Las prendas de ropas esparcidas por los pasillos eran una clara señal que la pareja de amantes no pudieron esperar llegar a la habitación cuando, entre besos y caricias la ropa fue cayendo en el piso asi como el calor y el deseo de pertenecer uno al otro inundó cada rincón de su acalorado ser.

Antes de cruzar por la puerta el más joven de un solo tirón le rompió la camisa al mayor, apoyando a Koen contra la puerta, lamiendo ligeramente sus labios al ver fijamente nuevamente esa delgada, y muy trasparente tela cubriendo los duros pezones de Koen.

—Quería hacer esto desde la mañana, fue muy molesto el solo verte y no tocarte como quería en en ese instante.—Tire todos los pensamientos de más para poder concentrarme únicamente en mi novio.—Sin embargo, ya estamos aquí y voy a hacerte todo lo que he estado imaginado.

—¿Qué cosas?... ¡Nmgh~!—La tela del sostén esta creando fricción al frotarse con la boca de Seth al lamer las aureola de mis pechos.

Con la punta de sus dientes sostiene con un poco de búsqueda los pezones del mayor, este último se sostiene de los hombros de Seth por miedo a caer por la flacidez en sus piernas.

—Quién podría imaginar que bajo ese traje pulcro se esconde un cuerpo tan erotico.—Besa desde el cuello hasta llegar al pecho ahí se quedó más tiempo saboreando y admirando.

Koen se había puesto anteriormente lencería que consiste de un sostén y una tanga de encaje con la única intensión de molestar o mejor dicho, para dejar encendido seth y lo había logrado pero ahora Seth se las está desquitando al no tocar los lugares que Koen, anhela recibir sus caricias.

Tampoco lo hizo esperar tanto porque Seth no podía contener sus ganas de pasar su lengua por esos rosados pezones, succionando encima de la rasposa. Fue un movimiento lento pero la estimulación una sensación extraña para un excitado Koen.

Su respiración gradualmente se volvió pesada entre mas era estimulado en esa area como otras zonas erogeneas, por ejemplo, las manos de Seth frotandose en los carnosos y muy voluptuosos glúteos del mayor.

—Nmgh~—Un ruido vergonzoso acaba de salir de mis adormecidos labios, tanto beso apasionado de Seth me ha dejado en agonía, con la diferencia que es una muy adictiva por el placer que engulle mi cuerpo cada vez que un beso me deja sin respiración por unos minutos.

Es vergonzoso gemir de esta manera solo por sentir sus dedos empujando mi ropa interior contra ese lugar, nunca lo he usado para algo tan obsceno como lo que estaremos y estamos por haciendo, tampoco nunca me puse a pensar en que un día pasaría mucho menos sobre las posibilidades.

Sin embargo, al ser Seth el que me seduce y me toca de esta manera, ¿como no sentirme asi de bien? Seria imposible si con solo encontrarme con su mirada me pone de esta forma; ecxitado y necesitado por sentirlo un poco más al grado de no importarme quién embiste a quién. Lo único que quiero es ser suyo, es vergonzoso pensarlo pero es la verdad ni como negarlo... En el fondo lo sabía que sería el que recibirá por eso mi poca resistencia ante su lado autoritario.

—Nmh~—La tela de esa ropa interior sigue siendo empujada junto a ese dedo travieso de Seth, generando una vez mas esa leve pero muy potente fricción que me avergüenza por no poder contener mis gemidos.—S-Seth, espera.—Las manos de Koen fueron levantadas y sostenidas arriba de su cabeza por Seth mientras el nombrando frota su rodilla en la entrepierna de Koen.

—¿Por quieres que esperé?—Frunce el ceño.

Me estoy volviendo loco con cada segundo que pasa y es que sería un imbécil sino lo estuviera con semejante hombre seductor; frente a mis dilatados ojos. Y, es que Koen tiene un cuerpo tan sexy y lacivo sobre todo al llevar esa lencería tan ajustada, caliente. Por ello tengo que ir despacio para poder grabar en mi mente cada gesto, mirada, gemido, saliente de sus lindos labios.

—No pienso detenerme.—Deja saber.

—No te diré eso solo que si sigues tocan de esa manera...yo, podría llegar a mi límite.—Comunicó con su respiración agitada.

—Solo hazlo.—Fue bajando lentamente hasta quedar cerca de la virilidad de Koen.—Puedes hacerlo cuantas veces quieras.—La erecta erección salió de esa ajustada ropa interior.

—Mngh~—Sus manos están frías pero se siente tan bien cuando sostiene mi miembro, quiero que lo froté y no se quede solo viéndolo como si fuera una especie de animal exótico.—Seth... ¡¿Unmg~?!—Caliente y húmedo es lo que estoy sintiendo en este instante.

Koen abre en grande esos asombrados ojos negros al dárse cuenta de donde está sumergido su miembro, lo caliente y la humedad que notó anteriormente era nada menos que la boca de Seth. Esa cavidad bucal engulle con ímpetu la erección del mayor, mayor que se retuerce y se inclina hacia adelante por el placer desbordante.

—S-Seth.—Jadeo muy eufórico.

‹Es aterrador pero al mismo tiempo emocionante el sentirse ser engullido por su boca, de como la punta de mi virilidad es presionada por la lengua de Seth.

Es un estímulo que puede volver loco a cualquier justo como a mí que me está haciendo perder la cabeza, en lo único que puedo pensar es en lo bien que se siente...› Koen se estremecio al encontrarse con la mirada de Seth, esos ojos brillan intensamente mientras su boca baja mas bajo.

—Uhg~—Sus manos caen y se hunden en la cabeza del joven, tirando hacia adelante y hacia atrás de esos cabellos azul negro.

‹Es la primera vez que hago una felación y temía lastimar o que Koen no se sintiera bien por mi inexperiencia, pero por lo visto lo está disfrutando mucho si ha empezado a tomarme del cabello y embestir mi garganta.›

—Seth...—Era un avisó de que estaba llegando al límite esperando que en nombrado se alejará, pero en vez de alegarse aceleró sus movimientos.—¡Aaah!—El climax recorre el cuerpo de Koen.

—Eso fue mucho.—Comenta Seth mientras limpia la parte izquierda de su cara la cual fue salpicada de fluidos.—Y muy espeso.—Sonríe maliciosamente.—¿Cuánto tiempo llegabas sin hacerlo?—Preguntó curioso.

—No he tenido relaciones con nadie.—Aclara entre jadeos cualquier malentendido.—¿Me he masturbando? Sí, pero mezclar mi cuerpo con otro ser humano eso sí que no.

—¿Entonces soy y seré para siempre el primero en hacerte el amor?!—Deja de estar en cuclillas.

—Sí, solo a ti te permitiré hacer conmigo todo lo que quieras.—Deja una marca roja en el cuello de Seth.—Puedes ser tan rudo como gustes que lo seguiré disfrutando.—Declara.—Vamos ya a la habitación no puedo esperar más.

—Nos estamos dirigiendo hacía ahí.—Abre la puerta al mismo tiempo que la cierra con seguro, empujando suavemente boca a bajo a Koen.

Lo único que quedó sobre la cama es del abdomen para arriba mientras sus pies seguían no tan firmes en el piso, con su sexys glúteos elevados en el aire los cuáles están siendo separados lentamente por Seth, mirando lujuriosamente ese delgado cordón rozando la entrada de esa entrada hacia lo que Seth considera el paraíso del placer.

—¡¿Nngh~?!—Esa frialdad de ese lubricante cayendo en mi trasero logró contraer mis músculos.—Solo ponerlo...

—No, no seré una bestia.—Quiero ya explorarlo pero no por eso seré tan bestial, no. Primero tengo que dilatar lo suficiente su entrada.

Seth frota sus dedos en ese punto viendo como se contrae ansiosamente, esperando que no solo toquen y entren sin demora a frotarse pero dentro de su interior.

‹Me alegro mucho estár de espaldas de esa manera Seth no puede ver la vergüenza en mi rostro, arde por la vergüenza al estar en esta posición tan expuesto a la vista de Seth. Seguramente me he deber tan obsceno y sobre todo ese lugar contrayendose ante los ligeros toques de las yemas de sus dedos.› El rostro de Koen es de un rojo escarlata.

—¡Aaah~!—El primer y húmedo dedo entro a explorar la cueva que se tensó en ese preciso instante.—Se... siente raro.—Confiesa.

Es delgado y largo pero aun así se siente algo incómodo sin importar que esté cubierto de lubricante, mi interior se volvió mucho mas tensó ante su invasión.

—Mngh~—Gimió tras sentir un ligero movimiento y de como su entrada se va expandiendo con un segundo dedo.

—¿Es normal tal temperatura y presión?—Preguntó mientras besa la espalda de Koen.—Siento que mis dedos se derriten, ¿así se sintiera mi miembro dentro de ti?—Sigue cuestionandose, dejando caer su pantalón junto ropa interior porque anteriormente solo Koen es el que estaba desnudo.

Seth quería seguir admirando el cuerpo lascivo de Koen llevando la lencería pero al final se la termino quitando, prefería apreciar la desnudez del mayor.

—¡Ugh!—Sentí mi respiración cortarse ante el movimiento de tijera en mi interior, eso fue extraño pero tampoco puedo negar que siente bien.

—¿Crees que podrá entrar esto sin que preparé correctamente tu hermoso trasero?—Frota su miembro sobre las caderas de Seth.

—¡¿Ugh?!—Fue girado en menos de un segundo; cayendo de espaldas sobre la cama.—¡¿Una tercera pierna?!—Exclamó sorprendiendo.

Ya sabía que tenía un arma de tan alto calibre sobre que verlo es muy diferente a solo tocarlo, ¡¿Por qué demonios está tan malditamente dotado?! Tiene razón eso no entra a la primera pero, ¿entrará aún si dilata bien?!

—¿Qué comes para tener eso?

—Verduras.—Sonríe pícaro, embistiendo el interior de Koen.

—Mnhg~—Sus dedos siguen creando un desastres en mi mientras sus labios lo hacen con mis pezones, es demasiado estímulo.—¡Seth!

Se asustó un poco al ser golpeando en cierto punto que lo llevó a convulsionar de placer, Seth había encontrado y martillado repetidamente esa zona erógena que puso la mente completamente en blanco del mayor, al igual que una expresión tan lasciva en su acalorado rostro. Koen un vez mas entró al climax solo que está vez Seth lo acompaño, antes de que Koen entrará en esa euforia el menor con su mano libre agarro su miembro y el del mayor frotando hasta que dejaron salir lo retenido.

—Tan deslumbrante.—Acaricia el rostro de Koen mientras retira sus dedos de ese lugar para llevar su miembro.—Me gustas tanto.—Besa la frente del mayor.

—A mi me gustas mucho más... ¡¿Ugh?!—De una sola estocada ese grueso y largo miembro entró en mí.

La presión en mi estómago no era una broma así como la incomodidad de tener algo incrustado donde no debería, se siente como cuando tu dedo queda atrapado en un espacio muy pequeño al punto de ponerse morado por la poca circulación, ¿Y duele? Sí, pero es un dolor que puedes soportar, es mi forma de explicar como se siente ser invadido por tal anormal cosa. Sin embargo, Seth no está moviendo eso disminuye la incomodidad.

—N-No te vayas a mover.—Advierte.

—No lo haré.—Fuí demasiado déspota creyendo que de un solo empuje sería menos incómodo.—Lo siento.—Hay preocupación y reproche asimismo en sus ojos.—Dije que sería gentil pero hice todo lo contrario.—Limpia con sus labios las lágrimas de las esquinas de esos cristalinos ojos.

—No pongas esas expresiones.—Sostiene en sus manos el rostro de Seth.—Es lógico que tenía que ser incómodo y doler un poco si es mi primera vez.—Baja su mirada hacia la pelvis de Seth.—Y esa cosa no es anormal.—Acaricia los ojos de su joven pareja.

‹Como si fuera su mayor y único tesoro asi se siente el perderse en su mirada brillante mientras las yemas de sus dedos acarician mi piel desnuda, erizada, calentandosé sin pudor alguno.

En mis largos años de vida he sido alguien sin miedo a nada, seguro de mismo y podría estar de pie, siendo a apuntado con el cañón de un arma y seguiría estando despreocupado. Sin embargo, lo que estoy sintiendo es muy diferente; hoy, vendria siendo la primera vez que me siento tan indefenso, nervioso ante la vista intensa y lasciva de otro ser humano. "¿Como no estarlo?" me preguntó, si este joven frente a mi no es cualquier ser humano, es mi novio y con la persona que espero y quiero estar para siempre.

Quiero seguir viendo por toda la eternidad esos espléndidos ojos de diferente color, sintiendo y disfrutando el saber que es como si pudieran ver a través de mí, de mi alma.› Busca entrelazar sus manos con las de Seth.

—Moverte, amor de mi vida.—Sacude sus caderas.

—¿Seguro?

—Sí, solo muévete sin miedo... ¡¿Aahh?!—La primera embestida llegó antes de que terminará de hablar.

El dolor de alguna manera se fue mezclandose con una sensación rara penetrando mi ser asi como su miembro penetra mi interior... Entre mas me embiste asi va desapercibido la incomodidad dejando únicamente ese electrizante estímulo que me está empezando hacer gemir descontrolado.

—Nmgh~—¿Cuan más profundo piensa ir?

—Esto es una completa locura.—Expresa jadeante.—Se siente tan bien aquí adentro en la forma como tu interior me envuelve con fuerza.—Sigue empujando.—Tan caliente y suave.—Inclina su rostro hacia adelante.—Espero y estés preparado, mi vida.—Sonríe pícaro, sonrisa que estremecio a Koen.—No voy a dejarte descansar hasta el amanecer.—Besa los labios del mayor.

Sus labios se mezclan con pasión al igual que sus cuerpos convulsionando de placer, pensado en que se volverán a dictó a tal sentimiento y estímulo.