capitulo 49

Una vez más ese silencio incómodo y tensión se podía cortar con un cuchillo, las palabras de su capitán, el Vicealmirante que tanto admira. Cayeron sobre su cabeza como agua fría enfriando por completo sus apretados pulmones.

Farid, quería, suplicaba en su muy adentro que esas palabras fueran una broma de mal gusto por parte de Seth, que sus oidos le jugaron algo así de desagradable. Sin embargo, no era así. Por más que quisiera cerrar sus ojos e intentar no ver a ese atractivo ser junto a Seth, le era imposible.

Todo era tan cierto como su existencia misma, "¿cómo se supone que debería actuar? ¿Que expresión tengo en mi rostro en estos momentos? ¿Estoy apunto de llorar? ¿Que tan patético me veré a los ojos de la tripulación y de todos lo que saben sobre mis sentimientos por mi capitán?" Se preguntaba tras pregunta un Farid con su corazón estrujado.

Sus preguntas no estaban tan lejos de tener más que solo una respuesta, de ahí podríao btener muchas, pero no quería saberlas. No tenía el valor suficiente para aceptar otra cruda realidad.

En sus adentros trata con todas sus fuerzas negar y aceptar la verdad frente a sus ojos. Trata de no mirar a esa pareja.

Mirar a otro lado o lugar que no sea el rostro de Seth o esa mirada de hilo color morada. Farid no quería mostrarle está parte tan patética de él a nadie, mucho menos quería verse derrotado, roto, frente a Christian.

Por un momento en su cabeza pensó el competir por Seth, que ganara el mejor y quien conociera perfectamente al vicealmirante, sin embargo esos pensamientos fueron desechados tan rápido como llegaron. Dándose cuenta que no había oportunidad ni espacio en el corazón de Seth, podía verlo en esos ojos heterocromia.

Para empezar, Seth a quien estába viendo en todo momento era a Christian y solamente a Christian. Luego de informar quien sería su pareja de toda la vida, toda su atención se fue al de ojos morados. Quién sí, estába viendo a Farid, al mismos tiempo que marcaba su territorio.

No tenía nada contra Farid, pero tampoco iba a tolerar que vieran de esa manera a Seth. Tendrías que estar completamente ciego o carecer de sentido común para no darse cuenta que esa mirada en Farid, había algo más que solo admiración y respeto por el de ojos heterocromia.

Christian también se percató que su amado futuro emperador, no sabía nada al respecto, o simplemente decidió pensar que Farid, solo lo veía como su maestro por todas las enseñanzas en su momento cuando entro a la flota.

Al ver esos ojos fríos morados, todos los presentes se dieron cuenta y analizaron que Christian, podía llegar hacer peor que su vicealmirante, con respecto cuando se debe ser cruel e insensible. Puesto que esa mirada no mostraba precisamente buena fe.

—Creó que deberíamos...

—¿Desde cuándo?

Faid interrumpió a la persona que trató de aliviar el ambiente y así, poder salir de las instalaciones de entrenamiento antes de terminar sofocados.

—¿Desde cuándo el capitán tiene pareja?—Tuve que incrustar mis uñas en las palmas de mis manos, tratando de calmar la turbulencia en mi corazón.

¿Cómo pasó esto? ¿Cuando se conocieron? ¿Por qué presentarlo hasta ahora? Tengo tantas preguntas por hacer, pero también se que eso no me compete.

¿Qué se supone que haga? ¿Debí de confesar mis sentimientos hace muchos años atrás? Tuve que haber tenido más coraje en ese instante, ¿las cosas hubiera sido diferente a lo que son ahora? Tal vez si o tal vez no.

Tenía miedo a su rechazo por eso no dije nada y gracias a mi cobardía solo me conforme con verlo y tratarlo como mi vicealmirante y amigo. Sin embargo, después de tanto tiempo tratando de huir del rechazo. Decidí confesar mis sentimientos, pero lamentablemente ese día el capitán desapareció.

Me preocupe tanto que por por poco invado su complejo, para entrar a ese lugar tengo que obtener el permiso del vicealmirante Knight o terminaras sido destruido mucho antes de poder aterrizar en la pista de aterrizaje para las naves o las motocicletas a corazonadas.

Antes de que hiciera eso, el comandante e ingeniero Kira Knight, nos informó que el vicealmirante Seth, había ido a una misión extraoficial. Que volvería en unos días o meses no más tardar.

Eso me devolvió el aliento y esperé pacientemente hasta que regresará, así poder confesarle todo lo que sentía sin importar si era aceptado o rechazado. Sin embargo, ¿sigo teniendo aunque sea una mínima posibilidad.

—Cuanto tiempo llevamos juntos o de como nos conocimos es importante, sin embargo es mucho más importante el saber que, él.—Sostiene la mano de Christian.—Es la persona que elegí para ser mi compañero en el transcurso de mi larga vida, quién caminara igualitario junto a mí.

En pocas palabras, Christian es la única persona que amará para siempre y por siempre. Eso es lo que pasa con la familia Knight, por el lado del padre. Una vez que sus corazones son robados, no puede pertenecerle a otra persona que no sea a quién decidió amar, así su amor no sea correspondido.

—Bueno, solo quería saludarlos y presentarles a mi pareja. Él se unirá a la flota, ¿sí el lo quiere?—No voy a obligar a mi Chris, hacer algo que no quiera. Sin embargo, me encantaría tenerlo bajo mi mando. ¿Sería emocionante jugar un poco?

Christian frunció el ceño al observar el rostro de Seth, solo bastaba verlo un momento para darse cuenta las perversiones en las que estaba pensando.

—Lo voy a pensar.—Arqueo su ceja, mirando fijamente a Seth.

No hace nada por tratar de ocultar su decepción, cada día se vuelve más pervertido y loco, bueno. Siempre lo ha sido, desde el principio me dejo saber sus intenciones con ese desvergonzado descaro.

—¿No cree que eso seria perjudicial?

Cada palabra saliente de sus labios me siguen bañado con agua fría, dejándome en claro que no, que no hay oportunidad entre el vicealmirante y yo. ¿Me riendo como lo hice años atrás?

—Usted siempre dijo que las relaciones entre capitán y tripulación no era bueno por las emociones en el instante en que la pareja se ve envuelta en peligro.

No podría soportar verlo todos los días, interactuando juntos románticamente o algo más por el estilo. Sé que el capitán es firme y muy responsable, nada lo portuaria al momento de enfrentarnos con los enemigos, así su pareja estuviera en peligro, porqué para él, lo primero es el deber que tiene con el imperio.

En está ocasión Farid, está equivocado con respecto a la toma de decisiones que Seth, haría en ese instante si Christian estuviera en peligro. Ir a otro mundo y destruirlo si era necesario todo para salvar a Christian, eso decía mucho.

—¿Dudas del razonamiento del capitán de la flota halcón? Mi Seth.—Preguntó Christian, con su mirada altanera.

No tendría por qué estar discutiendo con este niño, mi Seth puede ser un loco y todo lo demás pero sigue teniendo un buen razonamiento, rectitud, sentido del deber cuando es necesario.

No puedo permitir que siga pretendiendo preocuparse por la seguridad y el bienestar de la flota cuando lo está haciendo por su bien. No quiere ver a la persona que le gusta actuado dulcemente con otra persona.

Lo puedo entender, sin embargo aunque no me guste tengo que admitir que, él tuvo su tiempo para decir lo que sentía. Si no aprovechó esa oportunidad es su culpa o sabía que desde un principio no tenía oportunidad y decidió callar para no salir herido. Muy cobarde de su parte.

—¡Jamás dudaría de el capitán!—Exclamó.

¡Cómo puede decirle "mío" como si el capitán fuera alguna clase de propiedad! ¿Acaso tiene miedo y por eso está marcando su territorio? ¿No está seguro de simismo...?

—Grabe error sobre lo que estás pensando, Farid.—Expresó Seth.—Soy yo quién debería de sentirme de esa manera.

—¡¿Capitán?!

¿Cómo es posible que alguien como él, con esa grandeza e indestructible pueda tener temores? ¡Eso es imposible! ¿Que tiene de especial esa persona como para ser él, quién tema perderlo?

Farid no podía creer nada de eso, no podía aceptar que después de todo no conocía tanto como él creía al capitán y vicealmirante Seth Knight.

Mientras él se encuentra perdido y consternado, Seth sonríe levemente al escuchar los gruñidos de su amado ojos morados. Christian se está empezando a cabrear por como Seth, se encuentra hablado en clave o por telepatía con Farid.

—¿Celoso?—Preguntó con un susurró.

—No. Solo me estába preguntando a cual planeta ir para tomarme unas merecidas vacaciones.—Mira fríamente a esos ojos heterocromia.—Solo, sin nadie que me acompañe.

Christian sonrió disimuladamente al ver el cuerpo de Seth, desinflarse por tal declaración con una aura lugubre a su alrededor.

—No me quedara de otra.—Sus ojos brillan malvados y al mismo tiempo lascivo.—Tendre que atarte a la cama.—Susurró.—Debilitar tus piernas con mis...

—¡Seth, por favor!

Dimas quién estába entrado junto a los demás, cubrió su cara con vergüenza al igual que su hermano Kiran. Ellos y los demás también había escuchado por más suave que haya hablado.

Sin embargo, George, Youssef y Lucio estaban más que acostumbrados a ver esas muestras de afecto y que otras palabras fuera de lugar provenir de los labios de Seth y Christian.

—Tardaron en venir.

—¿Nos estás reprendiendo?—Pregunta ambos hermanos.

—Tal vez.—Mira a George.—¿Qué te pareció el lugar? ¿Sus habitaciones?

—¿Por qué no puedo compartir la habitación con mi hermano?—Preguntó Lucio.

Dimas fue el primero en mirar de forma extraña a Lucio, al parecer no le agrado esa pregunta, sobre todo al enterarse de que, George y Lucio en sí no son hermanos consanguíneos.

—Porqué yo lo pedí.—Ve con molestia a su hermano mayor.—Que no se te olvide que aún sigo molesto, no trates de tentar tu suéter.

Youssef suspiro un par de veces al mismo tiempo que lleva sus manos a su rostro, algo avergonzado por el compartimiento de sus amigos frente a tantos ojos. Los de la flota halcón nunca se había sentido tan emocionados y querían seguir sabiendo que pasaba, enterarse de algún chismes, es por eso que estaban tan callados.

—Me disculpó por interrumpir y causar tanto ruido.—Expresa todo a penado.—Seth nos habló mucho de ustedes, de lo excepcional que son cada uno de ustedes.—Sonríe ampliamente y con gran sinceridad.—Es un gusto conocerlos al fin, soy Youssef. Espero que nos llevamos bien.

—¡UN...UN HADA!—Declararon al unísono.

—¡¿Un...un qué?!—Su rostro enrojecido estaba humeante, tímido.

Y no era una mentira, hasta Farid pensó lo mismo desde el momento en que Youssef, empezó hablar. Youssef tenía un aura demasiado pura a sus alrededor.

—Dejen sus tonterías, o guardarlas para ustedes mismos—Kira cubrió a Youssef.—¿Estás bien?

—Sí.—Asiente.—Eso solo fue un poco...

—¿Vergonzoso?—Kira terminó la oración.—¿Aterrador?

—Sí.—Susurró.

Por un instante creí que estaba en ese mundo, aunque sus miradas no son para nada lascivas y tampoco tienen otra intención, me fue inevitable el no sentirme tenso.

—Seth, deberías...¿Seth?—Busco a su hermano mayor.—¿Dónde fue?

—"Ya dije todo lo que tenía que decir, iré con mi futura Emperatriz a otro lugar. Les encargo a ustedes dos, mis amables y muy buenos hermanos continuar con las presentaciones."

Un "Ptff" se escuchó en toda las instalaciones de entrenamiento, reteniendo su sonrisa, todo porque George imitó a Seth a la perfección, tanto que en él, eso se veía algo adorable y gracioso al mismo tiempo por las expresiones.

—Jajaja.

Dimas no pudo seguir teniendo esa carcajada y solo la dejó salir así sin más. Sin importarle su apariencia, causado que George sin el quererlo o imaginarlo terminó por llevar su mano al pecho, escuchado el débil latido de un corazón que creyó muerto.

Era ridículamente e inevitable el no poder dejar de mirar esa sonriente sonrisa tanto en sus labios como en ese par de bonitos ojos violetas cristalizados por tanto sonreír.

—Eso fue tan gracioso.—Comenta los de la flota.—¿Ustedes también se unirán a la flota? Eso sería divertido.

"El Capitán trajo consigo a personas magníficas, podemos ver su desbordante poder. Sin embargo, el más fuerte que vendría estado en tercero lugar después de el capitán y su futura Emperatriz, ese ese joven junto al almirante Dimas." Penso cada uno de la flota. Y tenían toda la razón, George no es una broma.

—Todo depende si logran pasar el entrenamiento y la prueba con el mecha.—Informó Dimas, ya con su expresión habitual.—De igual manera, Seth les dará la opción de elegir a que campo pertenecer.

—Esa persona se ahí.—Farid señalo a George.—Estoy seguro que él, pasará el entrenamiento a más tardar en un mes.

Me hubiera gustado hablar en privado con el capitán, pero al parecer eso se ha vuelto imposible por el momento. Tendré que aguantar por un tiempo, por este instante me concentraré en lo que tengo enfrente.

—También lo creo.—Expresan los demás.—Suerte en el entrenamiento.—Frotan sus brazos.—Sera un infierno...

—Estoy acostumbrado a quemarme con esas llamas.—Declaró George.

Esa confesión tenso a los presentes y los corazones de quién lo conocía bien, fueron estrujados. Y, en Dimas hubo un raro y my desagradable malestar al escuchar eso.

—Bien, bien.—Kira unió sus manos causó ruido, llamado la atención de todos.—Sigamos con las presentaciones.—Seth me las va apagar por irse solo así.

Las presentaciones siguieron sin nigún imprevisto, los tres chicos de otro mundo, fueron recibidos cálidamente más de lo que ellos, hubieran imaginado. 

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