capitulo 22

Con ansiedad observa una y otra vez la hora de su celular, ya era tarde y la persona que esperaba aún no se digna llegar. Le había intentado llamar pero simplemente lo enviaba al buzón de voz.

Los tulipanes rojos sobre la mesa se estaban empezando a tornar tristes como el joven de ojos heterocromía. Que se está resignado a que no podrá verlo ni escuchar su voz.

De por sí ya se sentía como la mierda, por lo de la mañana en la mansión Allen. Sufrir este desplante fue como quedarse sin aire y no tener ganas de hacer nada. Hoy iba hacer un día demasiado horrible.

Él solo quería decirle a Christian, que no podrá verlo en dos días. Ya que luego de ir por Aiden. Seth se quedará con el para explicarle todo y del porqué se quedará en en ese lugar por poco tiempo hasta que se deshaga de Héctor.

<¿Quiere que averigüé dónde se encuentra?> Pregunta preocupada por su maestro. Esa expresión en su rostro es muy lamentable de ver. [No, no lo hagas]

Quería volverle a llamar pero ya había intentado muchas veces, no puedo seguir insistiendo porque quedaré como un acosador. Nunca creí que amar fuera tan complicado y que doliera tanto cuándo no es correspondido.

Seth se levantó de la silla, iba a llevarse los tulipanes pero prefiero dejarlos sobre la mesa. Tal vez alguien si los quisiera y se los llevaría para apreciarlo hasta que se marchiten por completo.

—¿Nos vamos?—Pregunta George. Se inquieta al ver la expresión desganada de Seth.

—Sí—Responde sin ánimos.

George abre la puerta del auto, Seth se deja caer con un profundo suspiro. Se sentía como si se hubiese desvelado por tres semanas seguidas sin descanso alguno.

—¿A la agencia?—Seth solo asintió.

Las manos de George, aprietan con fuerza el volante. No le gustaba para nada ver de esa manera a su joven maestro.

[Quiero comunicarme con mi madre] <Para poder crear un enlace seguro con 'AI' del señor Knight. Tengo que desconectarme por unos minutos, ¿estará bien?> [Sí, no te preocupes po eso] <Bien, regresó en momento> Miel desapareció.

—¿Ahora quien demonios me molestara?—No iba a contestar la llamada, pero era de la cafetería. Cada numero tiene un tono diferente—¿Sí?—Su voz se escucho molesta.

—¡Señor, usted me dijo que le llamara cuando surgiera un problema....en estos momentos hay un serio problema! ¿Puede venir?

—Estoy yendo, envíame la dirección—Finaliza la llamada.—Joder, ¿tenía que ser esa cafetería de todas?—Se pregunta con burla.

Seth le informa a su guardaespaldas sobre la nueva dirección a donde debe de dirigirse.

¿Quién fue el pusilánime que causaría o está causando estragos en mi cafetería? Hoy es un buen día para matar personas.

Pobre de esas personas, no debieron causar una escena justamente hoy cuando Seth se encuentra con los nervios de punta.

George estacionó el auto junto a dos autos lo suficientemente lujosos como conocidos para su joven maestro y él. Solo que, Seth no presto atención a eso. Él solo quería golpear algo o alguien.

—¡Señor!—Exclama el gerente, él es el único que conocía a Seth. Es beta por lo que resiste un poco más las feromonas de alfa.

—¿Cual es el problema?—Afloja su corbata de su traje azul negro que lleva puesto.

Seth desde que entró observó que no hay nadie en el lugar, en el aire se pueden ver los rastros de feromonas. Eso irritó mucho más a Seth. Habían contaminado su cafetería.

—Verá, todo comenzó con la llegada....

—¡Seth!—Exclaman dos personas al unísono.

Seth llevo su mirada a lado izquierdo de la cafetería, ahí estaba el hombre que había esperado por más de una hora en el restaurante.

Sosteniéndose de mesa estába el pobre de Youssef, respirado con agonía por las feromonas sueltas de Gregori, se le es difícil mantenerse de pie, pero no quiere ser doblegado.

—Jaja—Sonrió con burlas hacia a si mismo, llevado su mano izquierda hasta su cara para ocultar su mirada la cual estaba seguro que, se vería lo suficientemente lamentable.

No fue lo suficiente rápido, esa mirada adolorida fue vista por Christian y eso lo había dejado en un severo trance. No sabía que hacer o como reaccionar a esa expresión.

No me gusta, lo odió, no quiero ver esa expresión en su rostro. ¿Por qué se ve tan cansado? Decepcionado....¿soy el culpable de eso?

—George, lleva a Youssef arriba.

—Como diga—Lo levantó en sus brazos con el debió respecto que se merece. En cuestiones de minutos volvió a bajar para estar a la disposición de su joven maestro.

Seth no comprendía del porqué las cosas llegaron a este punto y en este preciso momento tampoco está para escuchar dichas explicaciones.

Lo escuché, lo sentí, la manera en la que mi corazón se estruja como una piedra al ser rota con un objeto lo suficiente fuerte para penetrar y dejar solo pequeños pedazos.

Nunca imaginé que esto me dolería más que el veneno de una bestia que te lo inyecta atraves de sus filosas cuchillas....soy tan idiota por creer que podría obtener el corazón de este alfa de ojos morados que tanto me encantan....patético, soy tan patético.

Quería creer que estaba enfermo y es por eso que no llego, oh que su bastardo padre lo estaba hostigado con mucho trabajo. Que no cargo el celular y es por eso que no contestaba mis llamadas. Quise poner tantas excusas para justificar del porqué no llegaba y al final resulto ser lo que más temía.

—¿Seth eres dueño de este lugar?—Pregunta Gregori.

—¡Largo!—Su poca paciencia está por esfumarse y miel no estaba para calmar su creciente ira.

—Puedo explicarte, todo empezó cuando el vicepresidente Rexon...

—¿Acaso eres sordo?—Su mirada es mucho más sanguinaria—¡No estoy pidiendo tus malditas explicaciones, te estoy echando de mi establecimiento! ¡¿Te larga o te saco a golpes?!....George.

—Me disculpo joven maestro, solo cumplo órdenes.—Sube las mangas de su camisa, tenía muchas ganas de tirarlo a fuera como la basura que es.

—No es necesario, me iré—Se aleja de George—Espero me des la oportunidad de darte mi explicación después.—Salió, no sin antes darle una mirada asesina a Christian.

Pero Christian ni siquiera le estaba prestándole atención, su mirada está fija en Seth.

—¿Qué está esperando usted?—Le pregunta sin verlo a los ojos—Usted también marchase, vicepresidente Rexon.

Christian sintió una punzada al escuchar ese tono tan respetuoso, frío. Sintió y vio cuán distante se torna dicha cercanía. Por unos segundos presenció en la manera que Seth, podría escapar de su alcance y perderlo de su vista sin dejar rastro alguno.

—¿Tampoco me dejarás que te explique?—Se acerca un poco más—Permite....

—No. No te permitió nada—Ve esos ojos morados que lo hacen enloquecer—¿por qué debería?—Aprieta sus puños—¿Por qué tendría que darte tal oportunidad cuando me haz dejado plantado?—Soy patético.

En estos momentos no quiero hablar con Christian, me siento tan decepcionado que puedo llegar a decirle algo de lo cual puedo arrepentirme después.

—¿Qué? ¡Te envié un mensaje!—¿Qué este sentimiento? ¿Por qué tengo que preocuparme si espera o no por mí?

—Si como no—Muestra su bandeja de entrada—Tengo muchos—Sonrío con tristeza.

—Yo en verdad....

El de ojos heterocromia levantó su mano en sinónimo de que se calle, que no quiere escucharlo. Se estaba cansado. Está muy consciente que había una explicación para lo sucedido, pero en estos momentos no quería escuchar ninguna.

Eso causó un malestar en el corazón de Christian. Pronto ese malestar se convirtió en temor, temor que jamás vuelva a ver esa mirada heterocromia.

—Vete—Apunta la puerta—No me obligues a perder mis estribos. Me gustas....pero eso no significa que no me atrevo a golpearte—Aunque es una mentira, no podría golpearlo.

Christian solo le tocó apretar sus dientes e irse de ese lugar. Quería que Seth lo viera con esa mirada, pero el alfa de ojos heterocromia no se dignó a verlo porque sabia que perdería contra Christian y le daría esa oportunidad de explicar y el quiere sentirse molesto e indignado por ver esperado por él.

No quiere que Christian vea cuan fácil puede llegar hacer de convencerlo o que Christian tiene tanto poder sobre él y sus sentimientos.

<Maestro, estoy devuelta...¿que sucedió?> Su aura muestra que estuvo a segundo de volverse loco [Nada de que preocuparse, nada importante] Respondió con su voz rota. <Maestro...> [No digas nada mas]

Seth se dejó caer en la silla luego de que todos se marcharan, en ese silencioso lugar solo quedaba el gerente y los de seguridad pero ninguno hizo ningún ruido por temor a como reaccione su jefe. Podían ver que a su alrededor no es el más pacífico.

Descubrió muy rápido donde trabajaba youssetf, pero no se dignó de averiguar quién era el dueño de este lugar. ¿Tan impresionado quedo al verlo ese día? La trama de las historia es mucho más fuerte. ¿Me está retando o burlándose de mí?

Seth suspiro severamente frustrado, en este preciso momento estaba pensando en desaparecer de la vida de Christian, y solo cuidar de su bienestar y felicidad desde una distancia que no pueda ser notado pero lo suficiente cerca para apreciar de una sonrisa por lo menos.

—Prepararme un café bien cargado, y galletas.

—Como ordené—Fue a realizar el pedido.

El gerente no tardo en llevar la orden de su jefe. Él es un joven de unos veintitantos años, no hace mucho se graduó de la universidad. Tiene corto cabello grisado, mirada marrón y un cuerpo lo suficientemente bueno para llamar la atención de las chicas o chicos. Algo que es muy bueno para la cafetería.

—Dime lo que paso—Toma de su café sin siquiera endulzarlo.—Siéntate.

—Si—Obedeció—Recién habíamos llegado, empezamos acomodar las cosas y a limpiar para abrir cuando llegó el joven maestro Rexon, preguntado por Youssef. Youssef al verlo se sorprendió.

Como siempre a Youssef lo persigue la mala suerte, es un imán para los problemas y tan buen chico que es. El auto se ensañó mucho con el pobre Omega.

—El joven Rexon, le pidió hablar con él de una manera nada amigable.

—¿No le hablo dulcemente? ¿Con una sonrisa en sus ojos y labios?—Preguntó con extrañes.

—Nada de eso—Todavia puedo ver y sentir esa helada mirada. Y eso que no iba dirigida a mí—Fue más como si estuviera viendo a su archienemigo desde tiempos inmemorables.

<¿Que no supuestamente el joven Christian, le interesa Youssef desde el momento en que lo ve? Es raro que lo vea de esa manera> [Me preguntó lo mismo, ¿efecto mariposa quizás? Pero, ¿entonces que estaba haciendo en este lugar?] <¿Reviso en mi cadena de datos?> [No es necesario, estoy por enterarme en este preciso momento.

—Youssef le preguntó sobre lo que que quería con él. Que le dijera en menos de cinco minutos. Él por supuesto que se molestó de igual manera procedió a preguntar lo siguiente.

"¿Como es que conoces a Seth? La última vez lo deje pasar pero esta vez no será así. Te envié a investigar y no hay nada relacionado con Seth...."

—....¿Se encuentra bien?—Le pasa una servilleta.

Seth había escupido y casi se atragantó con el café que degustaba ese justo momento cuando el gerente, explicaba. No espera para nada ese tipo de conversación. Y mucho menos que él fuera el protagonista de dicho tema.

—¿Seguro que hablaron de mí?

¡Christian vino a este lugar a preguntar por mí, no, más bien a exigir del porqué y de como es que nos conocemos! ¿En verdad? Me es un poco difícil de creerlo. ¿Cómo es que se entero de conozco a Youssef?

—Es cierto—Youssef venia bajado del segundo piso, un tanto desorientado—Me disculpó por causarle problemas...otra vez—Agacha su rostro con vergüenza—Hoy mismo voy a renunciar.

—Deja de disculparte—Frunce el ceño—Que te he dicho, ¿cuantas veces tengo que decirte que no bajes tu cabeza cuando no has echo nada malo. Y nadie esta pidiendo tu renuncia—Suspira—¿En conclusión quién armó el escándalo?

—El joven Gregori London—Responden al unísono.

—Desde que entró se creyó el dueño del lugar y me tomó del brazo bruscamente como si me hubiese atrapado haciendo cosas indebidas. Evitando que le respondiera a el joven Rexon.

Todavía duele un poco mi brazo izquierdo al moverlo, creí que lo había quebrado. Ese tipo está demente, tan demente con su hermano menor.

—Irving, puedes retirarte. Las personas están volviendo a llegar.

—Con permiso—Irving, el gerente se levanta de la mesa.

Les indica a los demás empleados que estaban escondidos, a causa de las feromonas. Que se ponga a trabajar. Las feromonas de Gregori ya fueron limpiadas por los guardias de seguridad.

—¿Te asustó?—Pregunté.

—Un poco pero en ese mismo instante le dejé ir una a bofetada—Sonrío triunfante—Me reclamó del porqué estaba hablando con alguien como el joven Roxan. Sus preguntas eran tan absurdas que no comprendía nada de lo que sucedía. Ni siquiera lo conozco.

¿Ese malnacido se cree dueño de Youssef o que? Lo peor es que solo han cruzado palabras una sola mísera vez. Su mente está más enferma de lo que creía.

<No quiero asustarlo pero Gregori parece estar interesado en usted y es por eso que persigue a Youssef, para qué usted le presté atención a él> [¡Porqué demonios tenías que decirlo en voz alta!]

Seth ya lo sospechaba pero no quería ninguna confirmación porque ya se siente lo suficiente asqueado con tener que ver la cara a Gregori.

<Lo siento> [Ya no importa, no pongas esa expresión] acaricia a la pequeña abejita. [No tienes culpa de nada.]

—¿Por qué Christian te preguntó por mí?—Eso es lo que le importaba saber.—¿Se conocen?—Se está poniendo ansioso.

—Ese día que tropecé con él, tenía una audición en su agencia. No sabía que lo volvería a ver en ese lugar y como el Vicepresidente de dicha agencia....lo primero que me preguntó luego de tenerme sentado por un largo tiempo, fue si lo conocía a usted y de que forma nos habíamos conocido.

[Miel, golpearme] <¡¿Qué? ¿Por qué?!> [Solo házlo] <Bueno, con su permiso> Miel estrelló su manita en la frente de Seth.

¡No estoy soñado ni escuchado de más! Escuché perfectamente y correctamente que Christian estaba preguntando por mí. Interrogado al protagonista Omega, con respecto a mí, no le prestó atención a Youssef. Estaba más interesante en saber que tipo de relaciones tenía conmigo.

Seth cubre su rostro con ambas manos, quería ocultar su tonta expresión. Quería reírse de una manera escandalosa para expresar su felicidad ya que sus esfuerzos están rindiendo frutos. Tenía aunque sea un poco de la atención de Christian.

—Él también expresó que....—Youssef, calló al ver que Seth, le indicó que no dijera nada más.

Saber eso era más que suficiente. Seth quiere que sea Christian, quién le diga y le pregunté sobre esto. De esa manera la emoción sería mucho más indescriptible porque estaría viendo las expresiones que podría ese alfa de ojos morados y cabellera blanca como la primera nevada del invierno, pura y hermosa.

—¿Fuistes contratado en la agencia de Christian?—De seguro que si, Youssef será muy famoso por su radiante belleza y querido por sus fans...

—No.

—¡Que! ¿Por qué?

—Salí de ese lugar muy molesto por esa conversación y sus insultos bien directos—Todavia me siento molestó al recordarlo—Aparte solo fuí porque me consiguieron esa oportunidad, no es porque en realidad quisiera ser alguien famoso. Me gusta como es mi vida, sin ser perseguido por nigún paparazzi.

Tampoco quiero vivir esa vida donde la mayoría a sufrido abusos para llegar a dónde están. Por más que esa agencia sea lo suficientemente buena, los productores y directores no lo son y mientras nadie cuidé a los artistas, modelos, esas personas logran cometer su cometido.

—¿No te agrada Christian?—¿Eso me vuelve e insensible y desagradable de mi parte que eso me haga sentir feliz?

—No siento que sea una mala persona y él tampoco te ve como simple producto, pero dudo que nos lleváramos bien.

[¿Soy mala persona si me alegro por esto?] <No, nada de eso. Creó que es mucho mejor así, tanto Youssef y el joven Christian no tendrán relación alguna, de esa manera se evita la tragedia de que el joven Christian se sacrifique por la felicidad de Youssef>

—Comprendo—Termina de tomar su café.—¿Tienes algo más que decir?—Con esa mirada parece un pequeño poodle.

—No sé si es muy atrevido de mi parte...pero puedo considerarlo como mi amigo—Baja su mirada—Un amigo al cuál llamar cuándo quería desahogarme.

¿Amigo? Sin contar a George, porque el no entra el categoría de amigo, es más con un hermano para este cuerpo y ahora para mí también.

Pero, alguna vez he considerado a alguien como mi amigo, mis hermanos y padres no cuentan. En mi flota a todos los veo como compañeros de confianza, pero un amigo que comparta mis pasatiempos o temas de conversación, con el cual salir, no, no tengo.

Seth se quedó meditando por un par de minutos, con su mirada fija en el rostro avergonzado de Youssef. El cual se estaba arrepentido de a ver pedido una petición como esa.

—Haz lo que que quieras—Suspiro.

Es un niño lamentable que toda su vida no ha tenido un amigo lo suficientemente confiable al cuál contarle sus pesares, inquietudes.

—¡De verdad!—Sus ojos rosados brillan con alegría.

—Si—Es como estar viendo un niño. Esa mirada sigue siendo brillante, nada de apagada como lo describían en la historia original.

Después de que abusaron de él, Youssef perdió mucho de su brillo. Las ojeras tenía que cubrirlas con bastante maquillaje para ocultar sus noches de desveló por las frecuentes y horribles pesadillas.

No solo eso, el constate acoso por parte de Gregori y Albert, llegó a un punto dónde su abuela se enteró por todo lo que había pasado su adorable nieto, causado que tuviera un infarto por la culpabilidad de no poder a ver protegido bien a Youssef.

—Pasarme tu celular.

—¿Eh, sí?—Se lo entrega.

—Este es mi número—Le vuelve a entregar el celular—Puedes enviar mensaje, llamar por si estás preocupado por algo o si necesitas.

—Gracias—"Amigo" así fue agregó Seth.

¡Tengo un amigo, un amigo que no hablara a mis espaldas! Un amigo que no quiere nada de mi y ni me ve con ojos lascivos...un amigo verdadero.

—¡Uh!

—¿Que tienes?—Seth se sobresalto al ver las lágrimas en los ojos de Youssef.

—Nada, no me pasa nada...Gracias—Se limpia las mejillas con el pañuelo, dado por George. Al cual mira discretamente.

Es una persona muy respetuosa y educada al igual que su joven maestro al que sirve, él no tiene nada de perjuicio en su mirada a la hora de verme.

—Solo estoy feliz—Sonríe avergonzado—Es agradable tener un amigo.

—Ya veo—¿Tanto le emocionado tener un amigo?—Bueno, no te quieto más tiempo. Sigue trabajando, yo también debo de ir a trabajar.

—Entiendo, que le vaya bien.

—Voy a prohibir la entrada de ese tipo llamado Gregori. Ya no te preocupes con respecto a eso.

—Bien....¿Es del joven Rexon de quién habla cuándo dijo que le gustaba los alfas?—Ese brillo en su mirada y sonrisa lo dice todo.

—No me gustan los alfas, solamente me gusta él.—Sube su mascarilla.—Es algo que solo sabe Christian, George y ahora tú. Mantenerlo secreto, nadie más se puede enterar—Susurró.

—Sere una tumba—Estoy emocionado, a estos es lo que se refieren cuando un amigo te cuenta cosas importantes.

—Bien, hasta luego—Salio de la cafetería.

<Ese niño estaba muy emocionado con respecto de ser su amigo, es como un perro poodle de unos cuantos meses de ver nacido> [¡Verdad! Lo mismo pensé]

                                             
                                              {••••••••}

"No respires, no respires, no respires" se decía a si mismo, Lucio. El guardaespaldas de Christian. Que ahora mismo está sudando frío y con grandes escalofríos en toda su columna dorsal, todo por ver la siniestra expresión de su maestro.

Intenta que su presencia sea tan nula cómo lo es el mismo aire, que no se ve. No quiere ser notado aunque es imposible esconderse con su estatura de más de uno ochenta metros de altura, cuerpo robusto. Su mirada marrón verdosa en este momento está fija en el piso, ya que no se atreve a volver a ver a su jefe.

Desde que llegó a la oficina por lo primero que Preguntó fue por su celular. Al principio pensé que quería llamar a alguien por lo que le dije que se encontraba cargado porque luego que me lo dió note que estaba apagado y lo puse a cargar mientras espera su regreso.

Solo bastó escuchar eso para que corriera a encenderlo y con una mirada extraña vio el contenido que se encontraba en dicho celular. Podría jurar que su mirada se tornó muy temerosa y preocupada a la misma vez.

Su furia estalló al ver ese mismo celular que precisamente está sostienen sus temblorosas manos. Nunca lo había visto tan furioso, ni cuando su padre lo intentaba obligar a tener relaciones sexuales con los jóvenes o señoritas que metía a la habitación, sin su consentimiento.

Es la primera vez que explota de está manera tan escalofriante, todo a su alrededor está impregnado con esas potentes e irritadas feromonas.

Me tocó ponerme una mascarilla para poder seguír de pie. soy beta, pero sus feromonas por poco y me hacen sangrar. Quiero preguntar sobre sus inquietudes, pero también valoro mi vida. Conozco muy bien a mi joven maestro.

Lució suspiro profundamente, valoraba su vida pero le importaba más el bienestar de su jefe a quien conoce por casi veinte largos años. Por lo que se atrevió a preguntar sin importar el resultado.

—¿Que lo tiene tan de malas?—Pregunté con mi ojos cerrados, no me atrevía ni quería ver esa fría mirada.—¿Sucedió algo desagradable con el Ceo o esos tíos?

Es lo único que explicaría del porqué su comportamiento, está vez quizás en verdad lo sacaron de sus casillas y está apunto de enloquecer por la molestia de tener que aguantarlos.

Mi jefe no deja está familia por una simple razón, toda la fortuna Rexon, le pertenecía a su difunto madre y el Ceo terminó por quitarle todo, para el final deshacer de él como si fuera un trapo viejo. Es por esa razón que mi jefe, Christian. Está intentando recuperado todo lo que le pertenece a él y a su difunto madre.

—Fuera grandioso si los culpables fueran ellos—Rechina sus dientes—Seria más fácil lidiar con esos bastardos.

¿No comprendo del por qué siento está horrible incómodo? Algo en mi se siente extraño, mal, y todo es por no a ver contestado esas diez llamadas perdidas y tres mensajes de textos. ¿Por qué tengo que sentirme de está manera? Es desagradable. Todo paso porque el maldito mensaje no se logró enviar antes de que el celular se apagará.

Ahora Seth piensa que lo deje esperando mientras me encontró en una situación que se considera "atrapado siendo infiel" ¿Por qué me importa tanto lo que piense? No somos nada y no tengo la obligación de ir solo porque le di la oportunidad de que llamé mi atención....

Christian volvió a sentir esa feroz punzada en el pecho al recordar la mirada decepcionada de Seth. También se imaginó la expresión que tendría en el restaurante mientras espera su llegada y al ver qué jamás llegó.

—¡Mierda!—Golpeo el escritorio, el cual trono un poco. Era evidente que se quebró.

Lució estuvo apunto de pegar un severo grito por el tremendo susto al escuchar el gritó aterrador, furioso de su jefe. El cuál está desbordado muchas más feromonas hasta inundar todo ese espacio en el que se encuentran. Esos ojos morados son extremadamente peligrosos.

—¿Su frustración está relacionado con el joven Allen?—Trago grueso al mismo tiempo que espera un regaño por parte de Christian.

Eso es lo único en lo que puedo pensar luego de que su familia no es quien lo tiene así de molesto. Desde que conoció a Seth, sus caracter suben y bajan de una manera extraña. Tampoco le gusta que lo acompañe cuando va a verlo. Pero he podido ver un poco más relajada su expresión a la hora de marcharse a ese restaurante.

—¿Es tab obvió?—Pregunta con molestia.

¡En serio acerté! El joven Allen ha logrado una cosa que creía imposible. Mi jefe le desagradaba la idea de si quiera tocar la mano de alguien por las constantes insistencias del Ceo Rexon, en enviarle Jóvenes y señoritas desnudas a la habitación y del como lo encierra. Una vez a mi jefe le toco encerrarse en el baño y lastimarse a si mismo para no tener relaciones con ninguna de esas personas.

—¿Que te hizo pensar eso?—Pregunta.

Apoya su cabeza y espalda en el respaldo de la silla, cierra sus ojos e intenta no imaginarse a Seth con esa mirada, ni en la forma que lo ignoró después de echarlo de la cafetería.

Su irritación creció aún mas al recordar que Seth, se preocupó primeramente por Youssef. Luego lo invaden las siguientes preguntas, ¿Por qué no pregunto que hacía en ese lugar en vez de preocuparse por Youssef?, ¿por qué el omega trabaja para Seth? ¿Que quizás su relación es más cercana de lo que se hubiese imaginado?

Christian abrió sus ojos y en ellos se podía ver ese destello peligro que tuvo en ese momento cuando habló con Youssef, en la agencia. Unas ganas de tomarlo por el cuello y retorcerlo.

—¿Esta interesado en el joven Allen?—Pregunté con asombro. ¡Porque en verdad es asombro!

—¡¿Qué?!—Se sienta de golpe y le da una mirada asesina a Lucio.

—Solo hay dos razones por las cuales se podría de está manera.—Espero que no mate—Odia a esa persona, o está interesado en esa persona.—Si no lo veo, su mirada no me asesinara—Es la única conclusión a la que puedo llegar.

—¡Eso no puede ser posible!—No, nada eso.

Dice eso pero esa mirada se contrajo un poco, y si no estoy viendo demás, sus orejas está un poco rojas... vergüenza, timidez, ¿Por qué reacciona así sino es porque está interesado en ese joven?

—Entonces, que le dé igual lo que piense de usted. Es mejor de esa manera para usted. Así, él perderá su interés y tal vez se interese por alguien.....—¡Creó que acabó de cavar mi propia tumba! Mamá, papá, no extrañen a su tonto hijo con cerebro de músculo.

Lució quería cerrar su ojos y no ver esa mirada morada tan oscura que era como estar viendo y siendo arrastrado hacia el fondo de ese tenebroso abismo, sin poder tener la oportunidad de escapar de esa terrible oscuridad que te va consumiendo hasta robarte tu existencia misma. No estoy exagerado cuando digo que mi jefe tiene esa infernal mirada en este preciso momento.

Termina la frase—Sonríe, mostrado su dentadura. Pero para lució, eso está muy lejos de ser una agradable sonrisa.—¿Por qué callas?—Se levanta de la silla, su cuerpo esparce feromonas como si de aire se tratará.—¡Dije que termines esa maldita frase!

Lució siente esa impresionante presión, la mascarilla está perdido efecto en protegerlo de esas peligrosas feromonas, pero eso no es lo peor. Lo peor es lo cerca que se encuentra Christian de él. Y tener que ver esa mirada peligrosamente fría.

—Mire—Hace que su jefe se vea en la pantalla de su celular—Así es como se ve entonces momentos y todo porque expresé que el Joven Allen, podía ir trás otra persona que no fuera usted.—Suspira abatido—Si no le interesa, ¿Por qué podría tal expresión por algo como eso?

¿Ese soy yo? ¿Puedo hacer una expresión tan fea como esa? ¿En verdad me molesta el simple hecho de escuchar esas desagradables palabras? El solo escuchar y pensar que Seth, mire a alguien más con esa mirada, me hierve la sangre y me invaden unas inmensas ganas de tomar por el cuello a esa persona y retorcerselo lentamente pero a la misma vez, doloroso.

Christian se asustó un poco al saber que puede tener tales pensamientos horribles y que en el también se encuentra una rara posesividad que va dirigida a ese joven de hermosos ojos heterocromía. Y eso es mucho más aterrador para él, no quiere tener tales pensamientos tan desagradables cómo la posesividad.

—Llamarle—Sugiere, Lució.

—¡Eh! ¿Por qué tengo que hacer eso?

—Digamos que por educación—Mi jefe están inexperto en estas cosas, le costará un poco aceptar el echo de que se siente atraído por el joven Allen.—Él le llamo muchas veces y usted ni siquiera tiene la más mínima intención de hacerlo....eso lo pondrá a dudar.

—¿Dudar?—Mira a Lucio.—¿Cómo que dudar?

Lució se estremeció cuál gelatina, no está acostumbrado a ver las diferentes expresión en el rostro de Christian, la única expresión que siempre a visto por un largo tiempo es una sumamente fría, pero no tan espeluznante.

—Si. Dudas de que si perseguirlo es lo correcto. Que si debe de seguir insistiendo donde no logra ver un futuro, si sería mejor verlo desde una distancia adecuada mientras reza por su felicidad.

Lució solo estaba intentando darle un empujón a su jefe, para que se animé a dar el primer paso por primera vez, pero quién diría que logró adivinar los pensamientos de Seth. ¿Quizás también paso por algo similar en el pasado?

—¡Que estupideces estás soltando!—Volvio a irritarse.—¿Por qué tendrías que rendirte cuando dices con tanta seguridad que te gusta esa persona?—Aprieta sus puños.

—Vicepresidente—Siento que esta corbata me está asfixiado—El amor no siempre es correspondido y cuando una persona en verdad te quiere, te soltará para que seas feliz sin importar que no sea con ella o él.

Su voz se escucha un tanto melancólica cómo lo es su expresión en estos momentos, eso indicaba que en su alma se encuentra la huella de un amor no correspondido.

—Muchas veces es mejor no insistir donde no hay ni abra la más mínima posibilidad. Obligar ha alguien a que te quiera eso no sería amor. Solo sería egoismo y toxicidad.

Christian ve el semblante lúgubre de su guardaespaldas, comprendido al instante que Lució había pasado por algo así y que estaba hablando por mera experiencia.

—¿Dónde está?

—¿Que?

—¿Dónde está el tipo o señorita que te dejó en ese estado?

¿Cuando? ¿En qué momento pasamos de hablar de su situación a mi situación? ¿Por qué capta tan rápido estas cosas pero a la hora de entender sus sentimientos no lo hace?. Y mi cariño por esa persona no es ese tipo de cariño, es uno más fraternal.

Tampoco es como si lo supiera, no hemos hablado después de tanto tiempo. La última que lo vi, ya había cumplido 20 años. Rara vez hemos podido coincidir en las reuniones familiares. Ambos tomamos caminos diferentes. Sigue sin perdonar a nuestros padres por verlo vendido como un simple animal cuando solamente tenía 12 años.

—Eso no es importante en este momento—Cambia de tema—¿Lo llamará o no lo hará?

—No—Me veré desesperado por explicar algo que no tengo porque hacerlo. No he hecho nada malo como para dar explicaciones...—¡Joder, es tan irritante!—Recordó la expresión dolida de Seth.

—Tiene razón, puede que no le contesté si le llama.—Lucio esta tentado a su buena suerte.—Es mejor que lo invité a cenar o almorzar y lleva un ramo de rosas.

—No es necesario hacer eso, no tengo porque hacerlo—Sigue en la necedad—Y creo que las rosas no son lo suyo, a él le gustan los colores más...—Recordó aquella confesión al recibir el primer ramo de lirios, con los cuales Seth, inicio el cortejo.

"Tu cabello corto lacio es como ver la primera nevada del invierno, fría y calida al mismo tiempo. El color morado de tus ojos es precioso. Ver esa mirada es como ver el abismo mismo por la frialdad que los rodea, nunca imaginé que el morado pudiera ser la rareza más exquisita que pueda existir."

Un pequeño pero poderoso aleteo fue escuchado y sentido proveniente de su corazón. El alfa no quería creer que su corazón puede expresarse de esa manera.

—Las violetas—Susurró con seguridad.—Ese color debe de ser de su agrado al igual que cualquier flor morada.

Después de todo, dice que le gustó tanto y que mis ojos son tan bellos. Entonces también las violetas, ya que huelen igual que mis feromonas, es lo que comento, Lucio. Que mis feromonas tienen ese olor...Pero Seth es un alfa, mis feromonas para él deben de ser una peste, todavía más cuando su nariz es sensible.

—¿Que mierda me está pasando? Este no soy yo, estoy actuando extraño—La culpa la tiene Seth Allen

Hunde sus dedos con frustración en su cabello perfectamente peinado, el cual se vio arruinado, ya que Christian lo alborotó un poco.

—No queda de otra, tendré que ir y hacerle pagar por meterse en mi cabeza y causar tantos problemas—Bajo un poco su mirada al lado izquierdo de su pecho. Ignoró los latidos y siguió trabajando para salir temprano, de esa manera ir por Seth.

Una excusa más creíble no pudo inventar, jefe. Por lo menos intente ocultar esa expresión rara en su rostro. De enojado pasa a una más relajada y esos ojos tienen un raro y espeluznante brillo.

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