capitulo 10

Después de esa noche, al llegar a la villa, Héctor estaba que se lo llevaba al diablo. Alexa le seguía la corriente solo para complacerlo, todo se debía a mis acciones, hice un desmadre en la mansión London y ellos no pudieron hacer nada.

Eso es lo que les duele, golpee el ego de las tres Familias en sus propias narices. Se sintió también ver la expresión de todo esos repugnantes bastardo. Aunque intentaron ocultar lo que sucedía, no se logró como quisieron.

Para los enemigos esa noche será muy complaciente, porqué pensaran que es fácil violar la seguridad de esa mansión.

Tengo una semana sin ir a dejarle flores a Christian, en ese tiempo tuve mucho tiempo para pensar. También quería que pensará en mí, aunque sea un poco. Después de enterarse que pertenezco a la familia Allen, estaré en sus pensamientos, ya sean buenos o malos no interesa. Lo importante es que estaré en su cerebro.

<Si sigue desayunando con esos ánimos, le causar indigestión> [La comida me sabe insípida con la presencia de estos dos] <¿Para que aceptó entonces?> [Estrategia, algunas cosas no se pueden predecir solo porque tengo conmigo] No puedo dejarle todo a Miel, tengo que estar siempre alerta.

—Mañana iremos a ver a tu madre—Héctor le hace saber a, Seth—Tú compromiso está roto—Le entrega los documentos—Solo firmalos, tienes que estar en el muelle 32, a las 9 P.M.

—¡Papá!—Exclamó una furiosa Alexa—¿Cómo puedes cumplir su petición?

<A esa hora entregará el cargamento de drogas> [¿Que tipo de drogas es?] <Es una droga nueva creada por la familia Allen, le llaman 3A. Con solo una vez que la ingieras, te vuelves adictos, en menos de un año mueres. Es un lote con el que harán un experimento para ir mejorado las funciones>

[¿Dónde está ese laboratorio?] Firma la anulación de compromiso. <En un búnker subterráneo bajó el viñedo de la propiedad privada Allen, a dos horas de la ciudad.>

—Si tanto te gusta—Limpia su boca—Romper el compromiso con Gregori, y casarte con Stanley—Toma los documentos, la copia e original—Despues de todo, Gregorio ni siquiera te ve como una persona.

Le dió dónde más le duele, para Gregorio, Alexa solo es una cosa que puede usar para los intereses de la familia. Alexa también debía de verlo de esa manera, pero no, la muy idiota se enamoró de él.

—Te crees muy inteligente, pero eres estúpida. Solo eres una niña que se creé la “Reyna del mundo solo por ser alfa”

Es como las personas de la realeza de algunos planetas, son tan detestables.

—Mira quién hablaba, el mounstro que posee esos horribles ojos de diferente color. ¿No sientes asco de verte al espejo?—Creyó que eso lastimaría a Seth, como siempre lo hacía.—¿De que te ríes?

Esta vez Héctor si presto atención a la discusión, sus ojos están asombrados por la hermosa y diabólica sonrisa de su segundo hijo.

—Jajajajaja—Solto una carcajada, no podía seguir retenido su sonrisa.

—¡Deja de reírte!

Seth no le hizo caso y solo siguió sonriendo como si no hubiera un mañana, ninguno de los dos presente entendían de porque esa sonrisa, no había dicho nada gracioso.

—En definitiva eres estúpida, ¿Cómo es que puedes llevar la sangre Allen, corriendo por tus venas?—Limpia las lágrimas de las esquinas de sus ojos—¿Segura que eres una hija legítima?

—¡Seth!—Héctor no iba a permitir que insinuara que, le habían puesto los cuernos.

—¿Entonces por qué es tan idiota? Sus insultos deberían de ser más elegantes, ni siquiera sabe que mis ojo son así, por causa de los genes, si soy un un mounstro—Ve fijamente a Héctor—Tú también lo eres, pero eso ya lo sabías, de tal padre tal hijo, ¿No?—Se puso de pie—Con permiso.

—¡Padre dejaras que se vaya así, ¿no harás nada más? Acaba de insultarte...

—¡Callarte!—La ve con una mirada sanguinaria—¿No fuistes tú, quién lo hizo primero?—La abofeteo—Que te favorezca no significa nada—Se levantó de la mesa.—No olvides tú lugar.

Alexa se quedó ahí en el comedor con una expresión incrédula, es la primera vez que su padre la golpea, siempre ha sido obediente por lo que, Héctor no tuvo que poner mano dura como lo hizo con Seth.

<Héctor abofeteo a, Alexa> [No me sorprende, aunque la favorezca, eso no debería significar nada. Ese viejo asqueroso solamente se preocupa por si mismo, sus hijos solo son piezas las cuales puede usar o desechar]

Es momento de volver a ver esa mirada fría de color morada, he extraño ver cuan indiferente es. Este cuerpo me hace actuar raro, o encerio tengo tendencias masoquistas?

—¿Pasaremos por la misma florería?—Pregunta, George.

—Si.

Seth baja un poco la ventanilla al igual que la máscara, enciende un cigarrillo. Miel vuelve el espacio un poco más ambientado para que el humo salga más rápido del interior del auto.

Después de meditarlo mucho, decidí no rendirme, seguiré insistiendo hasta que acerté aunque sea una cita, conmigo. Le mostraré mis más sinceros sentimientos hacía él.

En la historia se describía muy poco de Chris, sus gustos o disgusto no estaban escritos, pero según mi intuición, le gustan las cosas dulces. Puede verse tan deslumbrabate con esa cara de poker, pero en sus adentros, esas personas vienen siendo un dulce algodón de azúcar.

[¿Esta en la cafetería?] Sale del auto, <Si, hace dos minutos que llegó> [Creí que ya de había ido] siempre llega a las siete y se va a las 7:30, ahora mismo faltan cinco para las ocho y media.

Seth pide un ramo de orquídeas rojas, eran más que perfectas para este 14 de febrero. Él de la florería le obsequia una rosa hecha de chocolate. Seth solo espera que no pisotee las flores.

Volví al auto, George volvió a ponerse en marcha, mi corazón empezó a palpitar ansioso, nervioso. Aquella noche no fue muy grata, Christian me dejó en claro que no le interesó.

<No se desanime, aún hay mucho tiempo> [Si, pero si hay un problema en el imperio y mis hermanos no pueden solucionarlo, ellos no dudarán en desconectarme]

Sin importar que eso signifique perder mas de una extremidad, ellos me llevarán devuelta.

Seth salió del auto, dio un gran suspiro antes de entrar al restaurante. Christian no le regaló ni una mirada, pero ya lo había visto venir desde que bajo del auto.

—Hola—Se sentó.

—Que no lo deje en claro ese día—Lo ve fijamente—¿Eres sordo o estúpido?

—Sordo no, pero si estúpido. Me gustas tanto que me volví estúpido—Los bellos ojos de Seth, parpadean de manera sexy con esas grandes pestañas.

Christian lo ve con una expresión de disgusto, no podía creer lo que estaba escuchado, muy cursi para su gustó. Lo peor es que, Seth. No siente vergüenza alguna.

—¿Por qué te gusto? Haz vivido en el extranjero desde que eres un niño. ¿Qué tengo de bueno?

—Me gustas por todo lo que conlleva ser tú, me gusta esa bondad que hay en ti aunque lo intentes ocultar con esa fría expresión.

Hubo un pequeño sobresalto en esa mirada morada, sus manos bajo la mesa se volvieron un puño. No quería que nadie supiera que cosas sobre él.

Todo el tiempo llevá una máscara para que sus enemigos no puedan encontrar ninguna debilidad en él. No le agrada en nada que, Seth logré ver atraves de él.

—Si enmarcó todos los motivos por los que me gustas, no terminó hoy. Por eso déjame demostrarte el motivo por el cual me traes loco. ¿Sobré que tienes de bueno? Todo, a mis ojos eres la persona más perfecta e imperfecta.

Christian desvío un poco su mirada, si seguía viendo esos ojos, algo desconocido podría surgir y no quiere algo como eso.

Esa mirada heterocromía no reflejaba ni una sola mentira, a sus ojos. Christian es la persona más digna de tener su corazón.

—Y alguien como Héctor Allen, ¿Enviaría a uno de sus hijos fuera de su alcance?

En eso tiene razón, ese viejo es un zorro. No dejaría sin correa tan fácilmente a sus perros de caza, eso seria recibir una mordía letal.

—¿El te ordenó a que me seduzcas?—Habla con disgusto.

Pero en ese color morado hubo un pequeño de sobresaltado cuando vio la mirada de Seth, en esos ojos por un segundo se vió cuan decepcionado está, por la manera en la que pensaba Cristina.

—Nadie de esa familia sabe que te estoy cortejando, así que, no te preocupes. No es ninguna trampa, en verdad me gustas. Solo permíteme demostrarlo.

Vi mal, no, estoy seguro que su mirada cambió a una de decepción. Pero luego volvió a poner esa tonta expresión de adolescente estúpido.

—Tienes una semana para despertar mi interés en ti.

—Estoy seguro que eso ya lo desperté hace mucho tiempo—Expreso en una especie de transe.

—Sigue hablado y lo reducire a medio día.

Seth no podía creer lo que sus oídos escucharon, está congelado. Miel lo abofeteo suavemente para que reaccioné, no podía dejar que su jefe pierda está oportunidad por estar en shock.

—¡De verdad!—Descubre sus labios, quería que Christian viera cuán genuina es su felicidad—¡¿En verdad?!—Queria saber si no había escuchado de más o eran otra vez sus delirios—¿No estás jugando conmigo?—Lo vio fijamente—Porqué yo, no estoy jugando. Voy muy encerio.

<No puedo ver ni escuchar mentira en sus palabras, sus signos vitales son normales, no hay alteración en ellos, una persona que miente, siempre siente un poco de pesar y eso se refleja en su corazón, ya que, late ansiosamente. Justo como el suyo que está muy emocionado>

—No tengo el tiempo suficiente como para estar bromeando, creó que de por si, ya es algo estúpido de mi parten darte una oportunidad—Habla con frialdad, sus palabras no son nada dulces.

—Acepto—Es mejor aceptar antes de que se arrepienta—Se que no estoy en condiciones de pedir esto... Pero, puede ser dos meses, una semana es muy poco tiempo.—Es mejor tener más tiempo a tu disposición y tiento un poco a mi suerte.

—¿Dónde quedo tu seguridad en si mismo?—¿Que estoy haciendo?

—Cuando se trata de ti, esa seguridad queda un tanto nula, eres muy duro de roer—Confeso.

—¿A tus ojos soy un hueso?—Lo fulmina con la mirada.

—No—Responde al instante—Eres más un jugoso e delicioso filete.

—Te dare mes y medió por verme dicho filete. No piedas más o no hay oportunidad—Hablo con firmeza.

—De acuerdo—Vuelve a subir su mascarilla para esconder su expresión un tanto perversa.—Intercambiemos números—Saca el suyo del bolsillo, tiene que aprovechar ahora que está con las defensas bajas.

Christian no dijo nada y solo intercambiaron números, mientras Seth lo registraba cómo Futura esposa, el otro lo agrega como; Loco. "Que bello apodo"

<Anfitrión, respiré. La serotonina de su cuerpo esta incrementando nuevamente a niveles abismales, puede entrar en un preinfarto> [¿Cómo controlar esta felicidad? Siento que estoy flotando] <Ya lo perdí, me disculpo> Volvió a abofetear a su maestro. <Darle las orquídeas> [Sí]

—Para ti—Entrego el ramo—Feliz San Valentín.

—¿Es hoy?—Preguntó, se había olvidado de estás fechas por tanto trabajo.

—Si...no es necesario que me regales algo, ya lo hiciste.—Suspira, Christian lo ve raro. Ese suspiro fue un tanto perturbador.

Seth observa ese color morado que lo están viendo con una mirada que expresa "¿Quién dice que te regalaría algo?"

—¿Todavía tienes tiempo?

Christian ve la hora en su Rolex, faltan diez para las nueve de la mañana, tenía que estar en la agencia hace veinte minutos.

—No—Termino de un solo trago su café.—No me llames solo para hablar cosas sin sentidos—Agarro las orquídeas—Adios.

—Espera.

Seth, muy descaradamente toma la mano de Christian, se pone de pie, quedando frente a frente, inclinó un poco su rostro hacía adelante, besado así, los labios del alfa mayor.

Fue un beso por medio de la tela de la mascarilla. Su primer beso quiere que sea de mutuo acuerdo, por eso se conforma con hacer algo así. Sutilmente dejo la rosa de chocolate enmedio de las orquídeas.

—Es un hasta pronto ~copo de nieve~—Sonrio con descaro para salir casi corriendo del restaurante, no podía quedarse a recibir una paliza por parte de Christian.

La expresión del alfa mayor esta negra, apretó con fuerza el ramo de orquídeas, con esta son dos veces que Seth, lo toma por sorpresa.

Veamos cuánto tiempo duras en mantener esa máscara de estúpido enamorado.

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