El sonido de la música estaba a un nivel que podría llegar ser irritante para tus oídos, así como lo para los demás chicos que solo querían jugar pero que en cierta sala de juegos, donde yacía un joven de apariencia llamativa como personalidad juguetona, mirada arrogante de un color verde.

Gracias él y su extravagante comportamiento como actitud el lugar se convirtió en un club en vez de salas de juego. No podían hacer nada porque desde la distancia se notaba que era un niño de papis.

Sus lacios cabellos rubios son ondeados por los dedos de los dos jóvenes, bonitos. Sentados a cada lado de él, los cuales sostiene los marcados brazos de ese joven sobre sus hombros. Sonriendo y complacido todo lo que él pida, en sus miradas se les notaba la codicia, esperanza de volverse especial para ese joven.

No era una obligación para ellos el estar ahí, tampoco se les dijo pueden venir y sostener mia brazos sobre sus hombros, no. Ellos mismo fueron donde ese joven ojos verdes. Encantados y deleitandose con ese bello rostro con rasgos fáciles muy finos, cuerpo de super modelo y su ropa de marca que gritaba "tengo dinero." Ellos dos tenían la tonta idea de creer que si lograban obtener su atención entonces podrían obtener mas que solo beneficios económicos, también poder disfrutar de ese espléndido cuerpo.

—¿Quiere que le sirva más vino en su copa?—Preguntó, coqueto.

‹Nunca pensé que tendría la oportunidad de poder hablar con el joven maestro Rogan Yorke, ya había escuchado que es un jugador (promiscuo) que no le importaba si es hombre o mujer mientras sea su tipo y de su gusto puede darte todo lo que pidas, desde auto lujosos hasta tu propia casa.

Me importaría si dice que quiere pasar la noche conmigo, si obtengo lo que quiero todo bien, ambos saldríamos ganando. Él obtiene mi cuerpo y yo obtengo todo lo que buscó poder tener de él.› Se le había olvidado o no sabía que Rogan estuvo envuelto en un gran problema que lo llevó a juicio.

Fue a prisión por el simple hecho de que sus padres tienen conexiones, dinero, sino en este instante estaría en la cárcel por acoso e intento de asesinato donde la víctima estuvo en coma. Sin embargo, sus padres tuvieron la desfachatez y despreciable actitud de convertir a Seth en perpetrador y a Rogan en víctima, unos padres del año que en vez de castigarlo lo premiaron.

—No, bebé.—Besa la mejilla de ese chico de cabello color menta.—Toma para que te compres algo después de salir de aquí.—Le entregó una tarjeta, ese joven no se puso sus moños y solo la agarró antes de que se arrepienta.

Rogan se encuentra de muy buen humor a la espera de que lleguen a las personas que está esperando, lamiendo sus labios de solo pensar que por el momento podría tener un reemplazo de su “gran amor” Seth.

‹Ya quiero conocer esa persona con ojos de diferentes color, aunque sé que no hay nadie que pueda igualar los hermosos ojos de mi Seth. Ese conejito es salvaje e indomable y por eso obtuvo lo que le pasó, por desobedecerme. No le costaba nada aceptarme y casarse conmigo, le iba a dar todo y aún estoy dispuesto hacerlo. Solo tengo que ser paciente porque mis padres no han querido darme información de él.

Y mi mamá que me consiente en todo anda que se la lleva el diablo, desde que regresó del hospital junto a mi hermano menor. Ella anda en busca de un supuesto estúpido don nadie, paralítico (como lo vieron en silla de ruedas ese niño creyó que Seth estaba inválido.) Pero también está teniendo problemas en sus negocios, todo por enseñarle cosas a mi hermanito que en un futuro se tornaria problemática, se lo advertí varias veces. Bueno, no importa.

¿Cuánto tiempo les llevará a esas estúpidas el traerme ese joven? ¿No creo que sea tan difícil el convencer a alguien de venir a la sala de juegos?› Se pregunta, soltando una bocanada de humo. ‹Es una verdadera mierda el no poder acercarme a la familia de mi querido Seth, a causa de eso no he podido averiguar cómo está, ¿dónde se encuentra? ¿Si está bien? Nada, lo único que se que está vivo.

Si me acercó a unos metros de ese restaurante ellos pueden llamar a la policía, eso me haría ver culpable y también estaría violando la orden de alejamiento. Esos malditos lograron ganar esa orden o mejor dicho mi padre lo permitió, de esa manera se aseguro que no vuelva a quedar en vuelto en otro problema que indique cárcel.

Es por eso que mientras busco en que hospital se está quedando Seth, para llevarlo a mi casa cuando lo encuentre. Estaré divirtiéndome con alguien que tenga sus mismos ojos, me imaginare que es mi Seth cuando lo esté haciendo mío.› Sus ojos verdes dejan ver su perversión.

Él no sabía que ese joven que estudia en al universidad es el mismo Seth, el que lo rechazó y con el cual se obsesionó de esa manera enfermiza.

—¿Joven maestro?—Tragaron grueso al ver esos enloquecidos ojos verdes.

—¿Dónde está?—Deja de estar sentado, con una risita maliciosa lo busca detrás de ellas dos pero no había nadie mas.—¿Fue al baño?—Toda sonrisa se desvaneció de su rostro.—Por tu bien espero que esté en el baño.—Amenaza.

—Lo siento, él...¡Agh!—Llevo su mano a su mejilla, frotando esa piel que comenzó arder tras ser palmeada por la grande mano del contrario.

—¡No puedes hacer una maldita cosa bien!—Patea todo a su paso.—¡No eras tú la que me aseguró que lo traerías!—Agarra un botella de vino, rompiéndola al impactar contra la mesa.

El chico al cuál se le dio la tarjeta, al ver ese lado violento de Rogan solo le hizo desear nunca haber puesto un pie en esa sala. Queriendo salir y buscar cualquier oportunidad para escabullirse.

—Ya sabes lo que pasa cuando alguien no hace lo que digo.—Apunta en dirección a su cuello lo que queda de esa botella de vino en su mano.—No quería ver sangre este día pero como eres tan inepta no queda de otra, si desfiguró tu cara no volverás andar seduciendo hombres aquí y ya. Lo hago por tu bien...

—¡Joven maestro, espere!—La otra chica salió en su defensa.—Por favor, esperé.—No podía permitir que su mejor amiga salga lastimada.

—Mas te vale que lo que tengas por decir sea interesante o tú serás la siguiente luego de encargarme de tu amiga.

—Mire aquí.—Muestra la pantalla de su celular.—No pudimos traerlo pero logré tomarle una foto, solo quería saber cómo luce después de todo, ¿no?...—Su celular fue arrebató.

—¡Mi adorable Seth!—¿Cuando salió del hospital? ¿Despertó? Ya está yendo nuevamente a estudiar, tan hermoso mi amor.

Esa mirada enfurecida y sanguinaria pasó a ser una mirada locamente brillante, sonriendo cual loco recién ingresado a una institución mental. Dejando en en shock y con miedo a las personas que lo veían besando, casi lamiendo la pantalla de ese celular. Todo un desagradable pervertido de esos que son hediondos, así se veía a los ojos de los presentes.

—¿Está estudiando en tu universidad?—Preguntó.

‹Ya pasaron tantos años y él sigue viendose tan malditamente caliente, dejo de ser un joven esbelto para convertirse en todo un semental de marcados músculos. Un cuerpo tan sensual que me gustaría ver arriba de mí, desnudó. Mirándome fijamente mientras empujando sus caderas hacia adelante, haciéndome gemir al sentirlo...› De solo imaginarse en esa situación su cuerpo se calentó y esa cosa entre sus piernas se levantó creando una casa de campaña en sus pantalones.

Rogan podría ser activo en todas las relaciones que haya tenido, pero cuando se trata de Seth; entonces si fantasea ser el que tome el rol de pasivo. Seth es el único que lo hace desear ser ultrajado.

—Sí, ingreso hace poco.—Responden.

¿Conoce a Seth? ¿Dónde y cuando? Que tanto como para cambiar su expresión en cuestión de segundos, poniendo esa mirada de pervertido asqueroso. Nunca había visto algo así, esa mirada de psicópata en potencia.

Si hubiera sabido que iba a pasar algo como esto; de mi boca ni siquiera hubiera salido nada relacionado con Seth, presiento que estará en peligro... ahora me siento demasiado culpable, estoy muy consiente de lo que podría llegar hacer este joven maestro si las cosas no salen como quiere.

—¿Qué carrera estudia?—Su sueño era estudiar lo mismo que su padre y ser un gran chefs.

‹Mi Seth es un joven muy filial, todo lo que hacía lo hace pensando por le bien de su familia, es por ello que pense que si los mencionaba Seth me aceptaría rápidamente. Sin embargo, eso solo provocó que se enojara y me mirará con desprecio.

"—Atrevete a tocar un solo cabello de la cabeza de mis padres, y te juro que desearás no haber nacido pedazo de mierda.—Advierte ferozmente, tomando por el cuello de la camisa a Rogan.—No me gustas y nunca me gustaras.—Lo empujó.—Prefiero morir antes de relacionarme contigo, niño mimado de papis." Fue lo que me dijo y eso solo provocó que mis ganas de poseerlo incrementará.

Quería dominar y domar esa bestia salvaje porque estaba convencido que tarde o temprano lo haría, sin embargo no esperaba tal movimiento por parte de mi madre.

Ella tuvo que meterse donde no la llamaban, hizo cosas que no le pedí que hiciera y cuando me vine a dar cuenta ya era demasiado tarde. Por su culpa casi pierdo a Seth, fue ella quién tuvo la idea de arruinar los frenos del auto de Seth. Así como contratar a esas dos personas para que caminarán por la carretera donde Seth estaría pasando.›

Si Rogan estaba persiguiendo a Seth era para evitar justamente ese accidente, pero sus intenciones fueron tomadas de diferente manera por lo que Seth solo quería huir de él pensando que Rogan le quería hacerle algo.

—Bellas artes...

—¡¿Qué?!—La pantalla de ese celular se agrieto, está agarrando con demasiada fuerza ese móvil.—¿Están seguras?

—Sí, estamos en el mismo salón de clases.—Él es muy bueno, tiene manos hábiles y rápidas al momento de ponerme en práctica las enseñanzas.

—Entiendo.—Seguramente su cambio repentino se debe a mí, debe de estar enojado por lo que le dije la última vez que nos vimos. "Nunca voy a permitir que cocines para nadie que no sea pata mí, si lo haces te romperé las manos" fue lo que exprese. Fuí muy ruido quizas por eso quiere llevarme la contraría.

Rogan actuaba y pensaba como sí él fuera gran conocido, especial para Seth. Como si nunca hubieran pasado esos cinco años sin saber nada de Seth.

—Es hora de decirle a mis padres que retomaré mis estudios.—Seth, solo esperaba por mi mi amor.

Rogan delirando y Seth presionando sus oídos que desde hace ratos no han dejado de zumbar, hasta estaba creyendo que se le metió agua en oídos cuando estuvo en la ducha, bañándose no hace mucho.

—¿Qué pasa cariño?—Preguntó su madre, viendo como su hijo no para de ponerse de lado y golpear suavemente su cabeza para que el agua salga si es así.

—Creo que me entró agua porque mis oídos no han parado de zumbar.

—Tal vez alguien este hablando de ti.

—¿Quién? Si ni amigos tengo...—Su mente fue bombardeada con la mirada y sonrisa cautivadora entre pícara de Koen.

—¿Seth?—Se preocupó ver las mejillas rojas de su hijo, pensando que podría tener fiebre.—¿Te sientes bien?

—Estoy bien, mamá.—¡Porque pensé en ese hombre!—Vamos al restaurante, padre debe de estar esperando por nosotros.

Sí llegó a encontrarme con Koen voy a darle su merecido, por su culpa estoy pensando en cosas extrañas. Y después de lo que dijo que quería cortejarme mi corazón no quiere estar quieto, mejor dicho la serotonina y la dopamina son las que toman turnos para enloquecer.