capitulo 53

No sé podría saber si el tiempo pasaba muy rápido o si George lo sentía de esa manera, los día entrenado juntó a Dimas, pasaban muy de prisa llegando a pensar en su momento que quería poder controlar el tiempo, de esa forma podría estar un poco más cerca de Dimas.

Se estaba más que solo acostumbrado a la cercanía o a esos toques sin doblé intensión, pero que lograban causar nerviosismo provocado en él. Sobre todo, al ver esa mirada siempre fija en su rostro, cuerpo. Esa mirada violeta seguía siendo tan peligroso o es lo que pensaba George, al no poder controlar los aleteos en su estómago cada vez que sus miradas se encontraban.

Llegó un punto para los dos que el mirarse o tocarse de las manos ya no era una obligación, requerimiento para el entrenamiento, paso de eso a ser una necesidad. Deseosos de seguír estrechado sus manos sin necesidad de poner de excusa el entrenamiento, o mirarse a los ojos porque así lo querían.

Apreciar el actuar o las expresiones de cada uno, estuvieron así dándose miradas y dejado ver la tensión que hay en ellos dos por un largo mes, en esas instalaciones dónde solo ambitan ellos dos, la mayor parte del tiempo.

‹Cierro mis ojos y todavía puedo sentir su mirada sobré mí, no puedo controlar mis acciones o impulsos cuando estoy cerca de él. Esto que me está pasando es muy evidente, ya lo viví una vez. Solo que en está ocasión es mucho más fuerte que en aquel entonces y eso me abruma mucho...No estaba en mis planes sentirme atraído por él.›

Eso pone en un dilema a George, temiendo una vez más que sus sentimientos vuelvan hacer no correspondido, o si solo está malinterpretando todo de alguna manera.

—¿En qué piensas?

Está tan inmenso en sus pensamientos que ni siquiera me escucho llamándole, ¿qué lo tiene o lo pone en esa gran concentración?

—En nada.—Ya lo había sentido llegar, no tenía porqué ponerme en guardia cuando ya puedo distinguir su aura se podría decir.—¿Cómo sabías que estaba aquí?—Me moví a un lado, dándole espacio.

—Lucio, él me lo dijo.—Youssef, tomo asiento junto a George, con una vida grandiosa frente a sus ojos. Un lago congelado.

—¿Sigue entrenando?

—Eso parece, por eso me envió a este lugar.—Contestó.—¿Cómo vas con tu entrenamiento?

Sus entrenadores se había compadecidos de ellos, dándoles dos días libres por su arduo trabajo y disciplina. Han aprendido a usar sus habilidades más rápidos de lo que se hubiesen e imaginado.

—Me fue complicado porque mi habilidad está un poco ligada a mis emociones, si tengo una ligera perturbación el fuego se vuelve loco y eso es letal por lo corrosivo que es.

Me fue más difícil porque he notado que Dimas, suele perturbar mi entorno, no de mala manera es más como si su sola presencia causa una extraña sensación en mí. No estoy ciego ni soy estúpido como para no darme cuenta lo que ese hombre, ha empezado a provocar en mí.

Tampoco me da miedo aceptar que me gusta, he convivido día y noche con él en la sala de entrenamiento. Al principio trace esa línea la cual prometí no cruzar, sin embargo estoy por romper mi promesa. Dimas es alguien que tiene mucha presencia la cual no puedes ignorar y cuando vienes a darte cuenta, tu mirada ya se encuentra sobre su rostro.

Por eso y más digo que me gusta románticamente, solo que decirlo y aceptarlo en mi mente es más fácil que decirlo en voz alta. Si lo llegase a decirlo en altavoz sería un camino sin retorno, aparté puede que solo este malentendido la buena voluntad de Dimas, confundiendo admiración, respecto, en romanticismos.

—Escuche un poco de eso cuando fui a cenar con Seth y Christian, hablamos sobre como me estaba yendo en el control de mis habilidades.

Desde que empezaron a entrenar rara vez tienen la oportunidad de interactuar, Christian y Seth estaban haciendo un entrenamiento cerrado, encerrados en su habitación. Seth no mentía ni hablo por hablar cuando dijo que le enseñaría a Christian controlar sus habilidades mientras se perdían en el placer.

Esos dos desde entonces parecen estar enceló todo el tiempo, sus manos siempre están en sus cuerpos cuando no los estás viendo. Para la familia Knight eso es algo bueno, esperanzados en muy pronto conocer a su nieto o nieta.

—Ya veo, y sí. Yo, les comenté sobré mi avance cuando hablamos por medio de la IA.—Ellos siguen disfrutando de su luna de miel, cuando su matrimonio aun no se ha realizado pero ya está en marcha.

Fue una gran bomba para el imperio al escuchar tal comunicado por medio de todos los medios de comunicación, así como los corazones rotos y protestas de las personas que seguían con la esperanza de un día poder casarse con Seth. Bueno, todavía creen tener una oportunidad porque mientras no haya boda para esas personas siguen teniendo la esperanza.

¿Dimas también tendrá algo como eso? ¿Personas esperanzadas hacer sus esposas o esposos? No sería de extrañar que sí, la familia Knight tiene buenos genes, linaje...y yo...yo, solo soy un plebeyo se podría decir.

—¿Tú como vas con el entrenamiento? ¿Te costó mucho el poder controlar esa habilidad de hielo y viento?

Youssef puede crear con hielo todo lo que quiera con solo pensarlo una vez, un día creo una escultura de su abuela, solo fue por unos segundos porque verla causó un descontrol de emociones.

Dimas, me comentó que las creaciones de Youssef podría tomar vida según su control y energía recorriendo por su cuerpo. Si la energía era poca y débil sería difícil que pusiera usar esa habilidad, sin embargo si es Youssef, él podrá hacer eso y mucho más.

—Controlar el viento me fue mas tedioso que el hielo.

Me asustaba mucho cuando de mis manos podrían salir remolinos y, en el proceso usarlos para tomar e impulso para elevarme cómo si estuviera volando.

Tenía que mantener el equilibrio al mismo tiempo que seguía usado mi otra habilidad, en el campo de batalla el poder defenderse y atacar es muy importante porque así, no le pones las cosas difíciles a los demás.

—Soy afortunado de tener un entrenador compresivo, no me grita y mucho menos se enfurece cuando no lo hago bien, al contrario, me da ánimos para que siga mejorando.

Fue abrumador al principio de como había más personas, tan buenas como Seth. Su compresión y paciencia es tan grande que me sorprendió al principio, es por eso que doy lo mejor de mí, para no defraudar su confianza en mí.

Gracias a eso y a mis esfuerzos he ido avanzando, pronto voy hacer la prueba de si soy compatible con un mecha o no, espero que sí. Sin embargo, sino lo soy, no me sentiré decepcionado, triste sí, pero no decepcionado.

Podré estar en la flota de Seth, solo que no voy pilotear un mecha pero si podré usar un traje que me proteja en tierra, de esa manera también le seré de ayuda y con eso es más que suficiente para mí.

—Kiran suele ayudarme también.

No lo entiendo porqué lo hace, ese joven maestro es el más complicado que haya conocido. En ocasiones me hace creer que me odia o que le caigo malo, sin embargo también hay momentos en los que me hace pensar de diferente manera. Cada vez que me ayuda tiene esa mirada sería y su boca dice algo completamente diferente a lo que muestra su expresión.

Muy extraño, de igual manera ya me acostumbré a sus expresiones o acciones tanto así que, ya estoy logrando diferenciar lo que quiere decir aunque sus palabras o expresión diga lo contrario.

—¿Son buenos amigos?—Pregunte.

Creó que al único que le está yendo un poco duro es a Lucio, por lo que escuche de Seth y Dimas. Mi hermano suele agarrarse a golpes con Farid, son como un gato y un perro. El gato es Lucio y perro Farid.

Mi hermano mayor no se le queda cayado así estén barriendo el piso con él, me sorprende que siga ileso después de debatirse en un duelo con sus habilidades a medio desarrollar, con Farid.

Como se le ocurrió a Lucio pedirle eso a alguien que toda su vida a vivido en el campo de batalla, pero al parecer fue difícil para Lucio, pero logró contarle un mechón de cabello a Farid, aunque en proceso termino inconciente.

—Eso creo...creo que somos amigos.—¿Verdad?—Aunque si lo llegase escuchar diría; "¿Quién demonios es tu amigo? No te equivocos solo te estoy ayudando porque mi hermano mayor, me lo pidió. También porque eres tan débil que solo verte es lamentable." ¿Lo emite bien?

George solo asintió mientras controlaba sus ganas de reír, Youssef se vió tan adorable tratando de fruncir el ceño igualmente como la hace Kiran.

—¿Soy un payaso para ti?

—¡Aah!—Esa voz susurrado repentinamente sobre su oído, lo sorprendió.

—¡Cuidado!

Kiran esquivo el cañón de hielo que le lanzó Youssef, al mismo tiempo que sostiene la mano del contrario, tirado hacia adelante.

Youssef se estremecio al instante en que su cara impacto suavemente, en los pectorales de Kiran, el nombrado lo había atrapado y así evitando que el menor rodará por el suelo.

—¿Estás bien?

—Sí.—Asintió sin mirarlo a los ojos, de repente se sintió muy tímido como para verlo as los ojos.

—¿Dónde están tus instintos para notar el peligro o de darte cuenta que alguien se acerca?—Cuestionó.—¿Qué haz estado aprendiendo? ¿Nada?

——Puedes dejar de regañarme.—Se aleja de Kiran.—Gracias por preocuparte por mí, pero nada de esto hubiese pasado si no me hubieses sorprendió...

—¡Quién demonios está preocupado por ti!—Señala a Youssef, con un sonrojo en su rostro.—¿Por qué tendría que preocuparme por alguien como tú? ¡Solo he hablo porque son amigos de mi hermano!—Aclaró.—Como sea, vamos te voy a mostrar algo y el proceso vas a la enfermería a que te revisen.

"¡Tsudere!" Exclamaron tanto George como Youssef mientras veían a Kiran ocultado su sonrojada expresión, porque lo habían descubierto su preocupación por Youssef.

—¿Vienes?—Preguntó.

—No.—Respondió Dimas por George.

Dimas había llegado tan silencioso como Kiran. Solo que George lo había sentido llegar y de como se posicionó tras su espalda.

—Él tiene asuntos conmigo.—Acorto su distancia todavía más, frotado sus pectorales contra la espalda de George.—¿Verdad?

¿Me sintió llegar? Ya no puedo sorprenderlo al parecer, sin embargo si logro sentir sus músculos estremeciendose al notar mi pecho sobre su espalda.

—Ve, nos reuniremos más noche. Cenemos todos juntos.

—Bien, le pasaré tu mensaje a Lucio...si es que sigue vivo.—Frota sus brazos al recodar el entrenamiento que suele hacer con Farid.

Tras verlos marchese y no podían ser vistos por su mirada, George dio la medía vuelta encontrándose con la mirada violeta.

Sus rostros quedaron tan cerca con esa tensión desbordante al igual que sus deseos, deseos de cortar la distancia y apoderarse de los labios del otro.

—¿Sobré que tenemos que hablar?—Disimuladamente, tragó grueso.

Por más que haya querido ocultar esa acción, fue escuchado y notado por Dimas, como esa saliva paso por la garganta de George.

—Es mi día libre, ¿se le olvidó?

—No, estoy consiente de eso y por eso vine a buscarlo.—Está tan cerca, solo tengo que moverme y poco para tocar sus labios.—Quiero saber...—Esa hermosa mirada se exaltó al sentir sus labios presos por los contrarios, como esa mano tras su nunca iba aferradose de su cabello, acariciando justamente como lo están haciendo con sus labios.

Él quería ser quien diera esa primer paso, sin embargo fue George quién terminó rompiendo la distancia y con eso sus labios deseosos por probar el néctar de contrario, se hizo realidad.

Dimas cerros sus ojos y con ello llevó sus manos al cabello de George. Hundiendo sus dedos los cuáles se aferran fuertemente mientras su cuerpo se frota con el de George, los dos no se quedaba atrás con respecto a la dominación, lo que llevó a que ese beso se volviera tan caliente y apasionado.

Sus respiraciones eran humeantes cómo si en este momento ambos, se encontrarán sobre una montaña congelada por el humo saliendo de sus bocas cada vez que se abren un poco para luchar con la lengua del contrario.

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