+18 capitulo 59

Sus caderas filosas de Dimas se movían al vaivén firme y muy profundo en las resbaladizas paredes del interior de George. En su mirada Violeta podías observar lo bien que se está sintiendo el invadir el interior de George.

Succionando la piel pálida de esa sensual pierna que descansa en su hombro, masajeado la piel que se va enrojecido con sus dientes. Mientras su mirada brillante y pícara mirada directamente a George, el nombrado no se quedó atra con su seducción. Lame lascivamente los dedos de las manos de Dimas, provocándole mas frenesí y perdiéndose en la locura de puro placer.

‹Caliente y suave es su interior, se siente tan bien el se tragado por su agujero que estuve a segundos de venirme solo por sentir tal calidez que podría derretir.

Me succiona tan lascivamente como si quisiera destruir mi miembro, pero de la forma mas placentera posible. No puedo explicar con palabras lo que hace sentir estar dentro de él, explorando ampliamente cada rincón de su cálido interior.›

Dimas inclinó su pecho hacía adelante, en busca de los labios semiabiertos de George, quería deleitarse con su sabor y en el proceso dejarlo sin aire. Sentirse como esas paredes se tensaran fuertemente por la necesidad de querer respirar, eso es lo que pasa cuándo quieres respirar. Cada parte de tu cuerpo entra en desesperación.

Esos eran pensamientos y deseos muy peligrosos en Dimas, sin embargo algo similar pasaba por la cabeza de George, el también quería sentirse mas adrenalina de la que ya está sintiendo. Es tan grande sus deseos de comerse completamente que no les importaría experimentar que otro juego todo para seguir expresado su devoción y amor de diferentes maneras.

—Nnmhg~

Al principio sus toques fueron suaves como si tuviera miedo de romperme, o simplemente se encuentra muy nervioso por tenerme de está manera, en sus brazos.

Desde que me trajo en sus brazos y me dejó en la cama, él no a dejado de verme en nigún momento. Besado mi piel eriza con sus suaves y muy cálidos labios. A dónde sea que toque sus labios me hace sentir que podría derretir cada parte de mí, perdiendo la fuerza en mis brazos los cuáles se encuentra aferrados a su cuello, mientras sus labios succionan mis pezones.

Creí que no podría sentir nada si chupaba ahí, sin embargo cuando su lengua pasó por mis pezones sentí un cosquilleo ahí abajo, no sabía que podía pasar tal cosa...es porque es Dima quién lo está haciendo, es la persona que me gusta la cual me toca de esa forma. Es por eso que mi cuerpo se vuelve vulnerable a sus caricias.

Solo es él la persona que puede ponerme de está manera, ser tanto activo como pasivo. Soy afortunado de disfrutar de tal placer en dos formas diferentes, embistiendo su suave agujero y el que él también haga un desastre en mi interior. Nos completamos perfectamente en ambas formas.

—Mngh~

Los movimientos de sus caderas se volvieron lentas, el muy perverso quiere torturarme un poco. Quiere que mi trasero vaya en busca de su miembro, que me aferre a el con mucha fuerza.

—Te estás ganando una paliza.—Lo ve con reproche, Dimas solo sonríe. Llevando su mano derecha a la boca de George.

—Me encanta verte ansioso por mis embestidas, sentir la opresión de tu interior.—Sonríe coqueto.—Reclamando del porque no sigo haciendo un desastre, frotandome con las calientes paredes de tu resbaladizos y muy hambriento interior.

Ver esa brumosa mirada piendo por sentime, es tan malditamente caliente. ¿Como puede ser dominante y a la vez tan pasivo? Me enloquece sus dos lados, cuando está haciendo un desastre en mí y cuando yo estoy convirtiéndolo en un desastre. Esas expresiones multifaceticas son sublimes.

—Mnnhg~—Una fricción penetró mis huesos en el momento en que su traviesa boca, mordió ferozmente mis dedos.

Sabia que mi novio es alguien lascivo, pero no creí que fuera tanto, me enloquece esa mirada en sus ojos y la forma en que saca la lengua, envolviendo mis dedos. Sus acciones y muecas son muy obscenas como si su boca estuviera haciéndome una felación y mis dedos en su interior bucal era mi miembro.

George sabía como hacerme perder la razón, quedarme sin habla, sin respiración mientras me hipnotiza con su radiante belleza. Tomando todo de mí, volviéndome a enamorar una vez mas como si fuera la primera vez.

—¡Ugh~!—Su estocada fue tan rápida y precisa, frotándose con el interruptor que envía placer a todo tu ser. Si el miembro de tu amado lo frota una y otra vez puedes hasta llegar a tener un orgasmo sin precedentes.

Es justo lo que está haciendo Dimas, sigue embistió ese mismo punto una y otra vez mientras su mano presiona la punta de mi miembro, me está impidiendo que me corra cuando ya no puedo más. Sus estocadas son demasiado para resistir y solo quiero poder soltar todo...

—¡Dimas...!—Agarró con firmeza las sábanas bajo su cuerpo, retorciéndose de un placer desconocido porque quería venirse pero al mismo estaba esa grata sensación apoderándose de él.

Como si disfrutara el ser castigado de esa forma, llevar su cuerpo al límite y averiguar hasta donde puede llegar soportar. Frotando su trasero contra la pelvis de Dimas, ordenándole que se mueva más rápido.

-Se siente...raro.-Los vellos de mi nuca se pusieron de punta, algo extraño estaba pasando con mi cuerpo, no podía dejar de temblar y mucho menos de gemir.

Ahí entre mi pelvis y miembro se creó un raro vórtice de choques eléctricos, corría el riegos de tener una sobrecarga si Dimas no se detenía. Sin embargo él no se detuvo y siguió embistiendo mi interior mientras su lengua se escabulló en mi oído. No podia hacer nada, simplemente me entregué a ese placer desconocido y cuando Dimas me susurró al oído que estaba llegando al clímax, solo pudo derretirme en sus brazos.

—¡Ahí...un poco más duro!—Pidió impaciente.

—¿Se siente bien?—Preguntó, agarrado con fuerza la cintura sexy de George.—¿Te gusta cuando tocó ese lugar?—Embistió sin piedad.

—Sí...me gusta.—Sus mejillas se sonrojan.—Se siente...bien.—Seguía siendo vergonzoso decir algo como eso.—Dimas...creo que algo raro está por...¡¿Aaah?!—George parecía una botella de champán al momento de quitarle el corcho.

—¡Qué hermoso!—Expreso con su mirada brillante y un poco oscura.

No sé sabia si Dima estaba sonriendo o planeando un plan perverso al ver lo que había logrado. Logro que George tuviera un e inolvidable quid.

Deleitandose con la lasciva expresión de George, en su mirada dilatada parecía haber corazoncitos creados por la capa brumosa en sus ojos llorosos.

‹No sé que acaba de suceder exactamente, mi cuerpo sigue teniendo espasmos y a duras penas estoy respirando...eso se sintió también que fue una completa locura. Ya no puedo más, no siento esa parte baja.›

No era para menos que George estuviera así de cansado, de por si fue el activo por un largo rato, exploró el interior de Dimas por más de 10 veces y ahora el fue explorado el doble de eso. Dimas se ha estado devorando a George en todo el trascurso de la noche y la mañana, ya son las 8:00 A.M.

Es sorprendente que el menor haya soportado tanto tiempo sin desmayarse, él no tenía la habilidad que tiene Dimas, quitarse la fatiga o malestar en su cuerpo luego de que George, le haya echo el amor un par de veces.

—Ni creas que lo haremos otra vez.—Como un encendedor su dedo índice desprende una llama negra.

Tuvo que hacer eso porque Dimas tenía planeado entrar una vez mas en el interior de George, en verdad no tenía fuerza. Dimas por poco y lo deja seco.

—Hoy en la noche pienso ser el único activo.—Iba castigarlo por aprovechado.

—No es justo...

—¿Justo?—Arquea su ceja.—Tú no eres el justo aquí, tramposo.—Tira del cabello de Dimas.—Quedamos en que sería igualitario pero te aprovechaste cualquier oportunidad para embestirme.—No lo quemé porque no tenía planeado quedarme viudo antes de tiempo.

—Lo acepto.

Levanta sus manos en señal de rendición, sabía que si seguía insistiendo en que no es culpable el castigo aumentaría a una semana, y no podía estar una semana sin hacérselo a George.

—Pero no es mi culpa que seas tan sexy.—Se levanta de la cama.—Me seduces y me excito con solo mirarte.—Levanta en sus brazos a George.

—Solo cállate antes de que te arranque esa cosa entre tus piernas.

El mas joven no tenía pensado discutir del porqué lo lleva en sus brazos, no tiene ánimos de caminar y sobre todo al no poder moverse un solo músculo. Agradecido de que Dimas es su entrenador y puede tomarse un dia libre o seria muy incomodo caminar todo tieso.

—¿Con tu lascivo agujero?—Preguntó.

—No, con esto.—Dimas sudo frio al ver el cuchillo en la mano de George, este había usado su habilidad de telequinesis.—¿Dónde está ese hombre parlanchín de hace unos segundos?—Sonrió malvado al ver la expresión de Dimas.—También puedes poner tal expresión, tan adorable.—Envió el cuchillo donde estaba anteriormente.—¿Miedo?

—No, solo que...

—¡¿Es en serio?!—Se índigo y consterno.—¡Eres un lunático!—¿Mis suegros también tienen esa locura en ellos  al igual que sus hijos?

Dimas se había emocionado al ver a George actuar todo peligroso, tanto así que su miembro está pinchado la espalda del mas joven.

—No me veas así, no lo pude evitar te veías tan malditamente genial. Sexy lamiendo ese cuchillo.

—No hables, te estás hundido mas.—Esconde su rostro en el cuello de Dimas.

—George...¡no te rías!

Tal vez en mí también hay alguna clase de locura (sino fuera así no le pareciera adorable su reacción) lo cual nos vuelve el uno para el otro.

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