a nadie, solo quería irse de ese lugar para reorganizar sus pensamientos y encontrar una manera de que, está persecusión no termine en desatre.

<Los omegas están desintoxicados, ¿Que hará acontinuación?> [¿No estan encadenados?] Le envía un mensaje a George, ya estaba preocupado para ojo así. Los enviaría al refugio para Omegas, uno que sí, es confiable.

<No, ahora mismo están asustados queriendo escapar> [Apaga todas las luces, y ponerlos a dormir por unos minutos] <1.2.3, Listo>

Todo se volvió oscuro, en ese momento, Seth se movió anormalmente, como un animal él podía ver tan claro en la oscuridad.

En su camino hacia esa sala, el iba noqueado a todo el que se cruzará con él, abrió la puerta. Le pidió a Miel un poco de luz.

—Si quieren vivir es mejor que me sigan, no lo pediré dos veces—Habla monótono—Haya ustedes si quieren volverse mascotas de esos viejos, pervertidos—Expresa sin emoción.

Me estoy metiendo en un lío por persona que, ni conozco, porqué tengo que ser así. Pero, sé que mis padres estarán muy orgullosos de mí.

—¡No queremos eso!—Exclaman.

—Entonces todos sigan esa pequeña luz—Fue creada por el sistema—Deben de esconderse bien hasta que todo esto se calme, pronto tendrán los derechos que tanto desean, mientras tanto, evite ser raptados por el amor a Dios.

—Gracias, quien quiera que seas—No tenían tiempo para pedir nombres de su salvador, no de dudar de está ayuda. Todo era mejor que, ser abusado sexualmente por esos viejos.

Mientras ellos escapan, Seth se estaban haciendo cargo de la seguridad, tenía que darles tiempo para escapar lo más lejos posible.

<Los lleve en dirección a lado sur de la carretera, lejos de las miradas de los reporteros, con discreción moví un auto para ellos> [Hiciste bien, cambia las placas] Más adelante los estará esperando, George. Para darles unas cuantas instrucciones

<Ya lo hice, debe de volver antes de que despierten> [estoy yendo al salón de banquete]

Seth, volvió lo más rápido posible, se sentó en su silla y fingió estar aturdido mientras las luces volvían. Por más segura que fuera la mansión London, Seth podía destruirla en segundo, fue por eso que creó un sistema sin igual. A parte, él ya era lo suficientemente anormal, cuando se trataba de habilidades y fuerza.

Me cubrí los oídos al escuchar todas los reclamos de las personas, están preguntando que pasó exactamente. Seth sonrió abiertamente, le gustaba la manera en la que, los invitados se quejan con, Boris.

Entré todo ese escándalo, Seth no se percató de la mirada fija en él.

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