capitulo 32
Todo se sentía como si estuvieras en una cuerda floja, moviéndote sin siquiera dar un solo paso, pero con el profundo temor de caer al pricipio dónde se encuentra filosas piedras en forma de púas filosas. En está ocasión, con temor de que el suelo se rompa y caer hasta el último piso. Dónde te espera tu muerte asegurada.
Luciano sigue sin poder levantarse del piso, jadea agonizante con las desesperadas ganas de poder respirar, pero el aire seguía sin llegar a sus pulmones. Los cuáles se sienten que explotarán en cuál momento.
Al rededor de Seth, se encuentra una muy transparente energía que no es muy fácil de ver por lo que nadie es consiente de cuán grave es eso.
Seth está controlado su poder para no perder más de lo que ya lo está haciendo, pero es que se encuentra tán furioso por ver esos golpes en Christian, que su furia solo se apodera de él. El trauma de cuando leyó la muerte de su amado, fue activado al ver esos golpes, si, ya vió los de la espalda.
No quería usar su habilidad al hurgar entre la ropa de Christian, pero solo bastó una mirada para darse cuenta que esa espalda que tengo le encanta, se encuentra gravemente herida. Que las vendas están cubiertas de sangre porque cada vez que Christian hace esfuerzo, se desangran.
<Maestro, entre en razón por favor. Si sigue así, el joven maestro Christian, va a sospechar y dudar de su identidad> Miel estaba leyendo y viendo las noticias dónde expresan que grandes olas han empezado a levantarse arrasando con todo a su pasó en esas playas.
No era exagerar el decir que las olas están apunto de llegar hasta la carretera. Es bueno que no hay ningún herido ya que lograron evacuar a todos a tiempo. Aparte Seth, también está canalizado su energía en un solo lugar en específico.
—Seth.
Christian sigue manteniendo la compostura sin importar cuántos objetos caen al piso por el terrible movimiento del lugar.
El alfa de ojos morados sigue sin retirar su mirada de ese rostro que muestra tantas emociones y sobretodo miedos que se apoderan de él, miedo a que no pueda salvar a su amado. Enojó por no terminar desde el principio con la vida de el maestro Rexon.
¿Qué le pasan a sus ojos? ¿Que es eso que emana de su cuerpo? ¿Feromonas? No, no soy feromonas. Quiero acercarme pero no lo logró, hay algo que no me deja ir a dónde se encuentra él. Es como si estuviera en un capullo, un capullo que me protege de cualquier peligro.
El alfa de ojos morados sabía que algo extraño estaba ocurriendo, todo ésto que está sucediendo era demasiado sospechoso e irreal. Pero, él no quiso darle importancia, él solo quería llegar junto a Seth. Nada era más importante que poder tocar a su Seth.
—¡Joven maestro, tenemos que salir de aquí!
La nariz de Luciano no tenía intenciones de detenerse, seguía dejado salir sangre como si fuese una fuente. La opresión ejercida sobre su cuerpo es como si fuese empujado al piso por la pura gravedad.
¡¿Que rayos está pasado exactamente?! ¿Por qué es solo este lugar es el único que se mueve tan terrible pero no cae nada aparté de esos pequeños objetos de está oficina? ¡Joder, estos es aterrador!
—Vete—Ordena sin mirarlo, él sigue intentando encontrar la manera de salir de ese capullo o domo, como quieran llamarlo.
—¿Joven maestro? ¡Joder! ¡¿Que no está viendo como se mueve este maldito lugar?! Me sorprenden que todavía siga en pie y no sea solo escombros.
—¡Solo vete y mantén la boca cerrada!—Advierte, sus ojos fríos no eran una broma—¿Escuchastes?
—Fuerte...y claro.—¡Malditos lunáticos!
Como pude me arrastre por el piso hacia la puerta, esa era la única manera que tenía para salir de está oficina. Mi cuerpo se sentía como la mierda, ¿Que demonios le sucede a ese joven maestro Seth? Él...él no parecía alguien de este mundo.
Luciano jadeó aliviado al ver que logró salir con vida de esa oficina, ahora solo le tocaba rezar porque todo salga bien y no se vuelva mas desastroso de lo que ya es.
—Seth, puedes dejarme salir de lo que sea o como se llamé está cosa—¿Quién es en realidad Seth? ¿Qué se supone que piense?—Estoy bien...
—¡Claro que no los estás!—Exclamó entre lágrimas.
Sentí como mi corazón se estruja al momento de ver esa expresión dolorosa y llena de un profundo miedo que reflejaba el rostro de Seth. Habían segundos en que su ojos cambiaban su color, pasaba cada vez que se siente tan enojado e impotente.
¿Por qué? ¿Por qué se enoja tanto por algo insignificante como estás heridas? ¿A qué le tiene tanto miedo? Yo no estoy enojado por un estos golpes, ya ni duelen, dejaron de doler hace mucho tiempo. Estoy acostumbrado a que mi cuerpo sea el sacó de desahogo para esa persona llamada mi padre.
<Lo va asustar, el joven maestro Christian puede verse imponente y frío pero ya sabe que en su interior es una persona cálida> [Ya lo sé, pero estoy furioso. Duele, duele que para él, eso sean solo unos simples golpes sin importancia.]
Puedo saber lo que piensa con solo ver su expresión perdida sin entender o como reaccionar con respecto a mis declaraciones e expresiones de molestia y dolor. Eso es lo que me da más rabia, me da rabia que mi Chris, piense que él no vale nada. Que su vida no es valiosa.
—¿Déjame matarlo?—Su mirada ansia ver cómo se derramará la sangre del Maestro Rexon.—Déjame ser yo, quién se ensucie las manos.—Lo ve fijamente—Permíteme cortas sus extremidades.—Su parte alfa solo decía una y otras la palabra "sangra" quiere desangrar lentamente el cuerpo del viejo Rexon.—Que no entiendes que solo vivo por ti, que tu sola existencia es el paraíso para mí. Qué eres mi todo, que odio verte lastimado...
Christian muerde su labio, no sabe cómo lidiar con estás nuevas emociones. No comprendía del todo esas sensaciones que golpea fuertemente su corazón, tenía ganas de llorar. Jamás había sentido la necesidad de llorar como lo está sintiendo ahora.
—¿En serio te pone feliz mi existencia?—Aprieta sus puños—¿Está bien que exista alguien como yo? Siempre he pensado que solo soy un extra en una historia dónde alguien más es el protagonista, un extra que se terminaría convirtiendo en un villano para demostrar mi valía en está vida de mierda.
El corazón de Seth se detuvo por unos segundos, estába escuchado las mismas palabras que una vez Christian, había dicho un momento antes de pensar en suicidarse, en ese momento estaba tan casando de vivir.
Hasta abejita Miel sintió feo al escuchar esos pensamientos de Christian, hacia asimismo. ¿Cómo podía alguien expresarse de el mismo.
—¡Eres mi protagonista!—Exclame—Eres mi protagonista en la historia que reescribí solamente para ti, para nosotros dos. Y eres mi amado villano en la historia que alguien más contó.
Seth sonríe tiernamente, su brillante mirada solo le trasmitía sinceridad a un Christian que solo quiere lanzarse a los brazos de Seth. Sentir los latidos del corazón del alfa de ojos heterocromía.
—Para las personas puedes ser solo Christian, un villano, extra. Pero para mí, sigues siendo mi Chris, el alfa del cuál me enamoré perdidamente sin siquiera conocerlo. Por el cual estaba dispuesto a cometer todo acto de locura o crimen todo para poder estar contigo y hacerte saber sobre mis sentimientos, lo que me haces sentir.
—¡¿En definitiva te falta un tornillo?!—Sus ojos morados se encuentra cristalizados—Estás loco...mi loco—Baja la mirada para esconder su expresión, no quería mostrarse vulnerable.
Christian lo había olvidado, olvidó cuando fue la última vez que alguien se preocupó verdaderamente por él, cuando fue la última vez que alguien le dijo algo como; "Yo te protegeré, voy a cubrirte la espalda y si es necesario te cubriré con la mía en los momentos difíciles, cuando descofies de todos e inclusive de mí . La única persona que le dijo algo como eso, fue su difunta madre.
Él se vio obligado acostumbrarse a nunca depender de nadie, por más difícil que fuera su día a día nunca tenía que bajar la guardia en ese lugar que para unos era solo un peón y para otros un obstáculo.
Desde que murió su madre, jamás se atrevió a confiar en las personas, no tenía ese lujo, no les iba dar el lujo de darles la oportunidad de clavar un puñal en su ya agotada espalda.
—Bien—Por fin logró salir de esa protección y llegó junto a Seth—Me enamoré de una persona loca, bueno, desdé un principio estaba más que consiste sobre eso.
—¡No te acerques!—Retrocede—En este momento soy un peligro, estoy tan furioso que quiero destruir este maldito mundo.—Hierve, mi cuerpo hierve de furia al punto de no poder controlar bien mis poderes.
<¡Hasta que reacciona!> Miel suspiró al ver que su maestro, ya había dejado de esparcir su energía. <¿Sabe el caos que se encuentra allá afuera? Es terrible> [¿Hay personas heridas...niños?] Su voz, muestra preocupación. <No, nada de heridos.>
Se que Christian ya sospecha algo, él es una persona muy inteligente. ¿Si me odia por eso? ¿Si jamás quiere volverme a ver? Tengo miedo, miedo de verlo a los ojos y que me reclamé por mentirle.
—No tengo miedo—Acorrala a Seth—Quema todo lo que quieras quemar, destruye todo lo que quieras destruir, está bien. Solo no me dejes atrás.
A Christian le tomo medió segundo darse cuenta que Seth, es una persona que un día puede desaparecer de su vida si dejar rastro alguno, o que tal vez nunca pueda alcanzarlo, y no quiere quedarse atrás.
<Maestro, No tiene pensado confesarle su identidad, ¿Verdad?> Miel se preocupa, ella también teme que Christian reaccioné de una manera que lastime a su maestro, a los dos. [¿Qué excusa podré para lo que es mas que obvio? No hay ninguna]
Los alfas pueden ser dominates pero no al punto de causar un terremoto a nivel mundial, sí, en todo el mundo está temblando no solo en éste país.
—¿Me vas a seguir gustado de mí a pesar de todo?—Baja su mirada—¿A pesar de no ser quién aseguro ser?—El edificio se sacudió todavía más. Seth se encuentra nervioso y temeroso.
A pesar de que el edificio se sacude cómo gelatina, no se derrumbará porque miel lo está evitando, pero no ciertas agencias y empresas, esas están siendo destruidas por completo. Seth estaba enfocado su furia en todos los negocios Rexon y en el proceso la familia London.
—La verdad, ya lo sospechaba—Obliga a Seth, a que lo vea a los ojos—¿Crees que no te envié a investigar lugo de la primera investigación?—Su mirada es brillante y un tanto perversa.—No iba a quedarme con la poca información que tú, permites que obtuviera en aquel entonces.
Seth se estremecio, su corazón latía tan fuerte por el nerviosismo y la emoción que se apodera de él, al ver esa mirada morada.
—Se que escondes algo, tu amor tan devoto por mí es muy abrumador, pero me hace sentir vivo, que mi existencia vale la pena—Deja caer su frente sobre el pecho de Seth—No me importa quien seas, no importa si estás mintiendo con tu identidad o nombre...solo me importa el saber cuan importante soy para ti.
Ya nada de eso importa, se que el tampoco podría hacerme daño. Podría estar causado estragos pero seguía protegidome. ¿Todas las personas se preocupan de está manera por sus parejas? ¿Que mira en mi, Seth? ¿Que es lo que provoca ese fuerte amor por mi persona?
—Si me llamo Seth, ese es mi verdadero nombre—Con su mano levanta suavemente la mandíbula de Christian—Vine a este lugar solamente por ti, para dejarte saber cuan loco estoy por ti.
Hay va de nuevo, solo basta escuchar su voz y ver esa mirada que convertir mi corazón en un completo caos de esas emociones que son tan aterradoras.
—¡Demonios, deja de hablar tanto!—Besa los labios de Seth.
Madre, me enamoré de una persona extraña y peligrosa. Pero lo quiero, quiero estar con él, él es la única persona que puede lograr que mi corazón se sienta vivo y logra que me comporté al igual que un adolescente estúpido, no puedo dejarlo, no quiero.
—Chris, en serio tenemos que hablar....¡Amhg~!
Christian había apresado con sus manos el miembro erecto de Seth, sonrojado al instante al de ojos heterocromía.
—¿Quieres hablar o sostenerme?—Frunce el ceño.—Bien, hablemos...—Fue su momento de ser callado a besos al mismo tiempo que las manos de Seth, manosean las caderas de Christian.
—Sostenerte, quiero sostenerte y hacerte gemir debajo de mí—Lo levanta en sus brazos. El rostro de Seth, tiene una mirada lasciva—Desde un principio mis intenciones y planes no eran nada puros, tenía la esperanza de hacerte el amor en está oficina.—Entran a la habitación conjunta.
Miel: Y yo aquí preocupándome por nada, mis maestros cada vez se están volviendo más locos. Mejor voy a poner un rótulo en la puerta de "no molestar, pero si quiere morir, adelante."
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